(Alarma)

(Música)

¡Hola, claners!

Bienvenidos y bienvenidas a "Aprendemos en Clan".

Hola, James.

Hola, público.

Soy yo, el precioso Nacho Mapacho,

la estrella de este programa.

¿De qué vamos a hablar hoy?

Hola, Nacho. Mira, hoy vamos a hablar de un tema

que está de moda en todo el mundo.

Ah, comer sandía. Qué bien.

Soy un experto.

Lo primero que hay que saber es que lo verde no se come.

Lo bueno es lo rojo, lo blandito.

No vamos a hablar de sandías.

Vamos a hablar de las redes sociales.

Ah, claro, claro.

Las redes, esas, sí.

¿Sabes lo que son?

¡Que si sé lo que son, dice!

Claro que sé lo que son, James.

¿Pero cómo no voy a saber lo que son?

Vale, pues cuéntame, Nacho, ¿qué son?

¿Eh? ¡Eso no vale!

¡Es una pregunta trampa!

Bueno, yo te lo cuento.

Es una forma muy ágil y divertida de comunicación.

Pero hay que ir con cuidado, son un poco peligrosas.

Ya, ¿pues sabes lo que no tiene ningún peligro, James?

No, ¿el qué¿

¡Comer sandía!

Bueno, pero el tema del que vamos a hablar ahora es muy importante.

Es una red y no es del Internet, ¿sabes cuál es?

Vale. Mientras, nos comemos un trozo de sandía.

Vale, comemos un poco de sandía y escuchamos a Mamen.

(Música)

Bienvenidas y bienvenidos al gran espectáculo del circo.

Hoy contamos con los trapecistas más osados y valientes

de los cinco continentes.

¡No pueden perderse el espectáculo! ¡Pasen y vean!

¡Uf! Hola, niños y niñas.

Hemos tenido un imprevisto en la función de esta tarde.

Un trapecista ha resbalado y se ha caído del trapecio.

Menos mal que debajo había una red de seguridad como esta

y ha frenado su caída

y ha evitado que se hiciera muchísimo daño.

Los trapecistas no suelen caerse,

porque practican mucho y hacen sus ejercicios con mucho cuidado.

Pero siempre es bueno que tengan debajo una red de seguridad.

Si sucede un imprevisto como hoy, les puede salvar.

Aunque la mayoría de nosotros no somos trapecistas,

siempre es bueno tener una red en nuestra vida.

No, no me refiero a una red como la del circo

metida en la mochila o debajo del brazo,

sino a una red de personas, de familiares o de amigos

que cuiden de nosotros por si sucede algún imprevisto,

como ha pasado hoy en el circo.

Se trataría de una red social.

Vamos a ver, ¿quiénes creéis

que forman parte de vuestra red social?

Eso es, lo abuelos.

También forman parte de vuestra red social

papá y mamá, los hermanos, la familia,

esos amigos cercanos o los profesores.

Si unimos con una línea imaginaria a todos con todos,

aparece una especie de red, como la del circo.

Si alguna vez os pasa algo malo,

siempre vais a tener esa red ahí que os va a proteger.

Podéis pedir ayuda

a cualquier persona que forma parte de vuestra red social.

Vuestra red social está formada por la gente que os quiere,

que os cuida y se preocupa por vosotros.

Y, aunque no veáis esa red, siempre está ahí.

Mirad.

¿Habéis visto? No se cae

Cuanto más fuerte y unida sea esa red,

vas os va a proteger.

Seguro que habéis oído hablar de las redes sociales de Internet.

En ellas, las personas hablan con otras personas

de cosas que tienen en común.

Hay redes en las que se comparten fotografías;

en otras, vídeos en los que estás bailando;

hay redes para hablar de temas de actualidad

y otras para buscar trabajo.

Esas personas que conoces en Internet

se van añadiendo a tu red

y la van haciendo cada vez más y más grande,

de manera que tu red social se estira.

