Fuera de emisión
(APPARAT, SOAP & SKIN "GOODBYE")
Buenas noches, Policía, dígame.
-Buenas noches, mire, soy Máximo Gutiérrez, y...
desde hace horas en mi casa estamos notando
fenómenos como paranormales,
una fuerza extraña mueve los enseres,
pone los crucifijos boca abajo y hay una gran turbulencia.
-Llamaron de la sala del 091.
Me sorprendió que fuera el jefe de sala, que era un gran amigo mío,
y me dijo: "Convenía que fueras tú a un tema de Vallecas".
No me dio más detalles,
me habló de que ocurrían cosas extrañas
en una casa de la Calle Luis Marín.
Fue, yo creo, una de las peores noches
y hemos pasado muy malas noches de no dormir,
pero esa noche es que pasó de todo. -Ante esa situación,
mi padre decide llamar a la Policía...
Se oían ruidos, se oían...
Las puertas se abrían, se cerraban,
veíamos sombras, cómo pasaban por el pasillo.
-En la puerta pegan unos golpes que no eran normales,
porque dormíamos en el salón todos. -empezaron a moverse cosas,
y ya empezaron mis hermanas a chillar, todos a chillar,
y teníamos pánico.
Fue horroroso, o sea, se movía todo... Horroroso.
Y se llamó a la Policía, porque no sabíamos a quién acudir.
Cuando llegamos al portal, la escena que vi fue, pues...
una familia al completo con un frío tremendo
y dije: "¿Qué es lo que están viendo ustedes ahí, en la casa?".
Y dice: "Se producen fenómenos extraños y ahí no podemos estar,
saltan los cuadros, no sé qué..." "Bueno, pues, si le parece,
si no tiene inconveniente, subamos arriba y vamos a verlo".
-Claro, tú le dices a la Policía que en tu casa no hay nadie,
pero se están moviendo las cosas,
pues claro, la Policía no se lo cree.
Total que entramos en la casa,
hicimos un recorrido por ella,
me comentaron lo que les había pasado,
que era que volaban los cuadros,
que los cuadros se cambiaban de posición, se ponía boca abajo.
Que cuando se metían en una determinada habitación,
pues que una fuerza, para ellos oculta,
les trasladaba de una cama a otra,
porque era una habitación que tenía dos camas.
Digo: "¿Ha habido algo más?".
Dice: "No, es que se produce el tema cuando se apaga la luz".
-Decidieron apagar la luz y quedarse dentro de la casa ellos.
-Apagamos todo y, de repente, una puerta del armario del comedor
que teníamos se abre, pero superviolento,
o sea, haciendo un movimiento
de varios golpes abriéndose y cerrándose.
Y ahí estaba la Policía. -Y de golpe y porrazo,
inusitadamente, se abrió una puerta de un mueble de esos de salón,
y golpeaba fuertemente.
No estaba preparado, porque inmediatamente
dije que encendieran la luz,
hicimos una inspección por allí,
a ver si había algún dispositivo y no vimos nada extraño,
vimos que eso había ocurrido efectivamente,
hasta ahí fue lo que pasó. Yo no daba crédito.
Yo estaba fuera, se abrió un...,
una puerta del armario
y se escuchó un ruido grande en la terraza,
y no había nadie en la casa, solo mis padres y la Policía.
La terraza estaba limpia, no había nada,
pero sonó como si estuviera al lado,
la verdad que fue un sonido, a esa hora de la mañana,
estruendoso y, bueno,
ya no sé si estabas un poco mediatizado al tema este,
pero la verdad es que se me puso un poquito...
Como a todo el que hubiera estado allí.
Es más, dos policías o tres que estaban allí
dijeron que no lo aguantaban y que se iban fuera.
Me contaron historias de una hija que había muerto
por practicar la güija.
-La güija no es un juego y se vende como si fueran cromos.
La gente lo compra como si fuera un juego y no,
no es un juego. Puede pasar o no, pero a mi hermana le pasó
y mi hermana falleció.
La tabla en sí es esto, para que lo entendamos todos,
lleva el abecedario, lleva un sí, un no,
un hola, un adiós, un hasta siempre...
Y a través de la tabla nosotros colocaríamos el máster,
que es esto, y esto empezaría a trabajar.
Esto es como una forma, como una herramienta
para contactar con los seres de otra dimensión.
Para mi gusto es bastante peligroso,
con esto se supone que contactamos, y creo en ello,
porque la he hecho y he tenido muchas experiencias,
contactamos con el más allá. Una vez que empiezas a invocar,
atraes a esa persona, a ese ser o esa alma
y automáticamente empieza a contestarte.
En aquellos años estaba muy de moda lo sobrenatural,
es una época en la cual
se pone tremendamente de moda
todo lo paranormal y todo lo esotérico,
hasta el punto que en los viejos coleccionables de kiosco,
era bastante normal encontrar enciclopedias sobre lo desconocido,
sobre lo paranormal...
en una diversión, en algo excitante,
casi en un rito de iniciación para los jóvenes.
Mi hija hizo la güija,
resulta que al hacerla,
se conoce que no la estaban haciendo bien, no lo sé,
porque eso me lo dijeron los compañeros.
-Estefanía era la primera vez que hacía la tabla güija.
Eran cuatro chicas en la biblioteca de dirección del colegio,
se encerraron allí y la hicieron.
Yo me quedé fuera de la puerta, porque no quise entrar.
Es verdad que no nos dimos cuenta y entró la profesora,
y oímos mucho barullo, mucho..., como discusión.
En ese momento encendió la luz, que la tenían apagada,
encendió la luz, cogió la tabla y la rompió por la mitad.
En ese momento explotó el vaso
y salió un humo que fue a mi hermana en la cara.
Rompió la tabla la maestra, salió un humo del vaso
y el humo fue derecho a mi hija.
Yo vi cómo iba el humo a la cara de mi hermana.
Muchas veces una güija mal hecha, mal realizada, mal interpretada,
podría equivales a que saliera el espíritu de la tabla
o la energía que hemos invocado en la tabla
y que posea perfectamente a una persona.
Mi hermana no era gótica, no era siniestra,
y mi hermana no hacía la güija casi a diario.
Desde ahí empezaron las cosas, los problemas,
porque a mi hija la daba una cosa que se quedaba en coma.
Mi hija, cuando volvía en sí,
le preguntaba que qué le había pasado
y ella decía que había visto un pasillo muy largo con una nube
y al fondo del pasillo había visto unas cuantas personas rodeadas,
cogidas de la mano, que la llamaban.
Mi hermana se quedaba mirando a un sitio fijo
y empezaba a hablar como en otro idioma.
-Algunos posesos hablan lenguas que no saben.
Yo, por ejemplo, hacía las oraciones en latín
y en algún caso me contestaron en latín,
y aquella persona no sabía latín.
-Y decía que veía mucha gente, decía que eran sombras que veía
y le decíamos: "Eso es tu cabeza, eso es tu..."
Es que nosotros no lo creíamos nadie.
-Una tarde se cayó y empezó a levitar,
y empezó a echar como una...,
como una espuma por la boca,
y empezó a reírse, y nos miraba con una cara que no era normal.
-Cambian el rostro,
a veces con vómito de unas cosas verdosas.
Cuando ellos están distendidos tienen un rostro normal
y en cambio, cuando hablan diabólicamente,
aquellas caras se descomponen
y son realmente tétricas.
A partir de ahí mis padres la llevaron a los hospitales,
porque, claro, a ver, no sabíamos lo que le pasaba.
Los médicos nos dijeron que la daban convulsiones
y que podían ser ataques de epilepsia,
pero en un ataque de epilepsia no levitas ni se le dobla la cabeza
como lo hacía. -Mi madre la lleva a médicos
y ellos no le dan una respuesta de qué tiene mi hermana.
Estefanía se quedaba mirándote fijamente, empezaba a reírse
y decían que, bueno, posiblemente hubiera sido epilepsia.
Nadie le hizo ninguna prueba, yo no tengo constancia
de que a mi hermana se le hiciera alguna prueba de este índole,
para saber si era epilepsia o no.
Lo cierto es que muchas personas epilépticas
tienen una estructura cerebral que, de alguna manera,
hace que pueda interpretar y sentir
la realidad de una manera muy particular.
Es muy probable que lo que ella decía, lo que sentía
para ella, en su construcción de la realidad,
era tremendamente real.
-La llevaron al hospital, le hicieron todas las pruebas
y la dieron las pastillas para ataques de epilepsia,
y para las convulsiones, pero ella no tenía convulsiones,
es que ella no convulsionaba.
