Lunes a las 22.10 horas
Esto es broma, ¿no? -Qué bonito va a ser hoy.
(ISABEL) Madre mía. -Yo confío en ti.
Y yo en ti también, así que no te relajes, gordi.
(Zaz, "La vie en rose")
(ISABEL) Madre mía, vengo hoy como una niña pequeña.
Llena de ilusión.
Y unas sensaciones de felicidad medio alocada,
nervios, miedo, no sé,
un conjunto de todo. Muy fuerte.
El de... La camisa para mi marido.
Siempre, ni me lo quito para dormir ni me lo voy a quitar nunca.
Bien, vengo con muchas ganas, la verdad, muy contento.
Estoy en una nube. No me lo creo todavía.
Además, hoy tengo una sensación agridulce,
porque estamos en la final y estoy contenta por estar aquí,
pero no quiero que termine.
En la vida me ha tocado siempre luchar
y aquí he seguido haciendo lo que hago en mi vida normal,
luchar sin perder la ilusión.
A ver si llego al final del sueño y cierro el círculo.
Voy a darlo todo. Ahora mismo adoro a mis compañeros,
pero aquí ya hay que sacar toda la artillería pesada
y darle a lo máximo a lo que pueda dar.
La bata. -La bata.
(TONI) Estoy supercontento. Esto es como unas oposiciones, casi.
O sea que es la leche.
La verdad es que hay mucho nivel en la final.
Pero me quiero llevar la bata, claro.
(AMPARO) Ay, Teresa Helbig,
es una eminencia de la moda española.
Brutal. Viene una gente
de tanto nivel a este programa
que es una maravilla.
Gracias.
Así fue. Me invitaron a una boda y entonces: "¿Qué me pongo?".
Entonces, con mi madre, que es una gran costurera,
"vamos a hacer algo".
Total, que nos hicimos un traje de plumas,
más de 800 plumas, teñidas a mano, cosidas una por una.
Y ahí empieza todo.
Mucho. Donde esté una pluma...
Tengo mucha.
Cuando me dijeron: "¿Por qué no haces una colección?".
Dijimos. "¿Y por qué no? Vamos a por ello".
Pues es una mujer seductora, pasional.
provocadora y decimos que tiene un punto punk,
porque está fuera de las últimas tendencias.
(ROSA) Empezó con su madre igual que yo.
Yo daría lo que fuera por que en 25 años
estuviera como ella.
El prestigio y las colecciones tan preciosas que hace ella.
Guau, qué bonito.
Alta costura.
Hala.
Qué bonito.
Son preciosos todos. Los cortes, los adornos, todo.
Me impresiona que son trajes de alta costura.
No es un brillo cualquiera. Maravillosos todos, preciosos.
Pues los veo para un cóctel o para una cena especial.
El penúltimo me gusta, con una pamelita,
para una boda de mañana.
El más bonito, me parece el del cuello camisero.
Ese sí me lo pondría, iría monísima.
(ROSA) Maravilloso.
Pintado con pincel pieza por pieza.
Claro, es un tul de algodón
y entonces vamos posicionando todas estas cuerdas de cuero
haciendo la geometría.
(TONI) A estas alturas, lo que nos ponen no es nada fácil.
Y los vestidos de Teresa Helbig son de un altísimo nivel.
O sea que va a ser difícil, muy difícil.
Guau. Muchas gracias.
Yo, un gin-tonic me tomaba. Me vendría bien para los nervios.
Yo, una cervecita con alcohol.
(AMPARO) Ay, qué lástima.
Yo brindo en Nochevieja con piña.
Venga, voy a coger este.
Has cogido el que yo quería.
Iba a coger el verde, pero... -El otro lleva hierbabuena.
¿Te lo cambio? Bueno, no, no.
A ver si nos trae mal fario ahora cambiarlo.
(ISABEL) La piña.
¿Qué significa esto?
(ISABEL) Cómo no, en "Maestros de la costura",
cuando te ofrecen un cóctel, cada uno, uno diferente,
aquí hay algo.
Era el que quería.
(ROSA) Me encanta.
Lo veo de una delicadeza extrema.
Además, pistachoso de color, con el dorado, precioso.
Igual me lo pongo yo que se lo pone mi hija pequeña
Raquel, María.
Un vestido versátil, eso me ha gustado.
Y como lo has vendido, me lo quedo.
El último ríe mejor.
Uy, me encanta.
Amo Nueva York, así que... Qué guay.
(ISABEL) Mi vestido no es nada fácil.
Tiene su trabajo, pero voy a darlo todo.
Vale.
(ISABEL) Buf.
No olvidéis nada, chicos.
(ROSA) La cremallera, los broches.
Entretela, el patrón, los patrones. (AMPARO) Este rollo por aquí.
Este es el mismo... -Los hilos.
Hilo, tela, tela, tela...
Entretela necesito. Uy, espera.
Adornos, llevo todo... De verdad, qué pánico al salir.
Sí, ¿eh? Patrones, tal. -Y la cremallera también.
Venga, vamos.
Mangas.
El...
vestido.
(AMPARO) Menudo reto el de esta noche.
Replicar un vestido joya.
Seguro que hay que coser a mano más de una pieza.
(ROSA) Cortando ya.
Hombre, hay actrices importantes a nivel nacional e internacional
que te da ilusión, muchísimo, verlas
cualquier mujer que quiera llevar un Teresa Helbig.
(ISABEL) Uy, los hilos, se me han caído.
(TONI)
Vale. Estoy muy tranquilo.
O sea, creo que nunca había estado tan tranquilo
en ninguna prueba.
Las mejores veces que he cosido ha sido estando tranquilo.
Una vez estamos aquí, ya a saco.
A darlo todo y a demostrar que si estoy aquí es por algo.
(AMPARO) Para mí, llevarme esa bata de duelista, madre mía.
Y el maniquí de oro.
En mi tienda de exposición, me va a quedar monísimo.
Lo pongo en el escaparate y las señoras se vuelven locas.
Y si gano, la colección en El Corte Inglés
me quedará monísima.
Todas las niñas y madres con sus lazos a juego,
unas con las otras.
Van a estar guapísimas mis niñas y sus madres.
en posicionar la marca a nivel internacional,
que estamos trabajando muchísimo en ello,
hacer otro próximo cortometraje. O sea, siempre estamos haciendo
eh... mil cosas que ayudan
a que todo este mundo
eh... de tanta pasión
siga adelante.
Este proyecto lleva muchísimos meses de trabajo.
Creo que se presentarán para la próxima temporada.
Imagínate lo que supone para nosotros
el que 7000 personas cada día vistan de Teresa Helbig,
claro, impone.
(AMPARO) ¿Ya lo has cortado? (ROSA) Sí.
(AMPARO) Jolín, qué rápida. -Me faltan los puñitos
y el cuello, pero ya voy organizando lo gordo.
Ahora ya corto lo chico.
(ISABEL) Por fin en la final. No me lo creo,
lo que está pasando, te lo juro.
Estoy aquí en una nube de alegría,
de... no sé cómo describirlo, estoy como...
nerviosa y tranquila a la vez.
Es como, yo qué sé, como confeti en mi cabeza.
Voy a dar todo lo que está dentro de mí
por mi marido, por mis hijas, por todo,
para conseguir esa bata blanca, por supuesto.
(ROSA) Yo, rival más fuerte veo a Isabel.
Pero te puede sorprender cualquiera de mis compañeros.
O me sorprendo yo misma que empiece a meter la pata
y no llegues a término.
O sea, aquí no se puede dar todo por cantado.
Mi madre es la jefaza.
Ahora ha cumplido 80 años y sigue al pie del cañón.
Y es la que siempre
ha buscado la excelencia en las prendas.
La belleza no está en lo que ves a simple vista,
sino en los detalles.
(AMPARO) No he enhebrado la máquina, voy ya.
Me iba a poner a coser sin enhebrar, bravo por mí.
El de Amparito es un vestido hecho en tul de algodón.
Este, hay que hacer las piezas una por una
con un tul más rígido donde va a ir el bordado,
porque si no, el bordado, con el peso de los cristales, se caería.
El primer vestido, el de tachuelas, New York,
es un vestido hecho en crepé de lana.
Y las mangas son de gasa de seda.
La complicación es que tenemos
que hacer una plantilla con esas formas de geometría.
Y mucha precisión, para que no quede nada torcido.
El segundo, de terciopelo, terciopelo de seda,
que se mueve un montón,
con las mangas abiertas, con la canilla de goma
para hacer esta especie de fruncido, el canesú.
Y ahí sí que es otra vez plantilla
donde remachamos los ojetes metálicos
y después, con un palillo y pegamento,
hay que poner las perlas de cristal.
Fantástico.
Y esto así. Madre mía, esto es una baba.
Madre mía, no veo nada.
(ROSA) Esto por aquí, hacia arriba y hasta arriba del todo.
Ay, las noches de Capri me encanta. Una organza de seda natural,
la manga con esas lorzas,
y el bajo, hecho a mano, por supuesto,
con las plumas de marabú.
La pluma. -Vale.
Vámonos, átomos.
(ROSA) Venga, voy haciendo ahora ya esto.
el delantero, las mangas están para meter en máquina,
poner adornos y ya unirlo todo.
Las jaretas están planchadas.
¿Vale? Ya es meterlas en máquina. -Fantástico.
La otra lleva un adorno aquí. Voy a entretelar los puñitos
y el cuello también, para que tenga más armado,
porque la tela es muy fina. -Mejor, más cuerpo.
Estoy igual de nerviosa que el día de Sybilla.
De verdad, sigo teniendo los mismos nervios y la misma ilusión.
Ahora ya nos jugamos el pasito, el paso de terminar esto.
No le quito ojo.
He dicho, el uniforme más bonito que me pondría para una fiesta.
Hombre...
La bata significa ya maestro.
Entonces, es un pasito más
acercándome a la perfección de la costura.
Es lo que merece la pena de la semana que estás aquí.
El objetivo, tu bata.
Es una simple bata, pero significa mucho.
Además, quiero conseguir ser maestra y seguir enseñando a gente.
Para mí es como cuando ves un profesor, un catedrático,
van siempre con sus batitas y yo quiero tenerla también.
Estamos concentrados. (ROSA) Te hemos oído.
No nos sale ni la voz, Raquel. Ay, de verdad.
El vestido está montado así
para que yo ahora le ponga los brillos.
Madre mía, va a pesar la manga dos kilos.
Ese vestido pesa más que un muerto.
Tiene de pedrería que te lo pones, te pesas
y parece que hayas engordado 40 kilos.
-¿Cómo llevas las tachuelas? -Bueno, las tachuelas son estas.
Estoy ahora muy entretenida con la espalda.
-La espalda, sí. -Parece sencillo,
pero no. -Pero no.
Así que aquí estoy. He hecho ya las tablitas.
Y las he planchado ya. -Tiene buena pinta.
Hombre, por supuesto, estoy nerviosa,
si no, no estaríamos aquí.
Sí, sí.
Tranquilidad, tranquilidad, a ver si os tengo que calmar yo.
No lo sé, hay que probarlo.
Yo no le quito ojo a esa bata. Mientras voy cosiendo
la voy mirando de reojo y digo:
"Dale, porque objetivo a la vista".
(AMPARO) Amparito, por lo que más quieras, no la líes parda.
A ver, este, este...
Madre mía, para quedarse ciego con el tul.
Coseré como me dé la gana, porque no veo nada.
No veo ni torta, te lo digo. Estoy ciega como un topo.
(ROSA) Amparito, ¿cómo vas? -Lamentable.
