En EEUU las farmacéuticas comienzan a afrontar su responsabilidad en la crisis de salud pública provocada por los opiáceos. Johnson & Johnson será la primera. Un tribunal de Oklahoma acaba de ponerles una multa de más de 500 millones de euros por no informar del riesgo de esos analgésicos. El fallo abre el camino a otras demandas similares pendientes de juicio.
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