El papa Francisco llegó anoche a Brasil, el país con más católicos del mundo, en medio de una enorme expectación y unas medidas de seguridad que él mismo desafió continuamente. En un papamóvil sin cristales blindados por expreso deseo del papa, Francisco se mostró cercano y comprensivo con las demandas de los jóvenes.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación