-No sé cómo evitar los boquetes.
-Desaparecen en la lavadora y no los encuentras.
-Se fabrican en India y en Marruecos.
(Canción Pop)
¿Qué tal, Jorge?
Puede parecerlo.
Aquí es donde empieza todo. Es el departamento de diseño.
El tobillero que casi no se ve era impensable hace 10 años.
Este es el diseñador de calcetería, D. Emilio Hernández.
Os puede hablar con propiedad del diseño del calcetín.
Miles y miles.
Un calcetín: puño, pierna, talón, puntera, lo que es la soleta
y el pie. Cinco colores.
Sí.
Prohibido.
Una maravilla.
(RÍE) El caso es usar calcetines.
Discretos. No es una cosa del otro mundo.
-Ahora veremos cómo se fabrican. Lo vamos a tener en las manos, en 3D.
Con las estrellitas y las bandas. Venga, vamos.
Ahora vamos a ver... Ignaci.
Hola. -Hola.
-Prepáranos estos colores, por favor.
En este laboratorio haremos las mezclas para encontrar tonos
que el diseñador quiere que se reproduzcan en el calcetín.
qué sería lo que sacaríamos con un colorante así, el rojo.
que se va a teñir, si se tiñe algodón o se tiñe poliamida,
se usan unos colorantes u otros.
-Son "respetables" con el medio ambiente.
Aquí hacemos un ensayo con el calcetín dentro
y con los colorantes preparados.
-Depende de la cantidad de aguas que le das. Cuántas veces lo lavas
para quitar el residuo de color.
Toco el violín. Me gusta la música y desconecto así.
-Christian está cargando el armario de madejas en crudo
para teñirlas del color que hemos estudiado en el laboratorio.
La inmensa mayoría de madejas de algodón nos llegan de la India.
Hay dos tipos de calcetines:
el de un solo color, primero se teje y luego se tiñe.
El de diferentes colores, primero se tiñe el hilo y luego se teje.
Vicente está descargando de esta máquina un leotardo
que ha entrado en crudo y lo hemos teñido de verde botella.
Exactamente.
Acaba de finalizar un color rojo.
Como en la verde, ha entrado un calcetín de color crudo.
Como podéis ver, ya está tenido de color rojo.
Como mínimo, una vez al día.
Cuando lo requiera el calcetín.
Todos los calcetines, si son de calidad,
llevan la puntera reforzada.
Hemos pasado de la fórmula a los colores que hemos visto.
El calcetín que hemos diseñado constaba de estos colores.
Uno de ellos sería el rojo. Lo hemos visto teñir.
Aquí lo pasamos de madeja a cono. Lo necesita la máquina para cogerlo.
En el proceso productivo, un mes y medio de media
desde que lo tejemos hasta que entra en almacén.
Como hoy es una cosa especial, lo podemos tener en unas horas.
Aquí se guardan todos los colores de las diferentes materias
que utilizamos en la casa. Nuestro calcetín va a tener
un hilo de algodón y un hilo de poliamida con "lycra".
Si rompemos los filamentos de poliamida,
dentro quedará el alma de "lycra".
Aquí pasamos el diseño que nos pasa nuestro diseñador
de papel a lenguaje máquina para poder tejer el calcetín.
Aquí le decimos las pasadas y los colores que van a intervenir.
Ahora está cogiendo el color rojo. Ahora coge el color gris.
Ahora cogerá el color azul.
Aquí lo tienes.
Unos dos minutos.
Va en función de la talla, pero calcula entre 1200 y 1500.
No, ahora falta otra operación: cerrarle la puntera.
Vamos a ver a Antonia, que ya tiene la máquina
con el color para remallar nuestros calcetines.
Hola, Antonia, ¿qué tal?
¿Nos puedes remallar los calcetines, por favor?
Antonia alinea las dos partes del calcetín por la pasada fina
para que la costura quede completamente recta y plana.
44.
En lo que voy a hacer de comer, en dónde tengo que ir...
No, falta la operación de plancha y el aparejado y etiquetado.
Todos.
Hola. (AMBAS) Hola.
-¿Nos plancháis estos calcetines? -"Molt bé".
Nuestro calcetín es de la talla cuatro.
Esta máquina tiene cuatro tallas. Esperemos a que llegue la nuestra.