Mirad lo que pasa si esa red social es muy grande.

La pelota se cae.

Cuadno nuestra red social es muy grande

y no conocemos bien a las personas que la sujetan,

puede pasar eso:

se puede abrir agujeros porque las personas que están ahí

realmente no se preocupan por nosotros

y en algún momento dado se pueden olvidar de sujetar la red...

y dejarnos desprotegidos.

¿Habéis visto? Es muy importante tener muy claro

quién forma parte de tu red social y quién no.

Recordad que vuestra red social está formada por las personas

que os quieren y que se preocupan por vosotros.

Esa red social os va a proteger siempre.

Hay otras redes sociales que no te protegen.

¿Habéis visto?

He estado practicando un montón y ya me sale fenomenal.

Bueno, y si las cosas no salen bien,

ahora sé que tengo una red social de personas

que se preocupan por mí y me quieren y que me van a ayudar

si las cosas no salen bien o si tengo algún problema.

Así que ya sabéis: cuidad mucho de vuestra red social.

¡Nos vemos pronto!

¡Pero James! ¿Todavía estás aquí?

¡Ya te vale!

Claro que estoy aquí. ¿Dónde quieres que esté?

¡Pues en el cubo de basura, donde habíamos quedado!

Que te iba a invitar a comer.

Espera, Nacho, ¿cuándo hemos quedado tú y yo?

¡Si te envié un mensaje por las redes sociales!

¿No te ha llegado?

Oye, ¿por qué no me has llamado por teléfono?

¡James, por favor!

Soy un mapache moderno.

Llamar por teléfono ya no lo hace nadie.

Bueno, podrías habérmelo dicho directamente.

¿Qué estamos, en la Edad Media?

Ya nadie habla, James.

Eso pasó de moda.

Nacho, pero si ahora mismo estamos hablando.

¿Eh? ¡Ah! Pero por tu culpa.

(SUSPIRA) Escucha a Juan Carlos,

que nos enseña cómo comunicarnos bien.

Aquí Halcón Peregrino llamando a Águila Leonada.

Recuerda tu misión, corto y cambio.

"Aquí Águila Leonada.

Llegando a tu casa para dar de comer a tu perro."

¡Hola, superlingüístas!

Me estaba comunicando con mi vecino por walkie talkie.

Le estaba mandando un mensaje para recordarle

que tiene que ir a mi casa a dar de comer a mi perrita Honey,

que es muy glotona.

Hay muchas maneras de mandar un mensaje

o comunicarse con alguien. Por ejemplo, yo con mi vecino

lo hago a través de Whatsapp, por teléfono,

o a veces le meto una notita por debajo de la puerta.

Y cuando me voy de vacaciones le mando una postal.

Los animales también se comunican entre sí.

Por ejemplo, las abejas lo hacen a través del movimiento.

Vuelan formando ochos dentro del panal

para indicar dónde está el néctar.

Algunos pájaros despliegan sus plumas

para atraer a las hembras.

Y los lobos aúllan para comunicar su posición.

Las personas nos comunicamos a través de mensajes

en distintos canales.

Hoy en día hay muchísimos canales.

El télefono, la prensa, la radio, la televisión,

el correo electrónico...

se han sumado las redes sociales.

Puedes mandar un mensaje y que lo vean muchísimas personas.

Por eso hay que ser mayor para utilizar las redes sociales,

ya que no conocemos quién está al otro lado.

Pero en todos los casos, para que exista la comunicación

se necesita un emisor,

que es quien emite el mensaje.

En este caso, soy yo.

Un receptor, que es quien recibe el mensaje.

En este caso, tú, que me estás viendo.

El canal, que es el medio por el que transmite el mensaje.

Puede ser la televisión o la tablet.

Y el código,

que es conjunto de signos, sonidos o imágenes

que contienen el mensaje.

En este caso, estamos utilizando la lengua española.

¿Quieres que enviemos un mensaje para practicar?

