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Cadáveres que sangran y respiran sirven para ensayar nuevas técnicas quirúrgicas

  • Usan un método de embalsamamiento que mantiene el cuerpo sin vida flexible
  • Una bomba inyecta entre 10 y 12 litros de un reactivo que recrea la sangre
  • Los ingenieros han conseguido que los pulmones del cadáver inspiren y espiren

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Un cadáver sobre una mesa de autopsias
Un cadáver sobre una mesa de autopsias.

Cadáveres donados voluntariamente a la ciencia a los que se ha incorporado una novedosa tecnología para que sean capaces de sangrar y respirar son utilizados por cirujanos de todo el mundo para ensayar nuevas técnicas quirúrgicas.

Son algunas de las posibilidades del nuevo centro experimental Cyborg abierto por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, en el campus de Sant Joan d'Alacant (Alicante), y que se ha situado a la vanguardia mundial a la hora de simular con cadáveres una intervención quirúrgica en "condiciones casi reales".

Frente a las técnicas tradicionales de simular los ensayos por ordenador, maniquíes o cadáveres conservados en formol (rígidos) o congelados, en el centro de la UMH usan un método de embalsamamiento denominado Thiel que logra, tras un periodo de unos seis meses sumergidos en una solución conservadora, que el cuerpo sin vida mantenga la flexibilidad propia de un ser vivo y por un largo plazo de tiempo.

El director de Cyborg, Fernando Borrás, y el responsable científico de Innovación Anatómica del centro, Francisco Sánchez del Campo, han explicado a Efe que a esta particularidad le han añadido unas tecnologías creadas y desarrolladas por ingenieros e informáticos de la UMH para conseguir que el cadáver adquiera unas características propias de una persona viva.

De esta manera, mediante la implantación de nódulos a semejanza de pequeños tumores, etiquetas de radiofrecuencia (chips electrónicos) y la ayuda de una bomba que inyecta entre 10 y 12 litros de un reactivo que recrea la sangre, se consigue que el cadáver adquiera las condiciones precisas para ser objeto de una intervención quirúrgica, "casi como si fuera un ser vivo".

El centro Cyborg recibe entre 100 y 150 cadáveres donados al año

Este innovador y pionero proyecto ha atraído en los dos últimos años el interés de unos 400 cirujanos de los cinco continentes. En este periodo han acudido a Cyborg cirujanos de muchos países, sobre todo rusos, italianos, franceses, británicos, chinos y también japoneses.

Uno de los últimos desarrollos de los ingenieros ha sido conseguir que los pulmones del cadáver "vuelvan a respirar", es decir, inspirar y espirar.

Varias de las técnicas que se utilizan en Cyborg han sido patentadas, por ejemplo el motor autobomba y el reactivo que simula la sangre, que tiene la particularidad de que coagula con el uso del bisturí electrónico, según ha relatado Sánchez del Campo.

El centro Cyborg recibe anualmente entre 100 y 150 cadáveres donados voluntariamente a la ciencia, de los cuales alrededor de 30 se dirigen a la docencia de Medicina, Fisioterapia, Podología, Terapia Ocupacional y Farmacia, y el resto a esta innovadora formación especializada.

La de recrear un ser vivo lo más real posible es una de las facetas más innovadoras del centro, aunque también hay otros campos punteros como la digitalización de la salud (e-health) y la ingeniería biomédica, además de las posibilidades que se abren desde el punto de vista docente para los alumnos del grado de Medicina de la UMH.