Y a partir de ahí, una detrás de otra.
Un día empezó a ver cosas ella, veía a la Virgen,
también veía una sombra moverse por el suelo,
monjes al lado de su cama...
Mi hermana Estefanía lo que hacía era que, cuando volvía en sí,
decía que veía un pasillo muy largo, que la estaban llamando,
no sé si fue por sugestión que tenía en ese momento
del ataque que le había dado o le estaba dando en ese momento,
pero ella decía eso.
Mi hermana dijo que iba a fallecer antes que mis padres,
se lo dijo a mi madre.
El mismo día de fallecer nos lo avisa.
Estábamos pintando el piso y entonces le dice a mi madre:
"Me voy a morir más pronto".
Y dice mi madre: "Anda, si me tengo que morir yo antes que tú".
Y ella dice: "No, porque yo de esta noche no voy a pasar".
Estaba llenando un cubo de agua, porque acabábamos de pintar,
fui a decirla algo, me miró y se puso como un perro rabioso
a gruñirme, y con los dedos doblados
para tirarse a mí, y se cayó en ese momento
y la dio otra crisis.
Salí con la novia a dar una vuelta, mi hermana no fumaba ni bebía,
o sea, nada.
Y llegó a casa diciendo que la dolía la cabeza mucho,
que tenía mucho sueño y la dolía la cabeza.
Lo primero que la dije fue: "Tienes la cena ahí,
cena y te vas a la cama". -Cenó y se acostó, un día normal.
Y esa noche escuché como un gruñido, encendí la luz
y la vi incorporada en la cama, como sentada,
y con una cara... Y se cayó para atrás.
Y ese día a las 2 y pico de la mañana
le pasó... O sea, ella se levantó de la cama,
hizo como si le faltara el aire, cayó...
Cuando fui a la habitación, ella se echaba manos a la cabeza
y fue el último beso que nos dio, y ya está, y se la llevaron.
-Vino el SAMUR y ya estaba muy mal, muy mal,
y se la llevaron al hospital, y allí ya falleció.
Es ingresada en el hospital Gregorio Marañón
y a las 3 de la madrugada,
pues es declarada muerta.
En esos ataques epilépticos puede haber de todo,
desde un espasmo de glotis,
puede haber también una aspiración de fluidos,
no tiene por qué llegar a ser un vómito total,
pero eso puede llevar literalmente a un colapso.
Los médicos hacen un informe forense y ahí nos dicen
que muere de asfixia pulmonar, muerte sospechosa.
No saben decirnos por qué falleció,
que eso es lo que creo que más me inquieta a mí.
La hicieron la autopsia y no han sacado tampoco nada...,
nada al respecto.
-¿Por qué muerte sospechosa cuando era una chica muy sana
que ni bebía ni fumaba? El porqué dicen eso.
Hay casos, se han demostrado, de muerte por miedo,
eso es una realidad, con lo cual, la capacidad de afectación
que tú vas a tener ante una situación que llevas mal
en este aspecto, puede llevarte a situaciones extremas,
pero no por el fenómeno en sí, sino por tu propio miedo,
tu propia sugestión...
Morir de miedo realmente por una cuestión,
como ser posible, en teoría sí es posible.
El miedo puede desencadenar
una serie de respuestas brutales, ¿no?
El propio cerebro, evidentemente,
eso comienza en la amígdala cerebral,
se propaga al hipotálamo, del hipotálamo a la pituitaria,
la pituitaria libera unas hormonas que actúan sobre las suprarrenales
y uno se puede inundar de cortisol,
que es una sustancia que lo que hace es
predisponerte, prepararte para un ataque.
Ella ya no soportaba la situación,
era o morir de miedo o quitarse de en medio,
porque no podía aguantar más esta situación.
-Es probable que la niña, dentro de esas vivencias que tenía,
realmente lo pasase mal, eso sí que es cierto,
y la unión de una serie de cuestiones
finalmente la llevaran a ese fatídico desenlace.
Hay psiquiatras que están dispuestos
a buscar explicaciones mucho más complicadas
y allí sí que, sin ninguna base científica...
para explicar eso, sea por ondas cerebrales,
por poderes de la mente. Es decir, cualquier cosa,
por improbable, retorcida e irrazonable que fuera,
con tal de no afectar la explicación más plausible,
esto parece un demonio, actúa como un demonio
y ha salido en un exorcismo.