Ahora llega nuestra talla.
De forma son iguales.
Ahí salen.
No, no es necesario.
aparejarlos y etiquetarlos.
Por supuesto.
M Angeles, ¿nos los aparejas? -Sí.
Y por las de mis compañeras. -El 100% del calcetín lo revisan
por las dos caras las señoras de este departamento.
El que no cumple los parámetros establecidos, se retira.
Los podemos regalar a Cáritas o a ONGs.
No daña el calcetín y los aguanta de dos en dos.
Magdalena, ven.
Más, más. Ahora mismo somos tres.
-Ella, ella. Mentirosa.
Si tienes otro, lo haces así, lo doblas,
lo pones así, curioso, y sabes el color de cada uno.
El "calcetito" te queda guapísimo.
Siempre, todas las unidades deben ser divisibles por dos.
Blanca, ¿nos puedes etiquetar estos calcetines, por favor?
Inglés, francés, alemán...
Donde más vendemos es en Europa.
Pero, actualmente, exportamos mucho a Rusia; en Estados Unidos
llevamos mucho tiempo, a Sudamérica, y también hemos empezado en China.
Nosotros vendemos en China calcetines fabricados en Arenys.
Es otra historia, ya habéis visto que es mucho más complicado
hacer calcetines de calidad y hacerlos bien hechos.
Nuestros salarios son normales y en Asia son muy bajos.
Así llegarían a nuestros clientes.
Un calcetín de estas características entre 3 y 5 euros máximo.
-Eso es lo que hacemos. -E, importante: en España.
Batita y gorro.
Básicamente, protegemos los productos.
Evitamos que nuestra ropa o pelo pueda contaminarlos.
Exacto. La haremos en varias etapas porque es como se fabrica.
Primero, hacemos la oblea.
Luego, le ponemos la crema y la bañamos en chocolate.
Es la masa con la que vamos a fabricar la oblea.
Exacto.
Nosotros lo llamamos la tolva.
Aproximadamente, unos 200 l.
15 minutos, aproximadamente.
Evita que entren objetos extraños dentro de la masa.
Puede haber grumos como siempre que se hace algo con harina.
Esta máquina es el horno donde cocinamos la masa de antes.
Bombeamos el producto...
Se nota, ¿eh? Estamos a unos 160 grados.
Introducimos la masa, la dosificamos en una plancha
y va constantemente fraguando, como puedes ver,
con dos planchas calientes que, al entrar en el horno, se cocinan,
vuelven y sacan el producto terminado.
Fijamos incluso el punto de inicio, el punto final donde dosificamos...
Está todo controlado.
Hacemos mucha producción al día.
Desperdiciar material sería un costo muy alto al cabo del día.
Una tragedia.
Ya están cocinadas. Salen aquí perfectamente.
antes de entrar en la siguiente fase.
Uno de los controles de la máquina
es, simplemente, detectar si hay una oblea rota.
El sistema te la eliminaría.
Tiene una serie de sensores electrónicos.
Están aquí: uno, dos, tres.
Determinan que está perfectamente. Si la señal es correcta, está bien.
Ay.
Te dije que nosotros añadíamos más masa en la oblea
de la que puede caber en las planchas.
Siempre habrá un rebose.
Nos indica las planchas que lleva por minuto y la temperatura.
Otro control es verificar el color de la oblea
para ver que está perfectamente cocinada.
Eso lo hace el laboratorio.
No, hay variaciones y matices.
De la temperatura de cocción, de la masa, etc.
Todo es variable y todo hay que controlarlo.
Ese grado de color se refleja en la textura del producto en boca.
Cuando empiezas a tener algo de experiencia, lo percibes.
Pero no lo hacemos de forma tan subjetiva, lo objetivamos
con el colorímetro, un aparato capaz de medir colores.
Cuanto más alto es el valor, más se acerca al blanco.
Cuanto más bajo, más se acerca al negro.
En este caso, estamos en un color crema
donde habrá un valor elevado, cercano al blanco.
Esperamos que ese valor esté entre 75 y 80 unidades relativas.
Tenemos que ir directamente, de manera rápida, al horno
y hablar con el operario para que regule la temperatura.
Tenemos 76.