No veo ni torta. Tengo tul blanco y estoy ciega.
Lamentable, ¿qué? -Con el tul blanco
no veo lo que coso. -Vaya.
Buenas. -Amparito, ¿qué tal?
¿Cómo lo llevas? -Lo llevo muy mal
porque no me veo nada. Porque yo veo así
y tengo que juntar los tules y no me veo ni torta.
Lo llevo muy mal.
Sí, es muy mono, me gustan los cuellos camiseros.
Caprile, te ves fatal, ¿eh? Así me veo peor.
Inicialmente las iba a coser todas del tirón,
pero luego he pensado que no era la solución,
porque cuando yo ahora hago aquí la costura,
las piso y no las puedo coser.
Claro, quito un pedacito así, que sería el centímetro de costura.
-Vale.
Pero soy consecuente con todo y creo que no me va a tocar a mí.
Si yo lo sé.
Me estoy agobiando, lo sé.
A por él.
(AMPARO) De normal soy una persona superpositiva,
pero es que es una final y hay que hacerlo bien
y me pongo muy nerviosa porque veo que no...
que no sale como debería.
Vale.
Coso la cremallera.
(AMPARO)
(ISABEL)
Es supercomplicado ese vestido.
Tiene mogollón de tablitas por la espalda.
Aparte, está hecho en una organza muy finita,
con lo cual resbala mucho.
Para que las tablas queden perfectas, hay que currárselo.
(ROSA) Venga, por Dios. Las mangas ya están.
Está el puño.
(AMPARO) El cuello, vale, esto va por separado,
porque son abiertos.
No cabe. Tenía que haber cogido dos.
Al ras, al ras. Lo voy a coser así.
Con lo cual es...
¿Cómo lleva el pie de cuello? Lo lleva cogido.
Lleva esto aquí.
Con el pie de cuello va cogido.
Pero ¿y si yo lo cojo aquí?
Ya.
de pensar en el tiempo.
Parezco, pero no lo estoy.
Vamos.
¿Cómo lo llevas?
A ver, creo que bien, pero...
Sí.
Llevo dos pruebas que, la verdad, estoy cómodo.
Pero estoy muy nervioso.
Pero, vamos, ahora lo estás llevando fenomenal.
Estoy sorprendido y todo.
Pues bien. Me ha costado un poco trabajar con este material.
He tardado más en cortar por eso, quería que todo estuviera bien.
Como decía mi madre, hasta una bata es importante que se corte bien.
Sí.
Las madres.
Y bien, la verdad, bien. No sé.
Me queda unir las mangas, poner la cremallera
y empezar a poner abalorios y...
No tengo problema con la ropa de mujer.
Soy fisioterapeuta. -Y modisto.
Bueno, modisto... Intento de costurero.
Como me ha ido todo tan bien en el programa,
es como que no me lo creo.
No espero que me pase algo malo, pero es como...
Tranquilo, a ver qué pasa.
(TONI) Normalmente pasa algo bueno y luego viene algo malo.
Es como una balanza.
Pero yo estoy encantado de tener esta racha tan buena.
Hasta que dure dura.
(AMPARO) Buf, se me está girando. Me cago en la madre que me trajo.
(ISABEL)
(ISABEL)
Me encanta, porque los veo muy concentrados.
Y, buf, con tanta ilusión... Es que es...
(TERESA) Está haciendo la espalda muy bonita.
Muy bien. La veo tranquila.
Todos tienen que ir a por la bata.
No dejan ver las capas para coser.
Aún no he empezado y ya lo veo torcido.
Yo creo que esto va a parecer la carretera de Burgos.
Vamos, ni por asomo me va a quedar bien esto.
Se nota que tiene mucha noción de coser,
mucha sensibilidad.
Y la manga, la verdad, estaba muy muy bien.
Me he notado muchísima evolución.
Personal, por supuesto, en la alegría,
en todo lo que me ha transmitido estar todo el día cosiendo
y aprendiendo, muchísimo; y en costura, también, claro.
Ya... de perdidos, al río.
Me van a dar, pero bien.
(TONI) Vámonos.
Ahí va...
Está roto eso.
La cremallera la ha puesto mal y le he pegado un tirón
y me he cargado la tela.
Lo voy a solucionar como pueda. No puedo hacer nada más.
Tapar un poco los defectillos.
Vale, va.
Amparito, haz algo que quede mínimamente mono.
(ROSA) Vale. Los corchetes de las mangas.
A esto tengo que echarle un pespunte.
(AMPARO) ¿Vas a bordar? (ISABEL) Sí.
(AMPARO)
(AMPARO)
Por favor.
Que, por favor, no vaya a hacer el ridículo.
Por no coser como toca en una final.
Sí.
Viendo el circo este no sé ya...
Ay, madre...
Soy consciente de dónde estoy. Estoy en la final.
Por eso tengo tanta presión y me siento tan agobiada,
porque es: "Estás en la final, no puedes hacerlo mal".
(Golpe)
Uy.
(TONI) ¿Te has hecho daño? (ISABEL) No sé qué hago ya.
Me sale hoy todo volando.
Ay...
(AMPARO) Y esto se me ha descosido.
Bravo, magnífico.
(ISABEL) Ay, mierda, esto se suelta.
Ay, Dios.
Ay, Dios.
(AMPARO)
(AMPARO)
Y a cortar los tules estos.
Si está todo ridículo.
Madre mía, menudo churro de caca de vaca.
Lo coso aquí
y lo coso aquí.
La etiqueta. Isabel, la etiqueta.
(ISABEL) Tengo que dar mucho gas,
porque no quiero quedarme con prendas sin colgar.
A ver.
Ay, Dios.
Vale, esto de aquí.
Entonces, esto va así.
No llego.
(AMPARO) Ya no sé ni coser a mano.
Planchado aquí.
(AMPARO) Rosa, qué bonito. -Y el tuyo.
Quítale los hilos. -Estoy en ello.
Es que de verdad...
(ISABEL) Uy, uy.
¡Oh!
(AMPARO) Rosa, te ha quedado precioso.
Sí, lo tenéis muy difícil.
Son fantásticos.
Y están invitados para venir a visitar el taller cuando quieran.
(TERESA) Todos. (RÍE)
Es difícil y más desde aquí.
Y más desde aquí.
El detallito. Desde aquí parece que...
Nueva York y Capri
da la sensación de...
Sí, Isabel y Rosa. (ROSA) Estoy agradecida a Teresa.
Ella es una señora experta de toda la vida
y además hace maravillas.
Gracias. Suerte a todos. Gracias.
(ISABEL) El vestido original está hecho a mano
y eso no son horas, esto son días, si no semanas,
quizás, para poner todas esas tachuelas ahí
y tan bien colocadas.
Pero creo que el mío lo he hecho muy bien.
Bueno, la espalda, las tablitas, la manga...
Bueno, creo que está bastante bien.
Gracias.
Sí.
Sí, pero el resto lo veo bien.
Me lo he currado, he quemado la plancha y...
estoy contenta con el trabajo.
He medido los centros.
Gracias.
Como yo sea la primera, madre mía,
¡ah!, me voy a volver loca, te lo juro, madre mía.
Me pongo así, como mi niña pequeña.
Que está bien la tela y bien escogidas las pasamanerías.
Bueno, el vestidito en sí no está mal.
Luego los adornos no me han quedado como deberían.
A ver, se me ha ido como las carreteras de Úbeda.
Sí, porque las pasamanerías tenían un tul...
Las he cortado rápido y corriendo lo que he podido,
pero algunas me han quedado.
No.
¿Sí?
No, ya sé que está fatal.
Me he agobiado mucho.
Pues porque me daba mucha rabia que fuera la final
y estar haciendo el ridículo como lo estoy haciendo.
No, claro que la quería, lo que pasa es que...
Ha llegado un momento en el que me he agobiado tanto,
que he dicho: "Con no hacer el ridículo me conformo".
Sí, me ha costado meterlo, que he hecho... ¡Uy!
Gracias.
Creo que si hubiera confiado en mí, igual...
no me habría quedado perfecto,
pero me habría quedado mejor.
Al principio no, ni borracho, vamos.
O sea, no me lo creería.
Arriba y abajo.
Vale.
Sí, me la he comido.
La había cosido mal y luego le he pegado un tirón
y he roto...
He roto por aquí un poco y no tenía manera de arreglarlo.
Podía haber entregado algo mejor, pero, la verdad, estoy contento.
Veo mi vestido y veo una réplica.
Me dices que haga ese vestido cuando entré
y ni de coña, vaya.
En una tarde en Capri con Palomo.
En Capri o en Posadas.
Gracias, un honor viniendo de ti.
Ahí, que me lie con el frunce, el puño chiquitito,
que me gusta ponerlo antes de cerrar la manga
y ya se cierra todo perfectamente. Lo había cerrado por adelantar
y ya solucioné así.
(ROSA) El puñito de la manga, lo sabía.
Y esa peguita a las puertas de duelista
me puedo quedar, eso, en la puerta.
(ISABEL) Yo no doy por perdida la batalla.
Porque me lo he currado y siempre habrá una crítica
por parte de los jueces,
pero si me quieren dar esa bata, yo la acepto.
El terciopelo, qué bonito. ¿Qué abertura te ha dicho?
Ah. -Aquí, no he visto la de arriba.
He hecho la de abajo, pero no la de arriba.
(ROSA) Ah...
Has empezado agobiada. -Cosita linda.
Tienes que empezar dándolo todo.
Claro, estamos aquí y ya está. -Sí, da igual.
He llorado más en diez semanas de programa
que en los últimos diez años.
No sé en este programa por qué lloro tanto.
Si en mi vida diaria no lloro jamás.
Gracias.
No la voy a tirar.
(AMPARO) Me he presionado mucho durante esta prueba.
Quería que se me viera que me esfuerzo,
trabajo en serio,
que puedo coser bien.
Y ha sido un...
Y no he llegado.
Vale.
(ISABEL) Qué guay.
Ay, mi yayo, ay... (RÍE)
Gracias también.
Para que no se vea.
(ISABEL) Casi, por los pelos, un número 2.
Aunque presentía que iba a ser Rosa porque el suyo está impecable.
Aún tienes un mínimo de esperanza, y no, va para ti.
Pero a la siguiente lo voy a clavar.
Muchas gracias.
(ROSA) Pues siento una felicidad inmensa.
Inmensa, de verdad. Pocos premios he tenido
y, desde luego, el de hoy, de tener mi bata puesta,
ha sido de los mejores de mi vida.
Aparte, en el mundo de la moda
lo que más me gusta a mí son los vestidos de novia.
Me habéis llevado al paraíso.
Bueno, sacaré a la "diabla".
Vengo a esta prueba para luchar por esa bata.
Brillos, mate, blanco, es mía.
Y la quiero.
Sí, quiero.
Ay, qué fuerte.
porque como quedé tan mal en la anterior,
por poco mejor que lo haga quedará mejor.
Así que a por todas.
Gracias por lo de guapo.
Supongo que estoy más seguro de lo que hago
y me hace disfrutar más cuando trabajo.
Más nerviosa aún.
Bueno, a ver qué hacemos.
Bueno, hay que hacer de todo.
Sí, hombre, si se te cae un botón antes de salir a escena
hay que coserlo.
Pues no lo sé.
Fernando.
-¿Sí? -Sí.
Porque no me sabía el nombre de los otros dos.
-Muy buena elección. -Muy bien, muy bien.
Se ha guiado por el corazón.
Es la verdad.
Sí.
Con Pepón.
