Tengo una pasión,
una pasión que siempre me acompaña
y con la que he aprendido
a escuchar, a llorar, a sentir,
a reír, a amar, a vivir: la ópera.
Una pasión sin límites
que me llena día a día,
una pasión en la que siempre
he encontrado una respuesta,
una pasión que me lo ha dado todo
y que necesito y quiero compartir
con todos vosotros porque
la ópera es la vida y compartida,
siempre es mucho mejor.
Para todos los que soñáis
con un mundo mejor,
para todos los que creéis
firmemente en el amor,
para todos
lo que tenéis un gran sueño,
sí, sí, un gran sueño,
y lucháis para hacerlo realidad,
esta es, sin duda, vuestra ópera.
El programa que ahora empieza
trata sobre uno de los compositores
más complejos de la historia
de la música: Richard Wagner.
Su música
es tan inmensa y majestuosa,
que puede llegar a ser abrumadora.
Por eso, hoy nos acercaremos a ella
a través de los sueños,
a través de nuestros deseos
más íntimos y personales.
Siempre me han interesado
todos esos pequeños sueños
que cada uno de nosotros tenemos.
Sueños que se convierten en gigante
simplemente porque son nuestros,
y cuando pienso en ellos
me viene a la mente, por ejemplo,
Monsieur Eiffel, que se empeñó
en construir esta torre,
en su día la torre más alta
del mundo, y lo consiguió.
Pienso también
en hombres como Henry Ford
que un día decidió construir
un coche para la multitud,
un coche para el hombre corriente.
Pienso también en hombres
como Alexander Fleming,
que no paró
hasta inventar la penicilina
que curaría a la humanidad.
Os preguntaréis
por qué os hablo de todo esto
y a dónde quiero
llegar a parar, pues a Wagner.
Wagner tenía un gran sueño,
crear el proyecto operístico
más grande y ambicioso
de la historia de la música,
"El anillo del Nibelungo".
"El anillo del Nibelungo"
no es una ópera, son cuatro,
una tetralogía,
un drama monumental.
La primera de estas obras
es el prólogo, "El oro del Rin".
Después viene "La valquiria",
que contiene la melodía más famosa
del gran compositor alemán.
Seguro que os suena. ¿Verdad?
(Ópera. Música épica)
La tercera de estas
cuatro óperas es "Sigfrido".
(Ópera. Música épica)
Y por último,
"El ocaso de los dioses".
En total, más de 15 horas de música,
así, en frío parece una exageración,
pero pensad que Wagner
necesitó de la primera a la última
de esas 15 horas
para retratar nuestro mundo.
Desde su creación
hasta su total destrucción
por culpa
de la ambición y el egoísmo.
(CANTAN ÓPERA)
15 horas para decirnos
de una forma magistral
cómo deberíamos
crear un mundo mejor.
Intentar abarcar estas cuatro óperas
en un solo programa
es una misión absolutamente
imposible, por lo menos para mí.
Así que, vamos a hablar
de esta inmensa tetralogía
desde la primera
de estas cuatro óperas,
desde su prólogo, "El oro del Rin".
Una ópera que empieza con esta nota.
(Piano)
Mi bemol mayor.
(Piano)
Muy despacio.
Mi bemol mayor...
Que se va desarrollando
en un acorde perfecto.
Escuchad, va hacia arriba.
Es como si algo
se estuviera creando,
es la creación del Rin.
Son las aguas que fluyen,
y cada vez que fluyen más deprisa.
(Piano)
Las aguas fluyen y fluyen,
se trata de la creación del río,
pero mucho más que eso, se trata
de la creación de la naturaleza,
de la creación de todo un mundo,
porque la naturaleza en la música
siempre o casi siempre suena
exactamente en mi bemol mayor,
igual que este nocturno de Chopin.
(Piano)
Cuando pienso en Wagner,
pienso en un hombre que no deja
indiferente a nadie.
Un hombre
que con "El anillo del Nibelungo"
creó todo un mundo mitológico
para decirnos quiénes somos,
de dónde venimos y a dónde vamos.
Un hombre que, además,
quiso crear un teatro único
para representar su tetralogía,
un teatro que convirtió
en su gran sueño.
Para conocer su teatro soñado
hay que viajar a Bayreuth, Alemania.
Cada año, miles de amantes de Wagner
cogen un avión para dirigirse allí.
