El número 14 del Boulevard des Capuccines nunca volvió a ser igual. Los que acudieron aquel día asistieron atónitos a las primeras imágenes en movimiento Meses antes, en marzo un grupo de elegidos entre científicos, artistas y políticos veían en Lyon la Salida de los obreros de la fábrica. Pero fue un 28 de diciembre cuando, por primera vez, el público pagaba su entrada para descubrir lo que más tarde se llamó séptimo arte.
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