No sé, me transmite tranquilidad. Yo soy muy nervioso.
Para una prueba así supongo que me irá bien.
Y llevamos las mismas zapas. -Mira, sí.
Si no vamos a poder comunicarnos.
-El punto y la i. -Me va a tocar gritar
para comunicarme.
Yo encantada. -¿Por qué me has elegido?
Cuéntamelo.
(AMPARO) De momento, encantada.
Además se ve un chico muy trabajador,
que en los concursos a los que ha ido
se nota que es un chico trabajador, muy bien.
Pues el azul.
Sí.
¿Blanco o rosa? -Me da igual.
-¿De verdad? -Sí.
Pues el blanco, como los trajes de novia.
A mí...
Yo, en este programa, soy un poco el retal, ¿no?
No pasa nada, Edu, yo quería el rosa.
-¿Quieres el rosa? -Sí.
Pues mira, este me ha tocado.
(VARIOS RÍEN)
Hola. -Hola.
Hola. -Hola.
¿Cómo estás? -Estoy nervioso.
¿Estás nervioso? Pues yo no. Yo te tranquilizo.
Isabel, tenemos nombres de reyes.
Isabel y Fernando.
Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando.
Eso quiere decir que tenemos que ser los reyes del programa.
Estoy muy de acuerdo contigo. Sí, muy católica no soy, pero...
Bueno, yo tampoco.
Pero tampoco se trata ahora de indagar en nuestras...
(AMPARO) ¡Oh! (EDU) Es el nuestro.
-Es el nuestro. Qué bonito.
Además, ese tejido así, bien. -Y qué fácil.
Muy bien. Los botoncitos.
(AMPARO RÍE) Ya te vale. (EDU RÍE)
Madre mía. -Me veo preparada.
¿Sí? ¿Te ves bien? -Sí.
(FERNANDO)
(PEPÓN)
Madre mía.
Guau.
(ISABEL) Toma botones. (FERNANDO) Madre mía, los botones.
¿Sabes coser botones? -Yo me puedo ir ya, ¿no?
(ISABEL) Guau, qué bonito es.
Qué barbaridad.
Está chupado, Amparito. -Así, fácil, sencillo.
Creo que haré de modelo mejor en vez de ayudarte.
Acepto la oferta.
Me encanta. -Es precioso.
Es precioso. Difícil, pero no imposible.
que tan de princesa,
pero creo que sorprenderé también con el mío.
Que me voy a casar. -Ah, ¿sí?
Sí, después de 22 años de novios.
Ha tardado en decidirse. -Sí.
Yo digo sí ya.
¿Cuál te gusta más? -Ese me gusta.
-Pues ese. -Me gusta mucho.
Aquí estamos, aquí estamos. Yo te voy a dar moral a ti
e intentaré desmoralizar a mis compañeros.
Vale, me parece bien. -Que es importante también.
Vale. -Para que se vayan hundiendo.
Vámonos, corre.
(EDU) Venga, a coser. (AMPARO) ¡Vamos!
A ver.
Me voy a quitar esto. -Sí, yo los zapatos.
¿Te quitas los zapatos? -Sí, me quedo hiperdiminuta.
Cuidado no te pinches. -No te preocupes.
Me ayudas con el corte y después me miras las piezas,
cómo encajan, mientras yo voy cosiendo.
¿Cortamos esto primero?
No, vamos a bajarlo un momento al suelo y abrimos las telas.
¿Has hecho alguna vez un traje de novia?
Qué va. -¿no?
Me casé una vez, pero... -¿Te has casado?
El traje no lo hice yo. -¿Te has casado?
Sí, me casé muy joven con una mujer espectacular,
pero al final no funcionó.
-Esas cosas pasan. -Somos buenos amigos.
Yo creo que los fabricantes de trajes de novia
venden tanto por eso.
Porque no terminan funcionando.
Amparito, me estás dando mucha responsabilidad.
Estoy acojonado. -Que no, tranquilo.
Además, corto fatal. Seguro que cortas mejor que yo.
No te preocupes. -¿Cómo vas a cortar fatal
si has llegado aquí? -María dice que corto a hachazos.
Estamos llegando como... -Como la dama y el vagabundo
con los espagueti. -Exactamente, mira.
(EDUARDO) # Nos atrapó el amor en mitad del camino. #
Bravo. -Bien ahí. Venga, esta la tenemos.
-Vale, ahora la otra capa.
Uy, qué nervios, por favor.
Oye, Isabel, yo, desde que te he visto,
te miraba y tu cara me sonaba muchísimo.
Sí, la tuya a mí también y no de la tele exactamente.
Creo que tú y yo hemos estado... -Hemos coincidido...
En alguna fiesta. -Nos conocimos,
yo estaba haciendo aquí una película,
con Joaquín Oristrell, en Barcelona.
Salí de fiesta una noche.
Y me encontró a mí, qué raro. -Y la encontré a ella.
Y la verdad, fíjate, es muy curioso que el destino
nos vuelva a unir. -Sí, viniste conmigo en el coche.
Volvimos a Barcelona, porque estábamos fuera.
Y tenemos un amigo en común. Bueno, en ese momento.
No vamos a nombrarlo, por si se molesta.
(AMPARO) Esta no es, es la otra.
(EDU) ¿Qué pasa? -Ah, sí, esta es la cola.
¿Esta es la cola? No.
No, este es el delantero.
(EDU) Amparito, es aquella.
Amparito, espérate. -¿Qué?
Aquí pone "cola", cariño. -¿Lo pone? Sí que estoy bien.
¿Y no cuadra igual el dibujo? -Mira, esto es la cola.
Pues no es igual.
No, es que son diferentes. -Ah.
Sí.
Amparito. -¿Qué?
Te veo despistada, ¿eh? Te lo tengo que decir.
Como compañero, amigos ya que somos
y como amantes de tijeras.
Vale. -Venga, concéntrate.
¿Esto así? El hilo así, ¿no? -El hilo así, sí.
¿Qué pasa?
Es que en mi casa todos nos hemos tenido que buscar mucho la vida.
Se me rompía un botón o se me descosía un dobladillo,
le decía a mi madre: "Mamá, arréglame esto".
Y me decía: "Ven, te enseño".
Cosía el botón y: "¿Lo has aprendido?". "Sí".
Lo descosía y: "Ahora tú". Y luego también en los 80
hubo una época que nos dio por hacernos pantalones.
Entonces tenía un amigo, Alain, que tenía una tapicería,
y en la máquina de coser de la tapicería
nos hacíamos los pantalones y nos íbamos de fiesta.
Por eso ha sido, de ahí viene la historia.
(RÍE) Vale.
Está tranquilito.
A ver, esto ahí.
Vale, así, que no haya arrugas.
¿Has visto? -Bueno...
Tenemos experiencia. -Ya se han enterado todos.
de que hemos estado de fiesta.
Pues mi tía, o sea, mi tía abuela con la que me crie
era modista para la calle y me encantaba estar ahí
entre costuras, de vez en cuando la ayudaba.
Es cierto que para venir aquí he estado en el taller unos días
de Javier de la Fuente. -Ah, ¿sí?
Sobre todo para recordar y para intentar saber cosas
que no sabía.
Vamos a ganar.
A ganar.
Guapa.
(AMBOS) Gracias.
Ahora vamos con la espalda. -Sí, esta es la espalda.
Es que no llego a la mesa.
A mi madre la he visto coser desde que tengo uso de razón.
A mí me gustaba cuando enhebraba el hilo y hacía así
y le hacía un nudo así. ¿Sabes qué te digo?
Le decía a mis colegas: "Mira".
Amparito, ¿qué estás haciendo?
Eh... La... El vestido.
Pero ¿hago yo esto o no hago esto?
Amparito, mándame. Soy tuyo, pero solo para hoy.
No me digas eso que me pongo tonta. -Soy tuyo para un rato nada más.
Ah, vale. -También está bien.
Para un rato, que tampoco hay que cansarse.
Amparito, ¿me pongo a hacer esto? -Yo confío en ti, claro.
Pero...
Que sí. -Nos hablamos por mente.
Con este vestido voy a ganar
y, vamos, les va a dar un infarto a estos cuando lo vean.
¿Voy uniendo esto o cómo? -Tú vas mirando, la pones aquí.
Mano, brazo,
brazo, lateral y lateral, ¿vale? -Vale.
Ve mirando todo cómo va de arriba hasta abajo.
Yo voy mirando las piezas para coser ya
y tener este vestido... Vale, esto es...
la parte de atrás. -¿Puedo pinchar sobre esto?
Creo que sí, así vas viendo, claro.
Luego, cuando la tengas, ya la montas.
¿Lo estás entendiendo bien? -Sí, sí.
Vale. -Tenemos que ganar.
Sí, sí.
Ojalá.
Al principio hemos cortado los dos, como son piezas grandes,
para tener la tela bien puesta. Ahora empiezo a coser ya,
porque este vestido hay que coserlo cerrado.
Y él está buscando cada pieza dónde va.
No, ha sido él. Me ha dicho: "¿Puedo ponerlo encima?".
Digo: "Creo que sí".
No habrá problema.
Sí.
Gracias.
Gracias.
(AMPARO) Muy bien.
Que sí, Caprile, voy a ganar.
y eso es el centro.
Ay, Caprile. No me lo pongas difícil.
que tienen el dibujito, tal, estira de un lado,
estira del otro, y parece que el dibujo no termina de cuadrar
perfecto, perfecto, pero no quedará perfecto.
Amparito, ¿qué hago con esto? -Unirlo.
Unirlo, ¿por dónde? -Por el medio.
Ayúdame a buscar el medio.
Mira, si va un lado girado así en redondito
y el otro lado en redondito, esto va juntito.
(EDU) Amparo, por Dios. -Mira, de abajo a arriba.
Dame un alfiler.
Dame una a. -Dame una b.
Tú tranquilo, Caprile, lo voy a hacer superbién.
Oh, oh. -¿Qué pasa?
Lo he hecho muy mal. -A ver.
¿Qué te ha pasado? Vuelve a repetirlo, si eso.
Sí, este lo voy a repetir.
pero complicadillo, es un vestido de novia.
Lo tiene supercontrolado.
Creo que vamos a ganar.
Sí, eso me ha pasado en la otra.
(AMBOS) Gracias.
(AMPARO) Voy a ir cortando el cuerpo.
Y ya solo faltará aquello, que es la espalda.
Joder, qué difícil planchar. -Vale.
-Esto no se queda. Ay, que me quemo yo.
Espera.
La tienes al máximo ya.
¿Está al máximo? -Sí, la acabo de poner.
Aquí está más fácil.
Venga.
(AMPARO) Mira, aprietas así.
(EDU) ¡Ah! Amparito, que se quema.
Amparito, eso es un quemazoncito.
Te lo he dicho, cariño.
Es que esta plancha va como quiere.
Es todo culpa de ella.
Qué jeta tienes.
Se ha quemado un poco.
Un poquito, pero vamos...
Y ahora, ¿qué hago?
Le damos la vuelta y no lo ve nadie.
¿Cómo vas? ¿Te encajan todas las piezas?
Sí, más o menos. -Y el fruncido, ¿queda bien?
No me gusta cómo está quedando. -¿No?
Ahora intentaremos arreglarlo. No me gusta cómo va.
Por el fruncido a lo mejor. -Sí, no queda muy bien.
¿Qué te pasa? ¿Vas bien? ¿Te coincide o qué?
Sí, pero me he equivocado en una cosa.
Bueno, he intentado trampearlo a ver si no se nota mucho.
