2017
Felipe II, el monarca más poderoso del siglo XVI,
luchó denodadamente por mantener el catolicismo en todos sus reinos,
especialmente en Europa,
donde un crecimiento del protestantismo
ponía en peligro su objetivo.
Isabel I de Inglaterra,
la reina virgen con una vida llena de enigmas,
momentos dramáticos y extravagancias,
estuvo muy cerca de casarse con Felipe II,
quien ya había sido Rey de Inglaterra
tras su boda con su hermanastra María Tudor,
apodada "La Sanguinaria".
Su inteligencia y cultura
hicieron que Isabel convirtiera a Inglaterra
en uno de los países más poderosos de Europa.
María Estuardo, reina de Escocia
con derechos sobre el trono de Inglaterra,
católica en un país protestante al que llegó llena de dificultades,
expulsada de Francia cuando enviudó de su primer marido, Francisco II,
y que se convertirá en la reina mártir.
Tres personajes que entrelazaron sus destinos
en la construcción de una nueva Europa.
Ya se ve tierra, majestad.
(Graznido)
(Graznidos)
(Murmullos)
Majestad, la tormenta atrasó nuestra llegada. Sin duda...
-Bienvenida, majestad.
Disculpad... que no hayan venido otros dignatarios a recibiros.
Un carruaje os llevará hasta el castillo.
Vuestro hermano y el resto de lores os aguardan.
Como gustéis.
(Relinchos)
(Relinchos)
(Trinos)
Sed bienvenida, majestad.
Por favor, aceptad
este pequeño obsequio como prueba de nuestro respeto y admiración.
Majestad, no os preocupéis.
Ya habrá tiempo...
-Una resolución muy acertada, majestad.
(GRITANDO) ¿Es que acaso pensáis celebrar misa aquí?
Si celebráis la misa, seréis culpable de idolatría.
En Escocia, un pecado más grave que el asesinato.
La monarquía femenina es repugnante.
Una mujer con poder es una aberración de la naturaleza,
y, como tal, debe ser exterminada. El Antiguo Testamento
ofrece el camino a seguir: Jezabel, Athalia...
Solo cuando se salen de su cometido. La Biblia lo dice...
Me interrumpís.
(Risas)
Cuando el rey no es digno de su pueblo,
el consejo de lores debe tomar el control
en nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Si vuestros súbditos os aceptan como su reina,
tendré entonces que vivir bajo vuestra autoridad.
Y ahora, si me disculpáis,
tengo mejores cosas que hacer que discutir con vos.
¿Perdón, señora?
-Estaréis cansada, majestad.
Caballeros,
debemos dejar sola a la reina.
¡Amigos,
me alegro mucho de veros!
-¿Su majestad sigue cazando?
-Deben estar a punto de regresar. -Hace tiempo que partieron.
-Seguro que están cobrando buenas piezas.
-Majestad,
sabemos que la reina Isabel de Inglaterra
está financiando a Guillermo de Orange.
-Precisamente necesita expandirse.
-Eso... se arregla con nuestro ejército.
-Perdonad que discrepe.
Ya ha habido suficiente derramamiento de sangre.
El apoyo de la Santa Sede es básico.
Recordad nuestros tratos con su Santidad.
-Mejor siempre
la diplomacia que las armas.
-Majestad, deberíais descansar. Vuestro último ataque de gota...
¿Y su salud?
-Será un placer, hermano.
¡Su majestad la reina Isabel de Inglaterra!
(Carraspeo)
-Majestad. Estáis más bella que nunca.
Un grupo de nativos de Sierra Leona.
No exactamente, majestad. Son una raza trabajadora.
Con la disciplina adecuada
pueden ser muy útiles.
(HABLA EN OTRA LENGUA)
Están felices por encontrarse ante su majestad.
Y desean haceros un regalo.
Si os complace, majestad,
bailarán para mostraros sus capacidades artísticas.
Y mientras tanto, me gustaría hablaros
de mis futuros proyectos.
-Hum...
(Suena música de percusiones)
(Bailan al compás de la música)
-Majestad, próximamente quiero encabezar
otra expedición a Sierra Leona.
