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A las Olvidadas: libros dedicados para las mujeres presas

Noticia Cámara Abierta 
  • Esta iniciativa solidaria, impulsada por la asociación feminista Teta&Teta, acerca la literatura a las reclusas
  • Han llevado más de 8.000 libros dedicados por la gente a las mujeres de diez centros penitenciarios
  • Puedes ver el reportaje este sábado en el programa Cámara Abierta, a las 08:30 en RTVE Play, La 1 y Canal 24h

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Dedicatorias en dos libros donados a las reclusas.
A las Olvidadas es un proyecto cultural, solidario y feminista que acerca la literatura a las reclusas.

Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro, decía Emily Dickinson. Y como si la poeta estadounidense le hubiera servido de inspiración, desde hace cuatro años la publicista María Rufilanchas se dedica precisamente a eso: a llevar libros para que puedan viajar, aunque sea por un rato y mentalmente, más allá de los muros de las cárceles. La idea, cuenta a RTVE, se fraguó -como no podía ser de otra forma- en una librería.

"Estaba comprando libros, y como siempre soy incapaz de llevarme solo uno, cuando fui a pagar me quejé en voz alta al librero y le dije ¿qué voy a hacer con tantos libros?", cuenta. La respuesta se la dio otra clienta: "dónalos a una biblioteca o a una cárcel".

Un reportero de TVE graba a una voluntaria junto a un montón de libros dedicados.

El proyecto A las Olvidadas ha entregado 8.000 libros dedicados a las mujeres de diez centros penitenciarios. CÁMARA ABIERTA

Entonces, se iluminó algo. Rufilanchas indagó sobre la situación de las mujeres en el sistema penitenciario, y decidió poner en marcha A las Olvidadas, un proyecto cultural, solidario y feminista que acerca la literatura a las reclusas. Creó una campaña en las redes sociales -sobre todo en Instagram- pidiendo a la gente que enviara libros. Daba igual la temática, o que fueran libros usados. La única condición era que llevaran una dedicatoria: que la persona que lo enviaba se sentara a pensar en quién iba a recibirlo.

"En las cárceles hay mujeres que no han cogido un libro en su vida y entonces lo cogen por primera vez. Y hay mujeres que no leen los libros, pero leen las dedicatorias. Por eso son tan importantes: porque no es lo mismo un "espero que te guste", que parece más una firma que una dedicatoria... que algo que a medida que vas leyendo, te va abrazando. Te va envolviendo del cariño de una persona de fuera que empatiza contigo", explica la creadora del proyecto.

Respuesta masiva

Así, cuando lanzaron en las redes la pregunta "¿qué libro le regalarías a una mujer que está en la cárcel?", respondieron más de 600 personas. Les llegaron tantos libros que tuvieron que tirar de voluntarias para poder organizar la entrega en la prisión. Al principio, la idea era ir solo a la de Soto del Real. "Era la primera vez que entrabamos en una cárcel y la experiencia fue increíble.

Ahí es cuando nos dimos cuenta de que teníamos que seguir". Desde entonces han entregado 8.000 libros en diez centros penitenciarios de toda España. Los de la última convocatoria -que se cerró hace unas semanas- son para las reclusas de una prisión de Galicia.

Entre los ejemplares, un poco de todo: manuales de autoayuda, poesía, relatos cortos... Y muchas novelas de aventuras e historias de mujeres. Se lee desde Almudena Grandes a Dostoievski. Desde Cincuenta Sombras de Grey a Poeta en Nueva York. Historias que permitan a las reclusas hacer volar la imaginación y evadirse del reducido universo en el que transcurren sus días.

Somos un baremo de las novedades literarias de cada año, de lo que gusta entre el público o no

"Siempre intentamos que haya de todo, pero hay algunos libros que se repiten mucho", nos cuenta Iol Ortiz, responsable de la producción. "Podríamos decir que somos un baremo de las novedades literarias de cada año, de lo que gusta entre el público o no. Esta vez nos ha llegado mucho El tiempo entre costuras, La sombra del viento, El Principito, Momo, Chimamanda, Los renglones torcidos de dios y Maldito Karma", nos cuenta.