Toni, tranquilo, tío.
O sea, mejor ir despacito
y hacerlo bien, con tranquilidad, que estar agobiado.
Sé que se sale el hilo.
La máquina es...
un horror muchas veces,
pero tranquilo. Con tranquilidad lo hacemos mejor.
(AMPARO) Uy, estás aquí, qué mal rollo me das.
que nos dices algo de la hora.
Hora y media tiene que quedar.
¿Cuánto has dicho que nos queda? -Me cuesta levantarme.
20 minutos. (RÍE)
(FERNANDO) No.
Mira, te digo que sí.
Y nos va a sobrar tiempo para hacerme una toquilla de madrina.
Pepón, ¿cómo vas, tío?
Yo voy bien, aquí estoy. -¿Estás sirviendo de ayuda?
Sí, de verdad. -¿Sirves de ayuda?
Yo os veo fatal a vosotros. Os han echado una bronca.
Pepón, yo confío en ti. -Gracias.
Igual que en "Masterchef", que me dijiste que era el más débil.
Lo tengo grabado eso.
No, pero el que tiene buena pinta es Fernando.
Está aprendiendo mucho, ¿eh? Fernando, ¿qué tal, tío?
¿Qué pasa? -¿Cómo estás, macho?
(ISABEL) No lo desconcentres, ¿eh? (EDU) No, no, es que no va así.
-No. -Esto no va así.
Este va en el higo de tu hermana. Vete al carajo.
Eso no va así, Fernando.
(AMBOS RÍEN)
Toda España te está viendo y toda España confía en ti.
No te equivoques, por favor. -Por favor, pareces Caprile. (RÍE)
Vamos.
Ya estoy contigo, ya.
(AMPARO) ¿Ya? -Hazlo bien, hermano.
Ánimo. -¿Has ido a desmoralizarlos?
¿Has dicho que vamos bien? -Esto es muy difícil.
Vete ya, lárgate.
Uy, qué susto me he dado.
(FERNANDO) A Edu lo que le pasa es que se ha dado cuenta
de que el proceso nuestro es bastante mejor que el suyo.
(ISABEL) Claro. -Y ha venido a fastidiar.
¿Qué le vamos a hacer?
Mira, que le pique un pollo.
Sí.
Que la pique un pollo maravilloso.
No, tío, esto es una mierda, colega.
¿Cómo te queda?
Sí, pero voy a hacerlo de otra manera.
Es que queda fatal así el drapeado.
Es culpa mía, no queda bien así. Lo haré directamente.
Ve a coger el forro y lo voy a poner ahí.
Si no, no llego.
(AMPARO) Toni, no te desmoralices, que podemos.
(PEPÓN) Había que haberlo fruncido. -Sí. Mira, yo qué sé.
Lo hago en una pieza sola y ya está, como pueda.
Voy a correr para entregar algo, porque si no,
no voy a entregar nada, tío.
He empezado con el drapeado
y lo estoy viendo y no me gusta cómo queda.
Entonces, el drapeado que me queda intentaré hacerlo de otra manera.
Voy a coger más tela, no seguir el patrón,
hacer algo diferente, porque no me gusta.
¿Cómo va, Fernando?
Igual cambio de profesión de repente.
Y le quito el puesto a Caprile.
Qué bien, ¿no?
Ya, Pronovias nació de una tienda de encargos.
Fue la primera marca para crear la colección
de novia de prêt-à-porter.
Ahora tenemos más de 150 tiendas a través del mundo.
Eh... Y somos líderes en el mercado.
Está bien.
Cada vestido es único para mí.
Lo pienso como si fuera una obra de arte.
Trabajamos mucho con las manos aquí.
Estamos muy cerca de la alta costura
para el prototipo final.
Hola, ¿qué tal?
Pues los acabados, que el vestido quede pulido,
tanto por dentro como por fuera. Es igual de importante
abrir un vestido y que esté perfecto
como verlo por fuera y que sea maravilloso.
A ver, por mí... -Vamos.
Cuando termines las mangas, nos queda coser todo esto, ¿no?
Exacto. -Y queda recortar la tela
por dentro.
¿Sabes? Para las transparencias.
Pues madre mía. -¿Eh?
Pues si las mangas han costado tanto, esto... ¿no?
No, ya tengo una manga hecha. Pones esta y coses los botones
cuando estés. -Vale.
-Mira, la primera manga. -Vale, guay.
# Hago chas y aparezco a tu lado.
Qué contenta está ella. Me alegro. (AMPARO TARAREA)
Eso es que va bien, ¿no? -Sí, tengo la falda.
Menos da una piedra.
¿Cómo vas con el corpiño? ¿Lo puedo unir?
Esto es un dolor de muelas.
Da igual, adelante, como los de Alicante.
¿Cómo estás? -Pues con más problemas
que un libro de matemáticas. El drapeado me ha salido mal.
No he hecho un drapeado, sino un falso drapeado.
El drapeado lo tenía que haber puesto...
encajar la tela al bies y unirlo,
y lo he puesto directamente con el forro
y he intentado hacer un...
Sí, un atajillo.
Me ha quedado fatal.
Está escondido.
Está fatal. -Esto es lo que hice yo.
Ahora me da más vergüenza todavía. -No, por favor.
El drapeado, a ver, bueno, ha hecho bien lo de coger al hombro.
Si haces un frunce aquí abajo y vas estirando,
le puedes ir poniendo alfileres,
un poco, más que nada para que puedas ir haciendo
el drapeado, es un microdrapeado. Entonces, claro...
me supera esto, pero lo intentaré acabar.
Y acabarlo bien, por lo menos.
Pues muchas gracias. -Suerte.
¿Quieres que te haga alguna otra cosa del drapeado?
Eh...
No, tranquilo, vamos a intentar salvarlo de otra manera.
Vale, las piezas de la falda ya están.
Si es que lo hemos... bueno, lo he hecho mal.
Lo he planteado mal.
Tranquilo, es solo un hilo.
(TONI) Para mí esta es la prueba más bonita
de "Maestros de la costura".
Quiero estar a la altura.
No quiero presentar un churro.
Ese es mi agobio.
(ISABEL) Mira, la primera manga. A ver...
Esta parte final es la más jodida.
¿Qué pasa, Fernando, tanto tiempo? ¿Has entrado en bucle?
No, ya he terminado. -Vale, pues mira,
ya tienes una manga para poner los botones.
Venga, vamos a ver. Voy a marcar esto con lápiz.
-Márcalos con alfileres.
¿Cómo con alfileres?
-Mira. -Será con el lápiz.
Nosotros en Ibiza lo hicimos. -No, con el lápiz.
El lápiz luego no se quita y se ve luego.
En Ibiza lo marcamos con jaboncillo amarillo
un vestido ibicenco blanco
y quedó fatal. -Estaríais la noche de antes
en el Amnesia. -Claro.
Y tuvimos amnesia. -Entonces, se os fue un poco
la pirula, nunca mejor... (RÍE)
¿Qué tal? -Bien.
Nerviosa, pero bien.
¿Habéis puesto en el maniquí el bordado?
Sí, en el maniquí. -Bien.
Para que coja bien la forma de la cadera, el hombro.
Es muy importante tener el crepé lo más plano posible.
Claro, exacto, aquí... -Y hasta hacer como de bastidor.
Exacto, como un... -Como si bordaras.
Exacto, como bordar. Sí, vale.
Luego tienes que vaciarlo, todo el bordado.
No lo cortes muy al filo, no sea que se te escape.
Déjate como medio centímetro.
He dejado medio en la manga también.
No, la tengo aquí.
(HERVÉ) Suerte. -Gracias.
Gracias, María, y a vosotras. -De nada.
¿Cuántos botones has cosido, Fernando?
Pues me gustaría decirte que más, pero tres.
Porque... -Muy bien, te quedan 50.
(ISABEL RÍE) -Madre mía...
# Estoy harto de tanto planchar. #
Va, que hasta quemado va a quedar bien.
Yo soy fallera y si no quemo algo, no me quedo a gusto.
Hola.
Encantada.
Si necesitas una diseñadora, me llamas.
Hombre, esto es coser. Diseñar es otra cosa.
Dibujo de fábula y el ordenador se me da de maravilla.
Ah, perfecto.
Tranquilo que sí.
Ya tengo la falda montada, el cuerpo montado.
Voy a unir la falda con el cuerpo y aquí estamos.
Es que... Sí, sí.
De actitud, estoy... Tengo el corazón contento.
No, la alegría, más vale que sobre que que falte.
Bien, falta la plancha. -Sí, sí.
Lo intentaré hacer lo mejor posible
y al menos, pues, que quede aseado, ¿no?
(RÍEN)
"Aseado" no es una palabra para el señor Hervé.
Que tenga buenos acabados
es que esté aseado.
¿Tú utilizas mucho "aseado"?
Ay, muchísimo, a toda hora.
Pero esa palabra es...
que te has lavado los sobacos.
No para un vestido.
Sí, sí.
Aquí, esto es donde va toda la pedrería, ¿no?
Sí, exacto.
¡Cuidado!
Yo y la plancha.
¡Ah! Espera, voy a abrir las costuras desde aquí ahora.
Cuidado con el dedo.
Ya, ¿no? -Sí.
Espera, que aquí parece que ha hecho una arruga.
¿De verdad, tío, de verdad?
¿Se te sigue partiendo la aguja? -Sí.
La quinta que llevo. Un paquete de estas he gastado.
Mi problema es que no quiero dejaros mal.
(PEPÓN) ¿Me pongo y lo hago a mano poco a poco?
Puntita a puntita. Y tú te pones con la sobrefalda y el forro.
Esto, pero llevo media hora con esto.
La prueba de hoy es muy dura, está siendo muy dura.
Me estoy agobiando un poco, la verdad.
Vale.
Vamos, Toni, que va bien, ánimo, tío.
Muchas gracias.
Sigo por aquí.
Uy, ¿en qué momento se ha roto la aguja?
(EDU) ¿Necesitas un momento albañil?
-Sí, porfa.
Aquí viene. -Desenrosca y enrosca.
Claro que sí, aquí está el butanero
para lo que usted necesite, señorita.
-Mira que eres bonico. -Del todo no, ¿no?
-No, del todo no, espérate.
La ponemos y ahora lo enroscas.
¿Necesitas que te revise...?
¿El cambio de aceite? -El frigorífico.
La nevera, alguna cosita, el televisor, ¿funciona todo bien?
Porque soy un manitas. -Todo bien.
Muchas gracias, señorita.
(FERNANDO) Adiós.
Guau.
Edu, necesito que planches como las balas,
pero como las balas. -Queda poco ya.
Y que empieces a poner corchetes. -Vale.
Ostras, y no tengo el bajo.
¿Cómo vas, Toni? -Bien, mejor.
-Venga, tío, ánimo, ¿eh?
-Vamos a poner esto, a ver cómo queda.
Lo ponemos aquí así y luego fruncimos.
Frúncelo y dale un planchado. Dale un poco de vapor,
que quede aplastadito como ese. -Vale, guay.
Así, si tú me estiras la tela, ya la voy abriendo.
Lo ponemos así, que no se caiga la cola.
Si tú me vas ayudando estirando la tela,
así vamos bien.
Ten cuidado a ver si te vas a colar.
No, porque si tú... Ay. -¿Ves? Te lo he dicho.
Le doy una puntadita ahí.
Vale.
Bien, vaciando esto con mucho cuidado.
Sí.
Sí. -Sí, ya está.
Ya están hechas.
Sí.
Y vaciarlo también. -Venga, ya, Lorenzo.
