Lunes a viernes a las 16.30 horas
-¿Cómo lo queréis hacer?
-La violaste y la echaste con mentiras y amenazas.
Irás a la cárcel por destrozarle la vida.
-Le conté lo que no sabía.
-Pero ¿cómo se te ocurre? -Lo siento.
Creí que Lorena lo sabía y te culpaba.
-Toma, los documentos de reapertura sellados y firmados.
-Sonríe todo lo que quieras.
Pero esto no te exime
del daño que le has hecho a mi hermana y a Jorge.
-Ven esta noche al mercado en cuanto cierre.
Te espero en el almacén.
-Es lamentable y despreciable lo que dices de esos chavales
que se juegan la vida cada día.
Voy a luchar por conseguir que mejore su situación.
-Eso es terrible.
-Si me aceptas como soy, bien.
Si no, ya sabes qué hacer, estoy harto.
-Si tomo una decisión ahora, puede que me arrepienta.
-"No sé si será verdad lo de las almas gemelas,
de lo que estoy seguro es que Carla es la única persona
por la que he sentido eso."
-Intentaste destrozarme la vida desde que pisaste el mercado.
-He dicho la verdad.
Y pagarás por lo que hiciste.
-Decís que no hay peligro y es mentira.
No confío en vosotros.
-No te librarás de mí.
-¡Suelte a Daniela!
-¿Lo habéis atrapado?
¿Lo habéis hecho o no?
-Ha escapado.
Lo atraparemos.
Prometo que lo cogeremos.
-¿Por qué no ya? Ponéis en peligro a un inocente.
-¿Por qué tuviste que aparecer? ¡Lo estropeaste todo!
-Intentaba protegerte. -¡Has hecho lo contrario!
Vamos, va. (DANIELA LLORA)
-De verdad que intentaba protegerla.
(Sintonía de "Mercado Central")
# Y se apagó una luz en la ciudad
# y una sombra en sus viejos pasillos
# de colores,
# que no brillarán más.
# Ven y sígueme a aquel lugar,
# sabor a sal y azafrán.
# Aromas de un tiempo atrás.
# Y se encendió una luz en la ciudad,
# en la plaza donde regateamos,
# con un beso,
# volver a comenzar.
# Juntos tú y yo,
# jugando a recordar
# que somos cada olor, color, sabor al son
# de aquel Mercado Central. #
-¿Te queda mucho? -No, ya estoy terminando.
-Ya. Eso mismo has dicho hace 15 minutos.
¿Estás intentando escaquearte?
-No, no, no. Ir de compras en estas fechas
no es lo que más me entusiasma, pero...
-Me ibas a ayudar con los regalos de tus padres.
No sé qué le gusta a tu madre. -Que comas carne.
-Sí, claro, justamente.
Va, anda, termínalo ya.
-Sí, mira, ya está.
Paso los brutos a la nube para luego descargarlo y editarlo
o será una chapa de vídeo que alucinas.
Para compensarte, te invito a comer.
-¿Sí? -Sí.
Toma, mírate la aplicación, tengo mil restaurantes apuntados.
La contraseña es "123456".
(SE ASOMBRA) Máxima seguridad. -Es que se me olvida.
-Ya, ya. Bueno, ¿y qué tipo de comida te apetece?
-Me da lo mismo, la que puedas comer tú.
-No sé, a mí lo mismo me da Kebabs...
(Pulsaciones en el móvil)
Chinos, de tapas... -Me vale.
No tengo un paladar exquisito, a mí me da lo mismo.
-Te da igual caviar que pizza.
-Espera, ¿qué has dicho?
¿"Pizza"? -Pizza, sí.
-No hagas eso.
Se me ha antojado la pizza. -Bueno.
-Conozco un restaurante en La Latina que flipas.
Tienen horno de leña. Yo iba un montón ahí con...
-¿Con?
¿Con quién?
Bueno, con Carla, ¿no?
-No, no, no.
O sea, también, pero fui con un montón de gente.
Con Carla fui algún domingo. -Dame la dirección,
reservo y listo. -Venga.
A ver...
