Presentado por: José Luis Martín Descalzo | Carmen Lázaro | Dirigido por: | José Luis Martín Descalzo
El rastro de Dios, que el programa va siguiendo, le lleva a descubrir la infinidad de campos en los que la Iglesia está comprometida: pobreza, enfermedad, ancianidad, cultura, arte, vida contemplativa, minusvalías, juventud, campos de refugiados, niños de la calle, Sin Techo y Sin Tierra, mutilados de las minas antipersona, grandes catástrofes humanas, naturales o provocadas, etc.
Pretendemos hacer una comunicación que muestre el rostro de una Iglesia samaritana y provoque en la audiencia comunión, solidaridad y compromiso con los más desvalidos de nuestra sociedad y de nuestro mundo.
Nos aplicamos las palabras de Juan Pablo II: "Cada día, los medios de comunicación social llegan a nuestros ojos y a nuestro corazón, haciéndonos comprender las llamadas angustiosas y urgentes de millones de hermanos menos afortunados, perjudicados por algún desastre, natural o de origen humano; son hermanos nuestros que están hambrientos, heridos en su cuerpo o en su espíritu, enfermos, desposeidos, refugiados, marginados, desprovistos de toda ayuda; ellos levantan los brazos hacia nosotros, cristanos que queremos vivir el Evangelio y el grande y único testimonio del amor". (Juan Pablo II. Cuaresma de l986).
Contacto
Escriba al programa Pueblo de Dios: pueblodedios@rtve.es
Tenemos la primera casa de acogida para menores no acompañados,
que se hizo en España allá por el año 1987,
y es la casa de La Merced,
donde surgió también toda esta labor social
y carismática de la Orden de La Merced.
Y desde ahí, lo que hacemos es
derivarlos y poner al día la información
con los diferentes equipos educativos
que están en los recursos residenciales
y desde ahí iniciar el acompañamiento,
de itinerario social y laboral de cada uno de ellos.
Evidentemente, este acompañamiento tiene como meta la inserción,
tiene como meta que esas personas lleguen a estar
con plenos derechos y deberes en la sociedad.
Y nuestro proceso es acompañar ese trayecto
de más o menos en torno
a tres años, tres años y medio de permanencia con nosotros
hacia esa integración, hacia esa inclusión.
La situación de los inmigrantes y los refugiados que están llegando
está siendo como la propia pandemia.
Nos está llevando difícil de gestionar.
Es cierto que los grandes flujos migratorios están llegando ahora
por las Islas Canarias y también ante la falta de recursos
que tienen en las islas,
dificulta también el poder acompañar esos procesos.
-¡Cuánto tiempo! -Mucho tiempo.
-¿Qué tal las cosas? -Las cosas están bien.
-¿Trabajando? -Sí, estoy trabajando.
-Tienes una carta que tienes que ir a recoger
en el correo de Manuel Becerra. -Vale.
-Te acercas ahora a ver qué es.
Si tienes dudas con la carta, te acercas y te explico.
-Vale, gracias.
Siendo un niño, pues uno llega
con necesidad de que todavía le eduquen.
Necesidad del cariño de unos padres,
de recibir una educación. Siendo adolescente,
es la peor edad entre comillas,
pues me encontré con una familia aquí
que supieron orientar a un adolescente rebelde.
Supieron darle la oportunidad que necesitaba,
supieron formarle y llevarle por el buen camino.
Desde el equipo educativo me propusieron formar
el ámbito de lo social porque, en principio,
hacía tareas de acompañamiento, traducción y mediación
entre los chavales marroquís y de África subsahariana,
y me orientaron para formarme en este ámbito y para seguir,
para trabajar en este ámbito.
La verdad, son muchos años.
Resumirlos en muy poco tiempo es complicado,
pero cuando llegué, encontré aquí una familia,
me lo han dado todo, me han ayudado con todo
y actualmente como profesional, pues intentamos hacer lo mismo
que se ha hecho conmigo, con otros chavales que van llegando.
El tema de la infancia es el caballo de batalla de muchos años
aquí en España.
Partimos de que el tratamiento que se les hace es de extranjeros.
Entonces ya partimos de una situación errónea.
Son niños y como niños, el tratamiento que deben tener
es desde ahí, un reconocimiento de derechos, de deberes también,
pero desde su dignidad de infancia, de niños
que necesitan un acompañamiento diferente.
Llegué a España con catorce años entrando por Canarias
y nada, estuve un año viviendo en Canarias
hasta que me cambiaron a la Península.
Luego estuve en Madrid, en un centro de menores,
hasta cumplir los dieciocho años.
Yo soy mena y sé lo que es
porque estuve en un centro de menores y viví con muchos chicos
y la verdad es que hay de todo, como cualquier...
hay muchos jóvenes aquí en España también,
hay muchos conflictivos y otros no.
Los menas llegan aquí porque salen de su país
y en busca de un futuro mejor.
Entonces quiere aprender, estudiar, formarse
y poder vivir de una manera... en una sociedad mejor.
Pues yo, viniendo en patera y estando en el mar durante días,
yo pensaba que en algún momento mi vida ya no existía
que ya no, no, no, no pertenecía a nada
y llegué a tocar tierra y digo: "Joder",
perdón por la palabra, "no me queda otra cosa
que ser positivo y tirar para adelante, que queda mucha vida
y hay que tirar". Porque no pensaba y no esperaba llegar.
Las personas migrantes y refugiadas enfrentan
las mismas dificultades que enfrentamos
ciudadanos españoles con un plus de vulnerabilidad.
Por un lado, la renovación
de sus permisos de residencia es extremadamente tediosa.
En la actualidad no es posible acceder a citas que te permitan
renovar una autorización de residencia que ya tienes.
Caducan los documentos, la caducidad del documento significa
que te quedas sin asistencia sanitaria,
que te bloquean la cuenta donde cobras el salario
y ya no puedes percibir el salario que legítimamente te has ganado,
significa que a lo mejor no te dejan abrir una cuenta bancaria
si es tu primer trabajo, significa que te despidan de un trabajo
porque no has podido renovar tu documentación.
No ha llegado el asilo y está con la resolución,
todavía no tienes la tarjeta y al banco
no le va a valer. -No podemos hacer nada.
Vale, a ver, hay una opción que es representante legal,
pero tampoco es que tenga representante legal.
-Sería bueno hablar con Patuca y hacer un poder notarial
de ese tipo de situaciones y meter a los 5 o 6 que estén
y nombrar un representante legal de ellos
y ponemos el IBAN que corresponda.
Además a toda esta serie de, digamos, dificultades,
te enfrentas probablemente, desconociendo bien el idioma,
teniendo una limitación del idioma, y luego, nos olvidemos,
A veces también se encuentran, digamos, con situaciones
discriminación o de racismo institucional
que les afecta de una manera más importante
y a la que no nos vemos abocadas
las personas de nacionalidad española.
A nivel de convivencia, es un chico muy responsable y autónomo,
o sea, no requiere una intervención o seguimiento diario,
hace casi de todo.
De hecho, va a ser una gran ayuda para el equipo educativo.
Ya ha terminado el curso de mecánica,
está pendiente de realizar las prácticas,
pero por el tema del COVID está siendo complicado
acceder a realizar las prácticas,
entonces en un mes, dos meses, le llamarán para empezar.
-Entonces él mismo está pendiente de su formación
y habla constantemente con los profesores, ¿no?
-Sí, sí.
El gran drama de los menores es llegar al día de su cumpleaños 18,
soplar la vela y de estar totalmente protegido,
a estar completamente desprotegido.
Pasa de una situación de cubrirte todas tus necesidades,
de tener un proceso vital a cumplir 18 años y no tener nada.
El tratamiento es de gente adulta y, a lo mejor, estas personas
no están capacitadas para el tratamiento de un adulto.
Lo mejor que recibe para para poder integrarse
es el acogimiento familiar,
desde el primer día sentirse como una familia,
aunque son personas de diferentes nacionalidades
todo tipo de nacionalidades y gente nueva.
Uno cuando llega nuevo con 14, 15 años, se siente bien,
se siente acogido, se siente en un ambiente familiar.
Eso ayuda mucho a la integración y a la convivencia,
ya sea en el centro de acogida o en nuestra sociedad.