(ISABEL RÍE) -Ya está, no vayamos a...
Sí, me ayuda siempre.
Hombre.
No, no me digas a mí "cuidado".
A ver si entre uno y otro, cuidado y...
Como la plancha. -Aquel ha venido 20 veces
a molestarme a mí.
Pues... -Edu.
Edu.
¡Eh! -Se le ha quemado el vestido.
¡No he molestado a "naide"! -Está haciendo un vestido de novia
para Juana de Arco, quemado y todo.
¿Qué pasa aquí?
¿Qué pasa aquí?
No estoy hablando. -Que está en el mismo sitio
donde estás tú y que no me incluyas en la conversación.
Me has... Bueno, no sé ni qué digo.
Mira. (SISEA) -¡Oye!
Déjame, que hay que terminar esto.
(ISABEL) Edu viene a molestar, pero creo que viene
a fisgonear un poco, a ver cómo vamos,
y vamos estupendamente bien.
(EDU) Hay que ver estos zagales.
Están preocupados porque nos ven muy bien.
(AMPARO) Sí, eso será.
Vale, Amparito, que tú puedes. Va que estamos en la final.
Que estamos, que no nos lo creemos.
Ya vamos, ya vamos.
Ahí, muy bien, tío.
Trae, venga.
¿Lo ponemos ahí, en el maniquí? -Sí.
Vamos cosiendo a mano y yo intento acabar lo otro.
Sí, vamos.
Gracias por todo, me estás ayudando un montón.
No tengo palabras. -He venido a ayudar.
Ya, pero... -He venido a ayudar.
Con quien me tocara iba a hacerlo igual.
Lo único que puedo hacer es lo que me mandes.
-Ya no solo cosiendo, a nivel de ánimos me has ayudado mucho.
Por mi parte, te lo agradezco. -Vale, tío.
Vale, "okay", perfecto.
Lo tenemos casi acabado. -¿Quieres ir poniendo botones?
Pero ¿cómo? -Mientras yo coso esto.
¿Dónde van los botones? -Aquí mismo.
Así.
¿Así, por aquí? Ah, claro, es que van de...
-Sí, son falsos. -Ah, como son tan fáciles de poner.
Pone los botones falsos. -Ay, Dios mío.
Mira, aquí está el vestido.
Vamos a darle la vuelta.
Yo me pongo aquí.
Por las tetas.
¿Dónde va esto, nena? -Aquí arriba.
Vale. -Me da miedo que no encaje esto.
Sí, pon los alfileres. Y si no encaja,
pues, mala suerte hemos tenido.
Edu, sabes hacer de todo, eres muy aseado.
Yo, cosiendo sin dedal, que sin dedal se cose poco y mal.
Edu, ¿te has casado?
Yo no. -¿Y tienes novia?
Tengo. -¿Y tienes un amigo para mí?
Aseado, que esté bien, guapo y simpático
y que me aguante.
Creo mucho en la química. -Yo también.
Entonces, dos personas se tienen que ver, se tienen que oler.
Se tienen que oler... -Claro,
para ver si hay química o no. Tiene que ser un chico especial,
porque yo me voy a vestir que pareceré una feria.
Debe ser un tío que tenga asumido que iré como una feria
y que aun así me vea guapa y me quiera.
-Ya están los corchetes.
-Vale, pues vente conmigo a coser botones.
¿Tienen que caer hasta abajo? -Sí.
La Virgen santa.
Amparito, me gusta trabajar,
pero... -Te tengo explotado.
Amparito, no puedo. -Te tengo explotado.
No puedo. ¿Sabes por qué hacía así Chiquito?
"Quietor, no puedor". Se tocaba aquí,
porque estuvo en el castin de "Maestros de la costura".
Y lo pusieron a coser y a planchar como a mí
y le dolía mucho aquí y decía: "No puedo, no puedo".
Vale, voy a meter esta manga, ¿vale?
-No puedo más. -¿No? Pues déjalo.
-Digo que me duele todo el cuerpo. Estos botones están drogados.
Mira cada uno para un lado. Joder, esto es exagerado.
Mira que he cosido botones y que jamás hubiese pensado
que lo que más difícil se me está haciendo es coser un botón.
Es cierto que el vestido lleva... -53.
825 botones, vamos. -Eso.
Qué barbaridad. Qué barbaridad. -¿Para qué?
(TONI) Esto va para fuera.
-Los corchetes van para dentro. -Ya, pero como lo cosemos...
Si no, mira, esto se ve fuera.
(AMPARO) Huelo como una cerda. He sudado lo que no está escrito.
Mejor, que eres más alto. No llego ni al maniquí.
-Cuidado, no te la cargues ahora. -Que no.
-¿Está al revés esto?
Estira, yo estiro de aquí y yo estiro la cremallera.
Vale, subida.
(FERNANDO) Qué pocos botones tiene esto.
-Sí, va bien, vale.
Vamos a cerrar la cremallera.
(PEPÓN) De botones nada, ¿no? -De botones nada.
Hemos hecho una reinvención... -Del vestido.
-Cuidado, que estoy aquí, niña. -Ya, ya lo sé.
Tranquilo, no te quemo.
Corta los hilos. Hay un montón de hilos en esto.
Hay que cortarlos todos.
Qué barbaridad, buf.
Y todo esto, para un rato.
Anda, que se casa la novia en tanga.
(BURLÓN) Venga, que falta poco.
Amparito, ¿cómo vas?
-Está montado, que no es poco. -Está aquí tu hermana.
(RÍEN) -No tengo hermanas, tengo hermanos.
-Te ha aparecido una hermana de repente ahí.
Pásame un botón más. -Un botón más.
Pásame un par.
¡Vamos, Fernando! ¡Vamos, Pepón!
¡Venga, Edu, que te queda poco!
(EDU) Dame otro botón. -¿El último?
No te da tiempo.
No estires más.
(VARIOS) Dos...
(VARIOS) Uno...
(AMPARO) Dame un abrazo, ¿no?
Estoy ahora mismo para que me acuesten.
Baldado.
Ya lo sé yo. -Para que me acuesten.
No sé si se percibe en mis gestos.
Parece que me he puesto bótox en toda la cara.
O sea...
Me pesa, no puedo sonreír, creo que no tengo ni arrugas.
Estoy para irme a la cama. -Yo, lo que haya que hacer,
acostado también. -Es durísimo.
Nos ha faltado tiempo, pero por otro lado
agradecemos que no nos lo deis.
O sea, lo dejamos así.
que parece que he caído de un quinto.
Te prometo que para estas noches
que estás despejado, que no puedes dormir,
voy a tener un traje de novia siempre preparado,
porque es que... -Porque caes redondo.
Una horita de tri, tri, tri y a dormir a gusto.
Hemos quemado un poquito, hemos planchado,
hemos disfrutado y yo estoy muy contenta.
Me ha ayudado en todo, ha cortado, ha cosido a mano,
en un momento de bajón me ha animado,
o sea, encantado con él, la verdad.
con el trabajo... -Dame un beso.
Claro que sí. (FERNANDO DA VARIOS BESOS)
(AMPARO) Mil gracias.
Mil gracias.
(AMPARO) Estoy contenta con mi vestido, porque...
se ha visto mi evolución, se ha visto que por fin...
Que ha quedado muy bien.
Muy bien.
Para mí aquí se ve bien que tenemos un problema de técnica.
Después...
Estoy muy feliz.
No me creo haber hecho un vestido de novia en tres horas.
A partir de ahora intentaré mejorar y seguiré aprendiendo,
e intentaré sacar lo mejor de mí en cada prenda que haga.
Venga.
(TONI RÍE)
Un poco bastante, sí.
He empezado a hacerlo, he visto que no me gustaba
cómo quedaban los pechos
y he entrado en bucle.
He tenido problemas a la hora de coser la pedrería.
Se me rompía la aguja una y otra vez.
Y he tenido momentos de crisis.
Menos mal que habéis venido, que estaba Pepón,
y me habéis tranquilizado.
Gracias.
Lo sé.
No hay ningún problema.
Quiero daros las gracias por enseñarme cuanto me habéis enseñado
De verdad, no va a caer en saco roto.
Voy a esforzarme, quiero seguir aprendiendo
Para mí es un orgullo estar delante
de tres maestros de la costura como sois vosotros.
Para mí es una experiencia maravillosa.
Me siento ganador habiendo llegado adonde he llegado.
Muchas gracias por todo.
(TONI) No soy duelista, pero estoy supercontento
con todo mi programa, con lo que me han enseñado,
con las vivencias que he tenido aquí.
Para mí...
es como si me dieran el mayor de los premios del concurso.
Estoy muy contento, mucho.
Gracias.
Lo hemos pasado bien.
Gracias por confiar en mí.
Ay, qué fuerte.
Enhorabuena, Isabel. -Gracias.
(ISABEL) Cuando Caprile me ha dado la bata,
pensé en mis hijas,
que estarían orgullosas de su madre
porque a veces soy muy loca
y pienso si no soy buena madre
por ser tan loca, ¿sabes?
Sé que estarán orgullosas de mí
y para mí es lo más grande que puede conseguir una madre.
Flipando, porque...
Es que cuando entré, vamos, ni por asomo
iba a coser esto.
Me siento muy orgullosa de ese vestido.
Muchas gracias.
Voy a afrontar el duelo con toda mi pasión.
Sobre todo, mi pasión, lo que yo siento por la costura.
Para mí es... es...
bueno, todos los momentos han sido, pero el momento del duelo
es en el que quiero demostrar la pasión que yo siento
por la moda y por este oficio.
(Aplausos y vítores)
Muchas gracias.
No es un trabajo, es un placer.
Muchas gracias.
Venga, a ver, equipo. -Yo confío en ti.
Y yo en ti. venga, entre todos. Venga, vamos.
Trabajo bien bajo presión.
Tuve cáncer de pecho. El año pasado estaba tratándome.
Mira este año. Esto son pinzas bien cogidas.
Una palabra que me define es que soy gran luchadora.
(PAULA) Eres una campeona.
Estoy muy preparada, sí. Vengo emocionada, como siempre,
contenta y a darlo todo.
(ROSA) Jamás pensé que un programa me cambiará la vida así,
la felicidad que me ha dado.
Nadie sabe lo bien que me ha venido
y todo lo que me ha aportado como persona,
como profesional
y a mi vida en general.
No os lo podéis ni imaginar.
(Aplausos y vítores)
He entrado con una ilusión como si fuera una niña pequeña
en una tienda de juguetes.
Hay alfombra roja, es que vamos...
Flipo.
Sí, me vine como loca a España.
Playa, sol y fiesta.
(LARA) Vamos, nena, descálzate, descálzate.
(ISABEL) Es muy atrevido soñar con algo así,
pero a mí me gusta soñar.
Isabel, porque reúne la técnica y el diseño.
Gracias.
Chicos, que esto no quede como un cuadro.
No quiero ir a expulsión por una horterada.
Sí, definitivamente sí.
¿Quién iba a decir que la guiri del taller
iba a salir tan bien en este programa?
Hola.
Superfeliz, emocionada, eh...
Bueno, explosión de confeti.
Superpreparada, mentalizada, con muchísimas ganas.
Sobre todo, mucha pasión, porque esta profesión
es pura pasión para mí.
Vamos, la quiero disfrutar a tope.
Y superemocionada de estar aquí y de haber llegado a esto.
Casi tres meses luchando por ese momento,
dejando todo atrás, mi vida, preparándome aquí,
prueba tras prueba.
Y realmente ahora estar aquí es...
bueno, es un sueño.
