Los denominados 'chalecos amarillos' han vuelto a salir a las calles de Francia en su jornada número 18 con más fuerza, violentos altercados, incendios y saqueos en los Campos Elíseos y el centro de París. La Policía ha empleado gases lacrimógenos para reprimir las protestas, hay alrededor de 200 detenidos y el presidente Emmanuel Macron se ha visto obligado a volver al Elíseo y convocar un gabinete de crisis.
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