(Sintonía)
(Aplausos)
Bienvenidos
a "Torres en la cocina",
hoy el programa va de menú.
Ya veis que tenemos primero,
segundo y luego postre
para terminar.
Pues sí.
Amigos de los bares,
hoy supermenú,
empezamos por un arroz con cebolla
tierna y tomate seco.
Y después haremos una corvina
con una muselina de miel,
un plato muy fácil
con técnica, pero lo puede hacer
todo el mundo.
Muy fácil de hacer.
De postre terminaremos
con una naranja con aceite,
sí, señores, con aceite
de oliva, azúcar y canela.
Vamos a empezar por el arroz.
Menú supercompleto fácil de hacer
y sale bien de precio
que eso es importante.
Vamos con chalota, Sergio.
¿Es posible comer bien de menú?
Claro que sí y eso lo vemos
cada día, amigos de los bares,
¿cómo estáis?
Y si hay algún sitio en el mundo
donde se puede comer superbién
de menú, es en España.
En España, sí, y hay bares
que por un módico precio
pues te hacen unos menús
extraordinarios.
Recordemos que el menú
como tal, en la época de Franco
se impone en los bares
y restaurantes, pues como reclamo
también para los trabajadores
y luego para el turismo.
Sí, para el turismo.
Para generarlo, para atraer turismo
a España y dicen
que tenía que haber
unos entrantes, de primero,
un segundo que podía ser
pescado o carne o huevos
y luego, el postre
que podía ser queso o fruta.
Nosotros, en este caso,
hacemos fruta.
Oscilaba si era un bar, 50 pesetas,
si era un restaurante de lujo,
250 pesetas, o sea,
que me parece algo muy curioso.
Todo esto fue por imposición,
pero al final ha quedado
y hemos heredado el menú del día
que hacen tantísimos
bares y restaurantes
y que la verdad, viene muy bien
al mediodía, es supercompetitivo,
normalmente,
es muy competitivo, es muy bueno.
Bueno, empezamos con la chalota,
a rehogar la chalota.
Y en cada región cada uno
hace su comida, me acuerdo
cuando vivía en San Sebastián
pues por muy poco dinero
debajo de casa comías un menú
superbueno, con productos
con imaginación y luego,
se trata de que el menú
tiene que ser como
si comieras en casa, lo mismo.
Y además, menú viene
de la palabra francesa...
Y significa pequeño
porque es reducido, menú de menudo.
Y era como se denominaba
al pergamino donde escribían
los platos de menú.
Lo que sí que se está perdiendo
es la fruta en el menú.
Es una pena porque la fruta
tiene que estar en el menú.
Ahora dicen:
"Fruta o café", bueno, fruta.
Pero además, la fruta entera
como dice Virginia,
nuestra dietista del programa,
que tiene que ser entera
porque es cuando tiene la fibra
y entera la haremos.
Bueno, al menos guardaremos
la fibra de la fruta
no en zumo, sino con su fibra
y muy interesante la receta
del final que haremos.
Rehogamos esta chalota
que no veas...
Que está potente, ¿no?
Vais a ver porque este arroz
vamos a hacer algo insólito
que nunca antes hicimos aquí
y es hacerlo primero, la chalota,
poner el arroz, nacarar,
hasta aquí todo bien,
caldo de verdura, pero luego,
la verdura que le pondremos
que será cebolla tierna,
tomate seco y espárrago verde,
lo pondremos más adelante
para que nos aguante bien
la consistencia
para que no se pase de cocción.
Vale, yo ahora que Javier
rehoga la chalota,
también rehogamos el arroz.
Eso se llama nacarar
y un poco de sal ahora, Javier.
Un poquito de sal.
Durante y...
Y vamos cerrando el grano.
Y después, si aún no se entera.
Es muy pesado con eso.
No se entera, no.
Siempre, antes, durante y después,
ya sabemos que es así.
Es muy importante.
Y me lo hace decir a mí siempre.
Entonces, me niego.
Porque aún no lo aprendiste.
Me niego.
Mirad, la cebolla tierna
la cortamos en bastones
como el espárrago.
Ya sabéis que el espárrago
tiene mucha fibra, es muy bueno.
Espera, Sergio.
Lo corto así.
Venga, vamos mojando el arroz.
Ahora, de esa manera
como lo hace Sergio también
se notará la verdura,
le daremos un salteado
que dorará también.
Ligero, ligero.
Y así...
Ligero como el viento.
¿Qué, te lo pasas bien?
Sí, yo me río.
Se lo pasa bien aquí mi hermano,
no sé cuál es la gracia.
Él va a la suya, va por libre.
Va por libre.
Espárragos verdes, qué buenos son.
Antiguamente, los nobles consumían
mucho espárrago verde,
se puso muy de moda
el espárrago verde.
No sabían qué era
el espárrago blanco
porque eso es algo más nuevo,
eso lo creamos nosotros.
Que no deja de ser
un espárrago verde,
pero está enterrado.
Claro.
No le da el sol y está blanco.
Vamos a cortar las puntas.
No tiene misterio, es lo mismo.
Lo cortamos igual
y luego ya tomate seco
que ya sabéis, os hemos enseñado
a hacer tomate seco
en el programa muchas veces
y lo podéis hacer secado al sol
o secado en el horno
que es como más fácil
se consume en casa.
Pero también se puede comprar,
o sea, que no hay problema.
Este es nuestro,
lo hicimos nosotros.
Que ya se nota que tiene
la pinta de casero
y es cuando el tomate
está bien maduro en verano
y está barato el tomate,
compramos, escaldamos, pelamos,
quitamos las pepitas
y lo dejamos secar al horno
con un poco de ajo, sal, pimienta,
una puntita de azúcar
que le va muy bien
y esto es lo que sacamos.
Y luego, nos aguanta todo el año.
Este caldo,
mirad el caldo de verduras
el color que tiene.
Es un caldo que parece
un caldo de ave
y tiene sabor porque con todos
los restos de verdura
y con partes de verdura,
un supercaldo natural, es ligero,
buenísimo, ya veréis que es
un arroz por eso decíamos
que sale bien de precio
porque no renunciamos al sabor
porque tiene mucha potencia
de sabor, el tomate le da,
el espárrago, la cebolla,
el caldo de verdura, la chalota.
Es sano también.
Después le pondremos
queso, albahaca.
Venga, ponemos primero el espárrago
que es lo que más tarda.
Aceite.
El espárrago.
Ahora pondremos el tomate seco
que le da ese punto de acidez
tan bueno al arroz,
el tomate lo ponemos antes.
Veréis que este arroz
va evolucionando
y le vamos a ir dando forma
poco a poco,
al final es sorprendente
porque queda superbueno,
nadie diría que lo has hecho
con caldo de ave
porque el sabor...
Con caldo de verduras.
Con caldo de verduras
porque es muy potente.
Es potente.
Que también se podría hacer
con caldo de ave.
Claro.
Ah, bueno, ah, claro.
Si no, no, vale,
ponemos la cebolla tierna
y saltear ligeramente,
es solo para darle un toque.
Sabéis que la cebolla
salteada coge ese toque
más potente de sabor.
Trozos grandes para que se note
que está y ahora
lo pondremos en el arroz.
Pero veis que lo ponemos después
una vez reducido y cocinado
un poco el arroz para que nos quede
al dente la verdura.
Para no pasar la verdura
y encontraremos esa verdura.
Venga, removemos
y vamos a dejar cocinar,
no ha acabado,
al arroz aún le queda toques.
Unos 15 minutos.
15 minutos y lo acabaremos.
Ya veis, el arroz está casi
a punto, pasaron 10 minutos
más el tiempo
que le dimos al principio.
Unos 15 aproximadamente.
Vamos a acabar el arroz.
Le vamos a poner aceituna negra
de Aragón que es una aceituna
muerta que se llama,
pero es deliciosa.
Le vamos a poner alcaparra
que sabéis que el toque
de encurtido nos encanta.
Es un arroz ya que el caldo
de verdura que tiene su potencia,
pero no es tan potente
como el de ave, lo que hacemos es,
con el resto de ingredientes,
darle más potencia.
La alcaparra no es muy habitual
en el arroz, pero como es encurtida
el da potencia, acidez,
bueno, le va muy bien.
