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El largo camino hacia la custodia compartida: de norma "excepcional" a prioridad

  • Los padres solo comparten la tutela de los hijos en el 12% de las separaciones
  • Justicia reformará el Código Civil para eliminar la "excepcionalidad" de la norma
  • "Los niños no deben sufrir las consecuencias del divorcio", afirman los padres
  • Sus detractores aseguran que contribuye a la inestabilidad de los menores
  • No sirve para todos los casos y debe haber requisitos, según los psicólogos

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La custodia compartida desata controversia entre defensores y detractores de esta fórmula
La custodia compartida desata controversia entre defensores y detractores de esta fórmula

Miguel González tenía claro que tras un divorcio “imprevisto y difícil” no iba a renunciar al cuidado de sus hijos.

Siempre me había ocupado de ellos por las tardes porque mi exmujer trabajaba muchas horas, yo les recogía, les daba la merienda, les bañaba, iba a las reuniones de padres ….”.

Este valenciano y su exmujer llegaron a un acuerdo para pactar la custodia compartida y que sus hijos, de cuatro y siete años, notaran lo menos posible el “impacto de la ruptura”.

Los niños pasan cada semana, "de viernes a viernes", en una casa diferente y la pareja tiene una cuenta común donde ingresan a partes iguales el dinero para los gastos derivados de la crianza.

Vivimos muy cerca, a tan solo un kilómetro, y el colegio está más o menos en medio. Dejamos la ropa y sus juguetes en cada casa, solo cambiamos los uniformes escolares”, explica a RTVE.es sobre su logística familiar tras la separación.

No obstante, reconoce que aunque al principio le “costó un poco” coger la dinámica, ahora le funciona “porque los niños son felices con los dos y no tienen que pagar las consecuencias del divorcio”.

No voy a renunciar a cuidar de mis hijos

Casos como el de Miguel son minoría. En España, el juez otorga la custodia compartida si hay acuerdo entre los padres y solo de forma excepcional si lo solicita uno de los progenitores (Artículo 92 del Código Civil).

Según los últimos datos del INE correspondientes a 2011, solo el 12,3% de las familias que atraviesan por una separación o divorcio optan por esta tutela conjunta en la que se comparte el cuidado de los hijos a todos los niveles, pero el camino judicial se allana para que se equipare a la custodia monoparental que es el modelo mayoritario en España.

Así lo avala la última sentencia sobre este tema del Tribunal Supremo, que señala a la custodia compartida como “la mejor solución” para los hijos a la hora de relacionarse con sus padres, siempre que se compruebe que no es “perjudicial”. Para ello, se tienen que cumplir algunos requisitos como que los progenitores tengan "respeto mutuo en sus relaciones personales".

La sentencia del alto tribunal, que sienta jurisprudencia, entronca con la reforma del Código Civil que ultima el Ministerio de Justicia y que rompería con esta “excepcionalidad” depositando en manos de los jueces la decisión última para optar por un modelo u otro con respecto al “bienestar del menor” [ver pestaña anexa].

En nuestro país, varias autonomías como Aragón, que abrió el camino con una ley pionera en 2010, o la Comunidad Valenciana (2011) cuentan con su propia regulación que da preferencia a la custodia compartida como norma general; en ambas comunidades han constatado un importante incremento de solicitudes desde su implantación.

Una familia, dos casas

Olga, que prefiere no dar su verdadero nombre para este reportaje, también forma parte del porcentaje de familias que ha escogido esta forma de convivencia.

Sobre el papel han llegado a un acuerdo de semanas alternas pero ella es enfermera y tiene turnos rotatorios, por eso, el padre se ocupa de los niños, de cinco y nueve años, mientras ella trabaja.

De esta forma, hay que estar en contacto permanente y pactarlo todo”, asegura, y confiesa que aunque la relación con su “ex” es cordial cuando te separas es difícil porque “lo que menos te apetece es hablar con la otra persona”.

Esta madrileña afirma que con la custodia compartida han encontrado el equilibrio familiar pero manteniendo cierta flexibilidad.“Además, yo sola con los niños estoy ahogada y así también tengo tiempo para mí”, añade.

El respeto en las relaciones entre los progenitores y la cercanía entre los domicilios de ambos son algunas de las claves para que la custodia compartida funcione, según cuenta, Esteban Cañamares, psicólogo de familia y pareja, que valora como “muy positiva” esta opción para los hijos porque ganan en seguridad al seguir viendo a sus padres como un equipo que cuida de ellos.