Nosotros descubrimos hace ya años, en el año 2000,
que la necesidad estaba ahí, que había que hacer un proyecto
que diese continuidad a los procesos de menores,
y ahí establecimos los proyectos de jóvenes que tenemos.
De 18 a 25 años son extutelados en muchos casos,
su proceso no ha sido finalizado en esa época de tutela
y necesitan continuidad para que ese proceso iniciado
no quede en el traste, no quede derrumbado otra vez
y tener que reiniciar esa persona otro proceso de reconstrucción.
Hay chicos que vienen con un nivel de autonomía mayor
y al final es más un hermano mayor lo que ven en nosotros.
Y hay otros, que es verdad que vienen con menos bagaje detrás,
vienen con un perfil un poco más infantil
y lo que buscan, al final, es una referencia adulta,
tipo la madre que he dejado en mi país.
De repente tengo aquí la figura.
Nos ha pasado con chicos, que en las tutorías nos dicen:
"Mira, mi madre está en mi país, aquí tú eres mi madre.
O sea, durante el tiempo que esté contigo,
el respeto que le tengo a mi madre lo tengo a ti".
Y esa es la figura al final.
-Hola, chicos, ¿qué tal? -¡Hola!
-Muy bien. -Muy bien.
-¿Cómo estáis? -Muy bien.
-Bien. -Tú, Kevin.
¿Cuál fue el motivo de venir a España? ¿De dejar todo?
-Yo dejé todo porque la delincuencia en mi país
es extremadamente alta.
Tuve que verme obligado a dejar a mi madre
y venir totalmente solo aquí, a España.
Y ha sido una experiencia bastante dura,
pero el pasar del tiempo ya...
todo lo voy viendo de una forma diferente y positiva.
-Jamal, ¿tú por qué decides salir de Guinea?
-Mi padre, que ha tenido problemas con la familia
y que le echaron en la casa.
Sí que es muy difícil dejar tu familia y tu madre
y a veces te están llamando que tu madre está enferma,
que tampoco está trabajando, tu madre necesita ir al médico...
-Kevin, ¿qué expectativas tienes de futuro?
-Bueno, pues primero que nada, encontrar un buen trabajo.
Estabilidad emocional, psicológica,
No sé, tener mi casa, mi familia,
tener a mi madre conmigo, que es lo que más extraño,
y ser un español más.
-Esta época de confinamiento, de pandemia,
de dificultades sociales al final, porque no es sólo estar confinado,
sino todas las repercusiones económicas que hay,
porque quieras que no, lo que vamos a sufrir nosotros
como españoles, ya con nuestra documentación,
lo que sufren ellos es todavía peor.
Esa ansiedad que hemos sufrido todos en nuestras casas
diciendo: "¿Qué va a ser de mí?
¿Qué va a ser de mi trabajo? ¿Qué va a ser de...?"
Pues en su caso es todavía peor,
porque el tema de la documentación se me ha paralizado.
El tiempo aquí sigue pasando.
Veo que la gente española deja de tener trabajo,
¿Qué va a pasar conmigo?
Cuando llegué aquí estaba embarazada
de tres meses.
No salía la tripa.
Nadie lo sabía.
como en África lo ocultamos,
He tenido que ocultar. Y un día hemos ido
con mi educadora en el centro de salud.
Ella ha decidido que yo me puedo quedar
quedarme aquí hasta que dé a luz.
Un niño, que se llama Ibrahim,
ahora tiene tres años.
Sobre todo para nosotros es muy difícil
porque no hablamos el idioma.
Tenemos que aprender el español
y nos enseñan muchas cosas.
La vida de dónde venimos y la de aquí son muy diferentes.
Como ha fallecido mi padre,
no tengo a nadie que me apoya.
las mujeres allí no tienen derecho de hablar,
no tienen el derecho de decidir ella misma.
En esos momentos mi madre no podía decidir por mí.
Fue mi tío, que me ha obligado a casarme
con este señor mayor,
Entonces como...
he tenido que huir, venir hasta acá.
La Iglesia está trabajando por las personas vulnerables,
no hace distinción.
Desde el encarnar el mensaje de Jesús, es decir,
hay que fijarse en el prójimo, en el otro, en el desconocido,
como el hermano. Yo creo que la Iglesia sigue trabajando ahí.
¿Cómo va todo? -Pues bien.
Yo es que hace muy poco, llegué,
justo ahorita el 2 cumplo un mes,
y pues muy bien con ellas.
-La dinámica del día a día de la convivencia, ¿bien?
-Bien. Siempre estamos bien unidas,
y lo normal de la convivencia todos los días.
Nos ayudamos, colaboramos y normal.
-¿El cambio ha sido muy drástico? -Superdrástico.
Un giro total porque no estaba acostumbrada a vivir sola
ni a convivir con personas de otros países ni nada.
Pero sí, ha sido un cambio superdrástico, la verdad.
-Ha merecido la pena por el momento. -Claro, sí.
-¿En este momento te estás bien? -Superbién.
-Y en tu caso, ¿qué te llevó a tomar esta decisión
de salir y dejar también un poco toda la gente, tu familia y demás?
Además, en mi condición como una chica transexual
en Venezuela, es que no hay ningún tipo de libertad.
La única, el único destino para una chica transexual
en Venezuela es la prostitución o la trata de humanos,
que te sacan del país y te venden. Te venden.
Y bueno, en mi caso tuve la suerte de que mi familia
siempre me ha apoyado
y pues ellos hicieron todo lo posible para sacarme.
Jesús nos dice que no tenemos que hacer exclusión de unos y otros,
pero sí es cierto que a veces, la propia Iglesia genera
diferentes categorías en procesos, quizás, mucho más
"tradicionales" y religiosos,
y yo creo que las entidades que trabajamos en la Iglesia
necesitamos romper esos esquemas.
Necesitamos acercarnos a la persona dándole la importancia
y el empoderamiento desde su orientación sexual,
desde su condición de religioso, cristiano
o musulmán o ateo.
Yo creo que si pones en el centro la persona,
das dignidad.
Hay chavales que están con nosotros, que lo que dicen es:
"Yo me siento un musulmán mercedario".
¿Qué significa eso?
Ha encontrado una familia que le ha ofrecido hogar y espacio
y desde su religión, que creemos que tiene que conocerla y cultivarla
y que su religiosidad tiene que practicarla,
él se siente muy identificado con esos valores que ha acogido
y supo ser su familia, en ese momento, de acogida.
Cada vez que doy gracias a Dios por lo que tengo y he conseguido,
doy gracias a Dios y a los padres mercedarios.
Porque es verdad. Yo soy creyente,
damos gracias a Dios por lo que somos y lo que tenemos,
pero es verdad que gracias a los padres mercedarios también,
porque cuando una persona llega aquí, llega sin nada
y encontrarles nos ha facilitado mucho el camino.
Hoy tenemos cautivos en la sociedad, que son vecinos,
que son la gente que encontramos en la calle.
Son prostitutas, inmigrantes
y mucha gente que lo está pasando mal.
Y nosotros para dar un poco una sonrisa a esta gente
que lo está pasando mal.
Nosotros entendemos e interpretamos este sufrimiento
como una forma de nueva cautividad.
La esclavitu de cada uno de ellos es individual
y muy personal, pero sí es cierto que los itinerarios y procesos
que ellos viven, nos quedamos con la parte, quizás, última
de la dificultad de un salto de una valla,
La dificultad de la patera.
Pero todo su itinerario, todo su proceso, hasta llegar
a ese lugar mucho más visible, a occidente,
es de abusos, de pasar por diferentes esclavitudes,
hasta sexuales. Tener que prostituirse para poder vivir
y poder continuar su proceso y su itinerario.
-Somos mercedarios porque tenemos el mismo carisma
para liberar a los cautivos.
Lo más importante para nosotros, sentir el sufrimiento de otros,
tú te pones "à place" de otro.
Es lo más importante, amar a otro como a ti mismo.
Lo que Jesús nos enseña.
Primero, comprender el sufrimiento,
empatizar con las personas que está sufriendo
y luego, juntos, poder encontrar y buscar una salida
para salvar, rescatar a este nuevo cautivo.
El objetivo principal es la inserción del mundo laboral
y acompañarles en el desarrollo durante tres años
de su vida profesional.