Imagínate que quieres montar una banda.

Puedes enviar un email a tus compañeros y compañeras.

O también puedo grabar un audio

y enviárselo al móvil de mis amigos y amigas.

Hola, estoy pensando en montar una banda de rock.

¿Te apuntas?

Otra manera sería ponerme en medio del patio del colegio

y empezar a hacer mímica.

Seguro que alguien te entiende y se apunta a tu banda de rock.

Si quisiera contarlo en la radio del cole, diría:

"Se busca talento para formar parte de la banda del cole.

Las personas interesadas, contactad con el profe de música".

Hemos usado el español como código para enviar el mensaje,

pero hay otro tipo de códigos como, por ejemplo, la lengua de signos.

Se ha popularizado una manera de pedir auxilio

sin correr ningún riesgo utilizando la lengua de signos.

¿Sabes cómo? Así.

Otro código muy popular es el morse,

que se inventó hace más de 150 años,

y consiste en la serie de rayas, puntos y espacios

que combinados entre sí forman palabras, números y otros símbolos.

¿Sabes cómo se pide auxilio en código morse,

es decir, SOS?

Pues escucha.

(Pitidos)

La comunicación es fundamental

para expresar nuestros sentimientos, necesidades e ideas.

Cuando nos comunicamos, mandamos un mensaje

a través de un canal determinado mediante un código.

¿Y si pruebas a escribir una carta a alguien

que hace mucho tiempo que no ves?

Seguro que te gustará mucho recibir una de vuelta.

¡Hasta pronto!

¡Ah! ¡Ayuda, James, Socorro!

¿Qué pasa, Nacho?

Que me están siguiendo, ¡ayuda!

¿Pero siguiendo? ¿Quién?

Pues no sé, no tiene foto de perfil.

Mira, uno de mis seguidores se llama Manzanita14972.

¿Lo conoces?

Nacho, no te están siguiendo de verdad.

Pero, oye, eres un poco pequeño para tener redes sociales.

¡Pero si tengo ocho años!

Ya, pero en esa edad el porcentaje de tener problemas es muy alto.

Ah, por eso no te preocupes, James.

Yo no soy de un porcentaje, soy un mapache.

(RÍE)

Por cierto, ¿qué era un porcentaje?

Un porcentaje es muy fácil. Miguel nos lo explica.

Sí, sí, sí.

Hola, matemaniacos y matemaniacas.

Sí, mami, te tengo que dejar. Un momento.

Espérame para cenar, ¿vale? Un abrazo, nos vemos.

¿Qué tal, matemaniacos y matemaniacas?

Mi madre me estaba diciendo que ha visto en las noticias

que el 65 % de las madres y los padres

piensan que las redes sociales son perjudiciales para sus hijos.

¿El 65 %?

¿Saben qué significa eso?

¿Qué es eso de los porcentajes?

Bueno, pues lo vamos a ver. ¿Se animan a verlo juntos?

Vamos a ver un ejemplo.

Si te digo que el 84 % de los jóvenes

utiliza mucho el móvil, ¿qué te estoy queriendo decir?

Pues que 84 de cada 100 jóvenes

utiliza mucho el móvil.

El porcentaje es una parte del total.

En este caso, 84 es la parte

y el total son 100.

Cualquier cosa la podemos dividir en 100 partes.

Por ejemplo, si digo el 25 % de algo,

¿qué quiero decir?

Pues digo que estoy cogiendo 25 de 100.

Lo podemos representar como 25 %

o 25/100.

Y también de forma más simple como 1/4.

¿Y por qué?

Lo podemos ver gráficamente.

25, 25, 25 y 25

equivale a los 100

Es como dividir los 100 entre cuatro.

Si cojo 25, estoy cogiendo una de cuatro.

Por eso, el 25 % equivale a lo mismo que decir 1/4.

¿Y si te digo el 50 %? ¿Qué quiero decir?

Bueno, aquí tenemos que pensar un poco más.

