El cierre de las escuelas y universidades con la pandemia forzó a una improvisada y rápida educación virtual con impresionantes experiencias creativas e innovadoras, pero que también dejó una importante brecha digital que agudizó las demás desigualdades: entre la ciudad y el campo, de género o raza. Al reabrirse los centros escolares el reto es la transformación digital de la enseñanza en base a las experiencias aprendidas.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) incluyó desde sus orígenes la educación como palanca para mayor equidad, e inició una línea especial de apoyo a esa transformación: E-duc@, que nos explica Pilar Debén, la encargada de esa área en Aecid, y también para conocer cómo se concreta en el terreno, con Francisco Tomás, el encargado de este programa en Honduras.