Si me permitís explicaros su objeto...
-¿Importar bailarines?
-Escuchadle, señora.
-Como ya os he dicho,
Sierra Leona es una tierra de hombres fuertes y trabajadores.
Podemos comprar hombres y convertirlos en esclavos.
Desde luego que no, majestad.
Pero en el Nuevo Mundo los necesitan.
Si compro esclavos en Sierra Leona y los vendo en Santo Domingo,
el beneficio puede ser muy cuantioso.
Con lo obtenido, traeré productos del Nuevo Mundo
que venderé aquí y multiplicaré los beneficios.
Si todo sale como espero,
podremos crear una ruta comercial que enriquezca tanto
a su majestad como a su siempre colaborador.
Tres barcos y dinero para comprar esclavos.
¿Y el dinero?
Comprendo, majestad.
-Como ordenéis, majestad.
-Brillante y perversa, como siempre.
Bueno, es mejor así. También creen que eres virgen.
Nada más lejos de la realidad.
(Sigue la música de percusiones)
(GRITAN)
(ENFADADO) ¿Reinar?
¡Por encima de mi cadáver!
-Fue coronada reina de Escocia
cuando apenas tenía unos meses, hace 18 años.
Para ser una potencia europea, alguien debe llevar nuestra corona.
-Pero no una mujer..., y mucho menos católica.
Si le damos el poder, nos arrastrará a la perdición, como hizo Jezabel
en Israel. -Cálmese, reverendo.
Que lleve puesta la corona... no significa que tenga el poder.
Aquí está bien. Sigamos.
¿Está todo a vuestro gusto, majestad?
Es un honor serviros, querida hermana.
Creo que juntos haremos grandes cosas.
¿Consejero? Creí que solo erais un músico.
Él es lord Maitland, mi mano derecha.
-A su servicio, majestad.
Señor Rizzio...
Los bastardos no tenemos ese tipo de ambiciones.
No nos podemos permitir
tal lujo.
Supongo que las mismas que vos, Rizzio.
Que mi hermana sea feliz
en el país que le ha tocado reinar.
¿Qué opináis?
-Es inteligente, segura de sí misma...
-Muy atractiva, y creo que ambiciosa.
Tiene la fuerza de los Estuardo.
-Son nuestros genes.
-¿Será controlable? -Soy el regente.
Y su hermanastro.
Está estrenando juguete, démosle tiempo.
-El que me preocupa es ese tal Rizzio.
-Demasiada confianza con la reina. -Bueno, es su consejero.
-En la intimidad, puede.
Pero tengo entendido que es un espía de la Santa Sede.
-¿Un tentáculo del papa?
¿Por qué en Escocia?
-Pura ambición.
Así tendría España, Francia y Escocia
bajo su influencia católica.
-Claro. Si María afianza su reinado católico,
Isabel estará rodeada.
-Una alianza y algo de dinero bien invertido,
y los ingleses pueden verse borrados del mapa.
-¿Y eso nos conviene? No me gustaría ver a la Santa Inquisición
asesinando gente por los prados escoceses.
-Bueno...
No adelantemos acontecimientos. Aquí puede pasar de todo.
-Desde luego.
Últimamente, los reyes caen como moscas.
(Caballos al trote)
Eres imprudente. No es una buena cualidad para una reina.
Eres incansable.
¿Quieres acabar conmigo?
(Golpes y voces de espadachines)
Lord Cecil os está esperando.
-"Eso es imposible".
María no firmará el tratado según está redactado.
-No podemos tener dos reinas en la misma isla.
¿Me habéis llamado para conspirar?
-Vaya, ¿os escandalizáis? Creía natural la traición en vos.
-Solo si el fin lo requiere.
De vos se dice que eliminaríais a vuestro propio padre
si os sintierais amenazado. -¿Lo creéis así?
-Sí, ¿por qué?
-Nunca haría eso.
¿Tanto queréis a vuestro padre?
-Considero que son más peligrosos los hijos.
-¿Entonces qué pretendéis?
-Una de las dos sobra. -No os andáis por las ramas.
