(Alarma)

(Música)

Hola, claners. ¿Preparados para aprender?

-Hola, James. Tengo una misión para ti.

De nada. -¿Cómo?

-Tengo que hacer un teatro musical en el Mapachecole

y todavía no he empezado.

Yo soy el protagonista.

A ver qué se te ocurre.

Sácame guapo, ¿eh?

-Nacho, ¿pero tú sabes lo difícil que es eso?

-Por eso te lo pido a ti, querido James,

para que te sientas parte de mi equipo.

-Eso estaría mal, tienes que hacerlo tú.

-Es que llevo pensando diez minutos y no se me ocurre nada.

-Si quieres, lo haces tú, pero con mi supervisión.

-¿Supervisión?

¿Tienes superpoderes?

-No, me refiero a que lo haces tú y yo te corrijo.

-¡Eso es trabajo doble!

Con que lo haga tú es suficiente.

-Será mejor que le pidamos ayuda a Álex.

-Hola, deportistas.

Te preguntarás qué hago con esta guitarra.

Pues es que estamos haciendo

una obra de teatro musical en el cole,

el cantante se ha puesto malo ¡y tengo que sustituirlo!

Pero no me sé la letra

y solo tengo tres minutos para aprenderme una

antes de salir a cantar.

¿Me ayudas?

Pues tenemos un complicado reto y muy poco tiempo.

(Música)

Al menos creo que recuerdo la melodía de la canción,

que era algo así.

(TARAREA)

Y sé que la historia gira en torno a Madrid.

Algo muy representativo de Madrid

o algo que le gusta a todo el mundo en Madrid.

O algo así.

¿Qué podría ser?

# El triángulo de los museos... #

No.

# El bocadillo de calamares... #

No.

# La playa de Madrid. #

¡Eso!

Es verdad.

En Madrid no hay playa.

Pero se me está acabando el tiempo y no puedo empezar de cero.

¿Qué podría decir la canción en la primera parte

del estribillo?

# Aquí no hay playa, # aquí no hay play... #

No, no, no.

Eso no.

# ¿De qué playa me estás hablando? #

Tampoco, claramente no.

# ¿Dónde está, dónde está, # dónde diantres está

# la playa de Madrid? #

Y podemos seguir así,

porque el estribillo repite la música.

Solo habría que cambiar la letra.

¿Qué otra frase de la misma extensión

que "dónde está" y con un significado parecido

podríamos usar?

¿Qué se te ocurre?

Esa creo que nos puede valer.

# No está ahí, no está ahí, # no está ahí, no está ahí

# la playa de Madrid. #

¡Espera, espera, espera!

Voy a cambiarlo para que no quede tan repetitivo.

Fíjate.

¡Guau, lo hemos logrado!

¡Y en tiempo récord!

Pero ya teníamos la música y el tema de nuestra letra.

Imagina cuánto trabajo necesita una obra completa:

escribir el libreto de la historia,

la música y la letra de las canciones,

representarla en un escenario, bailar...

Es un esfuerzo colectivo en el que confluye

el talento de personas especializadas

en literatura, música, danza...

e incluso la pintura y la arquitectura de los escenarios.

Seguro que en alguna de estas facetas

encuentras tu vocación

o descubres algo que se te da tan bien

como poner letra a esta música.

-¡Álex, corre, que sales!

-Te dejo, que tengo que salir a cantar.

Muchas gracias por tu ayuda, seguro que sale genial.

¡Hasta la próxima!

(Música)

-¿Lo ves, Nacho? Puedes empezar rimando.

-Vale, alquila un barco y vamos a la playa.

-¿Para qué? -Para remar.

-Yo no he dicho remar, he dicho rimar, Nacho.

Sabes lo que es, ¿verdad? -¿Quién no sabe lo que es rimar?

-¿Tú? -Bueno, sí, pero aparte de mí.

-Mira, Nacho, las canciones y las poesías riman

porque las palabras que hay al final de los versos suenan igual.

-¿Los versos? No te estoy pillando.