Y allí nos dirigimos
también nosotros.
Tengo un rato antes de embarcar,
a ver si soy capaz de explicaros
de qué va "El oro del Rin".
En la ópera
hay un montón de personajes,
pero voy a hablaros
de los principales.
Empezamos por las hijas del Rin,
tres ninfas que custodian
lo más sagrado del universo,
el oro del Rin.
Seguimos por Wotan,
el padre de todos los dioses.
Un personaje clave
que quiere construir un castillo,
un templo de dimensiones colosales
para todos los dioses germánicos,
el Walhalla.
Y finalmente, el personaje
que lo desencadena todo, Alberich,
el Nibelungo, un ser vil,
egoísta y despiadado que,
como todos los nibelungos,
vive bajo tierra como las ratas.
Alberich escarba bajo tierra
hasta llegar al cauce del Rin,
descubre el oro,
y una de las ninfas le confiesa
que quien consiga
hacer un anillo con ese oro,
poseerá para siempre
el poder absoluto.
Pero para poder forjar ese anillo
que otorga el poder absoluto,
y aquí, atención, esta es la esencia
de "El anillo del Nibelungo",
hay que renunciar al amor.
Solo aquel que renuncia al amor,
podrá forjar el anillo
de poder absoluto.
¿Vosotros qué haríais?
¿Robaríais el oro?
¿Renunciaríais al amor
y forjaríais el anillo?
Poder o amor, esa es la cuestión.
Una cuestión, que si leéis
los periódicos o miráis las noticias
veréis que es muy actual.
Dicen que Tolkien
se inspiró en Wagner
y en su anillo del Nibelungo
para escribir
"El señor de los anillos",
adaptada en cines por Peter Jackson.
Otra saga que despierta pasiones.
Orcos, enanos, hobbit
y un anillo que otorga el poder,
pero que también corrompe.
Si conocéis
"El señor de los anillos",
sabéis más sobre Wagner
de lo que imagináis.
La primera vez que vine a Bayreuth
fue hace más de 20 años,
y debo confesaros que entonces,
Richard Wagner
no me gustaba demasiado.
No entendía su música
y se me hacía pesada y larga.
Siempre demasiado larga.
Llegué en pleno mes de julio
y el festival de Bayreuth
estaba a punto de empezar.
Me sorprendió ver que estaba lleno
de gente, gente de todas partes,
y es que Wagner genera devoción.
Para los forofos es un Dios
y el teatro de Bayreuth, su iglesia.
Bienvenidos a Bayreuth.
Este es el lugar al que peregrinan
todos los fans de Wagner.
Aquí todo respira a Wagner.
Y en lo alto de esta colina,
la famosa colina verde,
es donde se halla el teatro
diseñado por Wagner
para representar sus propias óperas,
especialmente,
"El anillo del Nibelungo".
Se encuentra justo ahí.
Esta es la placa que conmemora
la primera representación
de "El anillo del Nibelungo"
aquí en Bayreuth, en 1876.
Entre los asistentes estaba
toda la intelectualidad de la época,
Tchaikovski, Camille Saint-Saëns...
Había reyes, cancilleres,
primeros ministros, etc.
Fue un estreno monumental
que se convirtió
en un gran evento social.
Para cualquier amante de Wagner,
estar en Bayreuth es un sueño.
Pero abrir puertas prohibidas
al público y atravesar pasillos
permitidos solo
al personal es increíble.
Estamos viendo
las entrañas de Bayreuth.
Atención, porque estamos a punto de
entrar en el gran templo de Wagner.
Todos los que todavía
no conozcáis este teatro, por favor,
estad muy atentos, porque
este es un lugar muy especial.
¿Preparados? Seguidme.
Mirad, este es el escenario,
es absolutamente increíble,
es gigante.
Y venid por aquí, mirad,
esto es Bayreuth...
Es un lugar increíble.
Tal vez penséis que tienen
una estética un poco austera,
pero debéis saber
que está hecho adrede.
Todo lo que veis detrás de mí
está pensado y diseñado
por el propio Wagner.
Nada de lo que hay aquí es casual,
todo está diseñado
para y por su obra,
para ensalzar el drama, ensalzar
lo que pasa encima del escenario.
Hay un montón de detalles
que hacen de este auditorio
un lugar único en el mundo.
Por ejemplo, venid,
mirad el foso de la orquesta.
