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El juez desestima la demanda contra Villa

  • El ex representante del 'guaje' le reclamaba seis millones de euros
  • El juez ha impuesto el pago de las costas judiciales al demandante

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El defensa portugués del Valencia Ricardo Costa pelea un balón con David Villa, del FC Barcelona.
El defensa portugués del Valencia Ricardo Costa pelea un balón con David Villa, del FC Barcelona.

El juez de Primera Instancia e Instrucción número dos de Avilés ha desestimado íntegramente la demanda de seis millones de euros interpuesta contra el delantero internacional del Barcelona David Villa por su ex representante José Luis Tamargo, según ha recogido el fallo.

El juez Ricardo Badás ha impuesto también el pago de las costas judiciales al demandante, que reclamaba a Villa esos seis millones de euros por considerar que había habido un incumplimiento de contrato y que se había aprovechado de su trabajo al ser traspasado del Valencia al club azulgrana en 2010.

En concreto, Tamargo reclamaba el 15 por ciento de los 40 millones de euros de ese traspaso al considerar que las condiciones fueron negociadas por él en el verano de 2009, tras frustrarse las conversaciones mantenidas con el Real Madrid y con un club inglés, y que el jugador asturiano había roto unilateralmente el contrato que le vinculaba a su representante.

El exagente del internacional asturiano ha anunciado, no obstante, que recurrirá la sentencia. "Tengo el pleno y absoluto convencimiento de que me asiste la razón y el Derecho dado que, con mi reclamación, sólo pretendo que se me retribuya el trabajo que he realizado. Por eso, anuncio mi firme y decidida intención de recurrir la sentencia dictada", afirma Tamargo.

En el juicio celebrado el 2 de marzo, tanto Villa como el ex presidente del Barça Joan Laporta y dos directivos deportivos del club negaron que hubiera habido una intermediación de Tamargo durante el año 2010, mientras que el presidente y vicepresidente del Valencia, Manuel Llorente y Javier Gómez, respectivamente, aseguraron que su actuación no había sido influyente para el traspaso del jugador asturiano.

En la sentencia, el juez mantiene que Villa perdió su confianza y dio por terminada su relación contractual con Tamargo antes de que se prorrogara su contrato de forma automática y que fue tras esa decisión cuando decidió contratar a otro representante, que fue el encargado de gestionar el fichaje del jugador por el Barça.

El fin del contrato

El contrato que vinculaba a ambos se firmó en mayo del 2000 y en él se establecía que el jugador asturiano cedía a Tamargo su representación por dos años "prorrogables por periodos de igual duración" sin que se hubiera incluido ninguna cláusula con plazos de preaviso para romper la relación.

El contrato entre ambos se fue renovando de forma automática hasta que el 19 de abril de 2010, 21 días antes de que venciese el contrato y se diese por renovado automáticamente, Villa envió un burofax a su representante en el que, según considera probado el juez, "de forma meridianamente clara, manifesta su voluntad de que dicho contrato no se prorrogue nuevamente".

A partir de ese momento, según añade el fallo judicial, se produjo "la extinción de la relación contractual" entre ambos sin que pueda hablarse de "ningún tipo de incumplimiento" por parte de Villa "que a partir de ese momento era absolutamente libre" para concertar contratos.

La sentencia incide también en que la prueba practicada y los testimonios recabados durante el juicio en modo alguno acreditan la postura de Tamargo.

Así, el juez establece que de los testigos puede colegirse que "en ningún momento" Tamargo había conseguido en 2009 convencer con sus gestiones a los directivos del Valencia que traspasasen al delantero asturiano al Barça.

De hecho, asegura que ese extremo ha sido "corroborado por activa y por pasiva" por los dirigentes y responsables del Barcelona y del Valencia que testificaron en el juicio.

"Todos han afirmado con rotundidad que en ningún momento hubo oferta alguna del F.C.Barcelona, ya que desde el primer momento se había rechazado el traspaso desde el Valencia", señala la sentencia, que recuerda que en 2009 el equipo catalán fichó a otro jugador para esa temporada.

Asimismo, asegura que Tamargo no ha sido capaz de acreditar qué tipo de contactos tuvo en la siguiente temporada con Villa y con los equipos implicados en el traspaso o que hubiera algún tipo de compromiso a tal fin, sobre todo teniendo en cuenta que Villa había manifestado en el verano del 2009 que "había perdido toda la confianza que tenía depositada en su representante de años anteriores".