Una vez que la oblea ha salido del horno,
necesitamos que esté un tiempo para liberar las tensiones internas
en la fabricación...
Es un arco enfriador.
El producto vuelve tranquilamente a una temperatura natural.
En este momento, puede estar a unos 80 o 90 grados.
El producto así es muy frágil. Se quiebra con facilidad.
Pero es preferible que nos ocurra en este espacio
que dentro de la galleta o la crema o en cualquier punto de la línea.
No creo que lo notes.
Ahora tenemos que "encremar" la oblea.
Es decir, una oblea debajo, varias capas con relleno y galleta,
de una capa superior de otra oblea que lo cierra.
Al mismo tiempo, las agrupa.
El siguiente proceso será cortarla.
Ahora o después, es la misma crema.
Aquí tenemos el relleno. Prueba.
Miro el peso de las ambrosías sin envolver.
Para que no estén en la misma zona.
Va bien, pesan 13 gramos.
(RÍE)
que tenga buen aspecto, que no se te derrita en los dedos.
Tiene que ser progresivo. Me sale aquí una curva.
Perfecto.
Es un proceso de cristalización. Vamos a solidificar el chocolate.
Aquí está líquido y en el producto final lo veremos sólido.
Esto es la bañadora de chocolate.
Nosotros la llamamos así, es una recubridora.
Podéis observar que inundamos totalmente en chocolate la pieza.
Está vertiéndole chocolate encima constantemente.
Bañadora y con ducha.
para dejarles la cantidad exacta de chocolate.
El empaquetado.
Desde que se cambia de una bobina a la otra,
mirar impresión, que se cierre correctamente, fecha... de todo.
Cualquier problema que haya, una ambrosía partida o lo que sea,
se detecta allí y la máquina lo rechaza.
los productos que han pasado por minuto... todo.
Un poquito fastidiado.
Sí, tendría que estar mucho más atento.
(DUDA) Ahora mismo, prácticamente, no hago nada.
Lo hace todo ella.
La verdad es que es lo mejor que ha venido aquí.
En una hora, aproximadamente, unas 30.000.
Todo el acero viene enrollado.
Nosotros lo vamos poniendo en máquinas devanadoras,
que lo van troceando y sacando la forma del cuchillo.
Aproximadamente, 700 u 800.
Igual que tenemos bobinas, tenemos planchas,
que son para herramientas especiales, más grandes,
que no nos salen de las bobinas.
¡Oh, oh!
Pues no lo sé. 700.000 u 800.000 cuchillos.
Lo primero que se hace es trocear las planchas y las bobinas
al formato deseado para la herramienta que fabriques.
Según la longitud que tenga, así se corta la plancha o la bobina.
Sí, a más espesor necesitas más toneladas de presión.
Este es el prototipo del nuevo chuletero,
imitando la navaja de Albacete. -Nos faltan unos retoques.
Hay que hacerle unas aletas para que encaje bien en el molde.
Empezamos por aquí, haciendo formas.
Cuando el diseño gusta a los comerciales,
acotamos todas sus dimensiones para poder fabricarlo.
De aquí pasa a control numérico y las máquinas empiezan...
De aquí vamos sacando los machos o punzones
que luego servirán para el troquel. Esto corta la pieza.
Con la hembra pasa como con el macho.
Es un tocho que metemos en la máquina y hace el desarrollo.
Corta, en este caso, el hueco que luego va a servir
para poner el macho encima, que baje y corte un cuchillo.
-Todos los retales de acero, la chatarra, los reciclamos.
Lo mandamos a la acerería para volverse a hacer acero.
24 años, ¿qué te parece?
24 años en la misma empresa.
Sí.
Pues los llevo. Llevo 24 años aquí. Desde los 16.
Cuidado.
Hay que cogerlos de la punta.
Este detalle lo conseguimos tras la máquina de inducción.
Creamos una bola; calentamos el acero, lo comprimimos
y creamos lo que nosotros llamamos "la bola".
La ponemos al rojo vivo y de aquí pasa a una prensa,
la prensa de moldear, que es la forja.
Damos un golpe de 200 toneladas y pasamos a la prensa de corte.
Para luego poner el mango, para poner los remaches.
La tienes que ir midiendo con el calibre. ¿Me lo pasas?
para que luego los remaches salgan todos bien.