-Buenos días.
No, solo que Daniela, el agente Durán y yo
hemos declarado ante el juez.
Los tres somos testigos,
y con nuestras declaraciones, ahora sí,
el testimonio del portero y el de Adela
se han tenido en cuenta.
Y le han asignado al agente Durán. Ya se conocen.
Durán estará con usted siempre.
La protegerá hasta que demos con ese asesino.
No, pero hemos emitido orden de busca y captura contra él.
Esté donde esté, lo pillaremos.
Sé que después de lo que pasó anoche es complicado,
pero deben confiar.
Iniciamos el seguimiento policial y no ha ido a casa a por nada,
ni ropa ni documentos ni dinero.
Registramos su casa,
las grabaciones de la finca y el despacho.
Sus padres murieron hace años y era hijo único.
Por lo que sabemos,
no tenía relación con más pariente que su excuñada Marta.
¿Tienen su contacto?
Como es evidente, vuelvo a llevar la investigación.
Limpiaron mi expediente y me reincorporaron a mi comisaría.
A veces hay que seguir el instinto e insistir.
Adela, no se preocupe por nada,
está todo bajo control.
Gracias. Hablaré con Marta, a ver si sacamos algo en claro.
La llevaron a casa y una psicóloga la asistió.
Aunque pasó mucha tensión y necesita descanso,
está perfectamente.
Adela, de verdad, no se preocupe.
Es normal tener miedo y estar en tensión,
pero está todo bajo control.
Haremos lo posible por protegerlas.
Hemos enviado un agente a vigilar a Daniela,
y Durán estará con usted siempre.
(ASIENTE)
Escuche...
Lo máximo que podemos hacer por la madre de esa chica
es mirar a un lado ante su situación irregular
hasta tener los papeles en regla, no notificaremos nada.
Si inmigración termina al corriente,
no podemos hacer nada
para garantizar la seguridad de esa mujer.
Solo puedo decirle
que no creo que Fernando contacte con nadie.
Eso delataría su posición.
De verdad, esté tranquila, pronto estará entre rejas.
Y ahora, si me disculpan, tengo a un psicópata que atrapar.
Gracias.
(Timbre)
-Hola, hija.
Pasa, pasa.
Pues... me estaba tomando un café, ¿quieres uno?
No, haces muy bien.
Porque unos momentos así
es muy difícil concentrarse en el trabajo.
Por cierto, dice Rosa que está solucionado lo de la inspección.
Lo importante es que podáis abrir.
Bueno, pues te he llamado porque pude hablar con mi amigo,
el guardiacivil retirado.
Iván.
No ha sido fácil,
pero me dio la información que necesitabas.
Bueno, no ha sido tan complicado, la verdad.
Gloria no tiene antecedentes penales,
pero estuvo... metida en un lío que investigó la Guardia Civil.
Toma.
-Perfecto, hasta luego.
Pues ya está reservado.
-Perfecto, pues yo acabo esto y termino.
¿Este archivo? Vale, es el mío.
(DAVID) "Carla no se va a Florencia, lo ha dejado con Lucas."
(SAMUEL) "Ya, pero quiere irse de Madrid."
-A ver, ese eres tú, ¿no? -No.
Ya lo verás cuando esté acabado.
Vete para allá. -Solo quiero verte a ti.
(DAVID) "Si estás con Ana, no te debería importar Carla."
(SAMUEL) "Ya, pero Carla es Carla.
Somos almas gemelas.
Estamos hechos el uno para el otro.
O sea, esto del final, lo quitas."
-Lo quito, lo quito. Lo quito y ya está.
Lo quito porque... no me gusta ni la luz ni el audio.
Me oigo y es raro, ¿no te pasa? Como otra persona.
-Está superbién, la verdad.
Pero ¿por qué lo paras? Hay más vídeo, ¿no?
-No, que me pongo moña y no me apetece.
-Quiero escuchar a mi novio diciendo cursiladas de su ex.
-Que no, Ana, me da vergüenza. -¿En serio?
¿Te da vergüenza que lo vea? -¡Hombre!
