Hace un año, 53 viernes pasa ser exactos, los argelinos salían a la calle para protestar contra un régimen corrupto y represivo encabezado por su entonces presidente Abdelaziz Bouteflika, que pese a padecer una enfermedad que le mantenía aparentemente impedido, anunció su intención de presentarse a un quinto mandato. Desde entonces, la intensidad de las protestas no ha descendido ni un solo viernes.
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