Enlaces accesibilidad

5G: una batalla geopolítica más allá de la tecnología

  • El Reino Unido ha prohibido a sus teleoperadores adquirir tecnología 5G de la empresa Huawei
  • La decisión británica es clave en la guerra entre Washington y Pekín por el control de las redes 5G

Por
El Reino Unido se une a EE.UU. en su veto a la tecnología 5G de la empresa china Huawei

La decisión del gobierno del Reino Unido de prohibir el despliegue de las redes 5G de Huawei tiene razones geopolíticas, más que tecnológicas o comerciales, explica Andrea G. Rodríguez, investigadora del CIDOB, a RTVE.es

“Encomiable decisión”. Así ha definido el secretario de Estado de Estados Unidos el veto del gobierno de Boris Johnson al despliegue de las redes de Huawei en el Reino Unido. Según Mike Pompeo, “el Reino Unido se une a los Estados Unidos y ahora a muchas otras democracias para convertirse en países limpios, naciones libres de vendedores de 5G no confiables”.

Para Andrea G. Rodríguez (@agarcod), investigadora del CIDOB especialista en nuevas tecnologías, en realidad, lo que ha hecho el gobierno británico es alinearse con Estados Unidos no por cuestiones de seguridad sino “por las asociaciones y las alianzas que tiene con el país y, sobre todo, en materia de compartir inteligencia dentro de los Cinco Ojos”.

Los Cinco Ojos

Los Cinco Ojos, o Five Eyes, es la alianza de espionaje formada por las grandes naciones anglosajonas: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. El Reino Unido era el único país del grupo que todavía mantenía la puerta abierta a Huawei.

Por eso, cree Rodríguez, la opción de Londres es “una decisión geopolítica, más que nada”, porque las potencias anglosajonas temen que los datos recopilados “dentro de la red 5G puedan acabar en manos del gobierno chino”. Aunque técnicamente no esté demostrado. Como explica esta investigadora, “en el Reino Unido, a los dispositivos de Huawei se les estaba testando muchísimo, intentando encontrar fallos de ciberseguridad, códigos vulnerables que permitieran un ataque remoto para acceder a los equipos”.

Sin embargo, y a pesar de los primeros hallazgos, especialmente en routers, no se ha conseguido demostrar que Huawei haya instalado “puertas traseras” o fallos deliberados. Es más, recuerda Rodríguez, “otras empresas u otros países certifican lo contrario, que los dispositivos Huawei son seguros, como es el caso concreto de España, con una certificación del Centro Nacional de Inteligencia”.

La hegemonía global, o el control del 5G

Estados Unidos incluyó el control de las redes 5G en su Estrategia de Seguridad Nacional del año 2017. En ese momento parecía que la hegemonía china a través de Huawei no tenía rival. Ahora, sin embargo, empresas como las europeas Nokia y Ericsson parecen capaces de establecer una alternativa. En el caso de la Unión Europea, detalla Andrea G. Rodríguez, “lo que se apoya es una caja de herramientas, una tool box, para tener varios proveedores y así conseguir no depender de uno solo, como pudiera ser en el caso de Huawei”.

Porque, de fondo, lo que está en juego es más que una tecnología. Según Rodríguez, “desde que comenzó la guerra comercial entre EEUU y China, vimos que en el fondo no era una competición por a ver quién controlaba ciertos metales o ciertas industrias, que también. Vimos que lo que se estaba asomando era la cabeza del iceberg”. Un gigante llamado datos, demasiado visible para ser ignorado por los rivales de una “China que puede ser capaz, ya no solamente de utilizar esos datos en su beneficio, a nivel seguridad nacional, sino también para perfilar nuevas industrias. Porque quien tiene datos puede predecir qué productos se van a vender mejor, o va a poder ver qué necesidades hay en el mercado”. En ese sentido, la guerra comercial sería un episodio de una guerra mayor, donde el 5G desempeña una parte fundamental: es el peaje tecnológico por el que todo el comercio global deberá discurrir. Quien lo controle, estará más cerca de la hegemonía global.