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Para todos los públicos El cuerpo humano
Transcripción completa

(Música)

Hola, "clanners".

Bienvenidos y bienvenidas a "Aprendemos en Clan".

-James, ¿seguimos con el juego?

-Venga, hecho. Me toca tirar a mí.

Un 2. Un, dos. Mira, me toca comerte.

-No es justo. -Nacho,

aún queda mucha partida y me puedes ganar.

Venga, cuento 20.

-¿20? Pero ¿no eran 15?

-Bueno, vale, cuento 15.

Listo. Vale, te toca tirar a ti. Tiro por.

-Vale. -Un 2.

Mira, un, dos. Ahora te toca a ti comerme a mí.

-Me encanta este juego.

Voy a contar 30.

-Espera, espera, espera. ¿No eran 15?

-Sí, 15 para ti. Pero yo que soy más pequeño,

para mí son 30.

-Nacho, las normas tienen que ser las mismas para todo el mundo.

-En mi casa jugamos así.

-Nacho, las normas son para limitar al jugador.

-Ya, pero es que a mí no me gusta que me limiten.

-Venga, establezcamos una norma.

Si tú cuentas 20, yo cuento 20. -No me gusta.

-Nacho, es parte del juego.

Además, como más juegas, tomas mejores decisiones.

-Yo no quiero tomar mejores decisiones,

yo quiero ganar.

-Nacho, pero si quieres ganar, no puedes hacer trampas.

Eso es engañar.

-Pero ¿tú siempre tienes palabras para todo?

-Yo no, pero Álex, sí.

Mira, nos cuenta sobre las reglas del juego.

Este es el tiro decisivo. Viene una finta.

Tres, dos, uno...

Lanzamiento y "calcetincesta".

Hola, superatletas.

¿Has visto qué juego tan divertido me he inventado?

¿Te apetece probar el "calcetincesto"?

Solo necesitas unos calcetines y un cubo que esté vacío.

Este juego se parece al baloncesto.

¿Sabes cómo se inventó el baloncesto?

Un profesor de Educación Física llamado Naismith

mandó colgar unas cestas de melocotones en su gimnasio.

Hacía tanto frío en invierno en su ciudad,

que era imposible practicar deportes al aire libre.

Bueno, esa fue la primera idea.

En realidad, hace falta algo más que una cesta de melocotones

para inventar un deporte.

¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que no puede faltar?

Eso es.

Cada deporte o juego tiene sus propias reglas

y cada participante tiene el deber de conocerlas para poder jugar.

De hecho, las reglas del "calcetincesto"

son muy sencillas.

Se debe lanzar y encestar con las manos.

Se debe lanzar desde una distancia de dos metros

marcada por una línea.

Y cada participante tiene cinco intentos.

¿Te imaginas cómo serían los deportes,

los juegos sin reglas?

Una persona tratando de encestar una silla,

un aro que está a tres metros de altura.

Imposible, ¿no?

O meter un gol con las manos o jugar al tenis sin líneas.

Sin esas reglas no serían baloncesto,

fútbol o tenis.

No se podrían organizar competiciones

porque no habría un orden y un reglamento a seguir.

Las reglas ponen a todos los jugadores

en el mismo círculo mágico del juego.

El círculo mágico puede ser una rayuela pintada con tiza,

una piscina de natación olímpica o un campo de fútbol.

Los que participan en el juego se enfrentan a las mismas reglas

y condiciones.

Esto convierte el juego en un reto,

haciéndolo más divertido y teniendo que trazar estrategias.

Por ejemplo, en la carrera de vallas los atletas

tienen que correr a la máxima velocidad posible,

eso sí, saltando los obstáculos

y teniendo que seguir unos carriles trazados por líneas.

Toca entrenar el salto con una buena técnica

para no caerse.

Vamos allá.

Cuidado, que te estoy viendo.

No pises la línea al saltar.

(Aplausos)

Y hablando de normas,

¿quién se encarga de usar un silbato como este

y ayuda a que todos y todas respetemos el reglamento?

Así es.

Hay que respetar las decisiones del árbitro,

ya que se encarga de que todos los participantes sigan las normas

y sea un juego justo.

Además, es mucho más divertido tener una estrategia

siguiendo el reglamento

que intentar conseguir el objetivo del deporte mediante trampas.

Anímate a inventar algunos juegos y deportes con sus reglas

y, por supuesto, a seguirlas para divertirte con los demás.

Recuerda que para que un juego o deporte sea divertido y justo,

hay que respetar sus reglas, a los demás participantes

y al árbitro.

No lo olvides, juega limpio.