-No sé, Samu, ¿no habíamos hablado de conocernos
y de mostrarnos tal y como somos?
Más que esto, no se me ocurre nada.
-Esto no es lo que hablamos.
Hablar, conocernos y mostrarnos como somos
para lo importante, no esto.
-¿Qué es lo importante? -Borrado.
-¿Qué dices? -Lo he borrado.
Lo grabaré en casa.
No estaba enfocado el vídeo ni el encuadre...
Tengo amigos cámaras que como lo vean...
¿Nos vamos a comer o no? (ANA ASIENTE)
-Venga, perfecto.
Pues nada.
Pues a las 13:30 te veo aquí, voy a terminar unas cosas.
Ahí está.
Hasta ahora, cariño. -Hasta ahora.
(Puerta cerrándose)
-Parece ser que quiso comprar un bebé.
Cuando una persona quiere ser padre o madre con esas ansias,
hace todo lo posible para conseguirlo.
Pero yo que tú, no utilizaría esa información.
Le vas a hacer mucho mal.
La humillarás.
Y le harás recordar cosas de las que quizá se avergüence.
Sé que es lo que quieres,
pero también sé que si le haces daño a Gloria,
no vas a aliviar tu dolor.
La venganza no sirve para nada.
Ahí tienes el ejemplo.
Mira hasta dónde ha llegado Gloria para vengarse de Jorge.
¡Es una locura!
¿Cuándo acabará esto?
Si tú le haces eso, Gloria querrá vengarse.
Y así hasta el infinito.
Para que tuvieses la posibilidad de elegir lo que haces.
Tú no eres como ella.
No te pongas a su altura.
-Ven, ven, ven.
-¿Cómo que quieres cambiar la empresa?
-Calla, mejor no levantar sospechas ni la voz, ¿vale?
Gloria no puede enterarse de nada, ¿vale?
-A ver, si hacemos lo que pretendes, se enterará sí o sí.
-Vamos por partes, ¿vale?
¿Cuento con vosotras para iniciar una campaña
contra la empresa de "riders" que trabaja para el mercado?
Mirad, la idea es recoger firmas, ¿vale?,
para que apoyen el cambio
a una empresa con mejores condiciones laborales.
Con estas fotocopias, donde expongo la reivindicación,
podemos conseguir un montón de firmas.
Yo solo no puedo, por eso necesito vuestra ayuda.
-¿Y tú crees que solamente con las firmas
haremos recapacitar a Gloria?
-Debemos hacer algún tipo de presión.
Si todos están en contra de trabajar con una empresa explotadora,
Gloria no tendrá más remedio que recular, ¿no?
-¿Y eso no va a perjudicar a los trabajadores?
No quiero liarla y perjudicar a los "riders".
-No, tranquila. los trabajadores no van a perder el curro.
Pero la empresa sí va a perder un gran cliente,
y eso les va a escocer.
-¿Qué sí? -Que sí.
Mataremos dos pájaros de un tiro.
Estamos ayudando a los trabajadores, Carla.
Ellos llevan mucho reivindicando sus derechos laborales,
pero claro, tienen miedo a perder su trabajo.
-Pues mira, si lo tienes tan claro... (ASIENTE)
-Pues sí, porque, además, no tenemos más opciones.
Yo he intentado... en fin, convencer a Gloria
y que entrara en razón, pero está cerrada en banda.
Está contenta con la empresa actual porque le hace buen precio,
pero los trabajadores están fatal y a ella le da igual.
-La hacen precio por eso,
porque a los "riders" les pagan una miseria.
-Exacto. -¿Sabes qué?
Que cuentes conmigo.
-Muchas gracias.
Y tú, Carla, ¿qué, te subes al barco?
-¿Tú qué crees?
-Genial. Sois las mejores, de verdad, gracias.
Convenzamos a los comerciantes y que piensen en los demás.
Porque es que, si le va mal al de al lado,
al final... nos va mal a todos.
Lo vamos a conseguir.
-¿A santo de qué has ido a hablar con Martín?
Tengo edad para solucionar mis cosas.
Pues ya es tarde.
