Tras la negativa de Carlos de contraer matrimonio con Isabel de Portugal, su padre, Manuel I, amenaza con romper relaciones con Castilla; sin embargo, las palabras de Isabel convencen a su padre de la importancia de ese matrimonio. Manuel cambia de estrategia: utilizará su oro como moneda de cambio.
La tía de Carlos, Margarita de Austria, decide enviar a su consejero Mercurino Gattinara a Castilla para controlar las acciones del joven monarca. Esta decisión surge tras conocer la relación que su sobrino mantiene con Germana, la viuda de su abuelo Fernando.