-Los versos, ya sabes, las líneas de las estrofas.

Mira, Miguel Ángel nos ayuda.

-"Poderoso caballero es don dinero".

Hola, matemaniacos y matemaniacas.

¡Vaya poemas escribe Quevedo!

Resulta que hoy estoy haciendo de juez matemático,

porque Quevedo y Góngora están compitiendo

a ver quién escribes más versos y yo los estoy contando.

¿Te animas a ayudarme?

El primer poema de Quevedo tiene 15 versos

y el segundo tiene 17.

Así que vamos a apuntarlo aquí para contarlo.

¿Y cómo resuelvo yo esta operación?

Les voy a decir una estrategia para sumar fácilmente.

Lo que hago yo es completar la decena más próxima.

Completar la decena es, por ejemplo, 1 + 9 o 3 + 7,

para llegar a completar la decena.

Bien, vamos a fijarnos en el ejemplo.

Tengo aquí 15, me tengo que fijar en las unidades,

que sería el 5.

¿Cuánto me falta para llegar a la decena más próxima,

para llegar a 20?

Claro que sí, me falta un 5.

Así que haría...

Genial, así ya completo la decena.

¿Y qué pasa? Que tengo que seguir la suma.

Esos cinco que ya he sumado

se lo tengo que quitar al número siguiente,

es decir, al 17.

Me fijo en las unidades, en el 7.

Ya le he quitado 5, entonces me quería 2.

Tendría un + 12.

Vamos a resolverla.

Sería: 15 + 5, completando la decena, sería 20

y, después, + 12, que sería igual que... ¿a qué?

Pues 20 + 12 = 32. Genial.

Pues me han llegado dos poemas de Góngora

a través de una paloma mensajera.

Voy a leerles algunos versos.

Dice: "Oh, excelso muro,

oh, torres coronadas de honor, de majestad, de gallardía".

¡Vaya poemas escribe Góngora!

Resulta que el primero de ellos tiene 17 versos

y el segundo tiene 18.

Vamos a apuntarlo por aquí.

Sería 17 + 18.

¿Eso a qué es igual?

Vamos a usar la misma estrategia que antes.

Vamos a completar la decena más próxima.

Para eso tenemos que fijarnos en el primer número, en el 17,

y completar las unidades.

Si es 7, ¿cuántas unidades faltan para llegar a la decena más próxima?

En este caso, faltarían ¿qué? Faltaría 3.

17 + 3 = 20.

Vale, lo apuntamos por aquí.

17 + 3.

¿Y ahora qué pasa?

Ahora tenemos que seguir completando la operación.

Si hemos sumado ya 3,

eso quiere decir que se lo hemos quitado a las unidades

del siguiente número, del 18.

Entonces, al 8 le hemos quitado 3.

Nos quedan ¿qué? Nos quedan 5.

Nos quedaría un 15.

17 + 3 + 15.

¿Eso a qué sería igual?

17 + 3 dijimos que era 20.

Completamos la decena más próxima.

Después le sumamos lo que queda, que sería 15.,

Estupendo. ¿Y eso cuánto es?

20 + 15 = 35.

¡Huy, huy, huy!

Creo que Góngora le va ganando a Quevedo.

Vemos aquí el resultado de la competición.

Góngora tiene 35 versos y Quevedo tiene 32.

Por tanto, como 35 es mayor que 32,

Góngora va ganando.

Recuerden, hemos utilizado

una estrategia para sumar fácilmente.

Lo que hacemos es completar las unidades para llegar

a la decena más próxima.

Bueno, me han llegado más poemas, así que yo me quedo contando

y sigue la competición.

Hasta la próxima, matemaniacos y matemaniacas.

(Música)

-Ahora ya sé de qué hablas.

Yo para esto tengo muchas tablas.

-Guau, le estás pillando el truquillo.

-Claro que sí. Porque soy muy listillo.

-Al final te vas a convertir en un poeta.

-Porque tengo todos los dones de este planeta.

-Ahora tienes que juntar todos los versos

y hacer una canción.