Ya, pero, aunque gran parte de culpa de mi pasado sea tuya,
cargaré con eso toda la vida, lo haré yo, es mi mochila.
Y yo le contaré a mis parejas mis errores,
ni tú ni mamá ni el mierda de Fernando.
Los errores estarán siempre que alguien quiera hacerme daño.
¿Para protegerme de qué?
Si yo le parecía peligroso, ahora es toda la familia.
Razón tiene, los De la Cruz somos tóxicos.
¿Problemas?
¿Problemas? ¡Lo hemos dejado, papá!
-El plan que tenían se arruinó por mi culpa.
Adela, Elías y la inspectora me odian porque lo fastidié todo.
-No es verdad, tú intentaste proteger a Daniela.
-Pero si hubiese estado quieto, Fernando estaría encarcelado
y Daniela estaría segura.
-Y lo está. ¿Tú crees que la Policía la dejaría sin vigilancia?
-Ahora corre peligro.
Aunque la Policía la proteja, Fernando sabe hacerle daño.
Tiene un amigo en inmigración que podría deportar a su madre.
-Lo persigue la Policía, dudo que se arriesgue a hacer llamadas.
-Ya. -Lo que hiciste es muy valiente.
En serio, Daniela tendría que estar orgullosa de ti.
-Deberías haber visto a Daniela ayer.
Al irse con la inspectora dijo que, de no ser por mí,
habría salido bien.
-Es normal por la situación y el miedo que pasó
que te dijera algo así.
Ahora ha pasado tiempo
y habrá visto que lo que hiciste fue lo correcto.
Intentaste salvarla porque te importa.
Eso es lo que cuenta y eso es lo que va a ver Daniela.
-Claro que me importa.
-Y lo demostraste.
¿Crees que ella lo verá de esa forma?
-Pues claro, estoy segura.
Lo que hiciste fue muy valiente.
Demostraste que la querías.
¿Has intentado hablar con ella?
-No quiero fastidiar nada más.
-Pero ¿qué fastidiar?
Si demuestras que estás interesado por ella,
no se puede molestar.
Además, a quien debes pedir disculpas no es a mí, sino a ella.
Tienes que hablar con ella. Y lo entenderá, de verdad.
-Espero que tengas razón.
-Claro.
(Tonos de marcación)
(Tono de llamada)
Hola. ¿Cómo estás? (DANIELA) "Bien.
Estoy bien, pero, David, creo que es mejor..."
-Antes de que digas nada más, quiero disculparme por lo de anoche.
Me gustaría verte lo antes posible para explicártelo todo.
-"Lo siento, pero no podemos vernos.
La inspectora Millán me ha puesto protección
y no es buena idea que salga de casa o que vengas."
-Vale, sí, lo entiendo.
(Tono fin de llamada)
(Móvil)
-¿Qué? Dime, ¿qué pasa?
Sí, sí.
(MARTÍN) ¿Otra vez ha pasado? No es la primera vez ni la última.
Hablé con tu jefe y cambiaré de proveedor.
Dame, anda.
Hasta luego.
-¿Qué pasa? -El de la cerveza se ha confundido
y trae lo de la cervecería y lo nuestro.
-¿Otra vez? -Sí, tendré que cambiarlo.
He perdido la mañana. -Qué faena, con el lío que tengo.
-Y más vas a tener. -¿Y eso?
-Hay una campaña de firmas. -¿De qué?
-Para cambiar la empresa de "riders".
-Eso habrá sido Nicolás, ¿no?
-No sé, a mí me lo dio Rosa para firmar.
-Dame, que le eche un vistazo al albarán este.
-¿Qué ha pasado?
-El de la cerveza se ha vuelto a equivocar
y tendré que cambiarlo todo. -Eso es por compartir proveedor.
-No te preocupes, mañana busco uno nuevo.
-No te pongas así, un fallo lo tiene cualquiera.
-¿Estás hablando por el proveedor o por ti?
Porque estás proyectando.
No me apetece hablar ahora.
¿Lo haces tú, lo hago yo, qué?
