2009
se trata de Elena Roldán. La conozco.
Hacía un papel pequeño en una serie.
Algodón. Parece tejido vaquero.
Pero no lleva aquí mucho tiempo.
No.
(TV): La presencia policial se ha intensificado
en el recinto del campus universitario
donde el temor de una nueva violación
se ha disparado...
Pero si ya se lo he dicho mil veces, por Dios.
Dos veces más en el mismo sitio.
Se ve que conoce muy bien la zona.
Me envistió por detrás.
Una furgoneta blanca.
Del golpe estaba atontada.
No sé. No pude ver nada.
Me ató y me amordazó.
Llevaba un pasamontañas, y las gafas oscuras.
Ojos azules.
Muy azules.
Siento haberme equivocado.
Había tantas pruebas contra él...
Fue todo muy confuso.
¿Es que esto no va a terminar nunca?
Con pruebas irrefutables.
Sí, bueno, yo aquel día salía de la uni,
de prácticas, como todos los miércoles. Iba en la moto.
Y entonces, no sé, en un descuido,
una furgoneta blanca me adelanta, me tira a la cuneta
y el conductor se bajó.
No. Llevaba una gorra
y el cuello así como levantado.
Pero sí que me pareció extraño su comportamiento,
porque le hablé y no me contestaba.
Y de pronto apareció un coche y se larga.
Si es que hace dos años ni siquiera estaba en la uni.
Y total, tampoco pasó nada, ¿no?
O sea, el que metimos en la cárcel es inocente
y metimos la pata hasta el cuello.
¿Y eso qué tiene que ver?
contra Elías Cardona.
Podía ser otro violador sin más.
Y sin relación con los casos anteriores.
Que los buenos somos nosotros.
¿Cómo se lo ha tomado Julia?
Ya.
No sé...
A lo mejor no nos lleva a ningún sitio, pero...
La U.C.O. tiene muchos enemigos.
Gente que nos la tiene jurada.
No sé, estas nuevas violaciones...
Provocar que se abra el caso Cuneta, el caso de Julia.
No sé.
¿Y si lo está provocando un enemigo de la U.C.O.?
Un enemigo de Julia.
No sé, en Toni.
Le jodimos el negocio, el de Jessica; el suyo.
Dime. -¿Puedes hablar?
Tengo algo. -¿Estás con alguien?
No, no. Estoy sola en casa.
Es que quería hablarte sobre él.
¿Manuel?
Yo también necesito hablar contigo.
Pero mejor lo hacemos mañana en persona, ¿vale?
Donde siempre.
Vale, de todos modos, no es urgente.
¿No puedes mañana? -Sí, sí, sí puedo.
Bueno, entonces, donde siempre.
Muy bien, a sus órdenes.
Hola. -Hola, tía.
¿Qué tal? -Muy bien.
¿Con quién hablabas? -Con el membrillo
de la aseguradora. Oye, les dan un despacho
y creen que son el general Custer.
¿Hay algún problema?
No, lo de siempre, hijo. ¿Y tú qué?
¿Otra vez vienes de estudiar? -Sí.
Tú sí que sabes, ¿eh?
Y así me gusta, ¿eh?
Sigue así, que así me gusta.
Hola, buenos días. Seguros ATPC.
Le atiende Cecilia Bermúdez. ¿En qué puedo ayudarle?
¿Y ahora qué pasa? Mi hermano está en la cárcel.
Él no ha podido cometer
estas nuevas violaciones.
Huy, perdón.
Pues lo que pone en los informes: primitivo, violento,
con brotes de esquizofrenia.
Con lo puesto, en la calle.
De ahí que sienta un odio patológico hacia todas las mujeres.
Creo que Julia tiene razón.
Sí.
La víctima de una violación sufre un enorme shock.
Es muy probable que pueda confundir el color de los ojos
del violador.
A mí tampoco me gusta el café negro.
¿Y eso es un delito?
Descubrir que tu hermano es un enfermo mental,
no es fácil.
No, no tiene ni idea.
Ahora soy el hermano del Violador de la Cuneta.
Su misma sangre.
"Algo tendrá de él", eso es lo que piensa todo el mundo.
¿Para qué estoy aquí?
La especialidad de Elías, sí.
