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El Barcelona se consuela con el tercer puesto

  • Los catalanes se han impuesto al Olympicacos por 79-95
  • A los de Xavi Pascual les apartó de la final unos minutos de irregularidad ante el CSKA

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El Regal Barcelona se tiene que conformar con el tercer puesto de consolación en Europa.
El Regal Barcelona se tiene que conformar con el tercer puesto de consolación en Europa.

El Regal Barcelona ha ganado la final de consolación de la Euroliga ante el Olympiacos (79-95) y por primera vez en su historia cierra el torneo europeo en la tercera plaza, consuelo para un equipo que aspiraba al título, del que sólo le apartaron unos minutos de irregularidad en la semifinal ante el CSKA.

El Barcelona cierra su participación en la Euroliga con sólo cinco derrotas y unas estadísticas que le hubieran permitido ser campeón. Pero su derrota en semifinales le condenó a un partido siempre amargo, la lucha por el tercer puesto, en el que impuso la calidad de su plantilla, ayudado por otra gran actuación de David Andersen (20 puntos), el mejor del Barça en Berlín.

Fiel a su estilo, el Barcelona marcó las primeras ventajas en el arranque del partido (4-14, min. 4), nuevamente con Daniel Santiago como encargado de abrir brecha. El Olympiacos, sin Childress, que no disputó ni un minuto, tardó en reaccionar, aturdido ante la movilidad y la profundidad de banquillo del Barça.

Al Barcelona sólo le faltó pulir su acierto exterior (sólo un triple en la primera mitad) para dejar el partido prácticamente sentenciado al descanso. Su técnico, Xavi Pascual, rotó a sus jugadores y dio entrada a Barrett y Trias, inéditos en la semifinal, que cumplieron en su papel de jugadores de complemento.

La defensa del Barça se empleó a fondo en el segundo cuarto (19-31, min. 13) para anular al conjunto griego. Sólo Bourousis y Vujcic mantuvieron el tipo antes del descanso, porque el Olympiacos cerró el segundo cuarto con once puntos, después de encajar un parcial de 0-11 (30-46, descanso).

El tercer periodo, con las defensas más relajadas, se convirtió en un intercambio de golpes. Cayeron los triples, que apenas habían entrado en la primera mitad, y tanto Lakovic como Greer asumieron el protagonismo anotador.

El Olympiacos pareció acercarse en el marcador, pero sólo a ocho puntos (50-58, min. 24).  Volvió a escaparse el Barcelona, que desplegó un juego coral y muy completo, aplicado en defensa, inspirado en ataque, capaz de competir sólo por la honra.

El Barça multiplicó su acierto en lanzamiento exterior. Andersen comenzó a parecerse al Andersen de la semifinal, potente en la pintura y extraordinario en el tiro. Su equipo no tuvo demasiados problemas para mantener una distancia muy cómoda (58-73 al final del tercer cuarto).

Con el partido casi cerrado (65-80, min. 34), el Barcelona se dedicó a contemporizar para amarrar la tercera plaza, que no merece celebraciones, pero premia la trayectoria europea de un equipo que rozó la final. Nunca había sido tercero el Barça, sólo segundo o cuarto -salvo su título en 2003- y, al menos, en Berlín retocó ligeramente su palmarés.