Yo voy a seguir entrenando.

Hasta la vista, superatletas.

James, trae otro juego. -Vale.

¿Qué quieres? La oca, las cartas, el "Veo, veo"...

-Vamos a jugar a la pelota, tráela. -Vale. Voy.

Espera. ¿Por qué yo?

-Bueno, si quieres, jugamos a otra cosa.

-¿Qué tal las cartas?

-Vale, ve a buscarlas.

-Nacho, eres un mandón, todo el rato hablas en imperativo.

-Es que soy emperador.

-No tienes ni idea de lo que es el imperativo.

-Uy, lo que me has dicho.

Pero no, ni "mapachulera" idea.

Pues escuchemos a Juan Carlos

que nos explica cómo utilizar el imperativo.

-Vale, pon el vídeo.

Te lo ordena tu emperador.

Saltad.

Eso es.

Haced la voltereta.

Bien.

Perfecto.

Hola, superlingüistas.

Me habéis pillado aquí con una nueva actividad.

Estoy con mis amigas que me tienen loco de contento.

¿Quieres que te las presente? ¿Cómo? ¿Que no las ves?

Es que son muy pequeñas y un poquito tímidas.

Estamos ensayando.

Pero bueno, las vas a conocer ahora.

Están muy atentas a mis órdenes. Fíjate.

Parad.

Muy bien.

Pues sí, soy domador. Domador de hormigas.

¿Te has fijado que en el ensayo les daba órdenes?

Les decía...

¿Qué tienen en común todas estas palabras?

Eso es, todas terminan en la letra "d".

Son verbos en imperativo

en la segunda persona del plural.

El imperativo es un modo verbal que se utiliza para dar órdenes

o pedir algo.

Siempre está en la segunda persona del singular

o en la segunda persona del plural.

Por ejemplo, si quiero que canten, diré: "Canta tú".

Si es una hormiga sola, "cante usted".

Si es una hormiga sola y no tengo confianza con ella.

O "cantad vosotras" si se lo digo a todas las hormigas.

El imperativo se identifica por su intención de petición

y por su terminación.

Aunque hay verbos irregulares como por ejemplo el verbo "ir",

que en imperativo es "ve, vaya o id".

¿Probamos?

Cantad.

Saltad.

La de la primera fila, baila.

La de la última fila, corre.

¿Has visto? Son geniales.

Venga, que voy a seguir.

Escuchar,

escuchar.

¿Qué pasa? No me hacen caso.

¿Por qué será? ¿Es que ya estarán cansadas?

¿O es que he dado la orden incorrecta?

O también puede ser que se quieran ir a jugar.

¿Qué crees que será?

Claro, es que he dado la orden incorrecta.

Lo he dicho en infinitivo

y lo tenía que haber dicho en imperativo.

Voy a probar otra vez.

Escuchad.

Ahora, sí.

Ahora les voy a pedir las cosas, pero a modo de solicitud.

Por favor, pintad.

Por favor, leed.

¿Has visto? ¿Te has fijado?

La forma verbal no ha cambiado.

Pero he incluido una forma de decirlo de manera más educada.

Lo que ahora digo es "por favor".

Eso es una petición.

Tal vez estén hambrientas.

Les voy a decir que se vengan a comer.

Si queréis, venir a comer.

Si queréis, venir a comer.

Oye, ¿qué pasa?

No me hacen caso. Es que no tendrán hambre.

¿Cómo?

Ah, claro. Es que me he equivocado otra vez.

He utilizado el infinitivo.

Es un error muy común que lo cometemos muchas veces.

Tengo que decírselo bien.

Si queréis, venid a comer.

Ahora te toca a ti.

Eso es, "triunfad".

Es la segunda persona del plural.

Eso es lo que les voy a pedir a mis hormiguitas para esta noche.

Hormiguitas, triunfad.

Recuerda,

el imperativo es el modo verbal que usamos para dar órdenes

o pedir algo.

Se conjugan en la segunda persona de singular

y en la segunda persona del plural.

Se identifican por su intención y su terminación.

Aunque algunas formas verbales son irregulares.

Venga, hormiguitas, seguid practicando.

Hasta la próxima.

He llegado el primero.

-Sí que has tardado, James.

Te he ganado.

-Nacho, pero ¿cómo has llegado tú antes si iba yo primero?

-Bueno, porque soy el mapache más rápido del mundo mundial.

-¿Seguro que has hecho todo el circuito?

-Claro, lo que pasa es que tú no has visto una cosa.

-¿Qué es lo que no he visto?

-Pues que había un atajo, era mucho más recto

y mucho más corto.