Cagarla.
Lo recuerdo perfectamente, sí.
¿Y?
Mire, comandante.
Yo no soy ningún violador.
Él sí.
Mi novia declaró que estaba con ella
cuando se cometieron esas violaciones.
¿Me va a detener? Si es así, hágalo ya.
Y si no, me largo.
(TV): La presencia policial se ha intensificado
en el recinto del campus universitario
donde el temor de una nueva violación
se ha disparado.
Las clases de las últimas horas del día
se han suspendido de forma momentánea,
según ha informado el rectorado.
No, nada, nada. Que la señorita no se canse.
Chicos, el informe.
Falta lo del forense, pero, como siempre, no hay nada.
Ni huellas, ni pisadas, ni ADN..., limpio.
Pero vamos a ver. Este cabrón viola
a una pava entre los arbustos, digo yo que ella forcejearía,
y no deja ni huella ni nada.
Bueno, luego está lo del pantalón vaquero.
en butóxido de piperonilo y bioaletrina.
Un poquito más claro.
Insecticida. -O sea, alguien que trabaja
con plantas. -Algo es algo.
Pues nada, a buscar en invernaderos.
Algo es algo.
¿Qué tal?
Oye, no se lo habrás dicho a mamá, ¿no?
Por cierto, estamos organizando un concierto multirracial,
con varios grupillos de música
de diferente países.
Entonces, hay una gente que nos quiere dejar una sala.
Está bastante bien; está por el campus universitario.
¿Qué problema hay?
Si está pillado por la pasma.
Por la poli. ¿Puedo ir?
Ay, voy yo.
más ligues en casa.
(Ríe).
Me voy.
Hasta mañana.
Fue violada con un objeto duro y lubricado.
No hay cortes, pero sí desgarros vaginales.
La muerte fue provocada por una hemorragia interna,
por eso no había demasiada sangre.
¿Rastros del violador? -Ninguno.
¿Pero cómo es posible? ¿Ni un pelo ni un rasguño?
Es que no hubo contacto cuerpo a cuerpo con la víctima.
Usa guantes, sintéticos, seguramente.
La chica pelearía. -No.
La ató: en sus uñas no hay restos, ni de piel ni de sangre.
Pero la violó entre los matorrales.
De eso no hay duda.
El cuerpo de la chica está lleno de cortes y rasguños
producidos por la hierba y arbustos.
Hay que joderse. Y el cabrón no deja ni rastro.
¿Qué es, un puto fantasma?
¿Rastros de insecticida en la chica?
¿Insecticida? -No. ¿Por qué?
Encontramos un trozo de tela vaquera
impregnado de insecticida. Seguramente, del violador.
Según científica, la prenda vaquera pertenece
a alguien que trabaja
con grandes cantidades de insecticida.
Lo cual no encaja con la teoría de Julia.
Que es...
El hermano de Elías, Óscar. El que detuvimos
hace dos años, que es mucho más listo.
Bueno. Gracias, Marcos.
¿Vamos? -¿Qué tal Marina?
Bien, liada.
Ah, ¿y con alguien en particular?
Con su trabajo. -Ah, muy bien, muy bien.
Sé que se han vuelto a producir nuevas violaciones.
No sé. ¿En qué les puedo ayudar?
¿Sigue teniendo algún tipo de relación con Óscar?
Desde lo que pasó, ninguna.
¿Y qué le decía Óscar de su hermano?
Se negaba a hablar de Elías.
Todo lo que salió en el juicio, en la prensa, le cambió.
Con su hermano siempre tuvo una relación de amor-odio.
Se sentía en deuda con él. Culpable.
Saber que su hermano era
el Violador de la Cuneta le destrozó.
Pues no, nada fácil.
¿Óscar le había agredido antes alguna otra vez?
Nunca.
¿Y por qué se enfadó tanto ese día?
Un día descubrí que guardaba recortes.
Todo lo que salía sobre las violaciones, sobre Elías.
Me dijo que como volviera a meterme en sus cosas, me mataba.
Óscar se volvió desconfiado, amargado.
Todo era negativo y sucio. Hasta nosotros.
Ese no era Óscar; parecía Elías.
Yo no sé qué decir.
Hay algo.