En el antiguo ritual de exorcismos que ha estado vigente
durante siglos hasta 1998,
había dos preguntas obligatorias:
"Dic nomen tum", dime tu nombre,
y después, ¿cuántos demonios había allí?
La esencia del exorcismo consiste en conjurar,
es decir, no suplicar, no pedir, conjurar al demonio
por el poder sacerdotal a que salga de ese cuerpo.
Mi hermana dijo que nos daría tres portazos a la puerta
para que supiéramos que estaba ella ahí.
Y falleció mi hermana y, efectivamente,
a la hora que falleció mi hermana daban tres portazos a la puerta.
-Mi hermana muere el 14 de julio del 91,
y al mes, mes y medio,
empiezan a pasar cosas. -Nos tiran cuchillos, los vasos...
Eso fue lo menos que pasó en mi casa,
porque veíamos la sombra que veía mi hermana por el suelo,
veíamos los monjes que veía mi hermana.
Estar todos en el salón y a uno de mis hermanos un vaso
no le estalló en la cabeza porque estalló antes de llegarle.
Salió de la cocina y estalló justo antes de darle,
si no, también le da en la cabeza, eso no tiene explicación.
O ver una pelota de un pasillo cómo se viene hacia ti,
Yo, cuando salgo al pasillo, veo un bulto en el pasillo
el cual luego desaparece. Yo ya no veo más cosas,
ruidos, ruidos hemos oído muchísimos.
Se crea una especie de microambiente psicológico
dentro de una familia en el que unos a otros, en muchas ocasiones,
se van contagiando los síntomas, se van amplificando.
Con esto no quiero decir que no sea cierto lo que contaban,
lo que digo es que si acaso fuese cierto,
a la vez no es menos cierto que el clima familiar
lo único que hace es acentuarlo, intensificarlo
y potenciarse unos a otros.
Yo veía una niña, y empezó a cantar la niña que veía,
y empezó a tararear una canción que yo no conocía
y empecé yo a tararearla también,
y esa niña estuvo conmigo mucho tiempo.
Puso mi padre un sofá y una mesa de mármol,
de estas de antiguamente que pesan. Puso la mesa y el sofá,
y a las 2 y pico de la mañana
empezó a dar golpes a la puerta y terminó abriéndola,
y eso lo he visto yo y no tiene explicación.
Pues no sería extraño que, quizá,
no fuese Estefanía la pieza clave de la cuestión,
sino quizá otra persona de la familia.
En muchas ocasiones, personas que sufren...
alteraciones psicológicas importantes
sean las acusantes de este tipo de alteraciones.
En muchas ocasiones también de una manera inadvertida,
es decir, hay una persona que es la responsable sin saberlo
y sin embargo se le achacan todos los acontecimientos
a otra que podría ser Estefanía. -Un Día de los Santos...
se levantó mi madre y teníamos todos...
Bueno, nos levantamos todos para ir al cementerio,
ese día íbamos todos al cementerio,
y ese día nos vimos todos la nariz negra,
o sea, lo que es los agujeros negros, todos.
Entonces se levanta mi madre, nos levantamos detrás de ella:
"¿Y la fotografía de tu hermana?".
Y hace así, mira hacia abajo
y ve que la fotografía no está. La fotografía estaba en el suelo,
estaba boca abajo, cuando la levanta ve que estaba quemada.
-La foto está quemada y el cristal está intacto por dentro.
O sea, por fuera el cristal está bien y el cuadro está arañado,
quemado y arañado. Esa ha sido una de las cosas
que no encuentro explicación, ¿no?,
porque cuando se cae un cuadro de un armario, se rompe el cristal.
Y estaba boca abajo,
quemada la foto y el cristal intacto.
Pues esa noche, cuando se llama a la Policía,
ya dormíamos todos en el comedor, ya era, o sea...
Se oían ruidos, se oían...
Las puertas se abrían, se cerraban,
veíamos sombras, cómo pasaban por el pasillo.
Vio mi padre una sombra y dijo: "No, voy a llamar".
Mi padre era totalmente, o sea, es que no creía en nada.
-Llamamos nosotros a la Policía, llamó mi padre,
y fue por el terror y pánico que teníamos en ese momento
para que nos ayudaran.