Bien repartida
y cuando coges una cuchara
de arroz, te metes alcaparra
y la verdad, es delicioso.
Ya ves que es un arroz
mediterráneo, más no puede ser
porque lleva los ingredientes
que representan al Mediterráneo.
La cebolla tierna que teníamos
también, el verde de cebolla tierna
que ya sabéis que tiene
toda la clorofila.
No nos gusta tirarla
y la pondremos al final.
También podremos
unas hojas de albahaca
y también le pondremos
un queso manchego.
O sea, que... Arrozaco.
Un poco de queso manchego,
mirad, la aceituna
cuando la encuentras,
te da ese sabor saladito,
pero cremoso porque
es muy cremosa esta aceituna.
La cebolla tierna, ¿veis?
Vamos poniendo encima,
albahaca, a este arroz
sí le pondremos albahaca
de hoja ancha
que ese tipo de albahaca
que tenemos aquí
que ya veis que es una albahaca,
bueno, importante, de hoja grande.
Y vamos a poner solo
las hojas aquí encima, pam.
Enteras, no las cortamos
y ahora veréis por qué.
Buah, cómo está el manchego
y mirad qué manchego,
está seco cuando está bien curado.
Ah, qué potencia, qué bueno es.
Ponemos la albahaca por aquí.
Esto le dará un toque genial,
voy a rallar por aquí.
La verdad es que tiene
una pinta ahora mismo
y a estas horas, que no veas.
¿Cómo lo veis, querido público?
(PÚBLICO) Muy bien.
Buena pinta, eh.
Pues venga. Es para vosotros,
o sea, que...
Buenísimo.
Nos reinventamos con el mundo
de los arroces.
No sé cuántos hemos hecho
durante este año,
bueno, el año pasado, arroces.
Este año no. El año pasado.
Pero hemos hecho un montón.
Venga, lo paramos ya.
Métele bien de queso.
No tengas miedo.
Cómo huele la hoja, eh.
Ahora la hoja de albahaca
es cuando se impregna.
Y ahora el queso se va a derretir,
se va a fundir.
Y si esperas un momento,
te queda brutal.
La cebolla tierna, todo
lo que le hemos puesto. Sacamos.
Y ahora ya, con el calor se sirve.
Le queda, nada, un minutito,
dos de reposo.
Un poquito de aceite de oliva.
Y ya está.
Primer plato de menú del día.
Vaya lujo de menú
que vamos a hacer hoy.
Perfecto. Vamos a por el siguiente
plato de menú.
Fantástico, Javier.
Vamos a hacer una corvina,
que es un pescado fantástico.
Podría ser con otro pescado.
Lo vamos a hacer con una muselina
de miel.
Primero vamos a empezar
por una crema.
Vamos a hacer una crema
de calabacín, pero tiene toque.
Calabacín y cebolla tierna.
Teníamos esta cebolla tierna
que nos ha sobrado
de la primera receta.
Y vamos a hacer, ya veréis,
una crema muy suave
porque la vamos a hacer con leche.
Es diferente.
Exactamente. Y tiene que haber
hidratos, proteínas, frutas.
La dieta tiene que ser
muy equilibrada.
Cuando escojamos un menú,
miremos que haya equilibrio.
Vamos a pelar.
¿Sabéis por qué se pone
la gente esto así?
Va muy bien. Es refrescante.
Porque es antioxidante
el calabacín
y va muy bien para las bolsas.
Por eso mismo.
A ti te hace falta.
Sí. Qué bien. Qué gusto me da.
No llevas bolsas. Llevas mochilas.
Anda que tú.
Vamos a poner también.
Pero fijaos lo que vamos a hacer.
Voy a pelar el calabacín.
Diréis: ¿Para qué?
Porque la piel la vamos a poner
al final
para que quede más verde la crema.
Y el calabacín entero.
Eso es un truco
para que os quede muy verde.
Exactamente.
Porque si no, se oxida la piel
y no queda tan bonita.
La guardamos. No cuesta pelarla.
Es un momento.
Rehogamos un poco la cebolla,
que nos va a coger color,
pero en blanco.
