La primera vez que una publicación se atrevió a lanzar una imagen de Mahoma, en 2005, terminaron ardiendo embajadas y consulados en Siria y Líbano. Meses después, algunos medios europeos también las publicaron y hace cinco años, la sede de la revista Charlie Hebdó fue el escenario de 12 muertes por la publicación de unas viñetas. Según la investigadora sobre radicalización Caorla García-Calvo, los yihadistas bucan la polarización extrema y se nutren de esta práctica prohibida: el islam no permite dibujar a Mahoma.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación