El detective Rafael Guerrero ha presentado en Tenerife Noir su novela La verdad no hace amigos, ganadora del Premio Wilkie Collins de Novela Negra. En este libro Franchesca planea asesinar a su marido e induce a su amante a que la ayude. Pero el hombre contrata al detective RG, alter ego del autor, para que haya constancia de esa propuesta y pueda denunciar a la ideóloga con pruebas. Como veis, podría ser una noticia de los periódicos de hoy mismo. Por otra parte, un bebé nacido en Rusia hace 18 años ya es un hombre que quiere conocer la identidad de sus padres biológicos. Sus padres adoptivos desean saber quiénes eran y quiénes son ahora antes de tomar la decisión de permitirlo. La búsqueda de la propia identidad se convierte en una historia de mafias y de enredos legales, el Estado está poblado de delincuentes de guante blanco.
Alma de Rus nos propone algunas novelas sobre la Movida madrileña y en toda España, aquel tiempo que se apagó tan de golpe como llegó. Con libros de Julio Llamazares, Enrique Llamas, David Valdehita, Luis Antonio de Villena, Salvador Gutiérrez Solís, José Manuel Lechado, Fernando Benzo y Ana Aparicio Cillán.
Fernando Marías nos presenta Arde este libro, una obra dura, introspectiva, que nos pone la realidad ante los ojos con una violencia que ya no acostumbra a utilizar la literatura actual, ni el cine, ni la televisión. No violencia física, sino la de la realidad. Una antigua pareja del autor ha sido incinerada con la primera novela de él entre las manos. Atrás quedan décadas de alcoholismo y autodestrucción. Te mató el alcohol y fui yo quien te enseñó a beber, es la confesión de Marías, una confesión que ha tardado casi una década en escribir demostrando que era cierta una frase de Brice Echenique, quien decía que “hay que escribir como si uno estuviera muerto”. Ella huía de su vida y se encontraron en el Madrid más brillante de las últimas décadas, el de la Movida. Nadie es quien soñó que sería; el genio que parecías de adolescente es tu ruina actual; el mundo no iba a ser así. Un extoxicómano no puede vivir con un toxicómano.
