# ¡Milo! #

(Música animada)

# ¡Milo! #

(Continúa la música)

# ¡Milo! #

(Continúa la música)

# ¡Milo! #

(RÍE)

(Música animada)

Eh, ¿quién ha dejado destapado mi rotulador verde?

Yo no. Yo no.

¡Eh, eh! ¿Os gusta el letrero que he hecho

para la oferta especial en pantalones?

Papá, ¿dejaste destapado mi rotulador verde?

Eh... ¡Uy!

(Puerta)

(A LA VEZ) ¡Un cliente!

(Música animada)

¡Uf!

-Todos de pie, entra la jueza Jackson.

-Hola, jueza Jackson.

¿Qué podemos hacer por usted?

-A mi toga de juez le vendría bien una limpieza.

Ha sido un día ajetreado en el tribunal de justicia,

ha habido casos que juzgar y testigos que interrogar.

¡Uh! Eso parece interesante.

Oh, lo es.

Ahora no puedo entrar en detalles.

Pero os diré que he tenido un caso muy complicado

sobre unas tartas de mermelada y alguien de la realeza.

(A LA VEZ) ¡Guau!

-¡Uh! Deje aquí su toga, la lavaremos.

-A más ver.

Llevaremos esto a Suds, mamá.

(Música animada)

Hola, amigos burbujeantes. ¿Qué hay que lavar hoy?

Una toga de juez, Suds.

Me aseguraré de hacer justicia a esta ropa.

(RÍEN)

Suds, ¿tienes togas de jueces que podamos usar?

Déjame ver.

(Palmas)

(Música animada)

(A LA VEZ) ¡Guau! ¡Somos jueces!

-¡Orden, orden!

Por favor, pónganse de pie ante mis colegas jueces.

Me alegro de verlos, jueces.

Tenemos entre manos un caso complicado.

¿Qué es lo que ocurre, jueza Jackson?

El chef Pierre acusa al señor Croc de comerse sus galletas de jengibre.

(A LA VEZ) ¡Oh!

-Sin embargo, el señor Croc dice que no.

-No culpable.

Pero ¿cómo sabremos quién dice la verdad?

Por medio de las pruebas.

-Prueba A, un plato vacío.

Mm. Son migas de galletas de jengibre.

Pues yo no me las comí.

Entonces, ¿por qué tiene restos de migas?

Eh... ¡Oh!

(SUSPIRA) Buen apunte.

Oh, está bien, yo me las comí.

-Señor Croc, le declaro culpable

de comer galletas de jengibre que no eran suyas.

Le condeno a pasar toda una tarde ayudando a chef Pierre.

¡Caso cerrado!

(SE QUEJA)

¡Oh!

Quizá haya más galletas.

-Excelente juicio, jueces.

-Jueza Jackson, ¿puede arbitrar nuestro partido de fútbol?

-¡Oh, sí!

Pero no puedo dejar el tribunal sin un juez.

¿Y qué tal nosotros?

¡Pues claro!

Los buenos jueces como vosotros pueden arreglárselas sin mí, ¿no?

¡Puede contar con nosotros, jueza Jackson!

¡Por supuesto!

Los jueces siempre nos aseguramos de conocer los hechos

antes de emitir un juicio.

¡Ya lo sabéis!

¡Ya voy, Charlie!

(CARRASPEA) -El siguiente caso es Shona contra Heidi Hop.

Heidi Hop, se le acusa de romper la escultura premiada de Shona.

(Martillo)

¿Cómo te declaras, Heidi?

No culpable.

Hablemos con el primer testigo.

Que entre el primer testigo.

(Música suspense)

Cuéntanos qué pasó, Shona.

Bueno, veréis, Heidi vino a ver mis maravillosos cuadros de flores.

-Prueba A.

-Estaba de pie

junto a mi maravillosa escultura de galleta de crema.

-Prueba B.

-Salí a buscar otro paquete,

cogí el nuevo paquete y cuando volví con él,

mi escultura estaba rota.

-Prueba C.

(SORPRENDIDOS)

Heidi es demasiado amable para romper una escultura.

No puedo decidirme, necesitamos más pruebas.

¿Puedes decirnos qué pasó, Heidi?

Estaba en la galería, como ha dicho Shona,

pero yo no rompí la estatua.

Quizá derribó la estatua por accidente.

Pero ¿y si había alguien más merodeando?

Rompiendo esculturas y yéndose sin más.

¿Cómo podemos tomar una decisión

si no sabemos con certeza qué sucedió?

Tal vez ayudaría una visita judicial a la escena del crimen, señorías.

(A LA VEZ) ¡Sí!

-Esta es mi pobre escultura en ruinas.

-Shona, querida,

hemos vuelto para admirar de nuevo tus cuadros de flores.

-¡Oh! Bienvenidos, bienvenidos. Mis mejores clientes.

-¡Oh! Maravillosos, exquisitos.

-¡Maravillosos! -¡Oh!

(PENSATIVOS)

-Eleanor y Mycroft, ¿pueden callar, por favor?

Estamos haciendo una visita a la escena del crimen.

(A LA VEZ) -¡Oh, vaya! Bien. Sí, por supuesto.

No veo nada que indique quién rompió la escultura.

Heidi dice que no lo hizo.

Pero Shona dice que sí.

Si había alguien aquí que viera lo que sucedió...

¡Oh! Mycroft y Eleanor, ¿venís aquí a menudo?

¡Oh! Todos los días.

¿Estabais aquí cuando se rompió la escultura?

¡Oh, sí! Lo vimos todo. -¿Qué?

¿Por qué no lo ha dicho antes?

-Nos dijiste que nos callásemos. -¡Oh!

¿Podéis decirnos qué pasó?

¡Ah! Podemos representarlo.

-Interpretaré el papel de Shona.

-Y yo seré Heidi.

Yo, Heidi, estaba mirando este maravilloso cuadro.

"Este cuadro es algo fantástico".

(RÍEN)

-Yo, Shona, me acerqué.

"Gracias, querida, voy a traerte unas galletas".

Ahora soy el astuto señor Croc. ¡Gr!

(SORPRENDIDOS)

¡El señor Croc!

Es una nueva prueba.

Yo, el señor Croc, y mi ejército de abejas

entramos para admirar esta maravillosa escultura de galleta.

"¡Uh! Mirad, una galleta de crema gigante.

Me la comeré".

El señor Croc intentó comerse de la escultura,

pero, no, se cayó al suelo y se rompió. ¡Sí!

(A LA VEZ) ¡Ah!

-El señor Croc salió corriendo.

-Heidi volvió y vio la escultura rota.

"¡Madre mía! La escultura está rota".

-Yo, Shona, volví con el plato de galletas.

"¡Mi obra! ¡Destrozada!".

Pues no fue Heidi.

Fue el astuto señor Croc otra vez.

Ya tenemos todos los hechos.

Daremos un veredicto justo.

De acuerdo, de acuerdo, yo lo admito.

Rompí la escultura de Shona.

Me gustan más las galletas de crema que las de jengibre.

Señor Croc, nuestro veredicto es que ha sido hallado culpable

de romper la escultura de Shona.

Y de no reconocerlo. Eso no está bien.

Está condenado a pedir perdón

y a posar para la próxima obra de Shona.

(SUSPIRA) Si tú lo dices.

-No muevas ni un músculo, tú quédate así.

-Odio estar quieto.

-A mí me parece que se ha hecho justicia.

Bien hecho, jueces.

Mi veredicto es que habéis hecho un trabajo maravilloso.

(A LA VEZ) ¡Sí!

(RÍE) ¿Os divertisteis siendo jueces?

Oh, Suds, ha sido genial.

La escultura de galleta de Shona se rompió.

Y no sabíamos quién lo hizo.

Pero conocimos los hechos

y descubrimos que era el astuto señor Croc.

Cuando sea mayor, creo que sería fantástico ser...