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Crean falsos malos recuerdos en el cerebro de las moscas

  • Científicos británicos manipulan el cerebro de los insectos
  • Afirman que "las moscas tienen capacidad de aprender"
  • Han sido capaces de asociar un olor particular con algo malo

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Científicos de la Universidad de Oxford han logrado manipular la actividad neuronal de las moscas, generando en ellas recuerdos de una mala experiencia que nunca tuvieron.
El misterioso cerebro de las moscas

Borrar de nuestra memoria un mal recuerdo o experiencia sería una oportunidad que muchos no desecharían. ¿Pero qué pasaría si ocurriera lo contrario? Científicos de la Universidad de Oxford han logrado manipular la actividad neuronal de las moscas, generando en ellas recuerdos de una mala experiencia que nunca tuvieron.

El informe, que publicará la revista Cell, revela los engranajes de los circuitos de la memoria. "Las moscas tienen la capacidad de aprender, pero los circuitos que dan órdenes a la formación de la memoria eran desconocidos", explica Gero Miesenböck ,de la Universidad de Oxford.

"Hemos sido capaces de precisar el componente esencial de hasta 12 neuronas" que han servido a los científicos para manejar la asociación de un olor particular con algo malo, como una descarga eléctrica. La manipulación llevada a cabo por los científicos hace que se creen recuerdos que la mosca utiliza para evitar ese olor que le hace recordar unas consecuencias que nunca ha vivido.

Para identificar las neuronas responsables de estos recuerdos entre los miles que existen en el cerebro de una mosca, los científicos utilizaron una nueva técnica  denominada optogenética. Con un simple destello de luz se liberan las neuronas seleccionadas y luego se estimulan. Así, lograron manipular sólo las neuronas que proporcionaban a las moscas un recuerdo de un acontecimiento desagradable que nunca ocurrió.

Miesenböck señala que durante años la neurociencia se ha ocupado de estudiar la actividad neuronal y relacionarla con las acciones y el aprendizaje, sin embargo, "es más poderoso poder controlar los circuitos cerebrales y producir estos estados directamente".

El científico concluye que el reducido cerebro del insecto nos puede enseñar mucho sobre cerebros más complejos y añade que los organismos más simples pueden llegar a tener una "vida mental sorprendentemente rica."