(Alarma)

(Música)

¡Hola, clanners! ¡"Good morning", clanners!

Soy James Van der Lust y os doy la bienvenida

a "Aprendemos en Clan",

el programa para aprender desde casa.

-¡Ay, socorro, James, ayúdame! ¡Me persigue un animal salvaje!

-¡Ay, socorro! -¿Qué animal salvaje?

-¡Ese, cuidado! -Ay, pero si es una mariposa.

-Pero es salvaje, vive en el campo.

-Bueno, Nacho, y tú también.

-¿Eh? ¿Yo?

-Claro, eres un mapache. Los mapaches sois animales salvajes.

-¿Entonces no hay que tener miedo?

-No, no hay que tener miedo,

no te preocupes. -¿Y tú? ¿Tú eres salvaje?

-¿Yo? Yo no. -¿Entonces eres un animal doméstico?

-No, tampoco. Yo soy presentador.

-Pues, si no eres doméstico,

¡eres salvaje! ¡Eres un presentador salvaje!

¡Ay, socorro!

-Que no, venga, ven, deja que te lo explique Montse, verás.

Bienvenidos y bienvenidas todos y todas.

Soy Montse y estoy supercontenta de volver

a veros aquí a todos de nuevo.

Además, estoy supercontenta

porque hoy vamos a hablar de animales.

¿Y sabéis? Me encantan los animales.

(GRITAN)

Sí, ya sé que vosotros y vosotras sabéis muchísimo

de animales, pero a ver si sois capaces de diferenciar

animales salvajes de animales domésticos.

Y, para aprender a diferenciarlos,

nos vamos a ir de safari.

Pero tomaremos muchas precauciones

porque la selva está llena de animales salvajes

que viven en libertad

y no están acostumbrados a estar con humanos,

al contrario que los animales domésticos,

que están acostumbrados a que los cuidemos los humanos.

Vamos a ir con mucho cuidado.

(Maullido)

¡Uy! ¿Qué es eso que se oye?

¡Anda, es mi gata Valentina, que se quiere venir de safari!

Venga, Valentina, vámonos de viaje.

Valentina es un gato, que es un animal doméstico.

Hasta ahora, era muy fácil,

pero se va a complicar un poquito más.

Ahora sí, el animal más fiero de la selva.

Es un tigre.

Es un animal salvaje, ¿verdad?

Lo que me faltaba, se ha puesto a llover

y los monos se han puesto a chillar como locos.

Hay que tener cuidado

porque los monos son animales salvajes

y son un poco peligrosos.

Ahora vamos a jugar un poco para seguir aprendiendo.

¿Cuál de estos animales

no es salvaje?

¡Claro! La oveja necesita vivir en una granja

para que la cuidemos.

Y fijaos muy bien, no vive en una casa,

puede vivir en una granja.

Y ahora: ¿cuál de estos animales es salvaje?

Genial, la jirafa.

No nos necesita para nada para sobrevivir.

(Barrito)

¿Qué es eso que se oye?

¿Qué es ese sonido?

¿Será un bisonte?

Vamos a investigar.

(Barrito)

Uy, ¿qué animal hace ese sonido?

(Barrito)

¡Muy bien! ¡Es el elefante!

El elefante es un animal salvaje.

Vive en manada, en libertad

y no necesita para nada a los humanos para su supervivencia.

Uy, vaya.

Me temo que acabo de pisar una caca de elefante.

Un dato muy curioso: ¿sabéis que un elefante

es capaz de hacer 80 kg de caca al día?

Menos mal que esta caca era imaginaria.

Ya hemos añadido un montón de animales

a nuestra colección de cromos.

Y ahora toca ordenarlos.

¿Me ayudáis?

El primero, el tigre.

Es un animal salvaje, ¿verdad?

Ahora uno que está chupado.

El perro.

Doméstico.

¿Y qué me decís de uno un poco más difícil?

La hormiga.

Claro, la hormiga es un animal salvaje

porque vive ella sola, sin los seres humanos.