-Primero dame un masaje, que esto cansa mogollón.

-No te despistes, que tienes que hacer todo un musical.

-Un poco de basura y sandía no me vendrían mal.

-Al final vas a hacer más versos que en el Siglo de Oro.

-Si quieres un papel, te meto en el coro.

-Si tanto te gusta escribir versos,

me parece conveniente escuchar a Juan Carlos,

que nos habla de Góngora y Quevedo.

-Esos dos poetas son mis compañeros,

aunque yo remo con más salero.

-Tengan buen día vuestras mercedes.

Por el honor de la lengua del Siglo de Oro español

me presento como uno de los escritores más conocidos.

Soy Francisco de Quevedo,

nacido en Madrid en 1580.

Estoy aquí para servirles.

Entre mis obras más conocidas se encuentra "La vida del Buscón",

una novela picaresca basada en la vida de un buscavidas.

Siempre me ha gustado mucho

caricaturizar lo que pasaba en mis tiempos,

exagerándolo todo mucho en tono de humor,

hasta las cosas más terribles, en tono de sátira.

Te voy a leer uno de los poemas que escribí.

¿Has visto cómo te cuento que no se debe esconder la verdad?

Es amarga, como la hiel,

una secreción del cuerpo que es amarguísima.

Si la verdad se esconde, se llena de amargura el alma.

Mira, eso es lo que me pasaba

con mi contemporánea, Luis de Góngora.

Yo decía lo que pensaba de él.

Era un buen escritor, de Córdoba,

pero me gustaba mucho buscarle las cosquillas

porque siempre presumía de su talento.

Ambos vivíamos en el barrio de Las Letras de Madrid,

aunque nos conocimos en la corte de Valladolid.

Una vez le escribí un poema titulado:

"Contra Luis de Góngora".

Claro, me las busqué. Te leo.

Como puedes entender, a Luis de Góngora no le gustó

y me contestó escribiendo:

Vamos, que vino a decirme que me ocupara de mi poesía,

que no era buena y que lo dejara en paz.

Pero yo no paré

y desde ese momento entramos en un duelo literario.

Por caricaturizar su nariz, escribí:

Y él respondió refiriéndose a mi cojera,

nunca mejor dicho:

"Que ya que vuestros pies son de elegía."

¿Te lo puedes creer? ¡Te lo puedes creer!

Comparó mis pies con una elegía,

que es una poesía de despedida y tristeza.

¡Menudas ocurrencias tenía este Góngora!

Nos convertimos en dos cómicos de la lengua.

La gente iba corriendo a comprar las revistas

para ver qué barbaridad nos decíamos.

Era como una batalla de gallos, sí,

los raperos de la actualidad.

Solo nos faltó coger dos micrófonos y salir por las calles de Madrid

recitando nuestros versos como dos grandes rivales.

A ver, también te cuento que había mucho de pose.

Me gustaba esta especie de reto literario

en el que nos divertíamos con las cosas que nos decíamos,

porque en el fondo respetábamos nuestro trabajo,

como debe ser.

Al final, los dos hemos pasado a la historia

como dos de los grandes escritores del Siglo de Oro

y por nuestros poemas cargados de humor.

Así que tengamos la fiesta en paz, que esos tiempos ya pasaron,

y te recomiendo leer los poemas de mi colega Góngora

y los de un servidor, Francisco de Quevedo.

Nos vemos en el maravilloso mundo de los libros.

(Música)

-¡Qué ilusión, James!

Voy a estrenar mi obra en Madrid.

-Qué bien, allí hay muchos musicales.

-Por eso. Ya veo mi nombre con bombillas de colores.

-Nacho, ¿sabes cómo se les llama también a los de Madrid?

-Claro, madrileños.

-Sí, y también gatos.

(RÍE) -Qué guasa tienes, James.

-Que no, que es verdad.

-¿Entonces los madrileños tienen siete vidas?

-No, Nacho.

-¿Y andan a gatas? -Tampoco.

-Los madrileños no serán muy curiosos, ¿verdad?

-¿Por qué?