Vamos a verlo gráficamente.

50 % es lo mismo que decir 50 de 100.

Lo vemos en el dibujo. Vale.

Podemos ponerlo como 50 % o 50/100.

En su forma más simple sería una fracción que pondría 1/2.

¿Por qué? Si lo vemos gráficamente,

50 y 50 son dos mitades, dos mitades de las 100.

Hemos dividido en dos y cogemos una.

Entonces, si cogemos una, es uno de dos, 1/2.

Acabamos de ver cómo el 50 % equivale a un medio,

es decir a la mitad.

¿Y si te pregunto qué fracción representa el 75 %?

Bueno, aquí sí que hay que pensar.

La respuesta es 3/4.

Y dirán: ¿y por qué?

Pues el 75 % es 75 de 100,

como ven aquí representado.

¿Y si dividimos 100 entre cuatro partes?

Nos fijamos en que equivale a 25, 25, 25

y quedan 25 libres.

Es decir, estamos cogiendo el 75 %.

También estamos cogiendo tres de cuatro,

por eso es 3/4.

Vamos a resolver un problema. El enunciado dice así:

"El 25 % de los estudiantes de Sexto A son rubios.

En Sexto A hay 24 estudiantes.

¿Cuántos son rubios?"

Vamos a ver cómo lo resolvemos.

El 25 %.

El 25 % era como poner 25/100,

que equivalía a lo mismo que decir 1/4.

Recuerden que lo hemos visto antes.

Bien, ¿por qué? Por si el total, que es el 100 %,

lo dividimos entre cuatro, era como poner

25, 25, 25 y 25

Genial.

Vale, ¿el total cuántos son?

El total de estudiantes son 24 estudiantes,

que lo dividimos entre cuatro, entre cuatro porciones.

Genial, 24 entre cuatro con seis.

Ponemos seis en cada cuadradito.

¿Y cuántos cuadraditos vamos a coger?

1/4, pues cogemos uno. Es decir, seis.

Seis estudiantes son rubios.

Recuerda, un porcentaje se puede escribir como una fracción.

Siempre hace referencia a un total que representa el 100 %.

Nos vemos, hasta la próxima.

Oye, Conexa, ¿dónde está Nacho?

Estoy un poco preocupado.

Mis sensores detectan actividad mapacha cercana.

¡Eh! ¡Bajad la voz, hombre!

¡Que no son horas!

Pero Nacho, ¿qué hacías ahí abajo?

¿Pues qué voy a hacer?

Durmiendo, que es la hora.

La hora actual es las 15:00.

Ay, Nacho, ¿qué ha ocurrido? ¿No dormiste anoche?

Pues no. Estoy muy ocupado, James.

Necesito más seguidores en las redes sociales.

Mira, ya tengo 412 amigos.

Para una salud y un estado de ánimo óptimos,

se recomienda dormir ocho horas al día.

¡Hala! ¡Menuda pérdida de tiempo!

¡Si estoy estupendamente!

Solo me duele todo el cuerpo

y tengo ganas de llorar todo el rato.

Pero, aparte de eso, estoy genial.

Sabía que no era buena idea dejarte utilizar las redes sociales.

Vamos a escuchar a Katharine, que nos enseña hábitos saludables.

Atento.

Hello, everybody!

Hello, Mermaid.

Mermaid?

Hi, Katharine.

Mermaid, are you OK?

Let me help you. Sit up.

No, I'm not OK.

Well, you do look tired.

Maybe is something you ate.

I don't know, I'm very tired.

And I didn't sleep very much at all.

(YAWNS)

Well, Mermaid, you know it's very important

to sleep eight hours every night.

I know!

Maybe is time for us to remember healthy habits.

What do you think?

OK, but don't talk too loudly, please.

OK.

I'll talk quietly.

Healthy habits help us live better,

so we have fewer health problems.

For example,

every day I do some things that help me feel good.

Like, for instance?