Wagner no quería
que los espectadores
se distrajeran con nada,
por eso escondió a los músicos,
los puso debajo del escenario,
en un foso.
Ahora se ven fosos
en todos los teatros de ópera,
pero Wagner fue el primero.
Un genio.
En la platea se lució,
quería huir del teatro a la italiana
con forma de herradura,
y se inspiró
en los teatros clásicos.
Por eso, todos los asientos
son exactamente iguales, sin palcos.
Todos los espectadores son iguales,
y desde cualquier punto del teatro
se ve el escenario perfectamente.
También quitó los pasillos, para
que la gente no se pudiera saludar.
Si vienes a Bayreuth
es para ver la ópera.
Los asientos
son estrechos e incómodos,
y el espacio para las piernas
es casi inexistente.
Sentarse aquí durante cinco horas
se acerca bastante
a un método de tortura.
Pero creo que Wagner
lo hizo a propósito,
para que la gente no se durmiera.
Porque además, Wagner, también
fue el primero en hacer algo
que ahora nos parece
tan elemental como apagar las luces.
Hasta entonces, la gente
iba a la ópera a relacionarse,
a hablar, a comer...
Wagner se ocupó
de que todo aquello terminara.
También fue el primero
en prohibir la entrada
una vez que la ópera había empezado.
(Piano)
Para entender mejor
la música de Wagner
he quedado con la persona que,
os lo aseguro, mejor conoce su obra.
Hoy en día, hablar de Wagner
es hablar del musicólogo y pianista
Stefan Mickisch.
(Piano)
"Guau", Stefan.
Hola, Ramón.
Tenía que tocarlo hasta el final.
Tu interpretación
ha sido fantástica.
¿Podrías explicarnos qué has tocado?
La salida del sol
en "El oro del Rin".
Stefan, eres el mayor experto
en Wagner, pero aun así,
todos tenemos que saber
cuándo escuchaste la música
de Wagner por primera vez.
A los 13 años.
Fui a ver "Sigfrido" en Múnich,
en la ópera nacional.
Mi padre me llevó allí porque
aparecía un dragón combatiendo,
y pensó que, como antes
había jugado mucho al fútbol
"Sigfrido" era un buen comienzo.
Con 13 años ya entendía bastante.
Para entonces ya había interpretado,
por ejemplo...
(Piano)
A Schumann.
Había interpretado a Mozart.
(Piano)
O a Ravel.
Pero esto nunca
lo había escuchado.
¿Y todavía lo tienes en la cabeza?
Sí, todavía.
Bueno, vayamos al grano, vayamos
al núcleo de esta gran tetralogía.
Hay un oro.
Sí, con poderes.
Ese oro está en el Rin.
Exacto.
¿Podrías explicarnos
qué es este oro?
El oro es así, inocente.
No tiene ninguna maldad.
Y entonces, llega Alberich...
(Piano. Música alegre)
Es solo alegría.
Naturaleza inocente,
no hay ningún problema.
Pero llega Alberich...
Alberich es el malo.
(Piano. Música tensión)
Alberich llegacon pequeños intervalos de segunda.
(Piano. Música tensión)
Es música de malo.
No es tan atractivo como nosotros.
(RÍE)
Uno se da cuenta enseguida,
no tiene buen aspecto.
Y le gustaría poseer
a una de las bonitas hijas del río.
(Piano. Música dulce)
Pero es imposible.
Y las hijas del Rin
custodian el oro.
Ellas custodian el oro.
Llega Alberich
y roba el oro. ¿Por qué?
Porque no encuentra el amor,
Alberich es un enano
y tiene muchísima energía.
Y a decir verdad, en su casa también
hay enanas, en el mundo subterráneo.
Pero ellas no son guapas.
No demasiado, y prefiere...
(Piano. Música dulce)
A las hijas del Rin.
Pero las hijas del Rin
le cuentan lo del oro.
Sí, eso es una estupidez,
la segunda hija del Rin
se va de la lengua
y le dice que si alguien roba
el oro de la naturaleza,
ese alguien
deberá renunciar al amor.
Y esta es la cuestión,
renunciar al amor.
Eso es,
la segunda hermana Wellgunde.
Flosshilde, Wellgunde
y Woglinde se llaman,
y la mediana se va de la lengua.