-Nuestra verdadera amenaza son España y Francia,
y dos reinas nos debilitan.
-Y por tanto...
-Me parece que enfrentarlas
es la solución. -Y que gane la mejor, ¿verdad?
-No. La peor será la que gane.
Es lo más conveniente.
(Gemidos)
Qué placer.
Qué sensación.
Si nos hubieran encarcelado juntos, habría sido más morboso.
Que puede perderme en cualquier momento
si no me convierte en su rey.
Insinúas que no siempre te satisfago...
Cómo te gusta dominar...
Por nosotros.
Cualquier día
te poseo por donde Dios manda...,
te dejo preñada...
y no tendrás más remedio que hacerme rey.
Y el trono, y un heredero.
A la pareja le dan razón de ser sus hijos.
Yo te protegería.
Eres cruel.
Sabes que la quería
y que no estaba a su lado cuando sufrió el accidente.
¿Cuántos ha habido
antes que yo?
-Majestad, lord Cecil
desea hablar con vos.
Buenos días, majestad.
¿Recordáis que os he hablado
de lord Maitland, del consejo escocés?
-Majestad.
Acabo de cumplir uno de mis más fervientes deseos.
-Dicen que es especialmente hermosa.
-En el caso de vuestra prima sí.
Con su belleza,
despliega tal encanto natural
que tiene totalmente fascinado a su pueblo.
-No tiene nada que ver, los súbditos ingleses adoran a nuestra reina.
-El talento y la personalidad
no necesitan estética.
-Y cuanto más lo conozcáis,
más útil lo veréis para nuestra causa.
Es la mano derecha de Moray,
hermanastro y hombre de confianza de vuestra prima.
Excepto... ligeros trastornos de salud...
Ah, bueno, y la persecución implacable de John Knox.
-Todos los domingos.
Podría decirse que está convirtiendo su capilla privada
en un centro de conspiración contra su majestad.
-Peligroso. Hay que atajar eso cuanto antes.
-Eso no lo hará jamás.
-¿Por qué estáis tan seguro, lord Maitland?
-¡Dudley, amigo mío!
Qué sorpresa, no esperaba veros aquí.
-"Sir" Dudley tiene la habilidad de aparecer en cualquier sitio,
incluso donde no se le espera.
Prácticamente nos habían invadido los franceses.
-Y Escocia era la entrada del catolicismo.
-Con María al frente, se renueva la situación de emergencia.
-He oído que proliferan las misas por el norte.
-Su consejero privado, David Rizzio,
es en realidad un espía del Santo Padre.
-Si ese bastardo del papa interviene, nos estrangulará.
-Obliguemos a María a que se convierta a la fe protestante.
-Casada y con un heredero, eso sería imposible sin una guerra.
-Eso mismo la digo yo constantemente.
-Con alguien que tenga nivel para ser rey de Inglaterra.
Como deseéis, majestad.
-Majestad, hemos recibido noticias de Escocia.
La reina María envía parabienes y espera reestablecer
el comercio con nuestro país y el intercambio de embajadores.
-Nos convendría firmar una alianza con ella.
-Eso pondría en pie de guerra a Inglaterra. Y tal vez a Francia.
-No tememos a nadie.
Poseemos el mejor ejército.
-Por supuesto. Que es católica.
-Majestad, el príncipe es demasiado joven.
Majestad, permitidme que os presente al hermano Rodrigo López de Segura.
Desea haceros un regalo.
-Así es, majestad.
Al contrario, majestad.
Es un juego de estrategia.
El rey tiene la inteligencia. La reina solo es su instrumento.
Son como los leones.
La hembra caza para el macho, que es el dueño de la manada.
Y a veces es... sacrificada para la supervivencia del rey.
Esto es demasiado peligroso, majestad.
Este bosque es conocido sobre todo por sus ladrones.
-Lord Cecil,
dejad de temblar como una novicia.
-Discreto sí, pero no temerario.
Por nuestro bien habría sido mejor que nos acompañase la guardia.
Este lugar es indigno
de una reina.
¿Vos, hermana?
Sed prudente.
Isabel puede ser peligrosa.
Que pretende obligaros a ratificar.