Siempre hay que pensar en la victoria.
Hay que luchar en esta vida por todo.
Pero también hay que saber perder, porque tengo aquí una compañera,
vamos... -No tengas la menor duda.
Ella es una gran profesional,
gran amiga y gran persona, tiene un corazón de oro.
Y realmente estar ahí haciendo el duelo con ella...
Si me gusta competir es con los más fuertes,
así que es donde la victoria sabe mejor.
De titanes, sí. -Totalmente.
Será una final bonita con Isabel. Sí, me apetece mucho
compartirlo con ella.
Creo que se lo merece.
Es una chica muy luchadora.
Tiene un corazón muy grande
y yo le tengo mucho cariño.
Muy bien, no te esperaba.
-A mí esto me intimida mucho, pero por ella, por apoyarla,
por apoyarla tenía que estar aquí.
Le doy toda la fuerza posible, a ver si es capaz de ganar.
O sea, la veo superjoven,
con una luz en los ojos que es indescriptible.
Y tenía muchas ganas de verla.
Pues que siga como siempre,
como nos ha demostrado en cada momento de nuestra vida luchando.
Es una mujer fuerte, lo que se ha propuesto lo ha conseguido.
Gracias a eso, le hemos hecho frente a muchos problemas
y actualmente yo, por lo menos, no le tengo miedo a nada
ni a nadie.
Siempre has sacado tu fuerza para dárnosla a nosotras.
Hoy te la damos nosotras a ti.
Vales mucho.
Ya era hora también de que tuviera ella su momento.
Y que dijera: "Aquí estoy yo".
Y demostrarle una vez más al mundo que vale.
y que tiene que estar donde está y donde tiene que estar.
Cuando ella se propone algo,
sus niñas decían que iba a llegar a la final,
yo dudaba un poco, pero al final
cuando pasaba una semana, y otra y otra,
digo: "Es capaz de llegar a la final". Y aquí está.
(ISABEL) ¡Ay!
¡Qué guapas!
(ISABEL) Cosita mía.
Qué guapas.
Ay, mi mochila.
Una madre, estar tres meses sin ver a sus hijas
eso es durísimo.
Pero ellos saben que este es mi sueño.
Y me enorgullezco de verlos
mirándome cómo lucho por mi sueño.
Qué guapas estáis. Me habéis echado de menos, ¿no?
Mamá también, ¿eh?
¿Has visto adónde ha llegado tu mamá?
Y mira lo que tengo.
Mira lo que tengo siempre en el bolsillo.
La que siempre me traía suerte.
Tócala para darme suerte.
Siempre la llevo conmigo, siempre, desde el primer momento.
Me la dio justo antes de entrar en el programa, la hizo en el cole.
Casualidad que la tenía en el bolso. Digo: "Me la llevo".
La verdad, mira dónde estoy. Me ha traído suerte.
Fue ella la que me apuntó a este programa,
con lo cual es algo que siempre llevo conmigo.
Yo siempre pedía deseos y decía buenas noches
para que ella las tuviera también.
Y mami salía cada noche también al balcón
a darte también las buenas noches a través de las estrellas
que todos dormimos bajo el mismo manto de estrellas.
ya ha ganado, mira qué bien, esto ya es mucho.
Bueno, fuimos a mirar anillos
los cuatro.
Y estuvimos creo que tres horas buscando, por lo menos
hasta que al final nos decidimos por el que más nos gustó.
Con tres diamantitos que sois vosotras.
Bueno, como sabes que llevamos mucho tiempo hablándolo,
tenemos tres niñas preciosas y siempre hemos hablado
de hacerlo cuando sean mayores y vean un poco
cómo nos casamos, pues nada, esta es...
mi pedida hacia ti
y que con esto estemos toda la vida juntos.
Sí, seguro.
Te amo con locura.
¿Y os gusta que nos casemos?
¿Quién llevará las flores? -Yo el anillo.
Tú el anillo. ¿Y tú? -La cola.
La cola. Tengo que hacer un vestido con cola.
Gracias, mi amor.
Suerte.
No llores. -Vamos a estar ahí.
Vais a estar ahí conmigo.
Suerte, campeona.
Soy la mujer más feliz del mundo.
Mis niñas, mi futuro marido, me voy a casar.
Estoy en "Maestros de la costura", he llegado a la final.
Qué guapa estás. Ay, no te he conocido, hija.
Qué guapo, pero, bueno, qué estilazo.
Pedro, uy...
Vamos, amiga, ¿eh?, vamos.
Qué fuerte. -Pues sí.
(SARAY) Bueno... (RÍE)
A medias.
Me lo creeré.
Sí, no me lo he hecho yo, ojalá.
Anoche intenté hacerme un pantalón.
Anoche intenté hacer un pantalón de plástico,
pero... pero fue un intento.
Digo: "Me pongo el Versace".
Bueno, "Chinosace" o no sé.
He estado a esto. Nadie apostaba un duro por mí
y mira, la tercera. -Yo sí.
Tú sí.
sabes que Rosa. A Isabel la adoro.
-Ay, mi niña. -Es mi gran imperdible dorado.
Porque Isabel es mi gran imperdible dorado.
Pero mi Rosa es mi Rosa.
Creo que cualquiera de las dos se lo merece.
Estará muy reñido. Las dos se merecen ganar.
Cómo ha cambiado la cosa.
Una semana y media que te dejo por aquí
y te veo de flores, con el cuello de la camisa cerradito.
¿Qué, cuando vivía Cervantes no había macarras?
Hola.
Muchas gracias.
Creo que cualquiera que gane, la verdad, se lo merece.
Pero si me tengo que decantar por alguien,
obviamente lo he dejado claro desde el primer día,
me gustaría que ganase Isabel, claro.
Gracias.
Poquito, la verdad, poquito, me lo he tomado de relax.
Ah, ¿sí?
Madre mía.
Muchas gracias. Madre mía.
Sí.
Cuando estábamos aquí cosiendo. Son muchos recuerdos superbonitos.
Al final te quedas con lo bueno, con lo positivo,
entonces, es como ostras. Estoy nerviosa y no me toca coser.
Es raro. (RÍE)
(PEDRO) Me encanta "Maestros de la costura",
pero hoy mejor que cosa Rosa y que cosa Isabel.
Las veo con mucho ánimo e ímpetu. Mejor me quedo sentadito
mirando y apoyándolas, que apoyo estupendamente.
Me encanta moralizar a la gente y sentir que les doy fuerza
desde la distancia, sin coser.
(SARAY) Ese maniquí doradito chiquitito
habría quedado monísimo al lado de mi ramo de novia,
con mi Virgencita del Rocío al lado.
Me habría quedado una vitrina monísima, ¿o no?
Para nosotros es un privilegio poder dar la oportunidad
a la ganadora de "Maestros de la costura"
de desarrollar su propia colección
y poder venderla en nuestros centros de El Corte Inglés.
Rosa, Isabel, os deseo muchísima suerte a las dos.
Estaremos esperándoos en nuestros centros y talleres,
a la ganadora, con los brazos abiertos.
Muchas gracias. -Gracias.
Vamos a tener la suerte
de poder tener tanto a Isabel como a Rosa con nosotros,
ya que la segunda clasificada tendrá la oportunidad
de tener una beca para trabajar con nosotros
y meterse por fin en este mundillo de la moda.
Guau. -Bien.
A ti, lo que necesites, María.
Por supuesto.
Muchísimas gracias. Enhorabuena y suerte a las dos.
Gracias. -Gracias, chicos.
Para mí, ver mis colecciones en El Corte Inglés, imagínate.
Sería ya lo más. Sería ya como decir:
"Ya he salido del sueño y he vuelto a la realidad
y he ido y he vuelto". Sería una cosa muy grande.
O sea, sería increíble.
Guau. -Qué barbaridad.
100%.
Sí, sí.
(LARA) 50 000 euros,
más la colección cápsula, más estudiar,
me dan ganas de empujar a una compañera y ponerme a coser yo.
(ROSA) El "Telva" me lo bebo.
Vamos, de punta a rabo, me encanta.
Es un verdadero privilegio.
Tener la oportunidad de ver los desfiles,
donde ves las creaciones y el talento y el esfuerzo
de los diseñadores,
pero es que además ves el devenir de la moda
desde esa... posición privilegiada.
poder hablar con vosotros, que nos contéis las colecciones,
que nos contéis vuestra inspiración,
que nos contéis por qué un tejido, por qué un color.
De esa forma hacemos nuestro trabajo con mucho más rigor,
buscando la excelencia, como vosotros hacéis
y como todos debemos hacer en nuestro oficio.
Eres el primero que entrega siempre.
No.
Este señor entrega siempre el último.
Listas.
Cuando han dicho que es un vestido libremente, alfombra roja,
más feliz no me pueden hacer a mí. Eso es mi momento.
Lo voy a aprovechar a saco.
Y, vamos, ahí es donde me tengo que lucir sí o sí.
Isabel... -Ay...
Ay, suerte.
(ROSA) Suerte.
Gracias.
Gracias.
Vamos.
(EMILY) Vamos, mami.
(ISABEL)
Le he dicho que haga un vestido como este, pero más guay.
Son superdiferentes,
porque Isabel es mucho más exuberante,
con las lentejuelas, que le flipan, es muy así, muy brillo.
Y Rosa creo que va a hacer algo mucho más sobrio, más elegante.
Serán dos vestidos opuestos. Va a quedar muy guay.
¿Tienes espacio así, Rosa? -¿Qué, hija?
¿Vas bien de espacio? -Voy bien, no te preocupes.
La verdad es que está tranquila.
(ANASTASIA) El color y la tela de Rosa son bonitos.
(ALEJANDRO) Amparito, ¿qué tela es? -Un raso duquesa, creo.
(ROSA) El corte, parece que no estamos haciendo nada,
y es muy importante, la verdad. -Sí, tiene que quedar perfecto.
-Como nos equivoquemos aquí, ya vamos mal.
(ISABEL) Madre mía, de aquí salimos delgadas.
Cortando en la mercería, corriendo de un lado a otro,
cogiendo la tijera, cogiendo... Al final era un gimnasio.
Salgo de aquí con diez kilos menos.
Venga. (AMPARO) Rosa, por favor,
¿cuántas piezas va a tener?
Chiquilla, déjala. -Sí, sí.
¿Dónde está mi...? (ANASTASIA) No me extrañaría
que fuerais pareja al final del programa.
Uy, sí, ahora. -No me extrañaría un pelo.
Dicen que los que se odian ya sabéis lo que pasa.
No la he odiado nunca. -Si me ama.
Pero no... -Tampoco te pases.
Me quieres mucho. -A su manera.
Te tengo aprecio. -Si ya me adora así.
(ANASTASIA) Cuando me fui, no había esa tensión sexual de ahora.
Estoy notando cosas. Me fui y no había nada.
(SERGIO) Fisio, sabes coser,
eres un partido.
Bueno. -Eres un partido de tío.
Yo quiero novia estable. -Novia estable.
Sí, ya tengo una edad. -Ya tienes una edad.
Se me va a pasar el arroz y me tengo que poner las pilas.
(SARAY) ¡Vamos, Rosa! -Ya está todo cortado.
Mami, tú puedes, guapa.
Rosa, Rosa.
(ISABEL) Rosa ha terminado. Puedo traer mis cosas.
Mami va a perder. -No.
Sí. -¿Por qué?
Pero no pasa nada.
A lo mejor por ir más rápido le sale mal.
¿Cómo no se ha hecho un lío con las piezas?