A ver, a ver.

¿Y el gallo?

Es un animal doméstico porque vive con los animales

y nosotros le damos de comer.

Y, para acabar, ¿qué me decís de la vaca?

La vaca muy salvaje no parece.

Claro, es un animal doméstico,

igual que los toros.

Recordad que los animales domésticos

reciben cuidado de los humanos. Sin embargo, los animales salvajes,

como, por ejemplo, el tigre o la ballena,

viven por su cuenta.

Antes de irnos, os dejo un par de recomendaciones

de mis libros favoritos. El primero, "El libro de la selva",

en el que Mowgli vivirá muchas aventuras

junto a sus amigos de la jungla. Y también "Los músicos de Bremen",

de los hermanos Grimm. En este libro, un perro,

un gato, un gallo y un burro,

que son animales domésticos,

deciden emprender una aventura volviéndose músicos por el mundo.

Al final, se convierten en un poquito más salvajes.

(Ruido)

¡Uy, qué susto! Me marcho ya.

Me despido. ¡Hasta luego!

¿Lo has entendido, Nacho?

Los animales salvajes viven en la selva, en los bosques,

y los animales domésticos viven en las casas, en las granjas.

-Vale. Entonces, si vivo en una casa,

soy doméstico y, si no, ¡salvaje!

-Sí, un poco. Son ecosistemas diferentes.

-¿Y un mono que vive en la ciudad?

-No hay muchos, pero, si vive en una casa con humanos,

sería doméstico.

-¿Y un perro que esté en la selva de vacaciones?

-No es dónde estén, es el ecosistema al que pertenezcan.

-¿Y un mono, un mapache y un perro que se van de vacaciones a la playa,

pero pasan a buscar las maletas del mono en la ciudad

y recogen al primo mapache en el campo,

son salvajes? -El mapache, si vive en el campo,

es un animal salvaje.

-Primo, que no puedo ir de vacaciones contigo,

que me he enterado de que eres un salvaje.

Nos vamos yo, el perro y el mono

a un ecosistema de Albacete.

-(SUSPIRA) Ay, mira,

a ver si viendo a los chicos de Big Bang Ciencia

entiendes qué es un ecosistema.

Hola a todos, hola a todas. Soy Orilo y nos hemos reconvertido

en una agencia para el estudio de los ecosistemas,

ya sabéis, los sistemas que ocurren en la naturaleza.

Para poder estudiarlos todos,

hemos enviado a nuestra mejor investigadora,

a Arlequina, a descubrirlos por todo el mundo.

Vamos a conectar con ella con el manos libres.

Arlequina, ¿me oyes?

Arlequina, ¿estás ahí?

-Hola, Orilo.

-Hola, Arlequina. ¿Dónde estás?

-Descubriendo un ecosistema, un lugar donde todos los seres vivos

se relacionan entre sí y dependen los unos de los otros.

-En un ecosistema, está todo conectado.

Pero cuéntanos, Arlequina,

¿en qué ecosistema te encuentras ahora?

Te veo rodeada de vegetación.

-¡Sí! ¿Habéis visto qué cantidad de plantas hay

hay por esta zona, qué verde está todo,

qué frondoso? Eso es porque en esta zona

de Sudamérica llueve muchísimo.

Hay mucha humedad y por eso está todo tan verde.

Y, además de húmedo, es muy cálido, hace un calor.

Yo no paro de sudar.

(Mosquito)

Y es una zona también especial

para los mosquitos. Hay un montón de mosquitos.

-Arlequina, pero ¿estás sola ahí?

-Qué va, esta es una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo.

Hay un montón de especies vegetales y animales.

Orilo, estoy en el Amazonas.

-¡El Amazonas! Debes estar rodeada de monos,

de tucanes, de jaguares. Ecosistema uno identificado:

el Amazonas. -Ya lo tienes, ¿verdad? Perfecto.

Dame un segundo,

que me voy a ir hasta la otra punta del planeta.

A ver si averiguas dónde me voy.

