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  • Luis de la Parra Urbaneja
    Coronel mutilado de Infantería. 22 junio 1981 Irún/Irun Guipúzcoa (España)

    El coronel de infantería Luis de la Parra Urbaneja, palentino de 63 años, casado y con dos hijos, fue asesinado a la salida de su oficina en los Cines Bidasoa por dos disparos efectuados por miembros del Comando Donosti el 22 de junio de 1981. Pese a ingresar con vida en  la residencia Nuestra Señora de Aránzazu, murió dos días después, tras un coma irreversible.

    De la Parra, que ingresó en el ejército en 1936 y perdió el brazo izquierdo en acción de guerra dos años después, ya como alférez provisional, pertenecía al Cuerpo de Mutilados con el grado de coronel de Infantería, y llevaba más de dos décadas trabajando como administrador contable de los Cines Bidasoa.

    En octubre de 1985, Jesús María Zabarte Arregui fue condenado a 28 años de reclusión mayor. Cuatro años más tarde, Ignacio Erro Zazu recibió una pena de 32 años de reclusión mayor, y Luis María Lizarralde Izaguirre 28 años de prisión. Los tres terroristas fueron condenados a indemnizar a los herederos de la víctima.

  • Julio César Sánchez Rodríguez
    Cabo primero de la Policía Nacional. 28 octubre 1986 Bilbao Vizcaya (España)
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    Tres miembros del comando Vizcaya de ETA robaron un taxi para asesinar al policía nacional Julio César Sánchez Rodríguez, de 31 años, el 28 de octubre de 1986. Los etarras se acercaron al lugar donde se encontraba Sánchez y mientras uno esperaba al volante, otro bajó del vehículo, se aproximó al objetivo y le disparó un único tiro en la cabeza, matándole en el acto.

    Eran las 17:15 horas. Sánchez acompañaba a sus cuatro hijos de regreso a casa en el barrio de San Adrián, en Bilbao. Aquel día, los menores fueron testigos del asesinato de su padre, a escasos metros del portal de su casa.

    Sánchez estaba casado con Leonor Fuente y tenía cuatro hijos. El policía había llegado al País Vasco ocho años atrás, procedente de Salamanca, su tierra natal y donde fue enterrado. Había ingresado en el Cuerpo Nacional de Policía en 1977. En Bilbao trabajaba en las oficinas de expedición del Documento Nacional de Identidad.

    El etarra Julián Achurra Egurola fue condenado como coautor de un delito de asesinato a la pena de 28 años de reclusión mayor, aunque él no fue quien disparó al policía. Además, debía pagar una indemnización económica.