Los padres no deben dar ejemplos contradictorios

Este profesional, sin embargo, advierte que la fórmula no sirve para todos los casos y recomienda una serie de requisitos.

Mantener un entorno estable y que los niños puedan seguir viendo a sus amigos; que los menores no hagan grandes desplazamientos o que los padres pacten unas reglas comunes de convivencia y no den ejemplos contradictorios o se descalifiquen entre ellos.

“En la custodia compartida el conflicto suele venir por el domicilio no por la pensión porque cada uno aporta proporcionalmente en función de ingresos. Las dificultades vienen cuando hay problemas económicos y no se puede hacer frente a dos viviendas, el juez puede dictaminar que los padres tengan que alternar la casa. Esto no es lo más deseable porque al final la pareja no termina de separarse nunca”, explica a RTVE.es, Ana Clara Belío, abogada de Derecho de Familia.

Esta experta afirma que cada vez hay más parejas que se inclinan por pactar este tipo de custodia o regímenes de visitas muy amplios que se le asemejan.

“Cada vez hay más responsabilidad parental. Muchas familias acuerdan semanas alternas más una pernocta para que el contacto sea permanente. Lo mejor es que el progenitor que se ocupaba, por ejemplo, de llevar a los hijos al colegio lo siga haciendo. Los niños tienen que notar los cambios lo menos posible”.

Custodia compartida: opiniones encontradas

Durante el año pasado se registraron judicialmente más de 100.000 separaciones en nuestro país. El 81% de las custodias monoparentales se otorgaron a la madre y un 5% al padre, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Este tipo de opción es la más común en España, donde el progenitor que tiene la custodia se queda con la casa y recibe una pensión del otro excónyuge.

Una realidad que quieren transformar miles de familias que defienden la prevalencia de la custodia compartida en caso de divorcio y acogen con “optimismo y cautela” los avances del Gobierno en este sentido.

Para Miguel Rodríguez de la asociación Custodia Paterna “se extirpa la figura del padre porque los jueces ni siquiera justifican porque le dan la custodia a la madre. Se la dan y punto”, afirma y considera “ridículo” en pleno siglo XXI el concepto de “padre ocio” que solo ve a los hijos los fines de semana. “Así los niños pierden los referentes”, dice indignado.

Una opinión que comparte Pilar Marco de la Unión Estatal de Federaciones y Asociaciones por la Custodia Compartida (UEFACC) que aconseja acudir a un servicio de mediación gratuita para encontrar el plan idóneo para cada familia.

Se extirpa la figura del padre

También señala directamente al tema económico, en referencia a la posesión de la vivienda y el pago de la pensión, como uno de los obstáculos para alcanzar un acuerdo.

“Nos llegan mujeres de más de 50 años que se encuentran con que los hijos se han hecho mayores y tienen que abandonar la vivienda al no tener ya su custodia. Se encuentran sin ingresos, sin profesión y sin casa porque hay que venderla”, relata Marco a RTVE.es.

En un tema tan delicado como el cuidado de los hijos en medio de una ruptura, la custodia compartida desata controversia con defensores y detractores a partes iguales.

Los hijos no son un objeto de reparto

Asociaciones de mujeres alertan de la inestabilidad que produce en los menores y rechazan de plano que el juez imponga esta opción "sí o sí".

“La custodia compartida solo es recomendable cuando los padres se llevan bien y eso no ocurre en la mayoría de los casos después de un divorcio, el bienestar de los niños debe estar por encima de todo”, razona Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas.

Además, pone el acento en que son las madres las que en la mayoría de los casos tienen contratos a tiempo parcial o piden excedencias para cuidar de sus hijos.

Desde estos colectivos defienden que se haga cargo del menor el progenitor que más se ha ocupado antes del divorcio y esté “más capacitado”

Los hijos no son un objeto más de reparto en la separación. La custodia compartida les perjudica porque les rompe su rutina y les desequilibra. Necesitan un entorno estable. Esta opción es más idílica que adecuada”, afirma Ana María Pérez del Campo de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas que va un paso más allá al señalar que es un tipo de custodia que empieza a ser reclamada por los hombres que no quieren separarse y quieren “interferir permanentemente en la vida de la mujer”.