-¡Pero, Arlequina, vaya cambio!

¡Si parece que estás en el Polo Norte!

-Claro, Orilo, es ahí donde me encuentro.

-¿En el Polo Norte también hay monos?

-Qué va, aquí se morirían de frío.

No están preparados para soportar

temperaturas tan bajas. Además, no tendrían qué comer.

Aquí las plantas que hay son musgos y líquenes

y los monos no comen estas plantas.

-¿Entonces no hay animales en el Polo Norte?

-Sí que hay, sí, pero solo los que son capaces

de adaptarse a temperaturas tan bajitas.

Aquí viven zorros, osos polares,

pero la verdad es que así,

como está todo blanco

y estos animales también son blancos,

no soy capaz de localizar a ninguno.

-Ay, Arlequina,

me estás dando muchísimo frío.

Estoy muy preocupado por ti.

¿Podrías desplazarte rápidamente a un lugar más cálido?

-Claro, Orilo, eso está hecho.

-Pero, Arlequina, te has pasado tres pueblos,

que estás en un desierto.

Y mira toda esa ropa. ¿No tienes mucho calor?

-Qué va, Orilo, todo lo contrario.

Aquí, en el desierto, es mucho mejor ir tapada

porque así no solo combates el calor,

sino que evitas que los rayos del sol

te dañen la piel.

-Ahí lloverá poco.

-Así es, Orilo, vivir aquí no es nada fácil.

De hecho, son muy poquitos los animales

y las plantas que pueden vivir en el desierto.

Pueden vivir, por ejemplo, los cactus

porque tienen un sistema muy sofisticado

para almacenar agua

y pueden vivir durante mucho tiempo sin tomar agua,

no como yo, que tengo que estar bebiendo agua

en cada momento.

-¡Mira quién ha venido a saludar!

-¿Reconocéis a este animal?

¡Son los dromedarios!

Tienen una joroba donde almacenan grasa

y esa grasa la utilizan como alimento

cuando no encuentran más alimento,

cuando no tienen qué comer.

Si tienen dos jorobas,

se llaman "camellos".

-Oye, Arlequina, ¿y si vamos a la montaña?

-¡Claro, acompáñame!

Este ecosistema os resulta más familiar, ¿verdad?

Buah, desde aquí tengo unas vistas espectaculares.

-Veo abetos y un largo realmente precioso.

La temperatura es templada, pero me he traído ropa de abrigo

porque por las noches bajan mucho las temperaturas.

-Arlequina, ¿te puedo pedir un último favor?

Me encantaría conocer

la sabana africana.

-Eso está hecho.

-Esta es la sabana africana.

¿Qué os parece? Aquí hay meses donde llueve mucho

y meses donde llueve muy poco.

Y eso hace que el terreno cambie de color.

En los meses secos, se vuelve amarillento,

pero, en los meses en los que más llueve,

se vuelve verde.

-Pero, Arlequina, ten mucho cuidado,

que estás rodeada de leones y elefantes.

-Sí, sí, Creo que os voy a dejar,

que me da un poco de miedo

estar al lado de tantos leones y todos estos animales tan grandes.

Nos vemos, ¿eh?

Hasta la próxima.

-Muchísimas gracias por este fascinante "tour".

También hay ecosistemas marinos,

pero hoy Arlequina no traía el traje de baño.

Nos los enseñará otro día. Nos vemos en el próximo programa.

¿Lo has entendido?

-Sí, el ecosistema es la casa de los animales

que no viven en una casa.

-Más o menos, aunque también puedes tener

un ecosistema dentro de casa.

-¿Sí? ¿Puedo tener la selva amazónica en mi casa?

-No, pero puedes construir

un pequeño ecosistema

dentro de tu casa. -¿En serio? ¡Qué "mapachada"!

-Sí, los chicos de Big Bang Ciencia saben cómo hacerlo. ¿Quieres verlo?

-¡Santa "mapacha"! ¡Ahora mismo!

-¡Hola, Arlequina!

