"Después de Barcelona 92, España estaba orgullosa. Se sentía parte de algo grande. Con todo mi corazón deseo que los jóvenes de hoy se sientan igual." Así comenzaba el príncipe el que ha sido el discurso más emotivo. Don Felipe ha recordado sus tiempos de atleta olímpico y se ha presentado como un padre más que desea para sus hijas un futuro mejor. El presidente del Gobierno enarbolaba cifras económicas para el optimismo y una efusiva Ana Botella ha destacado el carácter acogedor y divertido de Madrid. El punto más cómico lo ha puesto Pau Gasol.
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