ETA hace estallar un coche-bomba junto al cuartel de la Guardia Civil de Calahorra

Diez personas han resultado heridas leves al estallar un coche-bomba colocado por ETA junto al cuartel de la Guardia Civil en la localidad riojana de Calahorra. El recinto había sido desalojado después de que la asociación de ayuda en carretera DYA de Vizcaya recibiera una llamada de aviso en nombre de la banda terrorista.

Según ha informado el director de la Policía y la Guardi Civil, Joan Mesquida, el coche estaba cargado con 70 kilos de explosivo, según las primeras estimaciones de los especialistas.

Mesquida, que ha explicado que aún es pronto para determinar  la composición del explosivo, ha añadido que en el atentado  participaron "varios individuos".

El coche-bomba, un Honda Civic de color  azul, fue sustraído a una pareja en el País Vasco, que la Ertzaintza ha localizado atada y amordazada en un monte de Álava. Los presuntos autores del atentado robaron el coche a punta de pistola en la zona de Peñacerrada, a casi cien kilómetros de Calahorra, unas horas antes del ataque, sin que la Policía vasca pudiera especificar el tiempo concreto.

Comando Vizcaya

Las cámaras de seguridad han grabado al terrorista que aparcó el coche-bomba, pero los investigadores creen que en esta acción le pudieron acompañar otros dos etarras, que formarían parte de la infraestructura de ETA en Vizcaya, que parece "consolidarse" como estable.

La principal hipótesis que manejan los investigadores que analizan las grabaciones de las cámaras de seguridad con las que cuenta el cuartel, es que el "comando Vizcaya", el más activo desde el fin de la tregua, ha sido el responsable del atentado.

Las fuerzas de seguridad creen que este grupo estaría integrado por los "liberados" (a sueldo de la banda) Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, que contarían con el apoyo de una red de "legales" (no fichados por la Policía).

La imagen de Martitegi, quien tiene una altura cercana a los dos metros, aparece desde finales del pasado mes de febrero entre las fotografías de los terroristas más buscados.

Los heridos, dados de alta

Entre los heridos se encuentra un guardia civil, que ha resultado herido con una contusión en el cuello producida al tirarse al suelo. Otras cuatro tienen cortes causados por los cristales rotos tras la explosión.

Todos han sido ya dados de alta, al igual que otras cuatro personas que han sufrido ataques de ansiedad.

El vehículo estaba aparcado en la calle Gallarza, que se encuentra en la parte trasera del acuartelamiento, donde se han vivido escenas de pánico pese a que la zona ya había sido acordonada y el cuartel, desalojado, cuando se produjo la explosión.

El lugar se encontraba muy concurrido porque acababa de terminar la procesión del Viernes Santo. El cuartel está ubicado en el centro de la citada localidad. La Policía ha descartado que exista un segundo coche bomba, tal y como se había especulado tras el atentado.

Fuertes daños materiales

La explosión ha provocado serios daños materiales en algunos edificios colindantes, así como en el propio cuartel, que podría ser derruido ya que iba a ser sustituido por otro nuevo que se encuentra en construcción. Este cuartel ya fue objeto de un atentado de ETA en 1983.

Los 16 agentes que vivían en el cuartel serán alojados en un albergue juvenil. Otras 40 familias que vivían en los edificios colindantes tendrán que ser también realojadas ya que sus casas corren peligro de derrumbe y no tienen ni electricidad ni agua.

Camacho: "El único horizonte de los autores es la cárcel"

El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, ha elogiado la labor de las Fuerzas de Seguridad del Estado en el desalojo de la zona, que ha sido clave para evitar que haya víctimas mortales. Además, ha expresado la "más firme" condena del Gobierno y ha advertido a los autores de los atentados que "su único horizonte es la cárcel".

"ETA se empeña en seguir el camino de la destrucción y de la muerte y ese camino no tiene salida", ha remachado.

José Luis Rodríguez Zapatero permanece en contacto permanente con Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior en funciones, desde sus vacaciones en Doñana.

Tanto PP como el PSOE se han solidarizado a través sendos comunicados con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras el atentado de Calahorra y ha señalado que ETA no va a imponer sus objetivos con la violencia.

Éste es el segundo atentado de ETA en menos de un mes, ya que el pasado 7 de marzo asesinó al ex concejal del PSE en Mondragón Isaías Carrasco.