Y el calabacín. ¿Me ha cambiado
la cara? La tengo mejor, ¿no?
Pero eso no es el calabacín.
Es el pepino, Sergio.
No. Es el calabacín.
No. Es el pepino de toda la vida.
Que no. Que es calabacín.
¿No? ¿Es calabacín?
No. Es el pepino.
Es el pepino.
¿Ah, sí? Vale.
Bueno, Sergio le...
¿Tú te sientes mejor?
A mí me ha ido bien.
A mí me ha refrescado.
Pues ya está. No pasa nada.
Tenemos leche.
Y esto lo reservamos.
Reservamos para ponerlo al final.
Bueno, tenéis que hacer lo mismo
pero con pepino.
Tenemos rehogando la cebolla,
como veis.
Y ahora el calabacín
no hace falta rehogarlo,
prácticamente,
porque queremos una crema
que sea bonita, verde.
Entonces, ponemos la leche.
No mucha para que nos quede
un poco espeso.
No ponemos caldo.
Esto es un toque.
Leche para que salga una crema
interesante.
Y ahora dejar cocinar
unos diez minutos.
Ahora vamos con las verduras.
Vamos a hacerle una cama
de verduras a la corvina.
Pimiento rojo, zanahoria
y ajo tierno.
Supertemporada de ajo tierno.
Ahora está pletórico.
Es sabroso, es bueno.
Ya veréis. Vamos a hacer
un papillote con verduras
y la corvina,
que vais a ver qué corvina
hemos encontrado esta mañana
en el mercado. Viva el mercado.
Era espectacular.
Es espectacular. La vais a ver.
Seguro que aquí hay mucha gente,
Javi,
que tiene su bar especial,
y vosotros también
en el público,
donde vais a comer
un menú concreto.
O vais variando,
que es lo mejor también.
O ir variando. Pero siempre,
de vez en cuando,
yo voy a uno que hace
una pasta de sepia, de calamar
en el menú.
Y siempre lo pido. Cuando pudo ir.
Algún día que pudo ir
y me acuerdo, ¡pam!
Se me enciende la luz y voy
porque ese plato me encanta.
Es un plato que no varía,
siempre lo tienen en el menú
porque todos lo piden.
Es muy bueno. Vale. Juliana.
Yo, normalmente, siempre que voy
también a un bar,
me encanta la "fideuá".
Y si veo "fideuá" en el menú,
"fideuá".
Sí.
Y hay un bar que lo hace también
muy bien y siempre que tienen,
me vuelve loco.
Sabéis que también, antiguamente,
cuando se impusieron los menús,
los jueves también se solía
poner en el menú paella.
Dicen que era algo
que los trabajadores buscaban.
Ya la gente salía y buscaba
el tema de la paella.
Sí.
Se hizo como muy popular
que todos los bares y restaurantes
hicieran paella en el menú,
que eran los jueves.
Los jueves, ¿no?
Todavía es.
El jueves, paella.
Los jueves, paella. Sí, sí.
No todos, pero muchos lo hacen.
Bueno, vamos cortando verduras.
Zanahoria de bastones,
el ajo tierno.
Ya sabéis que nosotros
el papillote lo hacemos
con papel sulfurizado y ponemos
el papel de aluminio encima.
Que nos parece...
Bueno, para que no tenga contacto
el papel de aluminio.
Vamos salteando las verduras.
Y luego lo envolvemos.
Dame el pimiento.
Vale. Y luego ya lo cerraremos.
Ya veréis. Queda muy bien.
Luego, las verduras.
O podéis saltearlas,
o podéis ponerlas en crudo también.
Sí.
Con un salteado va a quedar
menos sabor a hervido.
Más a salteado.
Quedan más sabrosas.
Quedan más cocinadas.
No tenemos el riesgo
de que nos queden crudas.
Y, aparte, es el sabor. Da sabor.
Venga. Podemos poner
todas las verduras, eh.
¿Cómo va la crema?
Ajo tierno.
Va cociendo, va cocinando,
va hirviendo.
Esto luego, el tiempo que tardemos
en hacer la verdura
y el pescado, se cocina bien.
Después trituraremos,
pero antes meteremos las pieles.