-Ay, Nacho, ¿entonces no has hecho zig zag?

-Es que era muy largo, James.

Es lo que tiene ser más listo que tú.

-No, lo que pasa es que eres un listillo

y no has seguido las normas.

-¿Qué normas? ¿Había normas?

-Claro, las que hemos dicho al principio.

Mira, escucha a Mamen para aprender más sobre las normas.

Hola, niños y niñas. ¿Qué tal estáis?

Hoy vengo a contaros una historia.

Es la historia de "Julieta del revés".

Aunque en realidad se trata de una historia de suspense

porque aparece el fantasma de las normas del pasado,

del presente y del futuro.

Había una vez una niña que jamás respetaba las normas.

Todos la llamaban "Julieta del revés".

¿Por qué?

Pues porque precisamente cuando había que ir a la izquierda,

Julieta iba a la derecha.

Cuando había que subir, Julieta bajaba

y decía siempre con orgullo: "Nunca cumpliré las normas".

Una noche, cuando estaba en su habitación

a punto de dormir,

una corriente de frío entró en la habitación

y una figura semitransparente

comenzó a flotar enfrente de su cama.

"¿Quién eres?", preguntó Julieta.

"Soy el fantasma Norman, y quiero enseñarte algo.

Acompáñame".

"¿A dónde?", preguntó Julieta.

"A ver tu pasado".

Norman tomó a Julieta de la mano y los dos salieron volando.

Julieta estaba alucinada porque podía ver

toda la ciudad desde ahí arriba.

Pronto aterrizaron al lado de una niña pequeña

que se le parecía mucho.

"Hala, si soy yo con cuatro añitos",

exclamó Julieta.

"¿Qué habría pasado?", preguntó el fantasma,

"si no hubieses respetado ese semáforo en rojo, Julieta,

y hubieses cruzado en ese momento". "¡No!", gritó Julieta,

y la niña pareció escuchar su grito y se detuvo.

"Menos mal que me paré, si no, ese coche me habría atropellado".

"¿Ves, Julieta?", dijo el fantasma.

"La norma de no cruzar el semáforo cuando está en rojo es buena

y nos ayuda a todos.

Por eso hay que cumplirla".

"Sí, bueno, esa norma no está mal", dijo Julieta,

"pero todas las demás son un rollo y no pienso cumplirlas".

El fantasma Norman la cogió otra vez de la mano

y le dijo: "Voy a llevarte a otro sitio"

y volvieron a salir volando.

Durante el vuelo, Julieta se dio cuenta

de que estaban sobrevolando su barrio.

"Hala, mira, si ahí estoy yo. Hola".

"No, Julieta", dijo el fantasma, "no te pueden oír.

Eres tú en el presente.

Aquí estabas jugando con tus amigos. ¿Lo recuerdas?".

"Sí, sí, nos lo estábamos pasando fenomenal".

"¿Recuerdas qué pasó cuando decidiste

no cumplir las normas del juego?

Estabais jugando a 'Torito en alto'

y de pronto pensaste que te lo ibas a saltar

y que ibas a pillar a la gente aunque estuvieran en alto.

¿Qué pasó entonces?".

Julieta se puso a pensar.

"Sí, es verdad, todos nos enfadamos

y al final cada uno se fue a su casa

y dejamos de jugar".

"Ya lo has visto, Julieta".

Volando llegaron a otro sitio.

"¿Sabes dónde estamos?", preguntó el fantasma.

"Sí, en el cole", dijo Julieta.

"¿Y recuerdas qué paso ese día?".

"Sí, insulté a un compañero

porque me había quitado el rotulador.

No sabía que se había puesto tan triste".

"Pues sí, estuvo triste todo el día. Ya no quiso jugar más.

Respetar a los demás es una norma muy importante.

Igual que los demás necesitan que les tratemos bien,

nosotros también lo necesitamos.

Es bueno para la convivencia respetar a los demás".

Julieta se quedó pensativa y el fantasma dijo:

"¿Quieres acompañarme ahora a otro sitio?".

"¿A dónde?".

"A ver tu futuro".

"Sí, ¡cómo mola!", dijo Julieta

y volvieron a darse la mano.

Esta vez aterrizaron cerca de una mujer que estaba sola

y parecía un poco triste.

"¿Esa soy yo?", preguntó Julieta.

"Sí", dijo el fantasma.

"¿Y qué estoy haciendo?".

"Pues, Julieta, como no te gusta nada a cumplir las normas,

parece que no tienes muchos amigos en el futuro

porque es muy difícil convivir contigo".

Julieta dijo: "Vaya, parece que no soy muy feliz de mayor".

