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'A-ha. La película'

A-ha y el pecado original de "Take on me": de crear el himno pop definitivo a no soportarse

  • El 8 de julio se estrena en cines el documental que recorre sus casi 40 años de carrera
  • Una película imprescindible para los fans de la banda que no oculta las tensiones entre sus miembros

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Magne Furuholmen (i), Morten Harket (c) y Pål Waaktaar (d)
Magne Furuholmen (i), Morten Harket (c) y Pål Waaktaar (d), los tres integrantes de A-ha

Como le ocurría a la pelota de tenis en Match Point de Woody Allen, hubo un momento en que la carrera de A-ha estuvo a punto de caer en el lado malo. Su "Take on me" podría haberse quedado en una canción de éxito en Noruega e ignorada en el resto del mundo si hubieran tirado la toalla después de la primera versión que lanzaron. Afortunadamente, volvieron al estudio de grabación para entregar un clásico de los 80 y, seguramente, el videoclip de Michael Jackson.

Esta es una de las muchas curiosidades que cuenta A-ha. La película, documental dirigido por Thomas Robsahm que narra la historia de unos chavales que querían comerse el mundo desde una Noruega que no exportaba nada musicalmente y que acabaron tolerándose en el mejor de los casos. Esos tres chicos (Morten Harket con su voz lírica dotada para el falsete, un Pål Waaktaar a la guitarra con la mirada puesta en la música de los 60 y 70 y Magne Furuholmen con sus pegadizos "riffs" en los teclados) definirían una década. Porque pocas cosas hay más "ochentas" que A-ha y pocas cosas más injustas que ignorar el resto de su carrera.

'A-ha. La película', estreno 8 de julio

El acierto del documental es, por un lado, ofrecer a los fans cantidad de material gráfico y sonoro de todas las etapas de la banda y por otro mostrar cómo es el proceso de grabación, las giras y la promoción en un grupo en el que hubo tensiones creativas casi desde su fundación.

A-ha. La película juega a la contradicción desde el comienzo de su metraje. El "Take on me" no tarda más que unos segundos en oírse y el director recurre al estilo cómic del videoclip de Steve Barron para los créditos, pero ese recurso a la nostalgia lo confronta enseguida con declaraciones de los tres músicos en la actualidad, en las que reconocen que les resultaría una tortura volver a reunirse para grabar.

Un éxito que se forjó en Londres

El estilo cómic se mantiene en los primeros minutos, en los que se narra cómo se conocieron. Esta primera parte del documental es curiosa para conocer sus influencias y la escena (más bien carencia) pop en Noruega en esos años, pero quizás sea un poco alargada. Eso sí, ya nos muestra el germen de algunas de las rencillas entre sus miembros, como la "imposición" por parte de Pål a Magne de que se pase al teclado y deje la guitarra.

Cuando la película comienza a tomar vuelo es cuando los tres se marchan a Londres en 1983 en busca del éxito y están muy cerca de no lograrlo. Pero el potencial que veían sus managers y productores logró que, tras un lanzamiento del "Take on me" en un single que pasó bastante desapercibido, lo volvieran a intentar y crearan el clásico del pop electrónico que todos conocemos. Poder escuchar las distintas versiones del tema, algunas guitarreras, y conocer cómo se gestó es uno de los mejores momentos del documental.

Cachitos de Hierro y Cromo - A-HA: Take on Me (A Tope, 1987)

Y con el éxito llega la fama, la exposición a los medios y la presencia constante en televisiones y revistas para una banda que podía haberse quedado en un one hit wonder pero que ha influido en grupos como Coldplay y U2 y que todavía hoy es copiada sin disimulo por artistas como The Weeknd o Harry Styles.

Estadios llenos, números 1 y lucha de egos

Vemos cómo cada miembro del grupo asumió su papel en la promoción y en la creación: Morten era la imagen, con un físico espectacular y dispuesto a posar todas las veces que hiciera falta, mientras que Pål y Magne se dedicaban a la composición... y a pelearse por la autoría de las canciones.

Morten Harket, vocalista de A-ha

El vocalista Morten Harket, convertido en ídolo pop a mediados de los 80 JOHN RATCLIFF

Tras el éxito de su primer disco, "Hunting high and low" en 1985 y su récord en los MTV Video Awards con ocho premios para "Take on me" y "The sun always shines on TV" vendría la decepción comercial con el ambicioso "Scoundrel days" y la redención electropop con "Stay on these roads". A partir de ahí, altibajos, separaciones, proyectos en solitario y reencuentros para una banda que sigue contando con un ejército de seguidores en todo el mundo.

A-ha nunca se basó en la amistad, no es lo que nos unió

El acierto de A-ha. La película es ir dando saltos hacia finales de la década de 2010 para romper la narración cronológica y ver cómo esos años de éxito desgastaron a la banda. En este "presente" (el documental se rodó entre 2016 y 2020) vemos sus discusiones cuando ensayan para un Unplugged de la MTV, o cómo cada uno se va por su lado cuando acaba un concierto. Incluso sus familiares reconocen que no entienden por qué se llevan tan mal, y que necesitarían tratarlo con un psicólogo. Pero, como reconoce Morten Harket, "A-ha nunca se basó en la amistad, no es lo que nos unió. Lo que nos unió fue la música".

El director de la película coincide con esta apreciación: "Puede que no sean amigos, pero son una familia porque hace 40 años tuvieron un hijo en común: "Take on me":

Mientras se repasan algunos de sus hitos, como el récord Guinness por las más de 200.000 personas que acudieron a su concierto en Rock in Rio en 1991 y su "The Living Daylights" para James Bond (incluido su desencuentro con el mito John Barry), también vemos como en la actualidad viven en una burbuja artística que ninguno de los tres quiere romper y tienen encuentros desganados con las fans. Pese a todo lo que vemos en pantalla, en 2022 el grupo sigue girando (acaban de actuar en el festival Jardins de Pedralbes) y han anunciado su nuevo disco 'True North' para finales de este año.

El director de la película: "Solo trabajando por separado pueden seguir juntos"

Le preguntamos a Tomas Robsahm, director y guionista del documental, si le ha sorprendido el anuncio del nuevo disco. "Nuestra intención era grabarles durante la creación de un nuevo disco, pero en ese momento no estaban preparando material nuevo sino el Unplugged para la MTV. El nuevo disco se anunció después de que acabáramos de rodar, pero su forma de trabajar va a ser parecida a lo que hicieron para el Unplugged: cada uno de ellos prepara el material por su cuenta y luego se reúnen para grabar. Creo que esa la única fórmula que funciona para ellos, la única forma de seguir juntos".

Robsahm, que además de director es productor de éxitos como La peor persona del mundo, tiene claro que A-ha es una banda infravalorada. "Absolutamente. Eso es algo que quería reflejar en la película, son mucho más que su primer éxito o que una boy band, como podía pensarse en sus inicios". Para él, una de las mejores reacciones del público es cuando dicen "vaya, no me había dado cuenta de los buenos que son, quiero escuchar más canciones". "Esa era una de las ambiciones de la película, que la gente quisiera descubrir más cosas del grupo".

Un objetivo que Robsahm y su equipo han logrado con un documental que reivindica el legado de la banda sin ocultar el desgaste que ha supuesto para tres chavales que querían alcanzar la cima y que, rondando ya o superando los 60 años, ven sobre todo las sombras. Porque el sol donde suele brillar es en la televisión.