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Apolo Anton Ohno, el rey de la pista corta

  • El patinador lleva siete medallas olímpicas, tres de ellas de Vancouver

Ver también: Especial: Juegos Olímpicos de Vancouver 2010

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Apolo entra en la historia con 6 medallas

Venía a Vancouver con un objetivo claro: convertirse en el estadounidense más laureado en unos Juegos de Invierno, y se va con la satisfacción del deber cumplido. Siete medallas, siete, son las que ha obtenido a lo largo de su prolífica carrera este pequeño hombre de en distintos Juegos Olímpicos. Las tres últimas, en los de Vancouver, donde se ha convertido en el ídolo del Pacific Coliseum, donde se han celebrado las pruebas de short track y donde las fans, que incluso visten como él, se agolpaban a las puertas del estadio para conseguir aunque fuera una mirada suya.

Dos oros, dos platas y tres bronces olímpicos cuelgan del cuello de este estadounidense, de 27 años, que siguió compitiendo tras el fracaso que supuso para él no conseguir la medalla por equipos en los Juegos de Nagano. "Ese fue sin duda el momento más amargo de mi carrera. Yo era le líder de ese equipo y fallé, pero viéndolo ahora, es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Me apremió a ser un mejor atleta. Fue sin duda un giro en mi carrera, desde entonces no he vuelto la vista atrás", decía el patinador.

Apolo es el rey de un deporte, el patinaje de velocidad en pista corta o short track, donde muchas veces las carreras o las victorias no sólo dependen de la fuerza o de la destreza del patinador, sino de lo que hacen los demás que están en la psita en ese momento. Y para bien o para mal, Apolo ha sabido siempre aprovechar.

En Salt Lake City,Ohno se llevó la medalla de oro en una polémica final en la que el ganador de la carrera fue descalificado. ¿El beneficiado? El estadounidense, que de rebote se subió a lo más alto del podio.

En Vancouver le ocurrió lo mismo en varias ocasiones. En la final de los 1.500 metros, Apolo iba en cuarta posición precedido de tres surcoreanos. En la última vuelta, dos de ellos tropezaron ente sí y Ohno se colgó la plata.

En la semifinal de los Juegos de Vancouver de los 500 m volvió a pasar lo mismo, y Ohno se benefició de una caída que le permitió entrar en la final, aunque en ésta la suerte no le acompañó y fue él quien terminó descalificado por provocar la caída de dos de los finalistas, quedándose sin medalla. Pero se redimió horas más tarde, cuando junto al resto de compañeros de la selección de Estados Unidos consiguió el bronce en la final de 5.000 metros por equipos.

Tras los Juegos, Ohno ¿que reconoce que ha luchado contra cuatro generaciones distintas de patinadores surcoreanos, todavía no tiene claro si seguirá en activo. ¿Quise llegar hasta Vancouver porque ésta es la ciudad donde empecé a patinar y quería llegar hasta aquí, peor ahora no sé lo que haré¿, decía.