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El estrés afectó a la reproducción de los últimos titanosuarios de Europa

  • Estos grandes dinosaurios sufrieron por la gran competencia entre especies
  • Sus huevos se alteraron al retenerlos las hembras más tiempo del normal

Por
Dinosaurios
Hace 70 millones de años, la competencia entre especies afectó a la capacidad reproductiva de los titanosaurios.

El estrés afectó a la reproducción de los últimos titanosaurios de Europa, según un estudio del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) que publica este lunes la revista Scientific Reports y que analiza huevos recuperados en varios yacimientos, entre ellos uno en la provincia de Lleida.

¿Cómo ocurrió esto? La investigación ha revelado que la aparición de nuevas especies de dinosaurios produjo una gran competencia por los recursos que perjudicó el proceso reproductivo de los grandes titanosaurios, lo que fue la causa de huevos patológicos -anormales- de estos dinosaurios de hace 70 millones de años que se han recuperado en varios yacimientos del suroeste de Europa.

Los investigadores creen que el estrés sufrido por la población de titanosaurios habría provocado que las hembras retuviesen los huevos durante más tiempo de lo normal, provocando alteraciones en el proceso de formación de la cáscara.

Los huevos patológicos de titanosaurios hallados en Europa son un misterio que ha intrigado a los paleontólogos desde que se describieron en los años 70 del siglo pasado.

La principal característica de estos huevos anormales es que tienen una cáscara multilaminada, con varios estratos superpuestos, una malformación relacionada con el fenómeno de la distocia, que conlleva la retención de los huevos en el oviducto de la hembra durante un periodo de tiempo anormalmente largo.

"La distocia se produce a consecuencia de alteraciones químicas ligadas al ciclo reproductivo cuando las condiciones ambientales, sean climáticas o ecológicas, no son óptimas para la puesta", ha explicado Albert G. Sellès, investigador del Grupo de Faunas del Mesozoico del ICP, que ha liderado el estudio.

Sección de la cáscara de un huevo de Megaloolithus normal (arriba) y patológico (abajo)

Sección de la cáscara de un huevo de Megaloolithus normal (arriba) y patológico (abajo) ICP MIQUEL CRUSAFONT

Perturbación del ecosistema a finales del Cretácico

Conjuntamente con otros investigadores del ICP vinculados al Museo de la Conca Dellà en Isona (Lleida), Sellès ha identificado una correlación entre la presencia de estos huevos patológicos y un intenso fenómeno de reemplazo faunístico que tuvo lugar en Europa a finales del Cretácico.

Según el paleontólogo, durante millones de años, los titanosaurios fueron el grupo de dinosaurios más abundante y diverso de Europa, hasta que llegaron los hadrosaurios hace unos 70 millones de años, que irrumpieron con fuerza en un periodo relativamente corto dentro de la fauna de finales del período Cretácico.

"Ante una perturbación de tal magnitud, sabemos que el incremento en la competitividad entre especies por los recursos naturales produce una serie de alteraciones en las comunidades ecológicas, entre ellas un aumento del estrés", según Sellès. "Este estrés se puede expresar de muchas formas y una de ellas la alteración de los ciclos reproductivos".

Respuesta de las hembras al estrés

Los huevos patológicos se han localizado en un intervalo temporal muy concreto, lo que, según el trabajo, indicaría que su presencia estaría relacionada con un fenómeno "muy particular y puntual".

"Del mismo modo que una gallina deja de poner huevos en situaciones de estrés, las enormes hembras de titanosaurio habrían retenido los huevos en los oviductos más tiempo del habitual y esta situación habría quedado reflejada en la estructura de la cáscara", ha detallado Sellès.

Los investigadores han descartado otras hipótesis como que la anomalía fuese producto de un cambio climático o de un cambio en los hábitos alimentarios de los dinosaurios.

El estudio ha analizado 450 muestras de huevos patológicos del género Megaloolithus, que se asocia al grupo de los titanosaurios, dinosaurios herbívoros de largos cuellos y colas.

Estos huevos se recuperaron en distintos yacimientos del suroeste de Europa entre los que se incluyen el de Els Nerets, en Coll de Nargó (Lleida), que alberga uno de los mejores yacimientos del mundo de huevos y nidos de dinosaurio.