-Porque la curiosidad mató al gato. (RÍE)

-Nacho, dime, ¿cuándo vas a estrenar?

-El mes que viene. Te dejaré unas invitaciones

para verme brillar en la ciudad de los mininos.

-Mininos no, Nacho, gatos. Delia nos explica por qué.

-Miau, niños y niñas.

Soy la gata Valentina

y hoy he decidido venir yo a la tele

porque vamos a hablar de un tema que me "requetemiauencanta",

sobre nosotros y nosotras, los gatos y las gatas,

es decir, los madrileños y las madrileñas.

¿Sabes por qué a los madrileños se les llama "gatos"?

El origen está en una leyenda

que cuenta que hace mil años, durante la Reconquista,

un valeroso soldado trepó la muralla que reodeaba Madrid

con tan solo un puñal.

Parecía un gato escalando.

Cuando llegó arriba cambió la bandera mora

por la bandera cristiana,

y eso permitió la Reconquista de Madrid.

Desde entonces, a todas las personas que nacen en Madrid

se les llama gatos y gatas.

Igual tú eres un gato como yo

y ni siquiera te habías dado cuenta.

Madrid es una comunidad autónoma que está

justo en el centro de la Península Ibérica,

entre Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Y tiene una única provincia.

¿Sabes cuál es la capital del Reino de España?

Claro, es Madrid.

Porque aquí viven y trabajan el rey,

el presidente y sus ministros,

y además está el Congreso de los Diputados

y el Senado, donde se ejerce la democracia

y se toman decisiones muy importantes para el país.

Además, como Madrid es la capital de España,

muchos ciudadanos de otros pueblos

vienen a vivir y a trabajar a Madrid

y Madrid los acoge a todos con los brazos abiertos.

¿Has oído eso de que todos los caminos llevan a Roma?

Pues en España todos los caminos llevan a Madrid,

porque aquí empiezan y terminan

las grandes carreteras nacionales.

Por eso está el kilómetro O,

que es el punto desde el cual se empiezan a contar

los kilómetros de las carreteras.

Precisamente por ser cruce de caminos

antiguamente se accedía a Madrid por distintas puertas.

Había cinco puertas reales:

la de Toledo,

la Puerta de Hierro, la Real,

la de San Vicente y la más importante,

la Puerta de Alcalá,

por la que entraban los viajeros que venían

de Aragón o de Francia.

¡Qué tarde se ha hecho!

(RESOPLA) Tengo que volver a casa,

que mi dueña me estará buscando y no quiero preocuparla.

Pero antes vamos a hacer una repaso de todo lo que hemos aprendido.

Y aquí viven y trabajan

el rey, el presidente del Gobierno y los ministros.

En Madrid está el Congreso y el Senado,

lugares donde se ejerce la democracia.

Antiguamente, a Madrid se accedía por puertas reales.

La más famosa es la Puerta de Alcalá.

Ya otro día te cuento más cosas, ¿vale?, que hoy no me da tiempo.

"Requetemiau", me vuelvo a casa.

Hasta otro día, niños y niñas.

(Música)

-Bueno, Nacho, cuéntame. ¿De qué va la obra?

-Soy un supermapachehéroe

que ayuda a la humanidad con su bici.

-¿Con una bicicleta? -sí, una bicicleta supersónica.

-Oye, qué original.

-Ahora mismo está en una misión en Madrid

ayudando a sus amigos los gatos.

-Muy interesante.

-Estoy yendo todos los días al "mapachegimnasio"

para ponerme más fuerte todavía.

-Oye, podría estrenar en los puertos de Madrid.

(RÍE)

-En Madrid no hay playa, James.

-Ya lo sé, me refiero a los puertos de Montaña.

Orilo y Arlequina nos cuentan sobre ellos.

-Ay, Arlequina, no puedo, no puedo más.

-¡Vamos, Orilo! ¡Un poco más!

¡Que se escapa el pelotón, venga!

¡Va, va! ¿Quieres un poco de agua?

-No, mejor un bocata.

-¿Pero un bocata ahora, Orilo?

Estamos en la Vuelta Ciclista a España.

Nos hemos apuntado como observadores científicos

porque queremos hacer una estudio sobre la Sierra de Madrid.

-Por eso estamos con nuestras bicicletas

en estos momentos subiendo los puertos

del Parque Nacional del Guadarrama.

-Sí, ya hemos subido dos muy importantes:

Puerto de Canancia y el de la Morcuera.

En nada, Orilo, vamos a llegar a Navacerrada

y a Cotos, que están en medio del Parque Nacional.

(Música)

Venga, venga, sigue.

Que en nada nos llega una bajada.

-¡Oh!

(Música)

-Venga, Arlequina, que ya estamos subiendo

el Puerto de Navacerrada.

Es una zona muy visitada por las gentes de Madrid

porque está muy cerquita de la ciudad

y porque en ella podemos observar, mira, mira, mira,

un ecosistema extraordinario:

el bosque mediterráneo de alta montaña.

Se diferencia del bosque mediterráneo tradicional

en que aquí hace muchísimo más frío en invierno.

Bueno, bueno, ¿veis esas cumbres?

¡Están nevadas varios meses al año!

(Música)

-¿Sabes que el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama

debe su nombre al río Guadarrama,

que atraviesa toda la sierra?

Y, como muchos ríos,

el nombre proviene del árabe,

y significa "río del arenal".

-La Sierra del Guadarrama

pertenece al Sistema Montañoso central,

una columna de montañas que atraviesa la meseta

y que además hace de frontera entre Madrid y Castilla y León.

(Música)

-Vamos, vamos, Arlequina, que estamos llegando

al final del puerto de Cotos,

uno de los más bonitos de todo el parque.

(Música)

¿Sabes qué, Arlequina? Que yo me bajo aquí.

(TARTAMUDEA) -Pero, Orilo, ¿ya te...?

¿Tan cansado estás? A ver, que te tomo el pulso.

-¡Huy, sí, lo tienes disparado!

Nos bajamos aquí, tienes que descansar.

-Además, Arlequina, desde el Puerto de Cotos

se puede subir a la laguna

del antiguo glaciar de Peñalara

y, desde ahí, subir hasta el pico de Peñalara,

que es el más alto de la región,

con 2.400 metros.

-¡Guau! Mira, desde aquí podemos observar

bosques muy frondosos.

Y, a medida que ganamos altura,

podemos observar el cambio en la vegetación

a zonas con menos bosques, típicas de la alta montaña.

-Y es que, a medida que ganamos altura,

las condiciones de humedad, de temperatura y de tipo de terreno

van cambiando y por eso varía la vegetación.

A los pinos les gusta una serie de condiciones

que con la altitud desaparecen

y por eso ya no crecen en la alta montaña.

-Eso es. Y aquí, en las cumbres,

también podemos observar un montón de fauna, mira.

Que son aves migratorias

que vienen a pasar aquí el verano.

-Arlequina, ¿vamos con el repaso? -¡Claro!

-Arlequina, yo ya me encuentro mucho más descansado.

¿Seguimos pedaleando? -¡Claro que sí, Orilo!

Nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.

-¡Adiós!

-¡Tira, tira!

(Música)

(TARAREA)

-¡Ya lo tengo todo listo, James!

-Muy bien, Nacho. ¿Sabes qué?

Estoy muy orgulloso de ti.

-Normal, voy a ser la sensación musical del año.

-Bueno, espera, primero tienes que ensayar muchísimo.

-James, a lo mejor tengo que contratarte de guardaespaldas.

Mis "mapachafans" no se podrán contener.

-Nacho, primero tienes que estrenar la obra,

no puedes tener un club de fans.

-Ya lo tengo, tengo presidenta y todo.

¿Qué pasa?

Es mi prima Concha Mapacha.

-Ay, Nacho, luego hablamos de eso. Primero, el informativo.

-¡Vamos a ello!

¡"Está mapachando"!

(Música)

Bienvenidos a "Está mapachando",

el noticiero mapache que da las noticias "pache lo que pache".