-¿No podemos hacer ni esto juntos?
-Lo mejor es que hagamos como que no nos conocemos.
-Pensé que podíamos ser amigos.
-Mira, Germán, no he destrozado mi vida
ni me atreví a dar el paso más importante de ella
para buscar amigos, ya tengo muchos.
-Me encantaría cambiar mi pasado, pero no puedo.
Pero tú puedes aceptarlo como es.
-No sabía que estaban las cosas mal entre ellos.
¿Sabes qué ha pasado?
Bueno, todos tenemos fantasmas del pasado que es mejor no recordar.
¿He hecho algo que te haya molestado?
Elías, yo...
Quiero a Martín.
Y le importa tu hijo, no...
-Lorena, ¿vienes del hospital? ¿Cómo está Jorge?
Cariño, respecto al bar,
resulta que ha vuelto el inspector, ha reculado y está solucionado.
Verás, Gloria ha sido quien ha firmado las instancias
y, además, ha agilizado el proceso de reapertura.
El cierre no lo sé,
pero con la reapertura te digo que sí.
No sé a qué te refieres, explícate bien.
Bueno, ¿no te alegra?
No, no va de nada de eso. Si me dejas, te lo explico.
-¿Qué pasa?
¿Y esa cara? -Acaba de hablar con Daniela.
-Ya me he enterado de lo que pasó anoche.
Vaya tela, ¿no? De película.
-Sí, una con un final horrible.
-Tranquilo, Fernando se ha escapado, pero lo trincarán.
-Es verdad, la ha cagado y van a por él.
-Es gerente de mercado, no capo de la mafia.
En dos días ya lo tienen.
¿Qué pasa, qué he dicho?
-Fernando se ha escapado por mi culpa
y Daniela no quiere ni verme. -Exactamente, ¿qué te ha dicho?
-Que está con vigilancia policial y no es conveniente salir de casa
ni que vaya a visitarla. -Eso no es que no quiera verte.
Eso quiere decir que no es fácil, pero hay posibilidades.
Demuéstrale que lo sientes y quieres que te perdone.
No tardes mucho o pensará que pasas de ella.
-¿Y cómo hago eso? -Yo qué sé.
No sé, ten algún gesto bonito con ella, algún detalle.
-Samu tiene razón. Podrías enviarle una carta
o darle un libro que sea importante para los dos...
-¿Se te ocurre algo?
-Puede que haya algo.
¿Recordáis que al conocernos me retó a escribir reguetón?
-Que si nos acordamos. -Para olvidarlo.
-Podría escribir otra versión
conforme a mis sentimientos actuales.
-Pues eso es un pedazo de idea.
-Y con lo mal que se me dan los títulos,
tengo uno perfecto.
-¿Sí? ¿Cuál? -"Perdóname".
-Muy bien, muy original.
-He hecho muchas cosas malas...
(SUSURRA) Por favor.
¿Qué es eso?
(TITUBEA) Yo estaba muy mal.
Quería ser madre y ellos me engañaron.
Lorena...
Fue una estafa. El caso se archivó, fui una víctima.
(Puerta abriéndose)
-Hola. (LUCAS) Hola.
(CARLA SUSPIRA) He pillado cosas del mercado.
-Bueno, pero que conste que te hice la comida.
Unos macarrones al pesto que están para chuparse los dedos.
-¿Sí?
Vamos, que... ¿estás practicando ya la cocina italiana?
-Claro.
Tiembla Florencia, que llega Lucas.
-Si tú te encargas de los macarrones,
yo del postre...
-¿Qué te pasa?
-Nada, que... gracias por hacerlo tan fácil.
-Si es fácil, también es gracias a vos.
¿Qué pasa, con Samuel no es tan fácil?
-Pues no, la verdad.
Lo he visto en el mercado y hace como si no pasara nada.
-Pero bueno, de eso se trata, ¿no?
-Pues no, sí que pasa. Ese es el problema.
Ayer, por casualidad... Bueno, "por casualidad".
David estaba con la "tablet" y yo como que cotilleé un poco,
y vi el vídeo que había hecho Samu para el mercado y decía...