Intentamos siempre que alcancen unos objetivos
puedan servir básicamente para desarrollarse profesionalmente
y como personas. Les acompañamos siempre
en todas las dificultades humanas que puedan llegar a tener
durante este período que están con nosotros,
que está limitado a tres años
con las circunstancias de la legislación,
que es lo que nos limita. Nosotros Estaríamos encantados
de que estuvieran con nosotros mucho más tiempo.
Durante estos ocho años he conocido como a unas 25 personas
que han pasado por el aparcamiento.
Yo me encargo... pues fundamentalmente,
desde el principio les acompaño porque les doy un curso de formación
para poderse integrar en lo que es el aspecto laboral,
entrar a trabajar en el aparcamiento,
y durante los tres años, pues estoy en contacto con ellos,
no las 24 horas, porque no les puede decir que tienes
el teléfono conectado las 24 horas, pero si 20 horas.
Buenos días.
"Una responsabilidad a sus 43 años
que le ha cambiado la vida por completo."
La Merced para mí es una salvación.
Es una salvación, porque el día que me cogió La Merced a trabajar,
yo llevaba casi seis meses sin trabajar,
de paro, sin trabajar,
no tenía ni ingresos ni nada.
Ha sido duro, muchos obstáculos,
muy duro, pero ya al final aquí estoy,
al final, aquí estoy vivo.
Hay mucha gente que ha quedado en el camino.
Hay muchos amigos que han quedado ahí en el camino,
pero yo he tenido suerte de llegar aquí a Europa.
"La Merced Migraciones sigue liberando en familia,
tengan el credo que tengan;
rompen los miedos y barreras desde el evangelio inclusivo;
se implican allí donde hay una situación opresora
para la persona vulnerable,
allí donde se pone a prueba la fe samaritana
y donde hay posibilidad de rescatar a un hijo de Dios."
La Merced Migración significa...
para mí es mi familia, es mi casa.
Donde puedo venir...
Significa, amigo mío, mi familia.
En el peor momento que yo lo necesitaba,
pus me dieron techo, abrigo, comida...
Entonces... y poder acompañarme, ayudarme a formarme.
Entonces es que quien te da eso es como un padre o una madre,
es lo que te daría también.
La verdad es que la fundación La Merced
es todo para nosotros, porque, bueno, para mí,
porque resido aquí, para muchos residentes,
porque una persona llega sin nada y recibe la ayuda necesaria
para aprender el idioma, para aprender un oficio,
para tener documentación, para integrarse en nuestra sociedad
y para salir a vida independiente, al mundo laboral
sin necesidad de un educador.
Llegas sin nada y sales siendo un ciudadano
con plenos derechos y deberes.
Porque he sufrido, de verdad, he sufrido,
he hecho todo y he sido una persona que yo nunca me ha gustado pedir
ni nada, yo he ido... donde hay trabajo he ido a buscarlo,
hasta que he encontrado este trabajo,
que es una salvación, una estabilidad.
Cuando uno acoge a alguien que no conoce,
le está dando ya un pie hacia su integración,
un paso marcado hacia su integración,
que lo va a definir como una persona que pueda...
que quiere aprovechar esa oportunidad;
y desde ahí el compartir.
Creo que cuando compartimos nuestras vidas,
cuando compartimos nuestras realidades,
los miedos, los obstáculos, las barreras desaparecen.
Tengo la fe de qué voy a ser un hombre de bien,
como el que ha querido que yo sea mi madre,
y sí, siento que ha valido la pena.
"Venerar a la Virgen bajo el título de La Merced es recurrir a ella
como madre de los nuevos esclavos y los descartados."
(REZA EN OTRO IDIOMA)
"Una madre que no excluye a sus hijos por color de la piel,
sexo o religión.
Una madre amorosa que cobija a todos alrededor de una misma mesa,
en una casa común donde todos somos hermanos."
(REZA EN OTRO IDIOMA)
(A LA VEZ) Amen.
(Música)
La Fundación la Merced Migraciones lleva más de tres décadas rescatando a los nuevos excluidos de este mundo para que se integren y se sientan en España como en casa.
La Fundación la Merced Migraciones lleva más de tres décadas rescatando a los nuevos excluidos de este mundo para que se integren y se sientan en España como en casa.