I normally wake up early

and I feel good after eight hours sleep.

On the other hand, I feel worse

if I sleep less than that.

Oh, that's a great advice.

I love sleeping.

I always have a healthy breakfast,

with fruits, nuts, cereal,

sometimes a glass of milk and toast.

Oh, and muffins, and biscuits, and cookies and jam!

Oh, well, actually,

if I have a lot of sugar at breakfast

I feel worse and it makes my tummy hurt.

Also, sugar can provoke cavities in your teeth

and we don't want that.

Oh, no, that's right.

I also feel better when I brush my teeth

after every meal.

That's also a healthy habit.

You're right!

I also feel worse when I don't bush my teeth.

It's so important to clean the food from my mouth after eating

and so we don't get cavities.

And after having my breakfast and brushing my teeth,

I normally take the bus to school.

Bur sometimes I walk, and guess what,

I feel better when I walk to school.

That's beccuse walking is a healthy habit.

Yes, it is a healthy habit.

Just like practising any exercise.

In fact, after school

I like to play in the park

instead of staying at home and watching TV.

I feel better in the open air

But watching cartoon is fun, Katharine.

That's true.

And it's fine to watch TV from time to time.

And it's important to play outside as well.

Or you can stay at home and read a book too.

That's great.

I love to play with my friends at the park

and I also like to stay at home reading a book.

And at the end of the day,

I feel better when I go to bed early.

Yes, and you feel worse

when you stay up late at night watching TV,

like I did last night.

Oh, no, Mermaid.

Healthy habits help us have a better life.

I feel better when I play outside in the park with my friends.

Oh, poor Mermaid.

Why don't you have a nap right now?

She is already sleep.

Mermaid loves sleeping.

See you next time, everybody.

Bye bye.

Ya está, James. Acabo de borrar todos mis perfiles

en las redes sociales.

Muy bien, Nacho. ¿Cómo te sientes?

Pues tengo un poco de hambre.

Podría picar un poco de basura.

No, yo me refería a cómo te sientes ahora

que no tienes seguidores ni amigos virtuales.

Ah, pues bien.

La verdad es que no conocía a ninguno

y algunos decían cosas muy feas.

No eran mis amigos de verdad.

Claro, y eso nos puede confundir

y no saber las personas que tenemos en el círculo de confianza.

Mi círculo de confianza se compone de:

James, Nacho y mis queridos fabricantes.

Oh, qué bonito, Conexa.

Oye, acabo de tener una idea.

¡Yuju! ¡Sandía para todos!

No, Nacho, no me refería a eso.

Yo te estaba hablando es que Miguel nos va a enseñar

cómo hacer un círculo de confianza.

Ah, "mapachachi".

Pero luego hay sandía, ¿no, James?

James, venga, hombre.

A mí me lo puedes decir, que hay confianza.

(RÍE)

Vale, un poco de sandía. Pero antes, atento al vídeo.

¡Hola, matemaniacos y matemaniacas!

Miren qué fotos tan graciosas me acabo de encontrar.

Por suerte, solo las ha visto mi familia,

pero seguro que ustedes también tienen fotos muy graciosas

que las han visto sus tíos, sus primos y algunos amigos.

Pero imagínense que pongo una fotos de esas

en grande en la entrada del colegio.

Les daría mucha vergüenza, ¿verdad?

Porque la verían personas que conocen y otra que no.

Muchas personas hacen esto en Internet.

Publican fotos o cuentan cosas sin saber

quién lo puede ver y quién no.

Debemos cuidar la información

y las imágenes que compartimos en la red.

Debemos cuidar nuestra privacidad.

¿Sabéis lo que es?

La privacidad es algo íntimo, privado,

aquello que solo queremos que conozca

nuestras personas más cercanas, nuestras personas de confianza.

Mira, yo aquellas cosas que me dan vergüenza

solo se las cuento a mis padres,

porque confío en ellos y me da mucha seguridad.