¿Por qué? Porque nunca se pudo
llegar a imaginar que exista alguien
que pueda renunciar al amor.
Pero, Alberich lo hace.
Sí, porque solo recibe rechazo
de las hijas del Rin, burlas,
así que decide...
(Piano. Música tragedia)
(CANTA ÓPERA)
Las ninfas le han revelado
que quien consiga forjar un anillo
con ese oro
poseerá el poder absoluto.
Pero recordad, tener el anillo
es renunciar al amor.
Esta es la esencia
del drama de Wagner,
la confrontación
entre el poder y el amor.
Volvemos a Bayreuth.
En esta ciudad se respira
Wagner por los cuatro costados.
El compositor es su auténtico motor
pero ¿qué ocurre con sus habitantes?
Me gustaría saber qué relación
tienen ellos con Richard Wagner.
-Sí, lo conocemos.
Está sentado a nuestro lado.
-Naturalmente que conozco
la música de Wagner.
Llevo viviendo 30 años en Bayreuth,
he ido todos los años al festival.
-Sé que Wagner
es un compositor famoso.
- Yo vivo en Bayreuth,
y en Bayreuth es normal
toparse siempre con Wagner.
-No sabría decirte
cómo se llaman las óperas
pero si las escuchara
te diría, "sí, ese es Wagner".
-Bueno, hemos mantenido una relación
especial con Wagner
porque mis padres
proceden de Baviera.
-Conozco un poco la música pero
no soy ningún experto en Wagner,
como otra gente de aquí.
-Sí, conozco
a "Los maestros cantores",
"El holandés errante",
"Tristán e Isolda"
y seguro que hay alguna otra
que ahora no recuerdo.
- "Tannhäuser", es mi favorita.
(TARAREA)
-"Parsifal", "Tannhäuser",
los maestros cantores.
-"El anillo", probablemente, sería
la que más nos interesaría ver.
¿Conocemos otras óperas suyas?
Eso es todo.
(TARAREA)
¡Bravo!
(Aplausos)
Uno de los personajes claves
de "El anillo del Nibelungo"
es el Dios Wotan,
el padre de todos los dioses.
Para conocerle mejor,
volvemos con Stefan Mickisch.
(Piano)
Genial. Dime,
¿Quién es Wotan y por qué suena así?
Wotan es el rey de los dioses.
Wotan participa en una tarea
de creación con su intelecto.
Es majestuoso. Tiene tiempo.
Es el jefe.
Así es.
Y su voz es agradable, por ejemplo,
tiene un jaguar enorme en el garaje,
una casa grande y bonita
y ni siquiera necesita
un sistema de alarma porque ...
Simplemente no lo necesita.
Claro, pero ¿qué tiene?
Este leitmotiv proviene del anillo.
Es una transformación,
él también necesita poder,
también desea tener poder pero...
¿Quieres decir que él, de algún modo
está conectado con el anillo?
En realidad,
está conectado con Alberich.
Conectado con el anillo pero,
cuidado, hay que prestar atención.
Él también persigue poder pero
sin renunciar al amor y la belleza.
Esa es la gran diferencia
entre él y Alberich.
Alberich es... Desea...
Sigue el camino de la maldad.
Wotan quiere seguir siendo bueno
pero también ... Quiere poder.
Quiere tener poder.
Por eso suena majestuoso.
Majestuoso, siempre
se habla del leitmotiv de Wotan,
pero eso
es solo una pequeña parte.
Wotan tiene otros muchos
pequeños aspectos de los que hablar.
Es valiente.
¿Has oído antes una parte así...?
(TARAREA)
Es muy importante.
¿Qué significa eso?
Eso significa ser despiertos,
ser conscientes.
¿Inteligencia?
Sí.
No es un cualquiera
sino que es sumamente inteligente,
plenamente consciente.
Además es alguien
capaz de construir algo.
(Piano)
(CANTA ÓPERA)
Estoy convencido de que en la música
nada es por casualidad.
Por eso, estamos en este desguace
a las afueras de Bayreuth.
Me gustaría hablaros
de dos maravillas musicales
que tienen que ver
con Wagner y con Verdi.
Dos cosas que ocurrieron
en el mismo año, en 1853,
el año en que Wagner terminaba
"El oro del Rin"
y Verdi
estrenaba "Il Trovatore",
una de sus grandes óperas.
Frank, es genial
que podamos encontrarnos hoy aquí.