Ya sé que hice muy mal, pero entonces le quería.
Y me pidió que mintiera.
Que dijera que esa noche estuve con él.
¿Y dónde estaba Óscar esa noche? -No lo sé.
Me dijo que iba a ser lo mejor.
Que si no, podía complicársele todo.
Yo pensé que era para evitarse líos.
No sé.
No lo sé.
¿Qué tal? -¿Marcos?
Hola Perdona, estaba liada. -Sí, eso me han dicho,
que estarías liada.
¿Ah, sí? ¿Quién?
Nada, un guardia civil celoso.
¿Quedamos esta noche a tomar algo?
Vale. No sé cuándo voy a terminar, ¿pero te llamo cuando acabe?
Hecho. Espero tu llamada. -Muy bien. Chao.
¿Dónde está Laura? -¿Por qué? ¿Qué pasa?
Las imágenes del campus. Creo que tenemos algo.
¿Vienes? -Sí.
Tengo prisa. Fírmame estos papeles.
¿Qué le ha pasado a Sierra? ¿Ha pillado el sarampión?
Aquí.
Vale.
Te veo luego.
Merche.
¿De verdad quieres que levante las manos?
¿Pero qué haces? -¿Pues qué voy a hacer?
Darme una ducha.
Llevo una semana sin agua caliente en mi casa.
Baja ese trasto de una vez, por favor.
No entiendo nada.
Alguna ventaja tendrá que tener esto de haberme convertido
en una soplona. -Está bien.
¿Qué problema hay?
Toni. Habla con un tío nuevo
por teléfono. -¿Y?
Pues que cuando habla con él, hace todo lo posible
para que nadie le escuche. -Ya. Y tú le has escuchado
¿Quién es? -Le dicen el Niño.
¿Le conoces o qué? -No, no, no.
Y aparte del apodo, ¿no sabes más?
No, porque cuando habla con él, lo hace en clave.
Pero quedan en el Caos. -Ya.
Nada más. -No.
Pero estaré atenta.
Por cierto, te he visto en lo de la chica esa,
la actriz, en la tele.
Yo la veía en la serie.
Joder, menudo hijo de puta. -Ya, ya.
De eso quería hablarte.
¿Tú crees que Toni puede estar detrás?
Toni podrá estar detrás de muchas cosas,
pero con las tías se porta. -¿Algunos de los suyos?
No creo. Pero si quieres, le pregunto.
Ni se te ocurra. ¿Me oyes?
A sus órdenes, mi capitán. -Y no hagas bromas con esto.
Limítate a escuchar y a fingir desinterés, como te dije.
Tenemos que tomar todas las precauciones.
Que sí.
Y no seas tan chula.
Que yo puedo manejar a Toni y a diez como Toni.
Además, sé que eso es lo que te gusta de mí, ¿o no?
Me gusta eso y otras cosas.
Pero eres mi confidente, ¿vale? Y estamos trabajando.
¿Y va a seguir siendo así siempre?
¿Qué tal tu sobrino Jesús?
Qué serio se pone el señor.
Digo que qué tal tu sobrino Jesús.
Pues muy formal y muy estudioso.
Espero que siga siendo el único listo de la familia
y que no se meta en líos.
Esta es la noche del crimen.
Esta es la cámara de vigilancia de la salida
del campus universitario.
La moto de la chica asesinada sale.
Y justo después, sale la furgoneta.
¿Eh?
Vale.
Justo ahí. Mira. Un corredor y su perro.
Que van en la misma dirección
que ha tomado la chica y el asesino.
Depende de hasta dónde llegó haciendo footing.
Si hasta donde se cometió la violación o...
O se dio media vuelta y no vio nada.
Eso es. Ahora pasamos hacia adelante
la grabación.
Y le vemos regresar a las 11 y 1 minuto justo.
Pero a esa hora, la chica ya había muerto.
Tío o tía, porque no se aprecia.
Pero si vio algo, ¿por qué no hizo nada?
¿Qué coño de perro es ese? -Un perro de aguas.
¿Un perro de qué?
De aguas. -De aguas. ¿Eso existe?
Claro que existe. -Ah.
¿Estás lista?
¿Cómo te va con él?
¿Por qué evitas siempre hablar de él?
