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Baloncesto | Copa del Rey 2019

El Madrid gana el derbi y jugará su sexta semifinal de Copa consecutiva

  • Los blancos apean al Estudiantes por un claro 94-63 y jugarán contra el Joventut
  • Datos y estadísticas del Real Madrid - Estudiantes, cuartos de final de Copa

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El banquillo del Madrid celebra una canasta del equipo.
El banquillo del Madrid celebra una canasta del equipo.

El Real Madrid accede a la semifinal de la Copa 2019 tras vencer al Estudiantes por un claro 94-63. De esta forma quedan conformadas las dos semifinales, Barça - Canarias y Madrid - Joventut, que se jugarán este sábado a las 19:00 y 21:30 horas peninsulares.

Finalmente no hubo sorpresa y sí revancha del último derbi madrileño. El Madrid afronta su sexta semifinal consecutiva. Cayó en cuartos en 2009, en casa, y en 2013, ambas contra el Barça. Desde entonces, ha llegado a la final en cinco ocasiones y pueden ser seis si gana a la 'Penya'.

Se notó que era derbi por el ambiente, pese a la convivencia entre ocho aficiones. Las dos de la capital se hicieron notar ya desde la salida de los equipos. Por parte del Madrid, el más aclamado fue Sergio Llull, confirmado por Pablo Laso tan solo unas horas antes pero que no salió en el primer quinteto.

El clima de derbi se trasladó a la pista desde el salto inicial, propiciando un comienzo donde los ataques primaron sobre las defensas. Al triple de Omar Cook (15-14) respondieron Jaycee Carroll y Tony Randolph, más un mate de Ayón que abrieron la primera brecha (23-14) y aún faltaban dos minutos y medio por disputarse del primer cuarto.

Fue el momento esperado por Laso para dar los primeros minutos a Llull y dejar descansar al 'Facu' Campazzo, que le tiene tomada la medida a la titularidad siempre que su técnico y su compañero menorquín lo requieren. La cruz para el de Mahón fue ver cómo se perdía el terreno ganado al final del primer cuarto, tras un triple de Gian Clavell (29-27).

Para fortuna del Madrid, la profundidad de banquillo salió en su ayuda en el siguiente cuarto. Los puntos de Taylor y el poderío bajo los aros de Tavares se hicieron notar, pero Caner-Medley se mostraba enchufado para mantener las opciones de los suyos (34-30).

Llull volvió al banco en lugar de Campazzo sin haber anotado una canasta y algo cabizbajo, aunque su paisano Rudy Fernández le había dejado la diferencia en siete puntos con un triple. El otro balear del equipo se dejó ver entonces con un segundo triple y un robo que puso la máxima (42-32) a falta de cuatro y medio para el descanso; los psicológicos diez puntos.

El Estudiantes se veía incapaz de penetrar el muro que oponía Walter 'Edy' Tavares con sus 2,21 metros. El caboverdiano fue el encargado de poner la ventaja a 16 antes del descanso con una bandeja (50-34).

Los colegiales trataban de achicar, pero la vía de agua no paró ni con el descanso y un triple de Carroll, más una canasta de Ayón, ponían la renta en 24 puntos (63-39). El 'Titán' de Nayarit lo hacía casi todo bien y se mostraba como el mejor del Madrid hasta ese momento.

"Era campo atrás", humor en la grada

La afición madridista se divertía viendo a los suyos y se permitía incluso bromas, entonando el cántico de "era campo atrás" cuando Cook cometió esa infracción. Recuerdos de la Copa de 2017.

Protagonista a su pesar de la polémica de aquella edición, Llull volvió a la pista para tratar de estrenarse. A la espera de sus primeros puntos, era Gabi Deck el que ponía un 68-41 alarmante para el 'Estu'. Arteaga rompió una barrera de cinco minutos sin anotar para los del Ramiro de Maeztu. Era el propio Deck posteriormente el que con un triple dejaba el 73-48 para afrontar la recta final.

Como el derbi en la pista parecía decidido, con la ventaja bien rondando los 30 o bien bajando a 24, la lucha pasó a las gradas. La Demencia se atribuía el honor de animar al "primer equipo de la capital", mientras los Bersherkers les provocaban cantando "sois cuatro gatos" o "no se os oye". Los estudiantiles apenas celebraron el triple de Clavell (78-54) con siete y medio aún por disputarse.

Y entonces llegó la canasta más deseada, una contra con penetración hasta la cocina para los primeros puntos de Llull (83-54).

Los últimos minutos perdieron en intensidad, el público no afín a alguno de los dos equipos -presumiblemente- iba abandonando las gradas y el marcador penduleaba sin terminar de redondear la cifra de 30 puntos de diferencia. En el último minuto fueron Prepelic y Carroll los que rompieron dicha barrera (94-61); "así gana el Madrid" lo celebró su afición.