Y ahora, señoras y señores,
el protagonista real.
La protagonista. La protagonista,
Javier.
Porque no veas qué espectáculo...
¡Tachán! De corvina.
La corvina es mucho más económica
que otros pescados
y es de una calidad excepcional.
Y la hemos visto y hemos dicho:
¡Qué pedazo de corvina!
Acordaos del nombre.
Voy a comprar a la pescadería.
Enséñame la corvina.
Y es muy parecida a la lubina,
a la dorada, a pescados blancos.
Que podría ser
cualquier otro pescado:
merluza, lubina, dorada.
Yo merluza no he dicho,
pero te lo compro también.
Eh, Sergio.
Siempre voy por delante, amigo.
Sí, sí. Claro.
Vale.
Vamos a filetearla,
que eso lo podemos pedir
en la pescadería, evidentemente.
Mira, voy a coger este cuchillo
que es más grande.
Ya lo limpio yo, eh.
Y ahora, eso, son unos filetes
preciosos.
Esta, como veis,
ya le hemos quitado las escamas.
Siempre queda alguna.
En principio, no tiene.
Y... es opcional
si vais luego a quitarle la piel.
Nosotros se la quitaremos.
Es una carne...
La corvina tiene una carne dura,
una carne fantástica, de verdad.
Prieta, blanca.
Es una carne muy buena.
Venga. Aquí tenemos un filete.
Y vamos a coger un trozo del lomo
fantástico de esta corvina.
Lo demás, a la nevera.
Aquí tenemos.
Superpinta. Y ya os digo,
es económica. La corvina no es
un pescado caro.
Vamos hacia la parte de aquí,
que es una parte que no tiene
la espina.
Y si tiene espina, se lo quito.
Verano: pescado azul.
En estos meses de frío:
pescado blanco.
Porque los pescados también tienen
temporada.
La otra parte tenemos
que "desespinarla".
Cortar también.
Y para hacer en papillote,
que después hacemos aquí más.
Venga. Suficiente la verdura.
No hace falta pocharla a tope,
sino, simplemente, darle un toque.
Os vamos a enseñar también un truco
para envolver luego esto bien.
Oye, dicen... Yo no lo he probado,
pero dicen
que el menú más bestia en España
está en Asturias.
Y tiene seis platos...
(AMBOS) Tres postres,
café y chupito.
Chupito.
Eso es un menú degustación.
Además, son platos.
De menú.
O sea, no es un plato que digas...
Son platos de verdad.
Pequeñitos. No, no.
Asturias.
Yo eso lo tengo que ver.
Me gustaría
porque me parece increíble.
Fijaos lo que hago.
Pongo primero el papel de aluminio
debajo
y el papel sulfurizado encima.
Ahora repartimos la verdura,
que esto es la cama donde
vamos a poner encima la corvina.
Le pondremos ahora un poco
de sal y pimienta, Javier.
Y verdura que no falte.
Venga.
Así está bien.
Un poquito más.
Vale.
Un poco de sal y pimienta.
Es plato fácil.
Esto es "mise en place".
Esto es preparación.
Venga. La corvina con la piel
hacia arriba. Importante.
Porque luego
le vamos a quitar la piel.
Un poco de sal y pimienta.
Un poco para que no se pegue.
Unas rodajas de limón, Javier,
que le vamos a poner también.
Eso nos va a dar acidez, sabor.
Muy buena.
La corto muy finita
y luego la retiramos.
La pongo encima de la piel.
Ponla debajo.
O encima. Luego lo quitamos.
Yo la aprovecharía.
Venga.
Así.
Al final, nos va a dar aroma.
Vaya pintaza.
Ahora envolvemos.
Con la piel da aroma.
Y hacemos un paquetito.
Y luego, una vez lo tenemos así,
giramos aquí.
Y hacemos así.
Así.
Y ya, de aquí...
Venga. Ya lo tenemos.
Lo iba a hacer más técnico. Vale.
Es doblarle un poquito bien
para que salga papillote.
Pero, bueno, también vale.
Ahora, una bandeja.
Más casero.
Y la ponemos al horno,
que está precalentando,
190 grados, de ocho a diez minutos.
Esta serán unos ocho
o nueve minutos.