Está un poco desorganizada, para ser ella.
(ALEJANDRO) Espero que tenga claro el montaje.
Para acabar rápido. -Ya, no para de cortar piezas.
Son muchas piezas para montar.
haciendo los premios Telva Moda. Por ahí pasaron a recoger
este señor.
Este señor lo tiene.
Premiamos el talento de un diseñador internacional
y otro nacional durante 25 ediciones.
Entonces, al cabo de esos 25 años
hicimos un proyecto, que se llama "Telva Tributo",
y arrancamos con una gran fiesta
en la que premiábamos la labor de Paco Rabanne, su trayectoria.
Es por una parte una gran fiesta de moda
y por otra, el pistoletazo de salida de una exposición.
Nada, fue un éxito.
La segunda edición ha sido con Nati Abascal.
Con 26 000 visitantes pasando por la exposición en dos meses.
Con el universo de Nati Abascal.
Mangas.
Y el cuerpo.
Vamos, nena.
He tardado mucho en cortar, ¿habéis visto
Es difícil cortar lentejuelas, no es una tela normal.
Cuesta mucho más. No es lo mismo cortar cartón
que una hoja de papel.
Precioso.
Venga, vamos.
(ISABEL) Qué feliz me siento.
Venga, Isa. -Vamos, mami.
(PEDRO) Rosa, ¿te ayudo?
Ah, ya estoy.
Ya terminé de cortar. -Venga, mami.
Esta es la parte más delicada del vestido.
Esta es la parte de la museta.
Lleva como una musetita de tul.
terminada, rematada con un repulguillo.
Lo tengo que planchar. El tul es lo más peligroso.
que es lo primero que he hecho, porque se te estropea
o no te sale bien el repulguito y tienes que repetir.
El vestido va aquí al bies
y después lleva como una cola
con la coliflor, que dicen, que sale toda junta.
Lleva tres piezas, dos al bies y una central.
Vaya complicación.
Sí, porque ya es hora.
Ya es tiempo de que hagamos eso. Tanto miedo...
Hay que atreverse a estas alturas.
Hago honor al traje de novia de mi madre,
que siempre me encantó y jugaba con él,
me ponía la cola desde que era pequeñita.
Se lo tengo que dedicar a ella. Fue una gran luchadora también.
Una señora alegre con mucha energía positiva.
La tengo hoy aquí también. -Eres mujer de retos difíciles.
Se te ve que puedes con todo. -Sí, de momento he podido.
No te sé decir si era duquesa, condesa,
porque ella no tenía posibilidades.
-¿Sigues teniendo el traje? -Sí.
Después, ella, de la cola, me hizo un vestido
de damita de honor, que lo fui en la boda de un tío mío.
Iba aprovechando el raso, pero lo tengo, claro.
Claro.
Mi novio está horrorizado, con pánico escénico.
Está sufriendo tu novio.
(ROSA RÍE) Lo está pasando fatal. Y después no tiene vergüenza.
Me anima muchísimo.
Ahora me inspiro en Clara, a ver si dentro de nada
hago algo así para ella.
No tenéis fecha hasta que llegue a Sevilla.
Ya te digo. -Cuando llegue, ponemos fecha.
Cuando esté la matriarca, cualquiera se escapa.
Y empezamos a comprar las telas, se confeccionan los diseños.
Los "outfits" de los invitados los haré yo.
Gracias, Caprile.
Uy, va sola, va sola, ay.
Bueno, he hecho un buen trozo.
Por favor.
Las cosas hechas con corazón son las que salen de verdad,
las que salen creíbles.
No os eliminaría a ninguno.
(Risas)
Oh. -Hola.
Esta terraza es maravillosa. -Oy, qué terraza.
Lady Gaga, Lady Gaga.
# Apriétame fuerte, Lady Gaga. #
Qué guay.
Muchas gracias.
Es un poco mosquetero.
Los mosqueteros son los primeros palomos de la historia.
La vida es chula, de verdad.
Bienvenidos a la danza española.
¡Qué alegría más grande"
Qué bueno, por favor.
Has hecho un trabajo impresionante en 90 minutos.
Por Dios, qué mono.
¡Bravo!
porque esto me parece maravilla que se vea en televisión.
Muchísima suerte y a disfrutar muchísimo de la final.
(Aplausos y vítores)
¡Vamos!
(PAULA)
"Hello". -Hola, Isabel.
Hago un vestido ajustado con cola de sirena y tal.
Pero con una hombrera muy peculiar,
que va a ser un top forrado de guata
que se pondrá así encima.
-Ay, qué bonito. -Y una espalda toda abierta.
Qué poderoso el vestido. Es como de una mujer...
Sí, me he inspirado en la alfombra roja,
para tirar alto, en los Óscar y para querer más, Las Vegas.
Donde hay un brillo hay alegría o ¿cómo es eso?
No, eso es donde hay pelo. No hay pelo.
Lo he cortado todo al bies para que caiga mejor todo.
Mucho, hay mucho cosido a mano.
(ISABEL RÍE) Es mi pequeña mochila. Duerme en mi cama
y duerme siempre agarrada con una pierna, como una mochila.
Vaya donde vaya, ella viene conmigo, da igual dónde.
Esta noche no te la despegas. -Voy a dormir en 15 centímetros.
Así. -Pero todos.
No, cosiendo no me distrae... Ya pueden caer los focos,
yo sigo.
Voy a tope.
Suerte. -Gracias.
Vas muy bien, Rosa, cariño.
Queda un montón, me queda mucho.
Ahí, perfecto.
Cuando entran los aprendices, otra vez.
(AMBAS MANTIENEN TONO CON LA M)
(ESTORNUDA)
Trae para acá.
Gracias, Raquel.
Sueño con ganar, claro que sí, pero siempre he sido cauta,
igual que siempre he dicho: "Semana a semana vamos viendo".
Ahora digo: "Pespunte a pespunte hasta acabar el traje".
Que se pueden... plantear muchas cosas que no esperamos.
No hay que confiarse nunca. Mi rival me parece estupenda.
A Isabel la quiero mucho, la adoro. Como persona es fantástica.
Y después, bueno, a la aguja le da también muy bien.
(ISABEL) Ganar hoy con mis hijas delante,
no sé qué podría ser eso para mí.
Eso sería que me tocara la lotería en toda regla.
Ojalá esta noche durmamos los cinco en una cama
con el maniquí en medio, el maniquí dorado.
Ya sería bueno.
Ay...
Porque tanto Isabel como Rosa
han demostrado, no solo la parte de coser.
En este concurso hay muchas otras cosas.
Compañerismo, son buena gente, siempre tienen una buena palabra.
Y todo eso se nota.
porque sobre todo nosotros dos hemos estado cerca,
pero son las que se lo merecen, las que desde el principio
han hecho bien todos los trabajos, han estado al pie del cañón.
Nosotros hemos tenido días buenos, días no tan buenos,
y días muy malos.
Venga, Rosa, no te despistes.
Ha sido duro, pero verla ahí lo supera todo.
Ellas saben que esto es lo que me apasiona.
Y quiero que ellas en un futuro,
hagan lo que hagan, que lo hagan con la misma pasión,
como yo estoy aquí ahora mismo.
Y que sigan sus sueños, que son lo más importante en esta vida.
Que sigan sus sueños.
Siempre decía que su victoria era la mía.
Ella me decía lo mismo cuando yo ganaba un premio y tal.
Entonces, creo que el estar ella ahí es...
lo cojo como parte mía también.
Y sinceramente el mayor premio que me llevo de aquí es ella.
(ROSA) Venga.
Ahora viene cuando lo matan, a ver qué pasa.
Tranquila, tú puedes, mamá, relájate.
-Es que me está costando esto un montón.
Ay, Dios, no me puedo llegar a imaginar el cansancio mental
y físico que tienen. -Emocional.
Me tira un montón.
(TONI) ¡Vamos! -Socorro.
-Tranquila, tranquila. -Sí, tranquila.
¿Cómo voy a estar tranquila? -Mamá, tú puedes.
Me queda un montón. (TONI) No te preocupes.
-Venga, que tú puedes.
Gracias.
uno, dos, tres, cuatro, cinco, me inspiráis a mí.
Sí, la verdad, estoy bastante impresionada hoy.
Yo no había vivido nunca una experiencia así.
Saber que lo tienen que hacer desde cero
y que le ponen todo el corazón y más,
porque las veo sudando, las veo que no paran.
Perfecta.
Son superdiferentes, realmente.
Es un poco el ángel y el demonio.
(TONI) ¿Cómo vas? -Me queda mucho.
Estoy pegando la cremallera y pegar lo de arriba,
pero me queda. -Vamos, Rosa, vamos.
Venga, mamá, tú puedes.
Fuerza, mami.
Gracias, mi vida.
¿Qué tal? -Qué bonita.
Oye, te interrumpo en tu trabajo.
Bueno, hija, una visita como la tuya no es de todos los días.
¿Cómo estás, qué tal? -Atacada. Estamos de final.
Has venido en el sprint final, cuando vamos más tacatacatá.
Guau, me encanta, esto va a quedar increíble.
-Me encanta, ella ya lo sabe, "será una maravilla".
que tendrías a gente en contra.
Te digo una cosa, ganes o no esta noche,
ya te llevas un montón. -Pues sí.
La verdad, me llevo desde el primer día.
La experiencia ha sido maravillosa. Y los premios, a cuál mejor.
estabas recuperada. -Un poco desorientada sí.
Estaba retomando un poco. De hecho, en los programas
se ha visto un cambio físico, mucha más seguridad,
más felicidad, más afianzada.
Y como te sientes más segura contigo misma, más mona.
Recuperas también tu femineidad, porque es importante.
Todos: "Es importante, pero la salud es más".
Por supuesto. -Pero hay otras cosas.
Estar contenta contigo misma como mujer también es importante.
Así que...
Sí.
No pierdo el tiempo, que me queda un rato.
-Encantada, guapísima. -Adiós, bonita.
Sabe lo que hace, va bien.
Hola, guapísima, madre mía. -Hola.
Qué mujer más guapa. -Gracias, tú también.
Es el tul que va debajo y lo tengo que fruncir todo.
Sí. -¿En el bajo?
Sí, para darle rollo de esto, para darle volumen.
Por dentro. -Que le quede tieso.
-Qué guay. (AMPARO) Sí, es que tu madre
tiene una competidora de aúpa. -Sí.
Con el cuello alto un poco, ¿no?
Superbonito.
Dime la inspiración del vestido, ¿cuál ha sido para ti?
Me he inspirado en Paz Vega, en una alfombra roja de los Óscar,
con su pelito corto, me encantaría verla en este vestido.
-Estoy alucinada, de verdad. Me encantan los dos.
No podría elegir. Lo tenéis muy difícil.
Sí, porque tengo que coser mogollón a mano aún.
Y quiero acabar esto sí o sí.
Gracias.
Ya estoy sufriendo.
(AMPARO)
Me queda montarle las vistas, montar el tul,
las terminaciones que son muy delicadas a mano.
Me queda muchísimo todavía.
(Aplausos)
¡Vamos, venga! -No llego.
No llego.
(EMILY) ¡Vamos, mami!
(ISABEL) No llego.
Tu madre es una luchadora. -Ya.
Es una luchadora, nos lo ha demostrado.
Y ella se viene arriba con los retos.
(CARLOS) Tranquila, Isa. -Sí.
Estamos ahí supernerviosos
porque la prueba está superigualada y al límite.
No lo sabremos hasta el final.
Están concentradísimas.
(ISABEL)
Está al revés.