El protagonista de musicales Nacho Mapacho

presenta este programa con su guardaespadas James.

Hola, James.

Sorpréndenos con alguna noticia.

-Hola, Nacho. Si quieres aprender

y divertirte muchísimo, puede hacer como estos alumnos

de Tercero y Cuarto de Primaria del colegio Varia, en Logroño,

que en clase de educación artística han presentado

su obra de teatro musical "Alicia en el País de las Maravillas",

basado en los libros de Lewis Carroll.

Animaos y montad un musical para fin de curso este año.

-¿Te das cuenta de que soy un influencer?

Hago teatro musical y ya todo el mundo se apunta.

-Sí, Nacho, desde luego eres todo un referente.

-Lo sé, por eso se han presentado animales de todo el mundo

para participar en mi obra de teatro musical.

Aquí podemos ver a uno de los participantes.

Este gran artista llamado Perrogelio

vino desde muy lejos para presentarse a la prueba.

Antes de estrenar la noticia de mi obra

ya está dando la vuelta al mundo.

Querido James, ve acostumbrándote a mi inmensa fama,

porque soy imparable.

-Nacho, ¿sabías que en España tenemos

nuestro propio teatro musical?

Se llama zarzuela y surgió en Madrid en el siglo XVII.

Esta compañía se llama Zarzuguiñol,

y crea espectáculos divertidos, educativos y culturales.

Es un divertido teatro familiar que tiene como objetivo

acercar la zarzuela a los niños, mezclando la zarzuela con guiñoles.

En este caso, están interpretando "El sueño de Cervantes".

-James, el próximo espectáculo que haga lo haré con títeres.

¿Cómo será un muñeco con mi cara?

-Nacho, creo que me puedo hacer una idea.

-Oh, James, me acaban de avisar de que tengo

una legión de fans en la puerta

que quieren que les firme autógrafos.

Estos simpáticos "mapachafans"

llevan todo el programa fuera esperando a que salga.

Están esperando para hacerse una foto conmigo

y colgarla en las redes sociales.

Es lo que tiene hacer todo bien, James.

Aunque quiera evitarlo, todo me sale perfecto.

-Nacho, tienes el don de que todo te salga bien

y el de la palestra.

-Ese don es el que más me representa.

Bueno, James, voy a dejar que mis seguidores

se fotografíen conmigo. Adiós.

Bueno, claners, hasta aquí el programa de hoy.

Recordad que hay que ir al teatro y también hay que hacerlo.

Hasta pronto.

(Música)

(Música)

¡Olé!

¡Pero qué arte que tengo!

¡Vamo' que nos vamo'!

# El flamenco es # una música muy famosa

# y también un pájaro

# de colores rosas.

# Con él puedes expresar

# todo tipo de sentimientos.

# Cantar, bailar, tocar,

# estés triste o contento.

# Soy un mapache flamenco

# y vengo a expresarte

# todo lo que siento

# con este arte que tengo.

# El flamenco vuela

# buscando el calorcito

# con esas patas largas

# y ese pedazo de pico.

# Hoy he aprendido

# dos cosas importantes:

# el flamenco es muy bonito,

# el pájaro y el arte.

# Ay...

# Ay...

# Ay... #

Ay, que el flamenco se ha ido.

¡Ay!

(Música)

Sí, sí, probando.

Probando.

A ver si os sabéis este.

¿Por qué va siempre tan feliz la escoba?

Porque va... barriendo.

Barriendo.

Va riendo.

¿Lo pilláis?

(Risas)

¿Sabéis por qué a los elefantes no les gusta usar el ordenador?

¿Nadie?

Porque les da miedo el ratón.

(RÍE)

¿Qué es eso?

¡Un ratón! ¡Ay!

(Risas)

El otro día subo al bus y le pregunto al conductor:

"Oye, ¿cuánto cuesta el bus?",

y me dice: "Un euro".

Y yo le digo:

"¡Que se baje todo el mundo, que me lo quedo!".

(Risas)