El velatorio de Maradona en la Casa Rosada se desborda

Demasiadas emociones acumuladas en una sola jornada han acabado por desbordarse cuando se han cerrado las puertas de la capilla ardiente de Maradona. Desde primera hora ha habido colas kilométricas, y muchos miles de personas no han podido decir adiós a la leyenda del fútbol. Algunos han saltado las vallas de la Casa Rosada y dentro han tenido que trasladar el féretro a una sala de seguridad, mientras fuera la policía y los aficionados se enfrentaban cerca de la sede del Gobierno. Los que sí han podido llegar a la capilla ardiente han dejado gestos desgarrados ante el féretro de Diego, cubierto desde la mañana con las camisetas de la Albiceleste y de Boca. El presidente Alberto Fernández ha colocado la de Argentino Juniors y Cristina Fernández la de Gimnasia y Esgrima. Y a su lado, como una viuda, la Copa del Mundo del 86.