-Oy, hola, Orilo, qué susto me has pegado.

-¿Qué tal? -Uy, pero ¿qué haces?

¿Qué es este despliegue de medios?

-Estoy creando, Orilo.

-¿El qué?

-Quiero construir mi propio ecosistema.

-¿Qué te parece? -Me parece que no vas a poder

porque un ecosistema es una cosa muy grande,

muy compleja. -Bueno, no necesariamente

si lo haces pequeñito.

Quiero hacer un ecosistema pequeñito.

-Pero no puedes, Arlequina, porque en los ecosistemas

hay animales.

¿Cómo vas a hacer un ecosistema pequeñito,

cómo van a caber los animales?

-Buscando animales pequeñitos que quepan en una caja de zapatos.

¿Se te ocurre algún animal que pueda entrar aquí,

en esta caja, Orilo?

-Creo que sí, animales que tengamos a mano,

los gatos.

-Orilo, es verdad que los gatos

se suelen meter aquí, en las cajas de zapatos,

y adoptan la forma del recipiente que los contiene,

pero un gato aquí estaría un poco apretado, Orilo.

-No, algo más pequeño. -¿Más pequeño todavía?

-Más pequeñito. -Los ratones. Son chiquitos.

-Te doy una pista: no es un mamífero.

-Si no es un mamífero, podría ser un ovíparo,

como los pájaros, pajaritos chiquititos.

-Es verdad. Podríamos tener aquí un nido

para pájaros, pero sería una caja nido,

solo cabría una familia de pájaros.

Y nosotros queremos un ecosistema, queremos que haya muchos individuos,

muchas familias distintas.

-¿No se te ocurre? -No, me hallo anonadado, Arlequina.

-Ayúdame. -¡Los insectos, Orilo!

Los insectos y otros bichos, como los arácnidos.

-Pero, Arlequina, ¿quieres construir aquí

un ecosistema de mosquitos? Te vas a llenar de picotazos.

-No necesariamente mosquitos. No elegiría yo a los mosquitos,

la verdad. Hay insectos muy distintos

a los mosquitos, Orilo. Por ejemplo, las mariquitas.

-(SORPRENDIDO) Claro. ¡Cómo me gustan las mariquitas!

-O las hormigas o los saltamontes.

Todos esos insectos los vamos a meter en nuestro ecosistema

haciendo un hotel para bichos. -¡Un hotel para bichos, qué guay!

¿Y cómo vas a conseguir, Arlequina, que todos esos bichos quieran venir

a vivir a tu hotel? -Haciéndoles habitaciones especiales

para ello, habitaciones que contengan

todo lo que les gusta para vivir. ¿Y cómo haremos las habitaciones?

Con los cartones del papel higiénico que tenemos

en el baño. -No los tiréis, que dan mucho juego.

Mira. Incluso cuando se han gastado.

-Iremos poniendo todos los cartones para hacer

una habitación por cartón

y cada habitación la asignaremos a un bicho

y tendremos que ponerle las cosas que le gustan.

¿Qué cosas crees que les gustarán a los bichos?

-Cosas que gusten, cosas que gusten...

Yo en mi habitación que me guste tengo...

los calcetines.

Y también tengo...

rotuladores de colores para dibujar.

Son cosas que gustan mucho.

-Vamos a ver, Orilo, eso son cosas que te gustan a ti.

-Ay, sí, mi calcetín. -Pero te tienes que meter

dentro de la piel de los bichos

y pensar qué les gustaría, por ejemplo, a las mariquitas.

A las mariquitas les encanta la madera, la paja.

Podríamos poner paja en su habitación.

Y también son muy dulzonas,

les gusta comer dulce. Así que un poquito de muesli

que tengo por aquí se lo pondríamos así también.

-¿Y si quisiera que vinieran caracoles,

que me gustan mucho. -Otra habitación para los caracoles.

A los caracoles les gusta la humedad, el musgo,

los algodones humedecidos.

Les tendríamos que poner también unas hojitas de comida.

Y ahora ya tendríamos la habitación de los caracoles.

-Entonces tendríamos que ir construyendo habitación

por habitación hasta tener nuestro hotel completo.

-Un hotel completo.

¿Y quieres ver, Orilo, el pedazo de hotel que le he hecho

a los bichos, a los insectos, a los arácnidos?

-Claro que sí. Enséñamelo.

-Verás. -Arlequina, quiero verlo.

¡Guau!

-Aquí está mi hotelazo.

Pero ¿qué bicho no va a querer venir a pasar unos días

en estas habitaciones? Tienen todo lo que necesitan:

comida, un poco de paja,

madera para acomodarse. Eso sí, lo tenemos que sacar fuera,

al jardín, a una esquinita del parque,

protegido de la lluvia y del viento.

Por si hace mucho viento, que no nos destroce nuestro hotel.

-Pero si no podéis sacarlo

al exterior y lo queréis guardar dentro de casa,

podemos hacer un truqui truqui

y podemos tener nuestros propios bichos de juguete

para ponerlos a vivir en nuestro hotel. Mira.

Mira qué contentos están todos, todas,

hasta la arañita, que voy a ponerla con los kikos.

-¡Perfecto! -Tenéis un importante reto:

hacer vuestro propio hotel con todas las habitaciones.

Nosotros nos vemos en el siguiente episodio.

¡Oh, un lugar para que vivan los insectos!

-Sí, seguro que los niños construyen hoteles preciosos

para que los bichos vivan en ellos.

-¿Sabes dónde les gusta mucho vivir a los insectos?

-No, ¿dónde?

-¡En mi piel! ¡Estoy lleno de pulgas!

-¡Quítamelas! -Tranquilo, Nacho.

Mientras le damos un baño antipulgas,

mirad este vídeo de Juan Carlos Palomino.

-¡Socorro, que pica mucho!

Hoy me pilláis de expedición por la selva.

Estoy viendo muchísimos animales.

Esto es divertidísimo.

Eso sí, siempre que no os acerquéis mucho,

porque os podéis quedar sin brazo.

¿Sabéis lo mejor? Todo lo que vemos tiene un nombre

y, si encuentro algo que nunca nadie ha visto jamás,

le puedo poner un nombre, porque todas las cosas tienen

un nombre, necesitamos nombrarlas.

Por ejemplo, si digo: "Ese animal feroz que tiene

una larga melena",

me refiero a un león. Puedo decir "ese león".

(GRITAN)

Todos los animales, plantas, cosas

y personas tienen un nombre.

Y el nombre de ese nombre es "sustantivos".

Vaya palabrita, otra de esas palabra profesionales

que nos gustan a los profes de Lengua.

Pero no todas las palabras son nombres.

Hay otras palabras que no nombran cosas,

sino que represan acciones.

Por ejemplo, esta.

¿Sabes lo que estaba haciendo?

Seguro que sí. Lo que estaba haciendo

con mis prismáticos era mirar.

Y esa palabra es un verbo.

Para explicarlo mejor, vamos a hacer un juego.

(GRITAN)

Los árboles de esta selva son un poco especiales

y, detrás de sus ramas, hay palabras escondidas.

Algunas son sustantivos y otras, no.

Pero cuidado, que, detrás de esas palabras

que no son sustantivos,

puede haber algún animal salvaje escondido.

¡Venga! ¡Hay que ser valientes!

Voy a mirar y me ayudáis a distinguir los sustantivos

o nombres. Vamos a ello.

¡Mirad, mirad!

Las palabras: "tucán", "comer", "rugiendo".

¿Será "comer"?

(Animal)

¡Ay, qué susto!

"Comer" no es un sustantivo.

¿Alguien sabe decirme qué tipo de palabra es "comer"?

Muy bien, Lucía, es un verbo.

Los verbos son palabras que indican acción.

Así que tenemos varios tipos de palabras.

Los sustantivos nos indican quién hace algo

y los verbos, qué es lo que hace.

El sustantivo era "tucán".

Vamos a comprobarlo.

¿Queréis que sigamos buscando palabras por la selva? Vamos a ver.

¿Qué palabra es un verbo?

Esta es fácil

porque esa palabra indica una acción.

Voy a ir a ese cartel a ver qué pasa.

Vamos a ver qué es lo que hemos aprendido hoy.

Los sustantivos son palabras que nos sirven

para nombrar plantas, animales, cosas, personas, lugares,

como, por ejemplo, "tucán", "selva", "elefante".

Y los verbos son palabras que nos indican acciones,

como "explora", "rugir", "beber" o "mira.

Y una última cosa antes de marcharnos:

también hay nombres propios,

que son como nos llamamos. Me llamo Juan Carlos y soy un profe.

Tú, si vas a clase, eres un estudiante.

Además, seguro que tienes un nombre,

como Paula o Juan.

Hasta aquí hemos llegado.

Voy a ver si me encuentro

con más nombres por ahí.

Nos vemos muy pronto. Hasta luego.

-(RÍE) -¡Ay, qué cosquillas!

¡Ay, James, qué cosquillas!

-Ay. -Tenías decenas.

-¿Decenas? ¿Además de pulgas?

Nunca he visto una decena. ¿Qué es? ¿Un animal salvaje?

-No, no. Una decena es una cantidad.

Es un grupo de diez cosas.

-¿Un grupo de diez cosas? ¿Y diez grupos de diez cosas?

-Eso es una centena. ¿Que no sabes contar?

-Solo hasta ocho.

Es que solo tengo cuatro dedos en cada mano. Mira.

Uno, dos, tres y cuatro.

Y la otra mano, igual.

-No te preocupes, porque seguro que con los consejos

de Miguel aprendes a contar. Es un muy buen profesor de Mates.

-Oh.

Hoy vamos a jugar con las cifras.

Jugaremos con las unidades,

las decenas, las centenas y las unidades de millar.

(GRITAN)

Usamos el sistema decimal para representar los números.

¿Lo recordáis? Está basado en el número 10,

como los dedos de la mano.

Tenemos 1, 2, 3, 4,

5, 6, 7, 8, 9 y 10.

El 10 es muy especial.

¿Por qué? Porque se escribe con dos cifras.

Sí, sí, con dos. Y, además, es el 10.

Vamos a verlo en la pizarra. Vamos a ver los siguientes ejemplos:

el 7, el 22 y el 31.

La primera columna,

el 7, el 2 y el 1, representan las unidades.

Y la segunda columna, el 2 y el 3,

representan las decenas.

Si nos fijamos, "decenas" empieza por "dec-"

porque su palabra se parece mucho a "diez".

¿Y qué ocurre? Que 10 son 10 unidades.

Representa a 10 unidades.

Si le ponemos un 2,

son 20 unidades, que equivalen a 10 + 10.

10 + 10 es 20 y tendríamos 20 unidades.

Repasaremos las unidades.

Es decir, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9.

Y, ya cuando tenemos 10,

es una decena.

2 decenas, es decir, 20 unidades, son 20.

3 decenas son 30 unidades.

Así sucesivamente. 9 decenas son 90 unidades.

Y la siguiente, ¿10 decenas cuánto son?

1 centena, sí, sí.

Si nos fijamos, "centena" empieza por "cen-"

porque se parece a la palabra "cien",

que son 100 unidades.

El truco está en el oído.

Ya hemos visto las unidades,

las decenas y las centenas. Vamos a hacer un breve repaso.

10 unidades, como los dedos de mi mano,

son una decena.

10 decenas son 1 centena.

Ahora viene la pregunta: ¿cuánto son 10 centenas?

Claro que sí, 10 centenas son 1.000, 1.000 unidades, la unidad de millar.

Vamos a explicarlo.

Cuando vemos aquí, tenemos 1.000.

¿1.000 a qué es igual? 1.000 es igual a 100 decenas

y a 10 centenas. Muy bien.