No es solo vuestra fe. Un matrimonio con un francés o español
y peligraría la soberanía de Inglaterra.
Insisto, guardaos bien de Isabel.
Ya han llegado.
Majestad, nada me da más placer que servir bien a mi reina.
-Majestad, como verá,
no le falta sentido del humor.
Espero que me recuerde.
Soy el conde de Moray, regente de Escocia
y hermano de la reina.
-Majestades, tal vez podríamos tomar un refrigerio
mientras hablamos del tema que nos ha reunido aquí.
Como católica, podéis concertar alianzas
que perjudiquen a nuestro país. -¿Por qué haría una cosa así?
-¿Muerta?
Eso no ocurrirá mientras yo viva.
-¿Os sentís amenazada?
-De ninguna manera, goza del cariño y del respeto de todos sus súbditos.
-Majestades...
-Creo que es mejor dar por terminado el encuentro.
-Estoy de acuerdo.
(Campanadas)
Como sabréis, me he propuesto retomar el Concilio de Trento.
Las ideas reformistas de Lutero y Calvino
nos están haciendo muchísimo daño.
Isabel.
Duras palabras las vuestras.
Sobre todo, pronunciadas entre estas cuatro paredes.
Estoy de acuerdo con vos.
Vuestra Santa Inquisición ha demostrado ser todo un acierto.
Una de las conclusiones del concilio
ha de ser extenderla a Italia y Francia.
Pero acabar con un pecador de Castilla
no es lo mismo que acabar con la reina de Inglaterra.
Vos también pactasteis con Isabel cuando os convino.
¿Y Flandes? ¿Y Escocia?
Que haya una católica en el trono
no significa que todo el país lo sea.
Francia ya lo pretendió... y le salió muy mal.
¿Qué sugerís?
Excelente disparo, majestad.
(Risas)
¿Es tan fea como dicen?
Otro estupendo disparo, majestad.
Buenos días, majestad.
Por muy temprano que venga a ver a mi hermana,
siempre os encuentro a su lado.
Y vos tampoco.
¿Adónde queréis llegar?
Eso no es tan fácil. Escoceses e ingleses tienen
grandes diferencias.
Isabel no lo permitirá.
Será la guerra.
Habláis así porque no será la sangre de vuestro pueblo
la que corra en el campo de batalla.
¡Retirad esas palabras ahora mismo!
Tenéis razón, majestad.
Creo que aquí estoy de más. Con su permiso.
Ese encuentro con María ha sido un completo error.
Está inquieta, furiosa...
-Eres su amiga, le pudiste aconsejar no hacerlo.
-Y tú eres su amante, y a ninguno nos hace maldito caso.
-No olvides que, antes de amiga o mujer, es reina.
-Bueno, es reina por accidente.
Parece que María no tardó en restregárselo
y recordarle que la reina de Inglaterra y de Escocia era ella
por sucesión y por designio... divino.
-Sí, bueno, María es el problema.
Cuidando tu baño.
-Tranquilízate. Si fuera por él, viviría cosido a tu falda.
-¿Por qué...? ¿Por qué me haces pagar tus tensiones?
¿Puedo ser sincero?
¿Cómo se puede ser tan estúpido?
-¿Y cómo viste a su hermanastro, el regente Moray?
-Isabel, no tienes nada que temer de María.
Isabel, realmente no entiendo lo que quieres decir.
No estáis comiendo nada, majestad.
Olvidadla.
-Al menos mientras cenáis.
-Ya sabéis que los disgustos os afectan al estómago.
-Os lo pido, majestad, comed algo.
Tienes unas manchas muy extrañas en la espalda.
Y en la cara también.
(Puerta abriéndose)
Varicela.
-¿Es grave?
-Bueno, en los niños, no.
Pero en los adultos puede provocar incluso la muerte.
-¿Quién lo sabe?
-Aparte de nosotros, sus cuidadoras.
-Que no salgan de aquí.
Nadie debe conocer la enfermedad de la reina.
Nuestro futuro puede depender de ello.
-No os preocupéis, lord Cecil.
-Esto confirma mis temores.