Vimos que el crucifijo se volvió al revés,
pero también se desprendió el crucifijo
que estaba en el suelo tirado.
Y observé una cosa, que también tengo que decir,
yo no sé quién lo haría, o yo qué sé, o si estaba preparado,
hasta ahí no llego, porque no estaba,
estaba dentro de la habitación, pero había unos arañazos,
unos arañazos muy serios, ¿eh?
Pero como de una garra,
pero en toda la puerta.
Me abrieron con mucha precaución, ¿eh?
Me introduje dentro y no sé si era por...,
que podía ser también,
porque ya estaba un poquito mediatizado,
la verdad es que se me pusieron los pelos como..., para arriba.
Ellos dicen que notaron cosas que eran muy raras.
Ya se fueron blancos, pero blancos blancos,
o sea, asustados. Nos miraban con una cara...
Si ya nosotros estábamos asustados, nos asustaron más.
La respuesta que le di fue que estábamos a su entera disposición,
que como policías no podíamos, en vista de lo ocurrido,
no podíamos hacer otra cosa que darles nuestro apoyo
y que cuando nos necesitaran, que nos llamaran otra vez.
El inspector tuvo que hacer su informe, tuvo que hacerlo,
y el hombre, pues, oye, lo ha hecho lo mejor posible
para que no le tomaran por otra cosa.
-Luego se fueron, ellos dijeron que no podían hacer nada
y se fueron. A raíz de eso se hace un informe policial
y como que la gente empezó más a creernos.
Yo cuando termina el tema,
me acerco a la comisaría más cercana,
que era la Comisaría de Vallecas,
y desde allí llamo por teléfono al jefe de sala
y le explico lo que había ocurrido,
lo que había visto, y el jefe de sala
tomó nota e hizo una nota informativa.
En este caso, creo que lo que le da el marchamo de veracidad
son los informes policiales.
Estos informes policiales ya suponen...
dar un aspecto notarial externo, ¿no?
Viene alguien externo, foráneo al fenómeno,
y, de repente, se vuelve partícipe de ello.
(Golpes)
(Voces)
¡Cuidado, cuidado! ¡Ah!
-¡Por Dios!, ¿qué es eso? -El mueble.
-¡Sálvenos, Señor, sálvenos! ¡Óiganos, Señor!
¡Se lo saque afuera, Señor! -¡Me rozó!
-¡Tú tienes el poder, Dios mío! ¡Tú puedes, Dios mío!
¡Tú tienes el poder de Dios, Señor! -¿Lo Botó?
-¡Bótalo, Señor, para afuera! ¡Sálgase!
¡Dios mío, que está aquí haciendo daño!
Tú tienes el poder, Señor, ayúdanos, Señor.
-Lo botó, lo tengo todo grabado.
-Dios, ayúdanos. Hijita...
Ay, Dios... (ININTELIGIBLE)
-La Biblia. -La Biblia, sí.
Fue una sorpresa el entretecho, cómo traspasó la muralla,
cayó una espátula, eso fue lo primero.
Después, en una parte fue que...,
como que invoqué al...
...invoqué al diablo
y en ese momento, cuando yo invoqué al diablo, esta persona,
cuando yo ya salía del domicilio,
sentí un cuchillo que me atravesó la espalda por la parte de atrás,
fue algo superincreíble, jamás había sentido eso.
El cuchillo, gracias al chaleco antibalas
pude evitar alguna lesión.
Va la gente buscando ir a verla y sacarse fotos...
Estoy transmitiendo en vivo para la gente de Facebook,
un saludo, chiquillos. Llegamos a la casa embrujada,
que tanto me decían: "Transmite".
Retumbaron mucho en la cabeza en el tema este...
de que hubiera tanta gente en mi casa.
O sea, yo llegaba del colegio o de trabajar incluso ya después,
y me encontraba a un montón de periodistas,
a un montón de gente haciendo entrevistas.
Pues aquí seguimos, en directo,
cuando son las 11 y casi 28 minutos.
Hay veces que la Policía no se limita solo a detener a los malos,
a veces hasta le puede tocar perseguir fantasmas.
Fantasmas como los que quitaban el sueño a los vecinos
de una casa de la barriada madrileña de Vallecas.
Lo que allí sucedía era muy poco normal, era más bien paranormal.