¿Qué ocurre? Que, cuando tenemos 2.000,

es lo mismo que tener 2.000 unidades,

es decir, 2 veces 1.000.

Y lo mismo ocurre con 3.000.

Serían 3 veces 1.000, que serían 3.000 unidades.

(GRITAN)

Y 3 unidades de millar me llevan al gran enigma,

el enigma de ¿cuál?

El enigma de los cuatro 3.

Vamos a descubrir la magia de las matemáticas.

Para ello tienen que responder la siguiente pregunta:

¿en el número 3.333, todos los 3 valen lo mismo?

Seguro que estaréis pensando: "¡Hala, profe, qué difícil!".

Pero mirad que no es así.

Como vemos, el 3.333 tiene 3 unidades,

3 decenas, 3 centenas y 3 unidades de millar.

La pregunta es: ¿valen lo mismo cada uno de estos 3?

Recuerden, importante, que 1 decena son 10 unidades,

que 1 centena son 10 decenas

y que 1 unidad de millar son 10 centenas.

Entonces repito: ¿valen lo mismo cada uno de estos 3?

Vamos allá con la respuesta. ¿Valen lo mismo cada uno de estos 3?

No, no valen lo mismo porque este 3 vale 3 unidades,

este 3 vale 30 unidades, este 3 vale 300 unidades

y este 3 vale 3.000 unidades.

¿Cómo os habéis quedado? Venga, ya estamos, prueba superada.

(GRITAN)

Así que ahora sí que sí me despido de vosotros y vosotras.

¡Hasta la próxima!

887, 888, 889.

-Gracias.

¿Qué estás haciendo con las pulgas?

-Me las vuelvo a poner en la piel.

-¿Ahora quieres tener pulgas otra vez?

-Claro que sí. Viven en mi piel, soy su ecosistema.

Si no tienen casa, se volverán pulgas salvajes.

-Pero, Nacho...

-Cállate, que es la hora del informativo.

Rápido, vístete. Y vosotras también, pulguitas.

-Si las pulgas no se visten.

-Y tú tampoco. ¡Vamos, que no llegamos!

¡Ay!

"Está 'mapachando'".

(RÍE)

Bienvenidos a "Está 'mapachando'",

el informativo mapache que da las noticias "pache" lo que "pache".

Malas noticias. El colaborador de este informativo

y profesor salvaje James Van der Lust

ha cogido pulgas. ¿No es así, James?

-Hola, Nacho. Sí, gracias, pero la verdad es

que ahora ya estoy mucho mejor. -Tranquilo, ya me las devolverás.

Comenzamos con una noticia

de animales domésticos.

Este mapache de Carabanchel

ha encontrado trabajo de limpiador doméstico.

Vean cómo pasa la escoba y luego pide que le paguen.

-Lamentablemente, ha sido despedido por ser

demasiado limpio. Mirad.

-Amigo mapache,

los teléfonos móviles

son como James, no les gusta bañarse.

-(RÍE) -¿Qué? Bueno...

Aunque la desaparición de los ecosistemas está aumentando

de forma alarmante en este planeta,

algunos países se lo están tomando muy en serio

y están plantando árboles.

El récord lo tiene la India, que en el 2017 llegó a plantar

en un solo día 60 millones de árboles.

-Esta es la cara del señor al que le han encargado regarlos.

Y terminamos

con una buena noticia.

La Academia de la Televisión Educativa

de Albacete ha nombrado mejor presentador del año a...

-(RÍE) Vaya, qué sorpresa, si yo no...

-¡Nacho Mapacho,

estrella de la televisión y defensor de las sandías!

¡Sí! ¡Lo he vuelto a conseguir!

# Nacho, Nachoman. #

-Clanners, hasta aquí el programa de hoy.

Nos vemos mañana aquí, en "Aprendemos en Clan".

Y recordad que hay que cuidar nuestros ecosistemas,

reciclad todo lo que podáis y ahorrad mucha energía y agua.

(HABLA EN INGLÉS)