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El cine vuelve a la mítica sala neoegipcia Louxor de París que reabre este miércoles

  • El edificio de 1921 abre tras dos años y medio de reformas
  • Exhibió cine soviético, egipcio y fue convertido en discoteca
  • Dedicará atención al cine africano, asiático y latinomericano

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Vista de la entrada principal del cine, tras la restauración

La sala retratada a lo largo del tiempo

La mítica sala de cine ha seguido despertando el interés de los parisinos desde su cierre en 1983.

El el fotógrafo y cinéfilo, Jean-François Chaput realizó entre 1982 y 1992, une serie fotográfica de las salas de cine que iban desapareciendo de la capital francesa, que aún puede verse hasta el 19 de mayo en la Galerie Basia Embiricos, bajo el título "PROCHAINEMENT… Les Cinémas Parisiens Disparus" (Próximamente...los cines parisinos que desaparecieron)

En ella reflejó también los últimos días de la sala Louxor, retratando sus rincones y a sus empleados.

Por su parte, la fotógrafa Virginie Laurent retrató durante los dos años largos de rehabilitación la propia obra y a sus protagonistas, los diez obreros que acometieron las reformas. La serie, encargada por la Villa de París se tituló 'Actores del Luxor' (ver fotogalería)

El emblemático cine Louxor, un edificio neoegipcio construido en los años veinte del siglo XX, reabre sus puertas esta semana tras dos años y medio de reformas que permitirán volver a exhibir en el local películas clásicas y contemporáneas.

Sobre una fachada que todavía conserva la inscripción "Louxor-Palais du Cinéma" (Luxor-Palacio del Cine), el Ayuntamiento de la ciudad ha decidido invertir 25 millones de euros y devolver la firmeza y el color a los mosaicos, frisos y columnas de este "templo" egipcio.

Las obras comenzaron en 2010 de la mano del arquitecto Philippe Pumain, quién aseguró a Efe haber respetado "completamente" el espíritu original del local, que se inagurará el 19 de abril.

El Louxor de 1921 solamente disponía de una sala principal, donde podían acomodarse más de mil espectadores; el actual, sin embargo, cuenta con tres salas.

"En la actualidad un cine necesita como mínimo tres salas para abrir y ser económicamente rentable", admitió Pumain.

La gran sala, bautizada "Youssef Chahine" en recuerdo al realizador egipcio desaparecido en 2008 y director de películas como "Destin" (1997), que obtuvo el Premio del 50º aniversario del Festival de Cannes, está emplazada en el mismo lugar que la de los años veinte y aunque se han respetado las proporciones, únicamente hay dispuestas 340 butacas, atendiendo a necesidades de confort.

En la "Youssef Chahine", distribuida en tres niveles -la orquesta, el anfiteatro y el gallinero- cada detalle ha sido recreado, como las máscaras de faraones en relieve, el friso neoegipcio, los jeroglíficos o los alargados ventanales provistos de ranuras para percibir el sonido del antiguo órgano.

Además la sala está equipada con un proyector digital 4k y otro argéntico de 35mm que permitirá exhibir cintas clásicas.

El resto de salas, situadas en el sótano, han sido creadas para la ocasión. La pequeña, 74 butacas, recuerda a la discreta ambientación de un club de noche, con las paredes cubiertas de terciopelo rosado.

La mediana, con espacio para 140 espectadores, está concebida en tonos azules y en la cubierta destacan pequeñas luces simulando un cielo estrellado.

Además está dotada de un escenario para realizar funciones musicales, aunque el director del Louxor, Emmanuel Papillon, aseguró a Efe que solamente entre un "5 y un 10 por ciento" de los espectáculos serán melódicos.

Discoteca en los 80

Ideado en 1921 por el arquitecto Henri Zipcy y el ceramista Tiberi, este templo del séptimo arte fue en sus inicios un cine "sin normas", capitaneado por un antiguo director de casino.

Apenas diez años después, la sala parisina vio sustituidos sus faraones y jeroglíficos por columnas y pórticos neogriegos y entonces empezó la época de mayor esplendor del Louxor.

Adquirido en 1929 por la sociedad Pathé, el local proyectaría filmes de Georges Méliès, pero también de las últimas tendencias americanas.

A partir de los años cincuenta incorporará el cine soviético y en los setenta y ochenta se especializará en las producciones egipcias e hindúes.

En 1983 fue revendido y transformado en la discoteca "Dérobade", después cambiará su nombre por "Mégatown".

Abandonado desde 1987, pese a que en 1981 su fachada y cubierta fueron inscritas en el Inventario de los Monumentos Históricos, en 2003 fue comprado por el Ayuntamiento de París con la intención de "evitar su degradación y devolverle su vocación de sala de cine".

Dedicará atencion al cine del Sur

A principios de 2010 comenzaron los trabajos de restauración y en 2012 se atribuyó la explotación del edificio a la sociedad CinéLouxor, formada por el holding Haut et Court, Xanthie Films y su actual director, Emmanuel Papillon.

"La programación no estará destinada solamente a los cinéfilos ya que la gran sala permitirá pasar películas abiertas a todos los públicos. Sin embargo casi todos los parisinos son especialistas en cine", comentó Papillon a Efe.

Desde la organización del Louxor aseguran que prestarán particular atención a la cinematografía del Sur, así como a la asiática, africana y latinoamericana.

Además han asegurado que realizarán estrenos en presencia del director y los actores y que cada mes invitarán a entendidos en cine para que comenten su película predilecta, dentro del marco de la Universidad Popular del Cine.

Por el momento, el cartel de esta semana del Cinéma Louxor abre con "The Grandmaster", del cineasta hong-konés, Wong Kar-Waï.