Desde 2013
Vicky sigue imparable. Ha demostrado que trabajo, empeño y pasión son los ingredientes necesarios para brillar. Llegó a MasterChef como un diamante en bruto que poco a poco se ha ido puliendo.
Tiene talento para la cocina aunque aún le cuesta creerlo. La mallorquina dice que nunca le han reconocido su trabajo y ahora le resulta extraño tantas críticas positivas.
"Mi padre me está ayudando. Él murió hace poco y pienso que es como un ángel que me acompaña, porque me está saliendo todo bien", dijo emocionada Vicky.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación