¡Qué animal! - El picabueyes: un aprovechado
¡Qué animal!  El picabueyes: un aprovechado

Afortunadamente, en ocasiones hay alguien dispuesto a librar a los huéspedes de sus parásitos. Esto parece una imagen de concordia entre especies....

Disponible hasta 17-09-2115

06/06/2021 00:02:22
Recomendado para todos los públicos
El picabueyes: un aprovechado El picabueyes: un aprovechado
El picabueyes: un aprovechado 00:02:22 06/06/2021

Disponible hasta: 17-09-2115 15:15:00

Recomendado para todos los públicos
Sinopsis

Afortunadamente, en ocasiones hay alguien dispuesto a librar a los huéspedes de sus parásitos. Esto parece una imagen de concordia entre especies. Esta ave, el picabueyes, se encarama a los grandes herbívoros y se come los insectos de su piel.

Además, desde esta atalaya advierte de los peligros a su montura con sus estridentes gritos. ¡Al fin una relación donde nadie se aprovecha del otro! ¿O las apariencias engañan?

Durante mucho tiempo se consideró que la relación entre el picabueyes y estos herbívoros era un perfecto ejemplo de mutualismo, donde ambas especies salían beneficiadas. Pero resulta que la alianza no es tan idílica…

Estudios recientes han revelado que en muchas ocasiones el picabueyes no solo come lo que encuentra encima de la piel…¡sino también debajo!

Aprovecha heridas abiertas para alimentarse de la sangre del animal. ¡Incluso a veces las provoca él mismo! A menudo también le arranca pelo con su pico para fabricarse el nido. Para determinar si, a pesar de los picotazos, al mamífero le salía a cuenta tener a estas aves como un mal menor ante los parásitos, se hizo el siguiente experimento. Se separó un rebaño de bueyes en dos grupos. En uno de ellos se dejó que los picabueyes se alimentaran libremente. En el otro, los espantaban cada vez que se acercaban. Al cabo de un mes, contaron cuantos parásitos y heridas tenían los animales de cada rebaño. Resultó que todos tenían un número parecido de parásitos, pero el grupo con picabueyes tenía, además, muchas más heridas. Así que…¡otro aprovechado!

Eso sí, los rumiantes que porteaban picabueyes tenían menos cera en las orejas. Parece ser que a estos aprovechados … ¡les encanta!

Ficha técnica
Géneros
Ciencia y futuro
Idiomas
Castellano