Ya de vuelta en la habitación, el fantasma le preguntó a Julieta:

"¿Qué piensas de todo lo que has visto esta noche?".

Y ella, muy pensativa, contestó:

"Me he dado cuenta de que las normas no son tan malas.

Son buenas para los demás y son buenas para mí.

Así que a partir de ahora me voy a llamar 'Julieta a favor'.

A favor de las normas.

Y voy a conseguir que los demás estén contentos

y estar contenta yo también".

El fantasma desapareció.

Bueno, ¿qué? ¿Os ha gustado el cuento de Julieta?

Julieta se dio cuenta de que las normas son buenas.

Nos sirven para estar más seguros,

como las normas de tráfico;

ayudan a que los juegos y otras actividades

sean más divertidos,

porque así todos sabemos lo que hay que hacer

y también son buenas para la convivencia,

para tratar bien a los demás

y que también nos traten bien a nosotros.

Así que, yo lo tengo claro,

yo también quiero ser "Mamen a favor de las normas",

¿y vosotros y vosotras qué?

¿Cómo queréis ser: a favor, verdad?

Nos vemos pronto.

Es que eso le tocaba a mi mapache hermana.

Ah, sí, eso sí que me tocaba a mí. Luego lo hago. Adiós.

-¿Todo bien, Nacho?

-James, ¿quieres venir a jugar a casa?

-Vale, ¿a qué quieres que juguemos?

-Pues a ordenar mi cuarto, a recoger mi ropa,

a fregar los platos.

-Tú lo que quieres es que te ayude.

-Bueno, si insistes, te dejo ayudar.

-Lo que tú me estás diciendo, yo ya lo he hecho en mi casa.

Ahora te toca a ti hacerlo en la tuya.

-Ya, pero es que me aburre ordenar las cosas.

-Bueno, puedes hacerlo de forma divertida.

-Sí, claro. ¡Que lo hagas tú!

-O escucha a Orilo y Arlequina que te enseñan

cómo hacerlo con reglas divertidas.

Oye, Arlequina, ya sabes que todas estas normas que tenemos

en el laboratorio me tienen un poco frito.

-Oye, Orilo, pero que las normas son necesarias

para llevar a cabo los experimentos de una manera correcta y ordenada.

-Sí, yo eso lo entiendo. Pero es que hay tantas...

Tenemos que recoger las probetas, que lavar las pipetas,

que limpiar la poyata.

¿Y qué me dices de las normas que te prohíben hacer cosas?

-Es verdad.

En el laboratorio no se puede llevar el pelo suelto

o llevar chanclas.

-Y no se puede comer nada.

Comer nada, ni una triste galleta.

-Pero eso es normal, Orilo.

Acuérdate la última vez que se te cayó

un trozo de tortilla al cultivo de hongos,

la que liaste.

-Sí, salieron unos hongos que parecían tortugas ninja.

Pero, Arlequina, estarás conmigo que cuando te comes un bocadillo,

es normal que se caigan algunas miguitas.

-Claro, claro que se caen migas

y por eso no se puede comer en el laboratorio.

Y tampoco es buena idea comer en la cama.

-Ay, es verdad, aunque a mí me hacía mucha gracia

las miguitas que se quedaban por la cama durante la noche

porque luego las buscaba para comérmelas.

-Ay, Orilo...

Es una indecencia tanta norma.

¡Abajo su tiranía!

-Pero, Orilo, que las normas se ponen para ayudarnos,

para que el laboratorio esté siempre listo,

preparado para poder hacer los experimentos bien,

que no ocurran cosas raras.

-Ya, pero es que las normas no son nada divertidas.

-O sí, Orilo, o sí.

-¿Me vas a decir ahora que las normas son estupendas?

-Oye, pues sí.

Y sé exactamente cómo hacer de una norma algo divertido.

El secreto está en Mary Poppins.

-¿En Mary Poppins?

¿En la niñera esa del paraguas que hablaba y el bolso sin fondo?

Pero ¿qué me dices?

-Que sí, Orilo, y te digo más todavía.

Para que una norma sea divertida,

lo que tenemos que hacer es poner más normas todavía.

-Eso sí que no me lo creo.

-Que sí, que sí.

Abre bien los oídos porque creo que ya tenemos reto.

-Oh, pero si eres Arlequina Poppins.

-La misma que viste y calza, Orilo.

Y ojo, porque hoy vengo con un reto para toda la vida.

A ver si desde casa sois también capaces de solucionarlo.

Orilo, ¿a ti te gusta jugar?

-Pero ¿qué pregunta es esa, Arlequina?