Bueno...
Lo digo porque no debe ser fácil trabajar juntos
después de lo que pasó, ¿no?
Menudo campeón.
Él te lió y cuando tú lo dejas todo,
volvió con su mujer.
Y la tira de años después, consigue compartir tu despacho.
Está bien, disculpa.
¿Vamos a comer?
¿Me vas a dejar colgado? He venido para comer contigo.
Está bien.
¿Nos vemos luego en casa?
Como que estamos en la universidad.
Los estudiantes no llevan perro.
O sea, que el menda pasó por aquí corriendo dos veces,
una de ida y otra de vuelta.
Estaba violando a una pava ahí delante, y él no vio nada.
Segura tiene razón.
Hay que tener mucha sangre fría para torturar a alguien aquí,
a la vista de todos.
Opino que la que se lo está currando de verdad, es Julia.
Sin las genialidades de otros.
La misma que le ha dado él a Julia.
(Ríen).
¿Papá?
Ya veo, ya...
y concretar todo.
Hasta mañana.
No te cortas ni un pelo, ¿eh?
O sea, que al final quedaste
con el forense de los huevos, os doy 15 días.
Pues ya sería mi relación más larga desde que estoy aquí.
Porque tú quieres.
No, yo no quiero,
pero por una vez estaría bien que funcionara.
Entonces te equivocas de tío. -No creo que seas
el más adecuado para decirme con quién tengo que estar.
Lo soy, Marina, lo soy,
pero tú no lo asumes.
¿Cómo que queréis que interrogue a Elías?
¿Qué me estás contando?
Sí, la cabeza de su sitio.
No soporto a esos mendas, me sacan de mis casillas.
¿De qué te ríes?
Venga, sí, vale.
Pocas, estamos encima de todos los que trabajan
en viveros de plantas.
Nada aún, luego está lo del hermano del violador,
yo estoy con Julia.
No me he fijado.
Mi coronel,
le pido que me traslade a otra unidad
en cuanto atrapemos al violador.
con alguien desleal.
Por favor, Ramón.
Uf...
Mira que preferir a un forense antes que a mí...
Uf...
Este tío es idiota.
Ah...
¿Qué coño hago aquí?
Parece que te ha salido un imitador, Elías.
(Ríe).
Ah... Me alegro, que se jodan esas zorras.
¿Tú le has contado a alguien lo que le hiciste a esas zorras?
(Ríe): Sí, claro, no te jode...
En la cárcel tengo un montón de amigos.
¿Has visto esta cicatriz?
Pues me la hicieron por violador.
Vaya... qué pena...
Pero, bueno, mira, al menos
las cárceles españolas sirven para algo.
¿Se lo has contado a alguien, sí o no?
¿Qué pasa? ¿Que esta vez no tenéis
a quién cargar el muerto? -¿Qué pasa?
¿Que sigues con el rollo de "soy inocente"...?
Vosotros metisteis
esa cinta aislante en mi taquilla...
Pues ya vais listos, ahora el gilipollas
que violó a esas chicas sigue por ahí.
Buen trabajo.
Pues sí, sí, buen trabajo, sí.
Oye, ¿y qué crees que piensa él de ti?
El violador, digo.
Te lo digo yo:
"Menudo pringao,
le caen 30 años por lo que he hecho yo
y yo aquí tan pichi...".
Ah, quiero irme.
No puedes, tú no eres libre, él sí.
Y está disfrutando de la vida de lo lindo
y riéndose de ti.
Oye, por cierto, ¿tu hermano no ha venido a verte
en estos dos años?
¿Qué hermano? Si yo no tengo ningún hermano.
Sí..., sí lo tienes,
vuestra madre os dejó cuando erais pequeños,
tú tenías 9 y él 7,
en la calle, con lo puesto.
¿Y Sierra?
No, que ya comentaré algo nuevo sobre Toni.
Parece ser que ahora está muy en contacto
con un tipo al que llaman El Niño.
Que me llame lo antes posible, ¿vale?
¿Y de qué mierda te ríes?
Que tiene gracia las vueltas que da la vida,
a mí mi madre también me dejó con un hermano a mi cargo,
y el muy cabrón me la lía siempre que puede
y, además, de las gordas.