A raíz de que sale el informe policial,
es como que, ahora sí te creo, ahora me subo al carro
y ahora sale un vidente, otra vidente...
Yo he llegado a ver una carta que me enseñó en su momento la madre,
en la cual una señora de Granada le había mandado una carta
que si la mandaban 200 000 pesetas de la época,
ella le solucionaba todo desde Granada,
no hacía falta ni que viniera. -Se aprovecharon.
Mucha gente por darse a conocer, supongo yo,
pidieron dinero,
entonces, tampoco sabías a quién acudir.
Nosotros teníamos el miedo metido en el cuerpo.
O sea, el miedo quiere decirse, de que yo no podía pisar
mi habitación, por ejemplo, mis hermanas tampoco,
por el pánico que teníamos. Aparte de eso, nos metían mucho miedo,
o sea, vamos a poner una cinta
para cuando cruce el fantasma verlo,
una sicofonía, una señora que se pone en el baño
y la da como una crisis
de esto de que la poseen
y el marido zarandeándola.
Para mí eso fue un teatro.
Los fenómenos "poltergeist" se olvidan,
eso es precisamente lo que hace tan especial el caso Vallecas,
que no se ha olvidado. Hablamos de un "poltergeist"
que se acaba convirtiendo
casi en el fenómeno "poltergeist" por antonomasia,
En las culturas primitivas se creía que lo que ocurría en el cielo
era un reflejo de lo que ocurría en la tierra.
Y ya, digamos, el momento en el cual pasa a ser un mito
es con la película que está inspirada
en el suceso, de Paco Plaza,
que supone un éxito internacional.
Pero si estoy yo sola. -No,
no estás sola.
Y los fenómenos empiezan a parar cuando mis padres venden el piso
y se van a otro sitio, y a raíz de ahí no les pasó nada.
Todo se encontraba encuadrado en ese lugar.
De repente la familia se larga. A medio y largo plazo, además,
ocurre una verdadera desestructuración familiar
progresiva, los elementos se pierden
y el mecano ya no funciona.
Yo me casé, a raíz de casarme me fui y a mí no me ha pasado nada,
de hecho, hoy en día no nos pasa nada.
-Con 21, hacia 22, me voy de casa. Yo me casé, tuve mis hijos,
yo no he presentido nada en mi casa
ni en las casas que he estado, ¿sabes?
Entonces, pues yo tampoco... He vivido una vida normal.
Y como estas cosas no se hicieron como ella quiso,
en un momento determinado achacaban que la hija,
de alguna manera, seguía en contacto con este mundo
y que era la causante de todos estos fenómenos.
yo sigo viviéndolo, yo me he puesto en tratamiento
para dormir, porque no dormía,
y ahora estoy empezando a dormir.
Yo sigo viendo y sigo sintiendo...
Si fallece una persona, yo lo siento
pues unas horas antes de fallecer esa persona
o tres días antes de fallecer esa persona
y veo cosas...
Habría que estudiar quizá, de manera individual,
uno a uno a esos miembros
e intentar descubrir quién era el motor.
tiene que haber una persona determinada, sobre todo,
que es la que detona todo este tipo de cuestiones.
La muerte de mi hermana Estefanía
para mí fue lo peor que me pudo pasar.
Es que para mí falleció una madre, para mí.
Entonces, yo la echo mucho de menos, mucho, mucho mucho
mucho mucho. Yo no puedo ir al cementerio,
la echo muchísimo de menos, aunque a veces sueño con ella...
Yo los golpes más duros que he recibido en la vida
han sido la muerte de mi hermana y la muerte de mi padre.
El último recuerdo que tengo de ella
es que se fue a la cama y me dijo: "Qué guapa estás hoy".
Eso fue lo que me dijo,
o sea, esas fueron las últimas palabras.
Era una madre, una madraza para nosotros,
era una confidente. Yo salía de juerga con ella y,
bueno, ¿qué te voy a contar de mi hermana?
Lo que te cuente se me queda corto en un relato, ¿no?
No tengo otras palabras que decir, que emocionarme por esto,
o sea, por... Sí, la queríamos muchísimo y la queremos.
(Música de misterio)
Estefanía Gutiérrez Lázaro muere de forma sospechosa en 1991 tras haber practicado la ouija en el colegio. Su familia se pregunta si la joven puede haber sufrido una posesión demoniaca.