Claro que me gusta jugar, como a todo el mundo.

-Perfecto. ¿Y los juegos? ¿Te gustan?

-Ay, me encantan. Me encantan los juegos.

Me gusta el parchís, la oca, el piedra, papel o tijera,

el balón prisionero. Yo creo que me gustan todos los juegos.

-Estupendo, ¿y las reglas? ¿Te gustan?

-Bueno, esas igual no mucho. Que las cumplo.

Casi nunca me salto ninguna.

-Muy bien. Ahí quería yo llegar, Orilo.

¿Qué hace que un juego sea un juego?

-¿Pues que es divertido? -Claro, pero

¿por qué los juegos son divertidos?

-Por lo que haces durante el juego.

-Y lo que haces durante el juego viene marcado por las reglas.

Las normas del juego.

Mira, todos estos juegos que he traído tienen sus normas.

-Ay, a mí me encanta en el parchís,

la norma cuando te comes a alguien porque te puedes contar 20

o, por ejemplo, cuando estamos jugando al piedra, papel o tijera.

Si no tuviéramos normas, sería un lío

porque alguien podría sacar el abanico

o alguien podría sacar la vaca lechera

y no se entendería nada.

-Claro, sería un rollo.

Si algo hace a los juegos divertidos son las normas.

-Buah, me va a explotar la cabeza.

-Como decía Mary Poppins,

para convertir algo aburrido en algo divertido

lo único que tienes que hacer es inventar una norma divertida.

-Como por ejemplo,

cuando me toca barrer el laboratorio,

me puedo imaginar que en realidad estoy surfeando

y estoy rodeado de tiburones

y tengo que ir a la pata coja para evitarlos

y así barrer todo el laboratorio.

Y si no me caigo en ningún momento, gano el juego.

-Qué buena idea.

Ya sabes lo que tienes que hacer en casa.

Busca algo que te parezca aburrido y ponle una regla divertida.

Y entonces, ya puedes empezar a jugar.

-Arlequina, creo que me voy a barrer otra vez el laboratorio

porque ahora es superdivertido.

Chicos, chicas, nos vemos en nuestra próxima aventura.

(AMBOS) Adiós.

"El número 15."

Lo tengo.

"El número ocho."

Ese no lo tengo.

Dime otro.

-Hola. ¿Qué hacéis? -Jugando al bingo.

-Ah, vale. Yo quiero jugar también.

"El número tres."

¿Me estás haciendo trampas?

Porque no tengo ninguno de ellos. -"Nacho,

son los números que salen.

El número 14."

No lo tengo, "jo"...

Pero, espera.

Si sumo ocho y tres, me sale 14.

He ganado.

-Nacho, no se juega así.

Y además, esa suma tampoco da 14.

Lo mejor será que escuchemos a Miguel,

que nos enseña a cómo comprobar operaciones matemáticas.

-Qué mal perder tienes, James.

Hola, "matemaníacos" y "matemaníacas".

Soy el inspector Axioma

y viajo por las distintas dimensiones

vigilando que se cumplen las normas y que todo funcione correctamente.

En este caso me ha tocado viajar por una nueva dimensión,

la dimensión matemática.

¿Te animas a patrullar conmigo por esta nueva dimensión?

En la dimensión matemática

hay una norma fundamental: la comprobación,

para saber si un resultado es correcto o no,

y ese es realmente mi trabajo, hacer cumplir esa norma.

Pero necesito una ayudante. ¿Me acompañas?

Eso sí, tienes que tener la mente muy abierta.

Todas las operaciones matemáticas se pueden comprobar,

por ejemplo, esta que veo por aquí, 3 + 5 = 8.

¿Cómo podemos saber si esta operación es correcta?

Pues claro que sí.

Lo que tenemos que hacer es comprobar la solución.

Para comprobar la suma tenemos que pensar que tenemos dos partes,

en este caso una que son tres unidades

y otra que son cinco unidades y el conjunto son ocho.

Imagínense que dibujamos un rectángulo de ocho centímetros.

Cada centímetro equivale a una unidad.

Tenemos tres centímetros por un lado

y cinco centímetros por otro,

que equivale a las tres unidades y a las cinco unidades.

Además, si quitamos una de las partes,

por ejemplo cinco,

nos da tres y si quitamos la otra, tres, nos da cinco.

Así también se cumple la familia de la suma, es decir,

5 + 3 es igual a 8.

3 + 5 es igual a 8.

8 - 5 es igual a 3

y 8 - 3 es igual a 5.

Comprobación realizada, operación correcta.

Vamos a seguir con la misión a ver la siguiente operación.

