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'El Solitario', el atracador más famoso y peligroso, al fin en el banquillo

  • En su primer juicio en Navarra se enfrenta a una petición de 52 años de cárcel
  • En esta causa está acusado del asesinato de dos guardias civiles
  • Se le achacan 36 atracos y también el asesinato de un policía local
  • En Portugal, donde fue detenido, tiene cargos por más de 20 años de prisión
  • "¡Hola a todos, soy El Solitario! ¡Salud, españoles!", dijo tras ser detenido

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Informe Semanal - El último golpe de 'El Solitario'

Frío, calculador, sanguinario, esperpéntico... faltan adjetivos para definir al atracador más buscado y peligroso de España de los últimos años. "¡Hola a todos, soy El Solitario! ¡Salud, españoles!". Así se presentaba al mundo ante los medios de comunicación tras ser detenido el 23 de julio de 2007 en Figueira da Foz (Portugal) cuando iba a perpetrar un atraco y tras una importante operación policial coordinada española y portuguesa. 

Exhibiéndose ante la prensa, sonriente y sarcástico. Así salía esposado Jaime Giménez Arbe, 52 años, pese a que sobre sus hombros pesan más de una treintena de atracos a entidades bancarias y tres acusaciones de asesinato: el un policía local el 10 de mayo de 2000 tras perpetrar un atraco en Vall D'Uxo (Castellón) y el de dos guardias civiles el 9 de junio de 2004 en Castejón (Navarra).

El juicio por el asesinato de estos dos guardias civiles es el primero que debe afrontar de esta larga lista delictiva.

Primer juicio 

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial lo juzga del 15 al 18 de julio por los asesinatos de los guardias civiles Antonio Palmero Benítez y José Antonio Vidal Fernández. El Ministerio Fiscal pide para El Solitario un total de 52 años y seis meses de cárcel, 40 de ellos por los asesinatos, ocho por un delito de tenencia de 'armas de guerra' y cuatro años y seis meses por un delito de atentado, además de una indemnización de 200.000 euros para cada una de las familias de los agentes.

Según el escrito de acusación del fiscal, a las 18.00 horas del 9 de junio de 2004, Giménez Arbe conducía un todoterreno por la carretera N-113 (Los Abetos-Madrid) cuando, a la altura del cruce de Castejón, su vehículo fue interceptado por un coche patrulla de la Guardia Civil. En el momento en el que el vehículo policial se situó a la altura del todoterreno, "sin mediar intercambio alguno de palabras y de forma sorpresiva", Giménez Arbe disparó a los dos guardias 21 proyectiles con un subfusil automático del calibre 45.

El auto de procesamiento afirma que El Solitario disparó "con ánimo de no ser apresado, identificado o retenido, dada su actividad delictiva continuada en el tiempo con múltiples actos violentos contra entidades bancarias". Añade que huyó del lugar de los hechos por las rutas que se había preparado "con otros fines" -tras un atraco fallido en La Rioja-, por carreteras secundarias y caminos sin asfaltar. Esta minuciosidad en la preparación de sus atracos es otro de los rasgos distintivos de Giménez Arbe.

Según el informe psicológico practicado al acusado en relación con estos hechos, "no tenía ninguna alteración intelectiva ni volitiva que afectara o disminuyera su capacidad para la comprensión de la naturaleza ilícita de los actos". Estaba en sus cabales y sabía perfectamente lo que hacía.

Giménez Arbe, que se ha prodigado desde su detención en declaraciones a los medios de comunicación a través de cartas o cuestionarios por escrito, asegura "por lo más sagrado" que no mató a los guardias civiles. Así lo hace constar en las cartas dirigidas a un periodista de El Mundo y reflejadas en un reportaje.

"Yo seré lo que sea, pero esos guardias civiles son para mí una pesadilla. Yo no les he matado", afirma Giménez Arbe, que atribuye el asesinato a un ex compañero de andanzas delictivas perteneciente a la mafia marsellesa.

Causas pendientes

Pero el de Navarra es sólo el primero de los juicios que se irán sucediendo contra El Solitario a lo largo de los próximos meses y años. Está reclamado también por tribunales de Madrid, Toro (Zamora), Ávila y Nules (Castellón), entre otros, y debe ser juzgado en Portugal -donde fue detenido cuando se disponía a atracar un banco de Figueira da Foz-, que accedió a su entrega temporal a España para responder al requerimiento de Navarra.

En el país vecino se prepara un juicio contra él que podría durar dos años. Allí debe responder a los cargos de intento de robo a mano armada y porte ilegal de armas y documentos falsos, delitos que están penados con cerca de 20 años de cárcel.

Giménez Arbe pudo ser detenido antes de atracar esta entidad bancaria portuguesa, que ya había vigilado, cuando fue sorprendido por un amplio despliegue policial. Entonces ya tenía tras de sí a un "ejército de policías y guardias civiles siguiéndole la pista muy de cerca", según dijo entonces el ex director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida.

Según reveló Mesquida, gracias a la colaboración ciudadana se pudo dar con su pista tras el que fue su último atraco, el efectuado el 18 de mayo de 2007 en Toro (Zamora) y en el que hirió de un disparo en una pierna a un empleado del banco, del que huyó con un botín de unos 6.000 euros. 

Así, cuando se dirigía a la oficina bancaria de Figueira da Foz, El Solitario no sabía que caminaba hacia una trampa. El amplio despliegue policial montado por la Policía portuguesa, en colaboración con la española, impidió que pudiese sacar un arma del maletín que portaba, que no pudo ni llegar a abrir.

A partir de este momento empezaron a conocerse los detalles de la doble vida y el 'modus operandi' del atracador que ha mantenido en vilo durante casi una década a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.