Hace unos días, millones de usuarios sufrieron las consecuencias de la caída mundial de Google, se quedaron sin acceso al correo electrónico, a reuniones virtuales, y hubo empresas que tuvieron que suspender sus servicios. Esa es la cara B, la cara A es que las grandes tecnológicas, sus servicios, nos han hecho la vida más fácil y han sido una lanzadera para miles de empresas.
Sin embargo, estas compañías están ahora en el punto de mira de la Unión Europea, que quiere regular su poder. Tendrán más obligaciones y responsabilidades, tanto sobre los servicios que ofrecen como sobre sus contenidos. Foto: DENIS CHARLET/AFP
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