Y, si tengo un secreto, ¿a quién se lo cuento?

A mi mejor amiga,

porque sé que no va a ir contándolo por ahí.

Son mi círculo de confianza.

¿Sabes cuál es tu círculo de confianza?

Se me ha ocurrido una idea.

Vamos a identificar a nuestras personas de confianza.

Ya tenemos reto.

(Música)

Tú, yo, tus padres, tu familia, tus amigos, tus vecinos...

Todo el mundo tiene su propio círculo de confianza.

¿Te animas a hacer el tuyo?

Para este reto, vamos a necesitar lo siguiente:

Vamos a necesitar rotuladores, un lápiz, pegamento,

tijeras, cartulinas de colores, folios

y algo superimportante: nuestra foto.

Una foto nuestra recortada de forma circular,

porque vamos a necesitar seis círculos concéntricos,

de distintos tamaños que vamos a ir pegando desde el centro.

No hace falta que lo círculos queden perfectos,

pero sí deben tener diferentes tamaños.

Como ven, tengo todos mis círculos preparados.

En el centro me he puesto a mí,

que es el círculo más pequeño.

Después he ido poniendo los siguientes.

Como ven, son concéntricos

y aquellos que están más cercanos a mí

son los círculos de mayo confianza,

de mayor a menor.

Para saber cuál es mi círculo de confianza completo,

he hecho un listado de personas que conozco.

He ido agrupándolas.

En primer lugar, he pensado en aquellas personas

más cercanas a mí hasta las personas menos cercanas.

Por ejemplo, mi familia: mi padre, mi madre, mi hermana.

Después, otra familia pero menos cercana,

como mis tíos, mis primos, mis abuelos...

También mi amigos, que son los mejores.

Arquímedes, Hipatia, Pitágoras...

También mis compañeros de trabajo.

Aquí tengo a Orilo, a Juan Carlos, a Arlequina...

Y también a las personas que conozco,

pero que no son mis amigos,

como el portero, la vecina, el frutero de enfrente...

Y ahora, ¿cómo los voy a ir colocando?

Ya hemos dicho que hay círculos más cercanos a mí,

son los círculos de mayor confianza.

Por ejemplo, mi familia cercana

son las personas en las que más confío,

en las que más tengo seguridad.

Por ejemplo, si me pongo malo, son las personas a las que acudiré.

Por eso, los coloco aquí.

Mi padre, mi madre y mi hermana.

Después, también es cercana

aquellas personas que es mi familia

pero no tan, tan... como mis padres.

Mis tíos, mis primos y mis abuelos.

A esas personas les puedo confiar un secreto.

Por ejemplo, puedo acudir a ella cuando haga falta.

Por eso también tienen confianza. Bien.

Ya hemos establecido los círculos de mucha confianza.

Aquellos en los que más confío y me dan mucha seguridad.

Pero vamos a establecer ahora el círculo de confianza media,

es decir, son, por ejemplo, mis amigos:

Arquímedes, Hipatia y Pitágoras.

En ellos confío, claro que sí.

Les puedo contar un secreto y también pedirles ayuda.

Pero no son de tanta confianza como mi familia más cercana.

Ahora viene el círculo de poca confianza.

Son aquellas personas con las que hablas mucho,

te lo pasas bien, pero no les contarías un secreto.

Por ejemplo, tus compañeros de trabajo.

Orilo por aquí,

Juan Carlos y Arlequina, genial.

Ahora viene el círculo de muy poca confianza.

Son aquellas personas a las que has hablado alguna vez,

pero de cosas poco importantes.

Por ejemplo, el portero, la vecina o el frutero.

Todas las personas que quedan fuera de estos círculos,

son completamente desconocidos.

Ahora te toca a ti.

Tienes que recortar los círculos

y hacer tu listado de personas que conoces.

Recuerda, muy importante poner tu foto en el medio.

Así sabrás cuáles son las personas

que ocupan tu círculo de confianza más cercano,

que son aquellas con las que puedes compartir información personal.