En este caso la operación es una resta.

Para comprobarlo, podemos hacer como antes

un pequeño dibujo o también

podemos utilizar las familias de las sumas y las restas.

En este caso, si sumamos el resultado

a lo que hemos restado, nos tiene que dar lo que teníamos antes.

Es decir, operación realizada. Comprobación correcta.

Aquí vemos la siguiente operación.

¿Cómo lo podemos comprobar?

Pues vamos a hacerlo con magdalenas.

Lo que podemos hacer es cuatro columnas de magdalenas

y tres filas y vemos que en total nos quedan 12 magdalenas.

También podemos hacer la división.

¿Cómo?

Pues lo que tendríamos que hacer es dividir el resultado

entre uno de los factores y nos tiene que dar el otro.

Por ejemplo...

O 12 entre 3, nos da 4.

Aquí tenemos la última comprobación de hoy.

Vamos a ver si la operación es correcta.

Nos sale que la operación es incorrecta.

¿Por qué? ¿20 entre 4 es 6? ¿Cómo lo podemos comprobar?

Lo que tenemos que hacer es multiplicar el cociente,

el resultado, por el divisor.

Que no es lo mismo que el dividendo que es 20.

¿Por qué? Porque 20 entre 4 es igual a 5.

Si lo comprobamos, 5 por 4 es 20.

¿A que no sabes a qué dimensión me han mandado ahora?

A la dimensión culinaria.

Lo que tengo que saber ahora

es si todos los ingredientes de la receta son correctos.

Voy a comprobar este guiso de garbanzos.

Receta correcta. Genial.

Nos vemos en otra dimensión, "matemaníacos" y "matemaníacas".

James, me he inventado un juego.

-Ah, qué bien. -Sí, yo me voy a tumbar aquí.

-Uy, creo que no me va a gustar.

-Espera un momento. Ya verás que sí.

Tú vas a buscarme un sándwich, me lo como

y luego me das un masaje.

¿A qué mola?

-Hombre, te mola a ti

porque eres el que se ha inventado las reglas del juego.

-Claro.

Llevas todo el programa diciendo que la reglas del juego se cumplen.

Así que venga, ese "sandwichito".

-Ay, Nacho, pero qué morro tienes.

-No le pongas mucho kétchup, ¿vale?

Que si no, luego me repite.

Voy a ir tumbando por aquí.

-Espera, espera, espera un momento.

-¿Qué pasa?

-Pues que no puedo jugar contigo

porque tenemos que presentar el informativo.

-Vaya, qué casualidad.

Pues venga, vamos, empieza...

(AMBOS) "Está mapachando".

-Pero jugamos luego, ¿vale?

"'Está mapachando'."

Bienvenidos y bienvenidos a "Está mapachando",

el noticiero mapache

que da las noticias "pache lo que pache".

Buenas noticias.

Nacho Mapacho, el mapache jugador estará presentando.

También sale James. Hola, James.

¿Alguna noticia interesante? -Hola, Nacho.

Empezamos con algo muy importante y es que cada vez es más frecuente

encontrarnos educación vial, en los colegios.

En el Aula Experimental de Educación Vial

han participado los alumnos y alumnas del CEIP Concepción.

Esta iniciativa da la oportunidad

de ponerse en la piel de diferentes roles,

tanto como de peatón como de conductor.

También existe la posibilidad

de que contribuyan a diseñar una ciudad sostenible

y adaptada a los vecinos y vecinas.

-Eso yo lo tengo en cuenta cuando salgo con mi patinete.

-Muy bien, Nacho.

Y es que las normas de circulación son muy importantes.

-Que se lo digan a mi amigo,

este perro tan listo cruza el paso de peatones.

Osito es un perro que tiene muy claro

cómo manejarse en la ciudad.

Este perrete, cuando quiere cruzar la calle,

va directamente hacia el paso de peatones.

Y no solo eso, sino que espera a que los coches se detengan.

Y cuando la gente empieza a andar, él también cruza la calle.

Otra gran lección que nos dan los animales.

-Y es que algunos animales saben que, si respetan las normas,

pueden conseguir más cosas.

Es el caso de este perro

al que le encanta viajar en autobús.

Don Alonso es un ejemplo de comportamiento

para viajar en transporte público.

En nuestro país cada vez hay más facilidades

para vivir con nuestros animales de compañía en la ciudad,

teniendo más accesos a lugares públicos como restaurantes,

tiendas y transportes.

Eso sí, siempre respetando las normas.

Si no, no nos dejan acceder al lugar.

-Pues ese ya es un buen motivo para respetar las normas.