Bueno, hablaba sobre mí, sobre nosotros,
lo que sentía por mí.
Decía que... a pesar de todo,
pues yo seguía siendo la persona más importante de su vida.
-Bueno, tiene sentido, ¿no?
-No sé. -Carla.
Ustedes lo dejaron por cosas circunstanciales, ¿viste?
Por la estupidez de Samu
al ponerte a prueba por sus inseguridades,
pero no porque se odien
ni porque haya un abismo insalvable entre ustedes.
Es lógico que haya buen rollo, después de haber pasado lo que pasó.
-Ya lo sé, pero es que primero me pide que me quede,
luego me entero de esto,
que soy la persona más importante de su vida,
pero sigue con Ana.
-Háblalo con él.
Lo que te pasa es que tenés miedo.
A que te rechace, a hacerle daño...
¿No?
-¿Siempre tienes algo que decir?
-Soy uruguayo, lo llevo en las venas.
-Es que no sé si me voy a atrever. Es que no es tan fácil.
-No es fácil.
Pero no puede ser que estén así por prudencia,
por timidez, por orgullo, Carla.
No puede ser que sintiendo lo que sienten ambos,
ninguno de los dos dé la cara.
Alguien tiene que dar el paso, Carla.
Y tenés que ser vos.
-¿Yo? Pero si tiene novia.
¿Cómo me voy a meter dentro de esa relación?
-Carla,
las reglas están hechas para romperse.
No te queda otra:
o hablas con él
o te arrepentirás el resto de tu vida.
¿De verdad querés eso?
¿Qué? ¿De qué te reís? -Nada, que te escuchaba hablar
y me he acordado de una peli romántica,
de estas míticas, que no son mi rollo,
pero era una donde la chica espera al amor de su vida
la noche de San Valentín en el Empire State,
y el tío no llega y no llega,
y ella está esperando, y se va ya, y él no llega,
y cuando ella está a punto de pirarse...
-¿Cuando está a punto de pirarse...?
¿Estás llamándolo?
-Gracias.
(Móvil)
(Móvil)
(Móvil)
(Notificación de móvil)
(Pulsaciones en el móvil)
(CARLA) "Hola, Samu.
Te he llamado, pero bueno, no me has respondido.
Bueno, a ver, que me gustaría hablar contigo.
Es importante.
¿Podríamos quedar a las 17:00 en el muelle de carga?
Tú dime si te va bien.
Es por... Bueno, es que... me gustaría hablar de nosotros.
A ver, que si no quieres, no pasa nada, vamos.
Entiendo que no quieras saber de mí, y te juro que, en serio,
si no, no te voy a sacar el tema, ni la nota de voz ni nada de nada."
(Tono fin de reproducción)
(Pulsaciones en el móvil)
-¿Ya estás aquí?
Venga, ya he terminado, vámonos. -Perfecto.
-¿Preparada? -Sí. A ver si están tan buenas.
-Vas a flipar.
Yo siempre pido la misma para no fallar.
Cierra la puerta.
-A ver si me duras un poco más que el anterior.
(Campanilla)
Suerte, ven a mí.
(Campanilla)
Suerte, ven a mí.
Suerte, ven a mí... Mal empezamos.
-¿Te parece normal lo que hace Nicolás?
-No sé de qué hablas. Con la de tonterías que hace al día,
pierdo la cuenta. -Recoger firmas.
Recoger firmas para cambiar de empresa de "riders".
-Qué pesado. Gloria, ¿qué quieres que haga?
Yo no soy su dueña, hace lo que le da la gana.
No lo puedo atar. -¡Haz lo que tengas que hacer!
Pero habla con él y dile que pare.
¡Dile que pare!
-Bueno, pero ¿tú estás bien? No te veo bien.
-Mira, tú verás qué haces con tu marido,
pero o deja esta campaña absurda o no te vuelvo a comprar la carne.
-¿Por qué tengo que pagar el pato? -¡Hablo en serio!
Estoy a una llamada de cambiar de proveedor. ¡A una llamada!
Y dile que deje de hacer el ridículo.