Le tenía que haber metido en la cárcel, pero no lo hice,
es mi hermano.
Pero el tuyo sí que es listo.
¿Sabes qué? -¿Qué?
Una de las noches en las que pasaron las violaciones,
yo vi a mi hermano lavándose las manos.
Las tenía llenas de sangre.
¿Y por qué no has dicho nada hasta ahora?
No sé,
creía que mi hermano no sería capaz de hacerme eso.
Elías, estás haciendo una acusación muy grave.
Viste a tu hermano con las manos llenas de sangre.
¿Jesús? -Sí, está ahí.
Gracias.
Perdona, soy Blanca Sierra.
Tú eres Jesús, ¿no?
Hemos hablado varias veces por teléfono,
por lo del concierto. Lo llevas tú, ¿no?
Sí, sí. -Ah...
Ah... No sé si nos conocemos de algo.
Me acordaría.
Bueno, ven, te voy enseñando la sala.
De acuerdo.
Lo habría dicho en el juicio, mi coronel, no ahora.
Ha estado muy bien lo de tu hermano.
Es verdad.
Que pena que no puedas hoy, me gustaría repetir.
Qué más quisiera yo, pero qué le vamos a hacer,
cuando toca guardia, toca guardia, además, no creo que
te apetezca cenar en el anatómico forense, ¿no?
Pues no. -Te llamo luego.
Muy bien.
Marina, nos están esperando.
Joder, qué cara de boba,
¿y este qué quería? ¿Qué pasa, que no sabe
que existe el mail o qué?
¿Tú de qué vas?
¿En serio estás con él?
¿Por qué sigo aquí?
¿Qué?
Ah...
Sí, por el campus universitario.
Ah...
Yo no voy a seguir comiéndome tu mierda
para que tú vayas por ahí violando.
Se..., se lo está inventando todo.
Mi turno..., mi turno termina a las 8.
No. -No, no, claro que no,
por supuesto que no, lo mismo que pasaba entonces, Oscar.
Hasta ahí, siempre,
y luego vuelvo. -¿Sobre las 11?
-Eh, sí...
Yo... yo no vi nada, ¿eh?
Que no vi nada.
Bueno, esa furgoneta blanca sí,
de hecho, casi atropella a mi perro Rambo,
que si lo toca es que lo mato...
Bueno, que lo mato no, que...
Ya le condenaron por ello, ¿a qué viene esto ahora?
¿Quién metió entonces esa cinta aislante en mi garita?,
eh, Óscar, ¿quién la metió? Yo no.
Ni yo tampoco. -¿Entonces quién?
¿Quién metió esa cinta aislante en mi taquilla, Óscar?
Elías, por favor, di la verdad.
¿La verdad?
¿Acaso has venido tú alguna vez a la cárcel
a preguntármela, eh?
¿Quién cuidó de ti
cuando nuestra madre nos dejó tirados en la calle, eh?
Casi me matan en la cárcel
y yo te llamé, ¿y tú...?
Tú no... no viniste.
Elías, por Dios...
Yo no puse esa cinta en tu taquilla.
¿Entonces quién?
¿Quién la puso, Óscar? ¿Quién?
No...
Por odio.
No.
No, no, no, para nada.
Ninguno de los dos.
Bueno, y eso, que al final acabaron trayéndonos todo
lo que nos habían robado de las cajas.
(Blanca ríe).
Ah, bueno, pues quedamos en eso, te llamo para...
Mejor te llamo yo.
Ah, vale, perfecto, y, gracias, no veas la de problemas
que tenemos nosotros para organizar nada.
Si de verdad quieres algo, lo acabas consiguiendo.
Yo me tengo que ir. -Oye, que...
Bueno, nada, que...
Que yo esto me lo tomo muy en serio,
espero que los demás también.
Lo digo porque en cuanto asoma por aquí una chica guapa,
ya sabes... se nos pegan mogollón de plastas
para intentar ligar.
No te preocupes, Jesús, bueno...
Joder, cuando lo cuente mañana...
Qué fuerte... ¿Me podré sacar una foto
con todos?
A ver, señores, no podemos pasarnos
todos otra noche casi sin dormir.
Marina, Pablo, id a casa,
ya seguimos nosotros con este señor.