Me gustaría que me ayudaras
a explicar qué vamos a hacer
con estos dos yunques.
Vale.
¿Conoces la ópera "El trovador",
de Verdi?
No, por desgracia.
¿"El trovador", de Verdi?
No he tenido la ocasión.
Tienes que verla, hombre.
Sí, lo sé,
pero aún no he tenido tiempo.
Vale,
Verdi compuso esta ópera en 1853
y creo que tuvo una idea genial.
Intentó crear el efecto estéreo,
es decir,
inventó una especie de Home Cinema.
Pensó,
al principio del segundo acto,
cuando los gitanos
están en el escenario,
los gitanos que trabajan con hierro,
pensó, mientras la orquesta toca
y el coro canta, colocaré
dos yunques junto al escenario,
uno al lado derecho del escenario
y el otro al lado izquierdo,
y de esta manera conseguiré...
Un efecto estéreo.
Exacto, un efecto estéreo.
Eso ya fue en el siglo XIX. ¿Qué te
parece si lo intentamos ahora?
De acuerdo.
Vale, pero como tú todavía
no conoces la música, si te parece,
la escuchamos por primera vez
para que sepas cómo va. ¿De acuerdo?
Vale.
Y después empezamos.
Escuchemos la música. Atento.
(Música)
¿Oyes los yunques?
Sí.
Primero derecha, izquierda, derecha,
izquierda, derecha, izquierda.
Lo oigo.
¿Puedes sentirlo?
Sí, lo siento.
Bien, ahora paramos, lo
volvemos a poner desde el principio
e intentamos hacerlo.
Los dos juntos. Tú primero.
(Música)
(Golpes de yunque)
Otra vez, otra vez.
Venga.
No, no, no.
Para, para.
Nos ha salido un poco mal.
Tienes que sentir esta cadencia.
(TARAREA)
Tú, yo, tú, yo...
De acuerdo.
Venga, ahora lo hacemos así,
como Verdi quería.
Tú golpeas aquí,
en el lado derecho del escenario,
y yo golpeo ahí,
en el lado izquierdo. ¿Lo tienes?
Volvemos a poner la música.
(Música)
Tú primero.
(Golpes de yunque)
Bien. Eso es, Frank,
lo estás haciendo muy bien. Bien.
Es divertido, ¿verdad?
Sí.
Otra vez.
Otra vez. Ahora, stop.
Ahora, dos veces muy rápido
los dos juntos.
¡Ahora!
(Golpes de yunque)
¡Perfecto!
Lo has hecho muy bien, Frank.
Gracias, me ha costado.
Genial, pero espera
que esto no termina aquí.
Resulta que Wagner
tuvo la misma idea.
Esta es una historia
realmente increíble.
Wagner y Verdi
nacieron el mismo año, en 1813.
Los dos nunca se llegaron a conocer
pero a pesar de eso,
en el mismo año, en 1853,
a ambos se les ocurrió,
precisamente, la misma idea.
Bueno, la misma idea
pero un poco distinta.
Verdi tenía estos dos yunques
colocados en el escenario
y Wagner 18 yunques,
pero los puso detrás del escenario.
Para poder realizar la idea
de Wagner necesitamos más acción,
más gente, más yunques.
¿Cómo lo podemos hacer?
¿Necesitas mi ayuda?
Sí.
Puedo organizarlo sin problema.
Vamos por allí.
Ok, genial.
Hola, chicos. ¿Cómo estáis?
¿Tenéis todos un instrumento? Entre
comillas, un instrumento para tocar.
Acercarnos un poco más a mí.
Ya sabéis todos
lo que vamos a hacer, ¿verdad?
Representaremos, o lo intentaremos,
la idea que tuvo Wagner
cuando compuso "El oro del Rin".
Mientras Wotan desciende por el Rin,
escucha cómo trabajan
los nibelungos, ¿verdad?
Los nibelungos, que son herreros,
gente sucia, son enanos mugrientos,
feos
y trabajan durante todo el día.
¿Quién de vosotros conoce
la música de Wagner?
¿Nadie?
¿Ninguno de vosotros?
Esto no puede ser.
No puede ser.
Es una música imprescindible,
una música
que todos deberíamos conocer.
Wagner quería mostrarnos un caos,
quería mostrar el caos
en el Nibelheim.