O sea, es que cambiar de empresa... ¿En qué cabeza cabe?
-Bueno, no sé. (TITUBEA) -¡No, no sabéis nadie!
¡No sabéis lo que es llevar un mercado!
-¡Yo era presidenta!
Eres presidenta porque te di el puesto.
¡Soy presidenta emérita!
-¡Pues me da lo mismo!
Mejor tendrías que entenderlo.
Estamos pagando un buen precio a una empresa,
¿y cambiamos a otra? ¿somos Hermanitas de la Caridad?
-Bueno, bueno, tranquila, que voy a hablar con él.
Vamos, que...
Pero ¿tú seguro que estás bien? -¡Estoy estupendamente!
-Mira, Karma, o cambias de tercio o tú y yo vamos a tener un problema.
-Mientras no esté Jorge, no tenemos comidas a la carta.
Gracias, y disculpen las molestias.
Sí, enseguida.
Adela.
Quería disculparme por lo de ayer.
Por mi culpa se arruinó el plan de detener a Fernando.
Me preocupo por Daniela y no quería que le pasase nada.
¿Se sabe ya algo de Fernando?
Son buenas noticias.
Y mientras estás vigilada por la Policía.
Daniela también tiene protección.
La llamé antes para disculparme, pero... es complicado.
Dijo que debe quedarse en casa.
Es que estoy preocupado por ella.
¿Fernando puede hacer que deporten a su madre?
¿Por qué siempre viene gente mala al mercado?
-Mejor.
Aunque estaría mejor si estuviera Fernando en la cárcel.
La pena es que no sirviese para nada.
-Daniela.
Lo siento. -He escuchado el reguetón.
-¿Te gustó?
-No es Balvin, pero... me ha encantado.
Entonces, ¿me perdonas?
-Sé que bajaste al almacén para protegerme.
Te eché la culpa de que lo echases a perder en ese momento
porque estaba nerviosa, tenía miedo...
Pero lo que tú hiciste
fue lo más bonito que nadie ha hecho por mí nunca, David.
-No quería que lo pasases mal.
Aunque fuera para coger al degenerado,
no me parecía justo.
Pensaba que Fernando era lo que nos había separado.
Y ahora que lo van a detener, pues...
quiero seguir conociéndote, Daniela.
-No es tan sencillo, David.
Yo no estoy preparada para conocer a nadie, la verdad.
-Si es por lo que te hice el otro día, lo siento.
No quería molestarte.
-Precisamente por eso no estoy preparada.
(DANIELA SUSPIRA)
No me malinterpretes.
Tú no hiciste nada malo, David.
Eres un chico encantador
y, aunque no lo parezca a simple vista,
eres bastante cariñoso.
No estoy preparada para recibir ese cariño
después de lo que me hizo Fernando.
-Pero eso no es un problema, no...
-Sí. Sí que lo es.
Lo es para mí.
Y... yo lo siento mucho, pero debes hacer tu vida, David.
No quiero...
No quiero hacerte daño, ¿"okay"?
Ojalá las cosas hubiesen sido diferentes.
No sé, mi mamá está muy alterada y quiere que esté con ella.
"Okay".
(NICOLÁS) Hola, Carmen. ¿Qué has puesto ahí?
-Un San Judas Tadeo, la campanita esta necesita ayuda.
¿Y eso qué es? -Nada, firmas.
Y aunque no me apoyes, he organizado una campaña
contra la empresa que abusa de los repartidores,
y son las que llevo.
-A mí todo esto me parece muy loable y tal,
pero vas a tener que dejarlo.
-Por favor, no empieces con que llamo a la mala suerte
y no sé qué historias. -La llamas a voces.
¿Qué digo a voces? A grito pelado.
Se está torciendo todo y tú lo estás empeorando.
Vamos a ver,
Gloria se ha enterado de tu campaña de los amiguitos ciclistas
y vino a cantarme las 40. Y me amenazó y todo.
-Pero ¿qué dices? -Sí, sí.
Dice que si sigues con tu campaña solidaria,
no me hace más pedidos. Dime tú si eso no es mal fario.