Si la reina muere sin descendencia, puede ser nuestro final.
-Me he ofrecido mil veces a ser su esposo.
-No insistáis, Dudley.
Ella no os considera digno de ser su rey.
-No hablamos de dignidad. Estamos hablando de descendencia.
-Ya hemos tenido suficientes bastardos en nuestro trono.
-Pues no nos ha ido nada mal.
¿Deseabais verme, majestad?
Esta proposición me pilla por sorpresa, majestad.
Desde luego, majestad.
Muy honrado.
Majestad, no tengo palabras...
Estáis ofendiéndome.
Contad con ello, majestad.
¿El hijo del rey?
Apenas es un niño y goza de poca salud.
(Pasos a lo lejos)
Majestad...
Hacemos todo lo que está en nuestras manos,
pero la fiebre no remite.
Y las heridas por la caída no terminan de cicatrizar.
-La ciudad está creciendo.
Muy pronto será el reflejo de nuestro imperio.
-Así es, majestad.
¿Qué es esto, majestad?
(Grito de terror)
(GRITA ATERRADO)
Su cara es lo que me preocupa. Tiene muchas pústulas.
-"El ataque fue fuerte. -Mejor el desprecio"
que el aislamiento. ¿O has olvidado los meses encarcelados?
-Ya pagarán por ello.
Lo juro.
-No puedo controlar a todos.
-No creo que a vuestra reina le gustase si se enterara.
¿Qué estamos buscando?
No podemos permitirlo.
¡Puedo ver en vuestro rostro el de Jezabel!
un insulto. -¡Maldito bastardo!
no un juego de damas.
¡Por María!
-"María ya tiene
un pretendiente. Como vos deseabais, un lord inglés".
Tras 13 años de ausencia, el 19 de agosto de 1561, desde la cubierta de un espléndido galeón y acompañada de un nutrido séquito como corresponde a una reina viuda de Francia, una atribulada joven de 19 años divisa tierra. Es María Estuardo, reina de Escocia.
Educada desde su tierna infancia en la corte más exquisita de Europa, llega a su país, un pobre y pequeño reino dividido por las luchas religiosas y los constantes levantamientos entre los levantiscos clanes de la nobleza escocesa, sabiamente incentivados por la inteligente reina Isabel I, cabeza de la Iglesia de Inglaterra, a quien el Papado ha declarado una guerra sin cuartel, en la que también se verá implicado Felipe II de España, el monarca más poderoso de la cristiandad.
Contenido disponible hasta el 24 de enero de 2027.
Añadir comentario ↓
Pues yo estoy en Francia y tampoco puedo verla. Sin embargo vivo en la Comunidad Europea .........
La serie es mala hasta decir basta, con el dineral que os habéis dejado en pagarle a la productora inglesa, podríais haber hecho la continuación de Isabel y Carlos, con Felipe II, con la productora con la que hicisteis ambas series, y habríais ganado más, tanto en calidad como en cantidad, los escenarios en esta serie son una basura, y los incluidos por ordenador de una calidad y realismo pésimos... Os habéis coronado, y nunca mejor dicho, en fin...
Hola estoy registrada. Descargo la serie reinas y siempre sale descarga pendiente. Como hago?
Escribo desde Peru. Ya me registre. Quiero ver la serie reinas y La señora pero no abre. Comi hacer porfavor. Katty
En la Argentina no puedo verla y estoy registrada. Contestan estás preguntas..?
Desde Brasil no se ve. ¿¿
Por favor que alguien nos haga caso alguno.. Arreglen la pagina para q podamos disfrutar todas las series..
En Australia tampoco puedo ver la serie Reinas, me parece extraño porque el resto de los contenidos están disponibles. Hay alguna manera de que los españoles en el exterior podamos ver la serie?
Desde Suiza tampoco se puede ver. Alguien recibió una respuesta de rtve? Sólo veo las quejas pero ninguna respuesta que aclare el por qué?
Maria Rodriguez Garcia Vivo en holanda puede ver todos los videos de las series a la carte menos los de la serie Reina me gustaria saber el porque ?y si se puede hacer algo para si poder verlos, gracias.