Ahora comenzaremos
con la música desde el principio
e intentaremos recrear ese caos.
¿De acuerdo?
Empezamos muy flojito,
muy flojito...
Exacto.
Exacto.
(Sonidos metálicos)
Ahora, más fuerte.
Más fuerte.
(Sonidos metálicos)
¡Exacto!
¡Exacto!
Ya os he contado que,
cuando viajé a Bayreuth
por primera vez,
no estaba enamorado de Wagner
pero me ocurrió
una de aquellas cosas
que solo te ocurren
una vez en la vida.
En mitad de mi viaje,
coincidí con un fan de Wagner
y le conté
que me dirigía a Bayreuth.
Él, emocionado,
me regaló toda la tetralogía
de "El anillo del Nibelungo"
en cintas de casete.
En total, 15 cintas de casete.
Además, me dijo una cosa que
se me quedó grabada para siempre:
"Si no te gusta Wagner,
tienes un problema".
"Si Wagner no te gusta,
el problema es tuyo.
No de Wagner".
Si no te gusta
la música de Wagner,
el problema es tuyo
y no de Wagner. ¿Es así?
La música de Wagner es tan natural
que se mete bajo la piel.
Es muy cercana.
No se puede simplemente
escuchar a Wagner sin más.
Tienes que dejar que te penetre,
tienes que entregarte.
¿Dirías que
"El anillo del Nibelungo"
es su mejor obra?
No. Pero tampoco es la peor. De
hecho, no hay una que sea la mejor.
Cada obra es, a su manera,
una pieza única.
Quizás podríamos decir que "El
anillo" es su obra más intelectual.
Diría que, probablemente,
sea su obra épica de mayor calidad,
por decirlo de algún modo, en cuanto
al contenido filosófico se refiere.
Porque, ¿qué quiere decir nos Wagner
con "El anillo"?
¿Cuál es el significado de
"El anillo"?
Creo que hay una transformación.
Wagner ya había empezado
a concebir "El anillo"
a finales de la década de 1840
pero su idea cambió
con el paso del tiempo
por la influencia de Schopenhauer.
Por eso diría que lo que iba a ser
una ópera sobre héroes socialistas,
terminó convirtiéndose
en un poema sobre el mundo
que habla del poder y la política,
del poder de salvación del amor,
algo muy metafísico también.
Entonces hay una lucha entre el amor
y el poder. ¿Podríamos decirlo así?
Sí, podríamos decir que hay
una lucha entre el amor y el poder.
También hay una parábola de un mundo
arruinado por la política.
Wotan es el político que se malogra
y, al final,
solo queda esa visión del amor
que todo lo vence.
Y también podríamos decir
que Wagner,
a pesar de que murió hace 150 años,
todavía es muy actual,
¿no te parece?
Desde luego,
si pensamos en "El anillo"
nos vienen a la mente
muchas preguntas como
"qué hacemos
para conservar el poder?,
o ¿somos realmente dueños
de nuestras decisiones?
Nos ocurre igual que a Wotan,
que dijo:
"Fui yo el que ató
sus propias cadenas, yo,
el más esclavo de todos,
el dios que se supone
que debe ser el más libre".
Igual que un político
es esclavo de sus propias políticas.
Esto también es muy interesante
y muy actual.
El restaurante wagneriano
por excelencia en Bayreuth
es el famoso Eule,
en el centro de la ciudad.
En su día a Wagner visitó
este restaurante y, más adelante,
se convirtió en centro de reunión
de cantantes y directores
que actuaban en el festival.
Por eso,
sus paredes están repletas
de fotos dedicadas
de las principales personalidades
del mundo de la ópera.
Ya que estamos aquí,
dejadme que os cuente
que el proceso de composición
de las cuatro óperas
de "El anillo del Nibelungo"
costaron a Wagner
27 años, nueve meses y un día.
Una cifra que parece
más una condena, una barbaridad.
Para que os hagáis una idea,
imaginemos que Wagner
viviera actualmente
y hubiera compuesto su tetralogía,
su "Anillo",
durante los últimos 28 años.
Pues bien,
durante su proceso de composición,
hubiera vivido todo esto.
Wagner
hubiera empezado a escribir
coincidiendo
con el Mundial de fútbol de Méjico
y aquel impresionante gol
de Maradona.
Habría escrito sin descanso
durante la caída del muro de Berlín,
al estallar la guerra de Bosnia
o con el accidente
de Ayrton Senna en San Marino.
