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Obama asegura que la intervención en Libia "era necesaria" pero que no pretende derrocar a Gadafi

  • El presidente de EE.UU. dice no pueden cometer los errores de Irak
  • Según Obama, han intervenido para "evitar una masacre" en Libia

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Obama defiende la intervención aliada en Libia y asegura que no será "otro Irak"

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha lanzado una encendida defensa de las operaciones militares aliadas en Libia, al asegurar que han “intervenido para evitar una masacre”  y que mantenerse al margen "hubiera acarreado un gran precio" moral y estratégico. Sin embargo, ha recordado que entre los objetivos no está derrocar a Gadafi porque eso “debilitaría a la coalición”.

En un discurso retransmitido por televisión desde la Universidad Nacional de Defensa, en las afueras de Washington, Obama ha asegurado que desde que comenzaron las operaciones, el pasado 18 de marzo, los aliados han conseguido detener "el avance mortal" de las tropas del dictador libio.

Obama defiende los ataques en Libia

Sin embargo, “EE.UU. no puede permitirse el lujo de repetir los errores de la guerra de Irak tratando de derrocar al líder libio", y ha advertido de que "si intentaramos derrocarle por la fuerza, nuestra coalición se dividiría" y aumentarían los riesgos para las tropas aliadas, ha dicho.

"Cambiar el régimen (en Irak) nos costó ocho años, miles de vidas estadounidenses e iraquíes y casi un billón de dólares.No es algo que nos podamos permitir repetir en Libia", ha dicho Obama.“EE.UU. no puede marcar el ritmo de los cambios, pero puede marcar la diferencia”, ha añadido.

No obstante, también ha insistido en que Gadafi debe abandonar el poder, y ha asegurado que “trabajarán con otros países para cuando” lo haga.

Un precio mayor

El mandatario ha insistido en que la intervención militar sobre Libia, por mandato de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU , era necesaria,  tanto desde el punto de vista moral como de la seguridad nacional estadounidense.

Para el presidente estadounidense, haberse abstenido de actuar,  hubiera "acarreado un precio aún mayor para EE.UU.", pues, entre otras cosas, miles de refugiados procedentes de Libia hubieran ejercido una gran presión sobre los procesos de transición incipientes en los vecinos países de Egipto y Túnez.

Obama también ha manifestado que la credibilidad de la ONU se hubiera visto en entredicho y "los nacientes impulsos democráticos" en la región se hubieran visto reemplazados por dictaduras "de la peor forma".

El mandatario ha recordado que en las intervenciones no ha actuado sólos y ha hecho una mención a sus aliados más cercanos, citando entre ellos a España, y ha recordado l colaboración de otros países como Catar y Emiratos Árabes, gobernados por monarquías absolutistas teocráticas, y que según Obama “que han optado por cumplir con sus responsabilidades”.

Traspaso de las operaciones a la OTAN

El presidente ha anunciado que el miércoles transferirá la responsabilidad de las operaciones a la OTAN  y por ello ha considerado que su administración "ha cumplido su promesa de que el papel de EE.UU. en la operación sería limitado y no desplegaría tropas de tierra”.

Sin embargo, también ha recordado que EE.UU. no se retirará completamente y que mantendrá su participación en operaciones de vigilancia y espionaje

Con estas palabras Obama ha tratado de explicar su decisión a una población estadounidense dividida. Según una encuesta hecha pública este martes el 47% apoya la intervención mientras que el 36% está en contra, informa Efe.

El mensaje de Obama ha tenido lugar a pocas horas de que se reúnan en Londres los ministros de Asuntos Exteriores de más de 35 países y de representantes de la ONU, de la Liga Árabe, de la Unión Africana, de la Unión Europea y la OTAN para tratar sobre Libia.

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