El bosque habitado   Regreso a las raíces del árbol con Ignacio Abella 03/01/2021 59:00

Bienvenid@s a un bosque que regresa con más fuerza a las raíces t la conciencia del árbol con equilibrios tan vitales como el del clima, la atmósfera o los ciclos del agua.

Este programa es un juramento ecologista activista para rescatar la memoria de los árboles, las funciones de los árboles, los grandes árboles con enormes raíces alrededor de los cuales se articulaba la sociedad y el territorio de nuestros pueblos. Sí, volvemos a las raíces arraigándonos en lo más profundo de la cultura de nuestros ancestros de mil modos distintos. Como nos enseña el Cronista de los Árboles Ignacio Abella: en la leyenda, en las ceremonias, en las costumbres, en la vida diaria y, sobre todo, en la propia identidad y sentimiento.

Volvemos y renacemos a una tradición enraizada, la que gobernaba el País de los Árboles que un tiempo fue también la vieja Europa y cada una de sus aldeas, pueblos y ciudades. Con el árbol en el mismo centro de la vida. Árbol santuario. Árbol alma y representación del territorio, la sociedad y del mundo. Sí, aún podemos recuperar la dendrocracia, tan antigua y tan revolucionariamente moderna al mismo tiempo, porque podemos encontrar todavía cientos y cientos de árboles que sobreviven en pueblos a lo largo del todo el Arco Atlántico europeo, dando fe de una cultura que parecía desvanecerse pero no puede porque es la solución.

Te proponemos volver a echar raíces con los nutrientes de Ignacio Abella, Omraam Mikhaël Aïvanhov, Walt Whitman y Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca. Nutrientes que hemos regado con la música de Mago De Oz y el grupo berciano Orión. Además, las noticias arbóreas más actuales en “Las ramas arriba”, con el plantabosques Natxo Blanchart López de la asociación Arriba Las Ramas y el informativo alado de la bióloga Arantza Leal Nebot de SEO/BirdLife. En el Club de la Hojarasca: José Manuel Sebastián Campo, Julio Valverde García e Isabel Ruiz Lara

Y ahora, siente el empuje amoroso de las raíces en la tierra. Déjate orear por el aire puro que te ofrendan los árboles y brota, resurge y crece con la fuerza del latido de lo que está vivo y se alza en vertical hacia el cielo. Respira profundamente y, como los árboles, sé agua y bosque… Sin duda, territorio conmovido ¡Arriba las ramas!

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