Hoy, mamá y papá Pig trabajan desde casa. Están muy ocupados y no pueden prestar atención a Peppa, que se aburre y quiere ayudarles en su trabajo. Lo mejor es que Peppa tenga su propio trabajo y, si es necesario, incluso su propio despacho.

El abuelo Pig pide a Peppa y George que le ayuden a poner en marcha su nuevo invento: una máquina para regar el huerto. Para poder hacerlo correctamente necesitan unos Walkie Talkies para comunicarse mientras comprueban la información que el abuelo necesita.

Suzy Sheep cuenta a sus amigos que en su casa han pedido comida por teléfono y la han recibido en casa, hecha y en su punto para poder comerla. A todos les parece una idea muy divertida para jugar en la casita del parque: ellos tomarán nota de los pedidos y cocinarán la comida para llevar.

Mamá Sheep está de limpieza y quiere tirar las cajas de cartón que usó la abuela Sheep para la mudanza, pero la abuela tiene una idea mejor y ayuda a Suzy y Peppa a construir con las cajas todo lo que se les pueda ocurrir: una casa, una tienda, un cohete espacial, un hospital espacial...

Suzy Sheep y su mamá siempre han vivido solas. Ahora la abuela Sheep viene a vivir con ellas y necesita mucho sitio para sus cosas. A Suzy no le importa compartir el espacio porque con la abuela podrá jugar y hacer cosas muy divertidas cuando su mamá esté trabajando.

Con su barco excavadora, el Sr. Bull está sacando del fondo del río todo tipo de basuras y objetos que no deberían estar ahí.

Hace un precioso día de sol para ir a la playa. Es un día perfecto hasta que una pequeña nube aparece en el cielo, y al poco otra, y otra... y el agua está muy fría. Y las nubes se transforman en nubarrones y empieza a llover.

Hoy los niños pasan el día en la escuela haciendo juegos con papel, juegos que saben ellos y otros juegos que les enseña Madame Gazelle.

El abuelo Pig ha construido un robot que, si se le hacen los ajustes necesarios, les puede ayudar a todos en las tareas de la casa y del jardín.

La ropa de George está muy desgastada de tanto lavarla. Mamá Pig, Peppa y George van a la tienda a comprar ropa nueva, y les enseñan muchos modelos.

Peppa y George pasan el día en casa de los abuelos Pig. Ellos les enseñan los juguetes que tenían cuando eran pequeños, y el abuelo les muestra unos aviones de juguete fabricados por él.

Peppa y su familia van a visitar las cuevas. Será una aventura muy divertida, aunque a Mamá Pig le den miedo los espacios cerrados, y a Papá Pig le den miedo las alturas. Acompañados por el abuelo Rabbit superarán todos los obstáculos.

Peppa lleva a su pececito Dorado a la revisión del veterinario. Por el camino se encuentran al Sr. Bull, quien dirige un equipo de obreros para hacer una nueva carretera que debe pasar justo por donde está la clínica veterinaria.

Peppa y su familia van a ver el desfile de carnaval. Una emergencia hace que la Sra. Rabbit tenga que abandonar su trono de Reina del Carnaval, pero no quedará vacío porque el puesto estará muy solicitado...

Madame Gazelle reparte estrellas de la guardería por los dibujos que hacen los niños. A Papá Pig nunca le dieron una cuando iba a la guardería pero... ¡nunca es tarde!

Peppa y George van a navegar con el Abuelo Pig, pero su barco se ha hundido. Menos mal que está en el puerto el abu Rabbit con su aerodeslizador, que les paseará por mar y tierra.

Esta vez visita la guardería el Señor Potato, para concienciar a los niños de que hay que tomar cinco raciones al día de frutas y verduras. Pero parece que los niños tienen más información que el mismo Señor Potato.

En el recreo de la guardería se suceden las emergencias una tras otra. Madame Gazelle ha de llamar a los médicos correspondientes para cada uno de los accidentados. Y hay médicos hasta para los coches.

El doctor Brown Bear llega a la guardería para enseñar a los niños una ambulancia. También les enseñará cómo actúa cuando tiene una emergencia y los pasos a seguir para curar a los enfermos. Y los niños aprenderán enseguida.

Madame Gazelle pregunta a sus alumnos lo que quieren ser de mayores. Cada uno elige un oficio, pero todos están de acuerdo en algo: quieren mandar a los demás lo que tienen que hacer. Aunque Peppa aún no lo tiene muy claro…