Dedicatorias de dos líneas y cartas

Al igual que los ejemplares, las dedicatorias también varían de un libro a otro. Hay quien condensa en un par de líneas un mensaje de ánimo, y quien incluye, además de la dedicatoria, una carta. Quien mejor puede explicar qué escribe la gente en ellas es Leticia Úbeda, la fotógrafa que se encarga de registrar cada libro que llega. "Hay dedicatorias muy bonitas, muy sentidas y pensadas. Y luego otras muy sencillas, que también me parece muy práctico y directo", explica.

La gente es capaz de escribir cosas muy potentes que te rompen la cabeza

Pensar a quién va dirigido el libro, para ella, es lo más importante: "hay gente que es capaz de hacer ese ejercicio más profundo, y de repente escriben dedicatorias que te rompen la cabeza. A veces abro algún libro y digo, ostras. Aún me sorprendo porque la gente es capaz de escribir cosas muy potentes", asegura.

A la cárcel puede entrar cualquiera. Un día puedes meter la pata y acabar allí

Por eso, dice Iol Ortiz, "la recomendación sería que escribieras la dedicatoria como a una amiga que está en la cárcel. Porque a la cárcel puede entrar cualquiera. Un día puedes meter la pata y acabar allí". Una de esas personas que ha decidido participar es Gemma Urraca. Como es escritora, ha donado Las vidas secretas, uno de sus libros: "Lo escribí en un momento que necesitaba escribir algo alegre y luminoso, y me parecía que esa luz podía llegar al otro lado", explica.

Me siento como si nos hubiesen regalado lo más grande: el cariño, el respeto, el amor...

Para las reclusas, recibir esos libros es como recibir un abrazo. "Aquí hay muchas mujeres que no tienen absolutamente nada y sienten que no son nadie. Yo hoy me siento como si nos hubiesen regalado lo más grande. El cariño, el respeto, el amor... es una pasada", cuenta Mari Ángeles, interna del módulo 10 de Estremera. Patricia, otra de las presas, ha elegido un libro de Charles Bukoswki: "la lectura, estudiar... es lo que más me gusta. De siempre me ha gustado", cuenta.

Invisible e injusta realidad carcelaria

Con cada entrega de libros, las responsables de A las Olvidadas han podido constatar lo invisible e injusta que es la realidad carcelaria femenina. Solo hay tres centros penitenciarios exclusivamente para mujeres en toda España: Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Alcalá Meco (Madrid) y Brieva (Ávila).

"Hay diez comunidades autónomas en las que no hay prisiones. Con lo cual muchas mujeres tienen que cumplir condena lejos de sus familias y de su lugar de residencia. Por eso, no reciben visitas", nos cuenta María Rufilanchas.

Según las cifras de Instituciones Penitenciarias en España las mujeres son el 7,3 % de la población presidiaria. La mayoría están internas en son módulos de mujeres en cárceles pensadas para hombres: "En una cárcel de hombres todo está pensado para los hombres. Desde las duchas... a todo", asegura Rufilanchas.

Uno de los montones de libros dedicados donados para las mujeres reclusas.

La iniciativa A las Olvidadas se está replicando en cárceles de mujeres de México, Colombia y Francia. CÁMARA ABIERTA

Ser minoría en esos centros, conlleva carencias como que las presas estén mezcladas. Las reincidentes y las novatas, las consumidoras de drogas y las no consumidoras... a diferencia de cómo se organizan los módulos masculinos.

Las mujeres son las olvidadas de los centros penitenciarios, que están pensados para hombres

"Por el porcentaje y la situación, las mujeres son las olvidadas de los centros penitenciarios, que están pensados para hombres... Porque al parecer nadie piensa que una mujer pueda delinquir o acabar en la cárcel", dicen las creadoras del proyecto.

Una situación que no es exclusiva de nuestro país. Por eso A las Olvidadas ya se está replicando también fuera de nuestras fronteras, en México, Colombia y Francia. Aquí, quien quiera participar solo tiene que estar pendiente de sus redes para las próximas convocatorias. Libros para soñar con ser libres... porque la imaginación es algo que jamás se podrá encerrar.