-Claro. Imagínate si no hubiera normas de circulación,

la que se podría liar.

De hecho, cada vez son más sofisticadas.

Mira qué idea.

El sistema de señalización vial inteligente ha nacido en Córdoba

y se trata de una combinación de sensores,

luces led y una fórmula magistral de composite.

Lo ha desarrollado una empresa cordobesa cuyo primer sistema

en el mercado es un paso de peatones inteligente

que al detectar a la persona que va a cruzar,

se ilumina para alertar a los vehículos

de que tienen que parar.

Si respetamos las normas

y además tenemos iluminación en la vía pública,

cada vez será más seguro caminar de noche.

-Qué bien, porque por la noche es cuando tiran la basura,

cada vez lo tenemos más fácil para encontrar nuestra tina.

-Pero, Nacho, ¿has entendido por qué es importante

seguir las normas de circulación? -Perdona,

estoy pensando en mi cena. No me despistes.

Anda, despide el programa.

-Bueno, "clanners", hasta aquí el programa de hoy.

Y recordad que es muy, pero que muy importante

seguir las normas de circulación.

Hasta pronto.

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  • Tradiciones culturales

    Tradiciones culturales

    Aprendemos en Clan29 min, 54 sec

  • Frases hechas

    Frases hechas

    Aprendemos en Clan29 min, 46 sec

  • ¡Silla!

    ¡Silla!

    Aprendemos en Clan30 min, 25 sec

  • ¡Mapaches y flamencos!

    ¡Mapaches y flamencos!

    Aprendemos en Clan30 min, 12 sec

  • ¡Llegó el veranito!

    ¡Llegó el veranito!

    Aprendemos en Clan29 min, 49 sec

  • ¡Un mapache por la mitad!

    ¡Un mapache por la mitad!

    Aprendemos en Clan31 min, 5 sec

  • ¡A toda costa!

    ¡A toda costa!

    Aprendemos en Clan30 min, 38 sec

  • Desarrollo sostenible

    Desarrollo sostenible

    Aprendemos en Clan28 min, 54 sec

  • La magia

    La magia

    Aprendemos en Clan30 min, 10 sec

  • ¡La luz!

    ¡La luz!

    Aprendemos en Clan30 min, 46 sec

  • ¡El coleccionista!

    ¡El coleccionista!

    Aprendemos en Clan29 min, 30 sec

  • ¡El Cid!

    ¡El Cid!

    Aprendemos en Clan29 min, 32 sec

  • El sonido

    El sonido

    Aprendemos en Clan30 min, 2 sec

  • ¡Los cactus!

    ¡Los cactus!

    Aprendemos en Clan29 min, 10 sec

  • ¡Reyes Católicos!

    ¡Reyes Católicos!

    Aprendemos en Clan29 min, 24 sec

  • ¿Buscas poemas?

    ¿Buscas poemas?

    Aprendemos en Clan30 min, 32 sec

  • Al cole

    Al cole

    Aprendemos en Clan29 min, 34 sec

  • ¡Todo un cerebrito!

    ¡Todo un cerebrito!

    Aprendemos en Clan29 min, 58 sec

  • ¡El Remapachimiento!

    ¡El Remapachimiento!

    Aprendemos en Clan30 min, 47 sec

  • La gran carrera

    La gran carrera

    Aprendemos en Clan31 min, 11 sec

  • Todo por la paz

    Todo por la paz

    Aprendemos en Clan30 min, 36 sec

  • ¡Mis amigas las ovejas!

    ¡Mis amigas las ovejas!

    Aprendemos en Clan29 min, 13 sec

  • La Edad Moderna

    La Edad Moderna

    Aprendemos en Clan31 min, 13 sec

  • ¡Mapachartistas!

    ¡Mapachartistas!

    Aprendemos en Clan30 min, 53 sec

  • Gestos

    Gestos

    Aprendemos en Clan29 min, 43 sec

  • ¡Bonito oceanito!

    ¡Bonito oceanito!

    Aprendemos en Clan30 min, 15 sec

  • ¿De dónde nos trae la cigüeña?

    ¿De dónde nos trae la cigüeña?

    Aprendemos en Clan29 min, 56 sec

  • El arca de Noé

    El arca de Noé

    Aprendemos en Clan30 min, 14 sec

  • ¡Reduce, reutiliza, recicla!

    ¡Reduce, reutiliza, recicla!

    Aprendemos en Clan30 min, 5 sec

  • ¿Cómo funciona Internet?

    ¿Cómo funciona Internet?

    Aprendemos en Clan30 min, 7 sec

  • ¡Comiendo como animales!

    ¡Comiendo como animales!