Es muy importante cuidar tu privacidad.

Hasta la próxima, nos vemos.

Ah, James.

Qué bien se está sin preocuparme todo el rato

de mis redes sociales.

¿Verdad que sí, Nacho?

Sí, las redes sociales pueden estar muy bien,

pero hay que tener cuidado.

Si ya te lo dije yo al principio.

Y si algo he aprendido de esto ha sido que...

Espera, ¿y ese ruido?

Pero escúchame, James. Al final, la lección más importante

es que todas las redes sociales del mundo no importan

si no estás cerca de tus amigos de verdad.

Eso que has dicho está muy bien, ¿pero de dónde viene ese sonido?

Por eso he inventado mi propia red social,

totalmente mejorada.

Se llama Mapachegram, y solo la pueden usar mapaches.

-¿Cómo? -Y alguna que otra mofeta,

Pero no te preocupes, James, no es una red social.

Es una red animal.

O sea, que ese ruido es tuyo.

Un momento, un momento.

Me acaba de llegar un mensaje que dice

que empieza "Está mapachando".

¡Corre, que nos lo perdemos! ¡Vamos, James1

Pero, Nacho, ¿dónde vas?

(Música)

Bienvenidos y bienvenidas a "Está mapachando",

el noticiero mapache que da las noticias "pache lo que pache".

¡Buenas noticias!

El mapache más social del mundo, presenta este programa.

Malas noticias, hay otro presentador,

pero no es un mapache, es James van der Lust.

Hola, Nacho. Menos mal que no soy un mapache.

Si no, esto sería...

¡Una mapachada! (RÍE)

¡Buenas noticias!

Animales de todo el mundo aprenden a usar las redes sociales.

Este gatete tan simpático es un buen amigo mío.

Me ha pedido ayuda para elegir su foto de perfil.

¿Qué "selfie" os gusta más?

(RÍE)

A mí esta. No, esta mejor.

¡O esta!

Ay, todas son buenísimas.

"Mapachonan" los "selfies".

Oye, hablando de selfies y animales, vamos a ver uno de los "selfies"

más famosos y curiosos de la historia.

Se produjo sin querer cuando el fotógrafo de animales

David Slater dejó desatendida su cámara un rato

cerca de unos macacos de Indonesia.

Los monos, por pura curiosidad, comenzaron a toquetear la cámara

y accidentalmente sacaron estas dos icónicas fotografías.

Parecen totalmente hechas a propósito.

Ah, la verdad es que salen bastante monos.

(RÍE)

Qué gracioso, Nacho.

Por cierto, James, ¿cuál es tu foto de perfil?

¿Yo? Yo no tengo foto de perfil.

¿Cómo? ¡Eso no puede ser!

Te voy a ayudar a hacerte un "selfie" en condiciones.

Ahora mismo, ya verás.

A ver, James, estás muy lejos.

Acércate un poco, hombre.

-¿Qué? -Que estás muy lejos.

Acércate.

Ay, me acerco un poco, que estoy lejos y no te oigo.

Huy, ahora estás demasiado cerca.

Vete un poco para atrás.

Casi, casi, casi.

Pero muévete un poco para el lado.

Hacia un lado, ¿así?

Un poco más.

Así, perfecto.

Ahora sonríe un poco y mira a un lado,

que para algo es una foto de perfil.

(RÍE)

Vale.

Tres, dos, uno y...

A ver...

Huy, Nacho, pero si casi solo sales tú en la foto

y yo salgo borroso y muy lejos.

Pues qué quieres que te diga, James.

Sales mucho más guapo que de costumbre.

(RÍE)

Luego te la paso

para que te la pongas de foto de perfil.

(SUSPIRA) Bueno, claners, hasta aquí el programa de hoy.

Recordad que la red social más importante

es la de la familia y los amigos.

Cuidadla mucho.

¡Hasta pronto!

(Música)