Hoy lanzamos la mirada hacia el cielo. Bienvenid@s, pues, a un bosque habitado por l@s contemplador@s del firmamento. Y es que desde la altura que nos permite la canopea o techo forestal, os proponemos buscar un refugio perpendicular desde la copa de los árboles y hacia lo alto del cosmos.
Observar las nubes es una de las actividades humanas más interesantes que existen, jugar con sus formas, conocer sus caprichos. No, no se trata de estar en las nubes, o sí, para atraparlas, comprenderlas, diferenciarlas, conocer cómo se forman y, en este caso, cómo escucharlas. Eso sí de la mano de un físico meteorólogo, con especialidad en Oceanografía: Martín Barreiro, hombre del tiempo de Televisión Española.
Desfilarán nubes de elevación, arco iris, nieblas, cortinas de agua, estelas de aviones y efectos ópticos que son maravillosos por los siglos de los siglos… En este paseo por las nubes, aprenderemos qué es una nube, por qué el cielo es azul, por qué el arco iris va del rojo al violento, cuándo se produce la opacidad… Martín se encontraba tan a gusto explicándonos los misterios de lo que cae del cielo que comienza hablando en castellano y termina soñando en gallego…
Y como mirar el increíble desfile del cielo nos hace más poéticos, mezclamos tamaña trascendencia con los poemas de Peter Handke, de una de nuestras películas favoritas: “Cielo sobre Berlín”, de Wim Wenders, y con su banda sonora, además de las inspiraciones musicales del gran Patrick Watson. Además, el Herbario Sonoro de Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca, los textos de Jorge Riechmann y Ana Manzano Peral, “Las ramas arriba”, Servicio de Información Arbórea Mutualista con el plantabosques Natxo Blanchart López, de la Asociación Arriba las ramas y “La Cobertura del Bosque, informativo ecosocial con el geógrafo y educador ambiental, David Gutiérrez Ferreiro, de EA26 y la Red Cántabra de Desarrollo Rural. Club de la Hojarasca: Julio Valverde y Carolina Alba.
Dice Martin que somos las generaciones que provocamos el cambio climático y quienes lo mitigaremos o no, así que dilúyete como un color del Arco Iris, refráctate en el prisma que transforma las ondas sonoras en ondas que viajan desde el firmamento hasta los árboles y respira profundamente, porque estás entrando en ese territorio conmovido por lo que del cielo cae... ¡Arriba las ramas y las alas!