Bueno, pues suerte.
Ánimo, señores.
Hasta mañana. -A ver, por favor,
repita la historia.
Se lo he dicho a la sargento, yo iba corriendo
y casi atropellan a Rambo, a mi perro.
¿Qué haces aquí? -Ah, sorpresa.
He convencido a un buen samaritano para que me sustituya.
Ah... ¿Y si te digo que he quedado?
Ah, no cuela...
¿Vamos en dos coches? -Ni hablar,
¿con lo cansada que estás?
Si coges un coche es por encima de mi cadáver.
Uno de nosotros.
No.
O sea, que vaquero no, eran negros, como de chándal.
Cuando él dio el frenazo para evitar atropellar a Rambo,
dio un volantazo y golpeó contra la acera,
entonces se bajó para comprobar
que la rueda estuviera bien y ahí lo vi,
eran negros. Se disculpó, siguió,
pero el pantalón era negro, oscuro como el mío de chándal.
Así que la señorita tiene hambre.
Sí.
Ya verás, soy un cocinitas.
¿Qué hay aquí?
De lujo: mejillones, berberechos, almejas machas...
¿Aceitunas? -Aceitunas.
Aceitunas para la niña.
¿Eso es lo que tú entiendes por una cena romántica?
No...
Tú tranquila, la noche acaba de empezar.
¿No te da dentera? -¿A mí?
Qué va,
a mí este ruido me encanta
desde niño.
Bueno, se lo dije a ella, la furgoneta,
la furgoneta estaba aparcada en el arcén.
¿Vacía?
No, según me acerqué de regreso, eh... había gente dentro,
no se veía el interior, pero eran jadeos de chica,
yo pensaba que estaban fo... eh...
Haciendo el amor, eh...
¿Más vino? -Ajá.
Más vino para la niña.
Por la cena, por esta cena,
y por las que vendrán.
¿No tienes fotos?
Es que salgo fatal.
¿De verdad?
Es ver una cámara y salir corriendo,
un trauma infantil.
Yo creo que voy a necesitar terapia.
Bueno, podemos hablar.
Pero intensiva, ¿eh? Que el trauma es muy gordo.
No puede ser, ¿dentro de la furgoneta?
El forense aseguró que lo había hecho
en la zona de arbustos.
Es... es el que conducía la furgoneta.
conoce el recinto universitario, de allí sacó la cinta aislante.
Es verdad, Julia. Un forense de su prestigio
no puede equivocarse tanto,
quería que creyésemos que la había violado
en la zona de arbustos para así ponernos
sobre una pista falsa.
Creo que Marina está saliendo con él.
ella siempre está al teléfono.
Segura, dime. -Pablo, es Marcos, el forense,
el corredor lo ha identificado, ¿dónde estás?
¿Qué?
Cambió las pistas del sumario para llevarnos por otro lado.
¡Me cago en la puta! Tiene a Marina... ¡Joder!
Un equipo va a su casa, está cerca del Parque del Oeste.
Dame la dirección, estoy al lado. -No puedes ir solo,
espera que llegue el equipo. -Dame la dirección,
que manden a alguien a casa de Marina.
Vale, pero no hagas tonterías, que te conozco.
¿Dónde estás, Pablo? No entres, espéranos fuera, ¿me oyes?
Llegamos en unos minutos. -Joder, Segura,
no puedo quedarme sin hacer nada, tiene a Marina.
Lo sabemos, pero te estoy dando una orden.
Demasiado tarde, estoy dentro. -Pablo...
No ha ido por casa.
¿Sabemos algo?
Suéltala.
Huy, qué susto me has dado, picoleto.
Aunque, creo que no estás en condiciones de pedir.
He dicho que la sueltes.
No me puedo creer lo de Marcos,
¿qué va a pasar con Elías?
Señores,
a descansar, mañana será otro día.
Tenemos más de 15 casos abiertos.
Capitán.
¿Te vienes? -No, no, quiero...
quiero pasar por el hospital.
Una joven actriz aparece muerta y con evidentes signos de agresión sexual. Los medios enseguida relacionan la violación con las que se produjeron hace dos años en la mediática Operación Cuneta que resolvió la UCO y con Julia al mando.