Ahora, también te digo que a Gloria la he notado un poco rara.
Igual esto de la campaña... la está agobiando un poquito.
Vamos a ver, Nicolás,
es una tontería que perdamos un negocio perfecto
por lo que sabes que no irá bien.
Porque, a ver, ¿a quién vas a convencer
para que cambie a una empresa que le sale más cara?
-¿Crees que, aunque me esfuerce, no conseguiré nada?
-Siento ser yo la que te pone los pies en el suelo
y pincharte el globo, pero vamos, no vas a conseguir nada.
-Te equivocas, Carmen.
No necesito tener los pies en el suelo,
lo que necesito es tener alas, ¿vale?
Y no dejaré que me las cortes tú ni Gloria ni una empresa explotadora.
Estoy luchando por una causa justa y no me parará nadie, que lo sepas.
Os demostraré, a ti la primera,
que no soy el Nicolás apocado y metepatas
que todos creen que soy, no.
¿Y sabes qué voy a hacer primero para demostrártelo?
Pedirte que firmes en contra de la empresa.
-No puedo. No puedo firmar, que pierdo el negocio con Gloria.
A ver, Nicolás, que vivimos de esto.
-Lo entiendo, Carmen.
Y espero que tú entiendas mi decepción.
Da igual lo que intente y lo que me esfuerce,
tú nunca creerás en mí, ¿verdad?
Y ahora, si no te importa, seguiré recogiendo firmas.
(CARMEN RESOPLA)
(Campanilla)
(Móvil)
"Ya lo sé, pero no tengo miedo.
En cambio, tú sí que deberías tener miedo."
"Vas a pagar caro el error que has cometido.
Me has destrozado la vida, pero voy a morir matando.
A estas alturas, ya todo me da igual."
"¿Por qué has metido las narices donde no debías?
¿Por qué hablaste con Daniela?
De haber estado quieta, nada de esto hubiera pasado."
"Igual son dos.
Pobre Elías, no va a poder vivir con la culpa."
"Espera, que aún tengo una última cosa que decirte.
Hoy estás muy guapa con ese jersey azul y ese escote."
(Pitido monitorización)
(Pitido monitorización)
(Pitido monitorización)
(Pitido monitorización)
-¡Pero bueno...!
Madre mía, qué alegría.
(GLORIA) Germán, ¿podemos hablar?
-Sobre Martín no hace falta, nos hemos dicho todo.
-Pero yo no.
-Creí que Fernando nos separaba
y que si no estaba, podríamos tener una relación, pero no.
-Quiero regalar un viaje a Samu
y quizá sepas de algún sitio al que le gustaría ir.
-¿Qué miras? -¿Qué?
-Si Carla significa algo para ti, dímelo. Aunque me duela...
-No, lo mío con Carla está enterrado.
-Por las mujeres valientes.
-Adela, Elías, me ha llegado un mensaje del banco.
Han vaciado la cuenta del mercado, lo han transferido a otra cuenta.
-Ya no puedo luchar más.
Si te vas, hazlo afrontando la verdad.
Yo sí que te quiero.
-¿A qué espero si la decisión está tomada?
No quiere saber nada de mí.
Ya está, tengo que aceptarlo.
Fernando ha conseguido huir y amenaza a Adela. La está vigilando muy de cerca… Va a por ella.
Jesús le da a Lorena la clave para destruir a Gloria. Lorena echa en cara a Gloria que intentó comprar un bebé en el pasado y la hunde en la miseria.
Germán y Martín vuelven a discutir. Elías y Gloria se proponen volver a unirlos.
Nicolás inicia una lucha para que el mercado contrate a una empresa de reparto con mejores condiciones laborales para los riders.
David intenta conquistar de nuevo a Daniela con un reggaetón, pero ella está demasiado afectada por lo sucedido con Fernando.
Lucas anima a Carla a decirle a Samu lo que siente y ella le manda un mensaje de voz diciéndole que le quiere y le gustaría verse con él. Ana capta el mensaje y lo borra. Samu nunca sabrá de su existencia.