(RÍE) No.
(HOMBRE) Sí, la parte superior.
-Lo secamos con "maizor".
El tronco del maíz, que tiene un gran poder de absorción.
Aquí, la sección del temple, tenemos cuatro hornos.
Desde 950 grados hasta 1070, que es la cámara última.
El propósito es darle dureza al cuchillo, a la pieza.
Hasta aquí, solo hemos obtenido acero dulce, sin templar.
Una vez que pasa por los hornos, coge dureza.
Esa dureza le da vida al cuchillo, el verdadero temple.
No sé con de qué material es, pero seguro que se funde.
Esto es una máquina rectificadora.
Ya tenemos el cuchillo cortado y templado, con su dureza.
Esta máquina lo rectifica.
Lo deja más gordo por aquí y más fino por aquí.
En mi casa, el que no puede faltar es el chuletero. ¿Y en la tuya?
Aquí, mira, estos pequeñitos los tengo siempre a mano.
Para la mermelada, para el café. Este lo utilizo mucho para todo.
Esta es mi cocina.
Yo soy especialista en tortilla de patatas.
Este cuchillo verde es el que uso yo habitualmente.
Lo hacemos con máquinas como esta.
Coger la hoja del cuchillo y darle vacío por las dos caras.
Sí, o le damos el afilado o una sierra.
Mucho, porque las piedras van dando vueltas
y las pinzas, al bajar, hacen daño si te pillan la mano.
Hay que tener mucho cuidado.
De momento, sí.
Esta máquina pule el cuchillo.
Con unos rodillos esmerilados se les suelta una pasta
y se le saca un brillo al cuchillo que nosotros llamamos brillo seco.
Así es como salen de la máquina.
Totalmente pulidos.
Ahora tiene que comprobar cuáles están bien y cuáles no.
Si están todos bien, van al siguiente proceso.
Si no, los reprocesa.
Sí.
No, tiene que ser así.
Aquí están cayendo ahora mismo los cuchillos ya con las dos cachas.
Tenemos dos maneras de hacerlo: o bien aquí, en automático total,
o bien allí, en semiautomático.
Pues nada, yo ahí... no sé, pero vamos...
Después del enmangado viene la fase del mecanizado automático.
y la parte de abajo también. La inferior y la superior.
Se pule todo y eso lo hacemos con estas máquinas automáticas.
Con estos robots.
El resultado final es este: ya tenemos pulida la parte interior,
la parte de atrás y el lomo del cuchillo. Ya sale pulido.
Sí, tienen que ir afilados,
porque esto no lleva sierra y el corte tiene que ser fino.
Tenemos dos: la del papel y, para más seguridad, el láser.
El ángulo que le hemos dado en las piedras.
Debe coincidir a ambos lados con los mismos grados.
que mide el poder de corte de un cuchillo y la durabilidad.
Ahí está cortando.
Es la cualidad principal de un cuchillo.
Un cuchillo, generalmente, lo compramos para cortar.
Este papel es especial, calibrado.
Lleva cuarzo y el objetivo es desgastar el filo muy rápido.
En los laboratorios maltratamos los productos
para que al cliente le dé la máxima calidad.
Otra prueba que hacemos es la de extracción del mango.
Voy a levantar estas pesas.
Ahora mismo, el cuchillo está levantando unos 360 newtons.
Eso equivale a unos 36 kilos.
Correcto. Dos cosas importantes: el mango ni se mueve ni se sale.
Eso es seguridad para el usuario. Y también, de sanidad.
Sí, y mediante electrolito...
Así es.
Chuletero.
Mondador.
Cocina.
Cocinero.
Jamonero.
Panero.
Tomatero.
Deshuesador. "Santoku".
Carnicero.
Para el queso y para el lenguado.
Salmonero, salami y pastelero.
Machete de golpe, para filetear y despellejador.
No.
Es como todo. Cada herramienta debe tener su utilidad.
Esta semana los reporteros se han traslado hasta la localidad de Arenys de Mar, a la mayor fábrica de calcetines de España; también se han introducido en una de las fábricas con mayor tradición en la fabricación de cuchillos, en Albacete, y a una fábrica de galletas en Las Palmas de Gran Canaria.
Histórico de emisiones:
15/05/2013
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