    Aprendemos en Clan30 min, 11 sec

  • Tirant lo blanc

    Tirant lo blanc

    Aprendemos en Clan30 min, 23 sec

  • El antiguo Egipto

    El antiguo Egipto

    Aprendemos en Clan30 min, 14 sec

  • ¡Deportes de invierno!

    ¡Deportes de invierno!

    Aprendemos en Clan30 min, 21 sec

  • Mundo microscópico

    Mundo microscópico

    Aprendemos en Clan30 min, 8 sec

  • La digestión

    La digestión

    Aprendemos en Clan29 min, 48 sec

  • Senderismo y montaña

    Senderismo y montaña

    Aprendemos en Clan29 min, 42 sec

  • Emoticonos o lenguaje verbal

    Emoticonos o lenguaje verbal

    Aprendemos en Clan29 min, 25 sec

  • Viajamos a...

    Viajamos a...

    Aprendemos en Clan29 min, 28 sec

  • ¡Publicidad mapacha!

    ¡Publicidad mapacha!

    Aprendemos en Clan30 min, 33 sec

  • ¡Aparato circulatorio!

    ¡Aparato circulatorio!

    Aprendemos en Clan30 min, 24 sec

  • Agua a la vista

    Agua a la vista

    Aprendemos en Clan31 min, 8 sec

  • Fotos del pasado

    Fotos del pasado

    Aprendemos en Clan30 min, 16 sec

  • ¡Respirando!

    ¡Respirando!

    Aprendemos en Clan29 min, 52 sec

Aprendemos en Clan - El cuerpo humano

Infantil

Edad Recomendada:

Dentro de una misma calificación moral, “Todos los Públicos” por ejemplo, puede haber contenidos diseñados para niños de 4 años y otros para niños de 8. De la misma manera que todos los niños van a un mismo colegio, pero no tienen que entender las mismas asignaturas.

Con esta calificación buscamos agrupar contenidos de audiencias afines.

Según estos criterios, los contenidos de las plataformas digitales del canal Clan se clasifican en:

  • Preescolar: Programas especialmente adecuados para niños de 0 a 3 años
  • Infantil: Programas especialmente adecuados para niños de 4 a 6 años
  • Junior: Programas especialmente adecuados para niños mayores de 7 años
  • Calificación Moral:

    Clasificación del contenido audiovisual efectuada siguiendo la normativa vigente y el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.

    Según estos criterios, los contenidos del canal Clan y sus plataformas digitales se califican en las siguientes categorías:

    • ERI: Programas especialmente recomendados para la infancia
    • TP: Programas para todos los públicos
    • +7 Programas no recomendados para menores de 7 años (NR7)
  • Calificación Moral:

    Clasificación del contenido audiovisual efectuada siguiendo la normativa vigente y el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.

    Según estos criterios, los contenidos del canal Clan y sus plataformas digitales se califican en las siguientes categorías:

    • ERI: Programas especialmente recomendados para la infancia
    • TP: Programas para todos los públicos
    • +7 Programas no recomendados para menores de 7 años (NR7)
  • Calificación Moral:

    Clasificación del contenido audiovisual efectuada siguiendo la normativa vigente y el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.

    Según estos criterios, los contenidos del canal Clan y sus plataformas digitales se califican en las siguientes categorías:

    • ERI: Programas especialmente recomendados para la infancia
    • TP: Programas para todos los públicos
    • +7 Programas no recomendados para menores de 7 años (NR7)

Sobre Aprendemos en Clan

Aprendemos en Clan

Aprendemos en Clan

'Aprendemos en Clan' es un formato esencialmente educativo, tipo contenedor, con una duración de 30 minutos y que está basado en programas temáticos que abordan transversalmente las distintas asignaturas

'Aprendemos en Clan' es un formato esencialmente educativo, tipo contenedor, con una duración de 30 minutos y que está basado en programas temáticos que abordan transversalmente las distintas asignaturas, pudiendo cubrir distintos niveles de aprendizaje y conocimiento, conjugando piezas puramente educativas con momentos de puro entretenimiento. El programa incluye:

A) Presentaciones y pequeñas cápsulas grabadas en plató protagonizadas el profesor James Van der Lust y el muppet Nacho Mapacho.

B) Informativo de humor presentado por el muppet y presentador/a

C) 4 unidades educativas por programa, en la que diversos profesores del equipo van explicando las materias elaboradas por el ministerio de educación siguiendo la temática conductora del programa.

D) Retos basados en las mismas temáticas.

En Clan TV Lunes a Viernes a las 11:28 h. y siempre en la web y apps del canal.