Este jueves se ha escenificado de forma simbólica la destruccción de más de 1.300 armas utilizadas por grupos terroristas. Son armas incautadas desde 1977 a comandos de los GRAPO, pero sobre todo de ETA. Cuando los etarras salían de Francia se les entregaba el conocido como kit del terrorista: papeles falsos, algo de dinero y el arma más adecuada para el tipo de atentado que cometerían. TVE ha estado en el almacén donde las guardan. Hay pistolas, revólveres, fusiles de asalto y ametralladoras. Estos más de 2.000 kg de metal quedarán reducidos a una barra de hierro tras su fundición. Foto: EFE/Chema Moya
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