Venga, ahí está.
Al horno. Qué regalo.
Vaya regalo. Y ahora nos vamos a ir
con la muselina. Una muselina.
Vais a ver que es fácil, aunque
suene... "¿Qué es una muselina?".
Bueno, el calabacín,
casi, lo tenemos, ¿eh?,
así que voy a poner...
El calabacín tarda muy poquito,
sabéis que es una verdura
que tarda muy poco.
Ahora, le voy a poner las pieles
y lo terminar de cocinar;
esto, lo que va a hacer,
es que la clorofila que tiene
el calabacín alrededor
nos va a quedar aquí.
Luego, trituramos
y queda una crema...
¿Le has puesto sal?
Sí.
Fijaos qué trucazo el de poner
al final las pieles.
Esperamos dos minutos y trituramos.
Vais a ver el color que coge
cuando lo trituremos.
¡Vale! Muselina...
Vamos a montar, por un lado,
una mayonesa solo con la yema
y las claras las vamos a montar
con un poquito de miel.
Aparte.
Vais a ver...
Toma, pon aquí... Vale.
Es una receta muy fácil
pero queda emulsionada,
nos queda fantástica.
La muselina
no es más que una mayonesa
a la que le montamos
las claras aparte;
si queremos, podemos enriquecerla,
nosotros le echaremos miel
y zumo de limón,
que contrasta superbién.
Suena a algo muy difícil, muselina,
pero es algo muy fácil.
Fijaos; claras, un poco de miel,
y las monto.
Venga, yo voy a montar las yemas
con un poquito de ajo,
que le da el toque,
nos viene fantástico,
y con aceite, con un aceite suave
para que no tenga mucha fuerza;
así tendremos el protagonismo
de la miel y del ajo,
no hay que abusar del ajo,
solo un poquito.
No hay que abusar,
un diente pequeño, ¿eh?
Y aceite de girasol.
Ahora lo montaremos, estupendo.
Un poquito de sal y pimienta.
(Música tranquila)
Suficiente.
Vale.
Ya tenemos las claras montadas.
Pues yo me voy a hacer...
esta emulsión.
Trae un poco de leche.
Le vamos a poner leche,
ayudará a que no se corte,
como solo está la yema... Vale.
¿Dónde vas?
Y poco a poco.
(Música tranquila)
Un poco más de aceite
para que nos espese más.
Vale.
Lo tenemos.
Ahora, mezclamos las yemas
con el aceite, con las claras;
nos va a quedar superesponjosa,
fantástica.
La muselina que decíamos,
lo ponemos aquí dentro.
Aprovechamos todo bien, ¿eh?
Porque vamos a hacer
una muselina que queda brutal
para gratinar
o para ser así, tal cual, ¿eh?
Mezclamos bien.
Está muy buena y es muy ligera.
Ahora, ya que tengo el túrmix,
no hace falta ni lavarlo,
vamos a triturar la crema.
Fijaos en el color.
¡Lo tenemos! Tenemos la crema,
la muselina y el pescado
en el horno, que ya estará;
vamos con el toque final.
Siempre hay que probar de sal,
que esté bien de sal la crema.
Falta un poco pero está buenísima.
La leche le da un sabor genial.
Aún le quedan un par de minutos.
(Música)
En total ha cocinado diez minutos
con el horno fuerte, eso sí.
Quita la bandeja y vamos a abrirlo.
Huy, qué bien huele,
huele de maravilla esto.
Vamos a sacar el papel de plata,
hay que tener cuidado con el vapor,
a veces, cuando se abre
suelta todo el vapor y...
Huy...
Fijaos, qué maravilla.
Vamos a quitar las rodajas
de limón y quitaremos la piel.
La piel sale sola porque está
bien cocinado, y el limón fuera.
Lo vamos a emplatar
y ahí lo terminaremos.
¡Madre mía, qué pintaza tiene!
Vamos.
Ponemos una base de salsa,
de esta salsa tan buena.
De esta crema,
de la crema de calabacín.
Que hace de salsa, podría ser.
Sí.
Vaya pinta.
Cómo huele de bien.
Podéis dejar la piel,
la quito para que coja la muselina,
para que se adhiera bien.
El verde ha quedado muy verde,
gracias a poner la piel al final,
que eso es un toque fantástico.
Que lleve crema.
Probadla a hacer con leche, queda
muy bien. Toque y truco Torres.
Vamos a cogerlo
con todas las verduras.
Vaya pinta tiene eso.
Vale, pondremos ahora...
Ahí va, toma ya.
Ya está.
Ahora, lo que haremos es gratinar
la muselina de ajo.
Fijaos qué completo.
Va a ser un gratinado al momento,
porque aquí tenemos...
¡"Trachán"!, el soplete.
Venga.
Que...
¿Veis? Le vamos a dar así.
Y le pondremos alguna hierba.
¿Veis que coge el doradito ese
tan bonito?
Vale.
Que dices: "¡Guau, qué bueno!".
Lo tenemos, ya está.
Perfecto.
Bien tostado.
Ponemos perifollo,
que tanto nos gusta, un poco
cebollino y aceite de oliva.
Aceite de oliva tiene que llevar,
queda muy bonito en la salsa,
sin mojar la muselina.
Menú de lujo, falta la naranja.
Exacto.
Falta la naranja.
¡Vamos con el postre!
Un postre para perezosos,
porque más fácil no lo hay.
Fijaos, vamos a pelar la naranja,
coged la naranja y la peláis;
esto lo hemos enseñado
muchas veces, con el cuchillo
tenéis que seguir
la circunvalación de la naranja
y donde empieza uno y acaba el otro
tenéis que seguir cortando.
La vamos a poner con la fibra.
Exacto.
Es importante que el menú del día
lleve fruta, hay que comer fruta,
la verdad es que es fundamental.
Ya me diréis, pero la pieza de
fruta cuesta menos que nada, vamos.
Ya la he pelado
y he empezado más tarde que tú.
Es que yo la he pelado mejor.
Sí, sí.
"Sí", no; sí.
La cortamos en rodajas,
en rodajas finas, ¿eh?
Le vamos a hacer un aliño,
ya veréis, de lo más fácil.
Y de lo más original, también.
Exactamente, es diferente.
Ponemos las rodajas
en este plato...
En este plato oscuro,
que resaltará muchísimo más.
Es importante dónde se emplata.
Es un carpacho de naranja.
Recordad que ahora
es la temporada de la naranja,
sabéis que ahora
está en su mejor momento.
Dale, Sergio.
Ponlas más juntas.
Ah, vale, que no las... Vale.
Ponemos en medio, también.
Yo tengo aquí...
Perfecto, el aliño consiste...
Tenemos azúcar moreno,
canela-canela
y le vamos a poner aceite de oliva.
Sí, sí, aceite de oliva.
Aceite de oliva, hierbabuena
y un toque de pimienta, eso es...
Oh, oh...
¡Oh, oh!
Gran combinación. Os coméis
la naranja así y es diferente.
La pimienta es opcional
pero le va superbién a la naranja,
a todos los cítricos,
a todos los postres.
Solo un poquito de azúcar.
Toma.
Contrasta con la acidez.
Canela-canela.
"Canela-canela", "ranranrán".
Hierbabuena.
Ahora, un poquito más,
que va muy bien.
Y aceite de oliva.
Aceite de oliva virgen. Probadlo.
Y el toque de pimienta.
Aparte, tú dices:
"Naranja con aceite de oliva"
y dirán: "¿Que qué? Qué fuerte".
Y un toque de pimienta.
Porque hay que sazonar la fruta,
hay que aliñarla.
Vamos a dar un repaso
a este supermenú:
de primero, el arroz,
un arroz con verduras,
pero sorprendente
por la potencia de sabor.
Aceituna negra, alcaparra,
albahaca, queso rallado,
tomate seco... Bueno.
Corvina en papillote al horno
con esta muselina y la crema,
que es muy fácil,
muy mediterránea y muy buena.
Y naranja con aceite de oliva
y un toque de pimienta,
que tiene una pinta buenísima.
Siempre hay un buen motivo
para cocinar.
Con vosotros, hasta siempre.
Adiós.
(CANCIÓN) #...el menú de hoy#.