Acabo de darme cuenta de que he puesto la manga boca abajo.
Como tenía una abertura como la copa de una manga,
la he puesto boca abajo.
Eso lo tengo que cambiar sí o sí. Ahí no hay tu tía,
porque si no, una mano no va a entrar.
Vamos, chicas, último empujón.
Menudo lío en el último momento.
No, no, no.
(Aplausos y ánimos)
Cuidado, cuidado. -Tranquilas.
Tranquilas.
Bien, mami. -Cariño.
(SARAY) Que se tranquilice y ya está.
Ahora, ahí. -Está supernerviosa.
Ya, pero tranquila, que ella va a poder.
(Aplausos)
(CLARA)
(AMPARO)
Vamos, mami.
(MUCHOS) Tres, dos,
(Aplausos y vítores)
Les he visto en la cara a mis niñas que estaban superorgullosas
de mí, animándome.
Y es lo más grande que una madre
puede ver, esos ojitos que te miran así.
Es lo más grande.
Qué bestia, Isabel.
-Amiga.
(ROSA) Solo ella y yo sabemos qué es pasar por este momento.
Por eso ha sido el fundirnos también
y compartir esa sensación que estábamos viviendo juntas.
Solo ella y yo lo sabemos.
Qué grande eres, Rosa. -Y tú también, bonita.
Dios, qué locura.
(OLGA) Bravo, chicas, de verdad.
Nada, os admiro mucho a las dos. El trabajo que habéis hecho
es impresionante en tiempo récord. Estoy alucinada totalmente.
Tenéis un talento increíble y de una manera u otra
os habéis llevado un montón, una experiencia que no olvidaréis.
Y ganéis o perdáis, habéis ganado ambas.
Gracias. -Gracias.
(LARA) Hoy los jueces lo tienen bastante complicado, y me gusta.
Que trabajen un poquito. (RÍE)
Que se rompan un poquito el coco a la hora de elegir.
(ANASTASIA) La espalda es total.
Es que es precioso.
Ha sido un trabajo lleno de muchísima emoción,
con la familia aquí, la responsabilidad tan grande,
de haber llegado aquí, que es un honor y un privilegio,
pero también nos habéis puesto un tema muy difícil
para quedar bien con vosotros y que os sintáis orgullosos.
Cualquiera que vea ese vestido, no verá un simple vestido,
sino que verá un vestido mágico y con mucha historia.
Es un raso duquesa, lleva el tul, que también es muy delicado.
Y estará espectacular cualquier señora que se lo ponga.
Es muy elegante, la verdad,
y también deja ver la belleza de la mujer.
No se come la belleza de la mujer,
que hay trajes que eclipsan la belleza de la mujer.
Sí, me habéis preparado para ello.
Sí, pero en la última prueba quería arriesgarlo todo.
Es donde más me he esmerado.
Muchas gracias.
(ROSA) Las palabras de Caprile me han emocionado.
Su opinión es muy importante para mí.
La verdad, ha sido maravilloso.
Ha sido una valoración por parte de él muy bonita.
Me ha dejado encantada.
Me imagino.
Muchas gracias, Palomo.
Yo diría que es... superelegante.
Ellos son los expertos y saben mucho más que yo
y yo no veo los fallos.
Muchas gracias. -Yo, lo que veo es...
que las mujeres que a mí más me gustan
y para mí hacen la alfombra roja como nadie
me imagino a Cate Blanchett, me imagino a Julianne Moore,
me las imagino con ese vestido.
Y me imagino con todos los flashes
alumbrándolas.
Haber hecho, en el tiempo en que lo has hecho,
con esa presión, tú sola, una responsabilidad,
que en un taller de costura asume tantísima gente
y se reparte entre un equipo entero,
bueno, me descubro ante ti, de verdad.
Gracias, Olga. -Enhorabuena.
Es la pasión de mi vida hacer estas cosas.
-Es maravilloso. -Lo disfruto al 100%.
Ya está hecho. Si gana, seré la mujer más feliz del mundo,
la mujer más feliz, no me lo creeré.
(ISABEL) Después de esa valoración,
claro, el listón está hiperalto.
Vamos, yo...
A ver si les gusta el mío.
(ISABEL RÍE)
Un brillo mola.
Lo que me gusta es exagerar los... la silueta,
la espalda, que da el punto sexi y ese punto de hombreras
que me gusta mucho,
siempre me gusta el toque futurista.
Ya hemos entrado en bucle repitiendo los 70, los 80, los 90.
Pues hay que presentar algo del año 2019.
Sí.
Exacto, es lo que me gusta.
Es el maniquí, que tiene una hernia o algo.
Bueno, se abre así.
Es elástico.
Caprile, como siempre, encuentra todas las asimetrías
que yo no sé este hombre, yo creo que tiene
en las gafas una especie de visor con una regla invisible,
ese rollo...
"Man: Impossible", ¿Cómo se llama la de Tom Cruise?
Tiene algo, ¿cómo ve eso?
Gracias.
Yo sí.
Yo me lo pondría e iría yo por la alfombra roja
aunque me la tire en el súper, iría así por el súper
con mi alfombra roja enrollable.
A mí me encantan las hombreras y me encanta la espalda.
Y la espalda, en la alfombra roja, también es muy importante.
Y me parece que es puro rocanrol.
O sea, es la elegancia, pero a la vez es puro rocanrol.
Me encanta el rocanrol y creo que tú eres puro rocanrol también.
De verdad, enhorabuena, me imagino a Bárbara Lennie,
que es de las que mejor hace alfombra roja en España.
Me la imagino en ese vestido, me la imagino subiendo
con la espalda esa maravillosa
a recoger, ojalá, un Óscar, ¿no? -Sí.
Y está espectacular, ¿no? Así que enhorabuena, de verdad.
Gracias.
(ISABEL) Mi valoración también ha sido buena.
Qué difícil, no me ha quedado claro
si han valorado mejor el de Rosa o el mío.
Nos han dado a las dos una súper buena valoración,
con lo cual me he quedado igual.
(PEDRO VITOREA)
(SARAY) ¡Guapas!
(LARA) Las veo bastante igualadas.
Esto es realmente ahí una pelea de gatas.
No os podéis imaginar el honor que para mí es estar aquí hoy,
de verlas a ellas trabajar, con ese oficio,
con esa pasión, con ese talento, con esa presión también.
Para mí ha sido una maravilla. Los dos vestidos son...
increíbles.
Son dignos de la portada de una revista
y de la mejor alfombra roja y, desde luego, para mí
las que merecen la alfombra roja son ellas dos hoy.
Me he quedado igual.
Igual. -Ay, niña, qué fuerte.
El tuyo, ideal, precioso. -El tuyo también, qué elegante.
Elegante, fino, sí. -Sí, muy fino.
Y lo que ha dicho, esa tela es dificilísimo de...
Lo siguiente.
Está maravilloso, Isabel. -¿Eh?
En 150 minutos... De verdad, yo acabé llorando,
porque no sé cómo lo he montado. -Ya.
Que sea lo que Dios quiera, ya está.
Sí.
(SARAY) Ah, qué susto. (SERGIO) Qué susto.
(PEDRO) Uy, uy...
Porque ya pasó, vamos.
(AINHOA) Creo que ganará mi madre.
¿Sí? -Sí.
Te has esforzado un montón
y creo que está súper bien trabajado el vestido.
Gracias. Ojalá.
(PEDRO) Ay, qué fuerte todo.
Estoy muy estresado.
Suerte. -Suerte.
Mamá, tengo una corazonada, de verdad te lo digo.
Creo que la abuela está en esto.
Y te va a ayudar, así que...
Venga, campeona. -Ay, Dios te oiga.
Campeona. -Ay, de verdad.
-Todos los del mundo.
Preparadas.
(Aplausos y vítores)
¡Bravo!
Ay, qué nervios.
Qué fuerte, qué fuerte.
Muchas gracias. -Gracias.
No, por Dios, ha sido un placer.
Sí, ha sido un placer. (ISABEL) Sí, un placer, vamos.
Yo empezaba de nuevo otra vez. -Yo también, te lo juro.
Uy, uy, uy, uy...
(ROSA CHILLA) ¡Ay, qué bien! ¡Guau!
¡Ay! ¡Qué bien!
¡Qué bonito!
(ROSA LLORA)
(ROSA) El premio de mi vida, de verdad,
de lo que más me gusta hacer en el mundo, de mi pasión,
de mi locura, me han premiado. Y esto es el inicio
para profesionalmente dedicarme a esto de lleno.
(ROSA CHILLA)
No ha podido ser, pero estoy superfeliz.
Rosa se lo merece tanto...
Y me siento igual de ganadora.
Estoy igual de feliz.
Así que... "happy, happy, happy".
(Vítores)
¡Oh! Que pesa.
A mi madre, a mi madre.
Va por ella, que la llevo siempre en el corazón.
Ahora la llevaré en mi ánimo y en mi felicidad de este día.
Va dedicado a ella.
Cuatro aprendices competirán por ganar 'Maestros de la Costura' e iniciar una carrera en el mundo de la moda. Primero, replicarán un vestido de alta costura de la diseñadora de moda Teresa Helbig. El mejor de la prueba se convertirá en duelista de 'Maestros de la Costura'.
El segundo y último pase al duelo final se disputará en el taller de Pronovias, en Barcelona. Cada aprendiz confeccionará un impresionante vestido de novia con la ayuda de los actores Fernando Tejero, Edu Soto y Pepón Nieto. Hervé Moreau, director creativo de Pronovias, explicará el proceso de creación de los diseños de esta firma. Los dos duelistas demostrarán todo su talento diseñando y confeccionando un espectacular vestido de alfombra roja. La modelo Blanca Padilla lucirá el diseño del vencedor de esta edición.
El ganador de la segunda edición de 'Maestros de la Costura' obtendrá el maniquí de oro, los 50.000 euros del premio en metálico, una colección cápsula a la venta en El Corte Inglés y un curso de formación especializada en Diseño de Moda, impartido en el Centro Superior de Moda de Madrid de la Universidad Politécnica de Madrid.
Añadir comentario ↓
Estoy super feliz por Rosa se lo merece, he llorado tambien de la alegria por ella, fue siempre la mejor, los veo desde Honduras excelente programa felicidades
Hola, veo el programa desde Argentina, trato de no enterarme de nada y ni bien abro la pagina lo primero que me entero es quien ganó. y anteriormente quien habia sido eliminado. Le quitaron todo el suspenso. Espero lo cambien en el futuro. Fuera de eso ,e encantó el programa. Me gustaria poder ver la primer temporada. Felicitaciones.
¡Menuda final! Ha sido muy emocionante. Exquisito el vestido de Rosa. Enhorabuena a todos los que han hecho posible el concurso. Rosa ha sido una concursante estupenda y merecida ganadora.
Muchas felicidades a todos por este excelente producto y a la ganadora por su merecido reconocimiento, me encanta y ya estoy listo esperando ver el próximo miércoles la 3era temporada jajajaja XD #NoTarden
Bien merecido el triunfo de Rosa!! Sigo sin poder creer que haya estado entre los 4 finalistas Amparo (ya es bastante grande para hacerse llamar "Amparito". Queda muuuy ridícula!). Para mí, le restó al programa y a la final.
Me alegro muchisimo por Rosa, se lo merecia.
La posicion de Amparito se le debio de dejar a otra persona que lo hubiera aprovechado mejor. Esa actitud en la ultima prueba fue una falta de respeto. Sigo el programa desde los Estados Unidos y aunque ya estan los resultados online trato de ver el programa completo.