Y todavía no habría llegado
ni a la mitad de su tetralogía.
Wagner escribiría
durante el turbulento
afaire Lewinsky en la Casa Blanca,
con la llegada del huracán Mitch
y también con la caída
de las Torres Gemelas.
Tras la invasión de Irak, ya tendría
listas tres de sus cuatro obras.
Y, por fin, después del terrible
accidente nuclear de Fukushima,
daría su tetralogía por acabada.
Curiosamente,
Wagner hubiera vivido
una de las épocas más convulsas
de la humanidad.
Hubiera sufrido
en sus propias carnes
lo que escribió
para "El anillo del Nibelungo",
su ópera más colosal:
cómo el mundo se destruye
por culpa de la ambición humana.
Esta es la grandeza de Wagner,
esta es su lucidez creativa,
su clarividencia.
Así que
cuando os acerquéis a Wagner,
cuando os acerquéis a su música,
cuando os acerquéis a su mensaje,
os daréis cuenta de su clarividencia
y de su universalidad
porque si existe una verdad
o algo parecido a la verdad,
esta esté tal vez, tal vez,
en la obra de Richard Wagner.
Estamos llegando
al final de nuestro viaje,
así que os propongo que pasemos así,
a cámara rápida,
toda la música que nos queda.
Por el camino, todos los
personajes de la ópera se enfrascan
en una terrible guerra por el poder.
Finalmente, aquí,
en el ocaso de los dioses,
la maldición del anillo
lo ha corrompido todo.
Wotan ha conseguido
controlar el mundo,
pero tendrá que presenciar
cómo su gran castillo soñado
se hace añicos.
Stefan, estamos llegando
al final del programa
y deberíamos intentar
hacer un resumen de la tetralogía.
¿Qué pasa al final
de esta inmensa tetralogía?
El último tema
es "La redención del amor",
la certeza de que el amor
siempre se impone.
Ese es el último tema, este.
(Piano)
Un tema que modula a la tonalidad
de Wotan, Re bemol mayor.
Eso significa que Wotan
no es un perdedor.
Y también significa que el anillo
no tiene un final negativo.
Creo que es muy importante
subrayarlo.
El anillo
termina de un modo positivo.
Por el amor.
Por el amor, por la tonalidad
y por Wotan.
Wotan cumple su misión,
lleva la historia del mundo
un paso más allá.
Una época de evolución.
Por eso, al final de "El anillo",
suena "La liberación".
Exacto.
Esta liberación del amor,
entonces, de alguna manera,
¿el amor acabará salvando al mundo?
Sí.
¿Podríamos decirlo así?
Exactamente. Eso es lo que
diferencia a Wagner de Nietzsche.
Y también de Schopenhauer.
Schopenhauer y Nietzsche
eran pesimistas
y decían que el mundo
no tenía salvación posible.
Pero Wagner...
Wagner dice que el mundo
puede ser salvado ...
Gracias al amor.
Gracias al amor.
Y yo puedo decirte cómo: así.
(Piano)
Con esto queda todo claro.
(Piano)
Wagner murió en 1883,
7 años después de hacer realidad
su gran sueño,
estrenar "El anillo del Nibelungo"
en su teatro, aquí en Bayreuth.
Con esta obra, Wagner
nos dejó un mensaje universal:
solo el amor nos liberará
de nuestra obsesión por el poder.
Solo el amor hará posible
nuestra existencia.
Solo con el amor seremos capaces
de construir un mundo mejor.
Es por eso,
por la profundidad de su mensaje,
que tras mi primer viaje a Bayreuth,
quedé fascinado por Richard Wagner.
Es por eso,
que cada vez que estoy aquí,
visito su tumba.
Esta tumba aquí, sencilla, austera,
en la que ni siquiera su nombre
está grabado en la lápida.
Otro deseo de Richard Wagner,
quien en vida dijo:
"para qué esculpir mi nombre
en la lápida, si todo el mundo sabrá
quién está enterrado bajo ella".
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Como se llama la canción del experimento con el yunque por favor
Me parece un programa fantástico para que la gente se acerque a la ópera, en mi caso no sabía nada de nada, y ahora quiero saber más¡¡¡¡¡¡
Un gran programa! Necesitamos más información sobre cómo se compusieron las grandes obras de la música...