fuera de emisión
Efectivamente, hay mucho amor al poder,
mucho más que el poder del amor en su estricto.
Porque es verdad que el amor es poderoso,
pero cuando se pone al servicio del poder,
se convierte en un arma de destrucción masiva.
Y creo que los amores de los que hablo en este libro
son de ese tipo, del tipo arma,
arma a punto de ser disparada y llevarse por delante...
Bueno, hablo de que son las dueñas del mundo,
de su mundo, ¿no?
Del mundo doméstico, del ambiente íntimo.
De la intimidad. Cuando alguien gobierna la intimidad,
tiene un arma muy poderosa en sus manos.
Evidentemente, no hablaba en términos de género
y de su relación con el poder del mundo.
Pero las mujeres, que han tenido que buscar de forma precaria
su lugar en el planeta a lo largo de la historia,
han encontrado ese pequeño poder, que puede ser muy grande,
lo han encontrado en el hogar.
Bueno, pero hay una parte de verdad en eso.
Es el poder...
Son las sobras del poder, Fernando.
Lo que sobra, lo que se puede coger.
Las mujeres no han sido propietarias del poder con mayúscula,
el poder que gobierna el mundo, el poder que decide,
el poder que hace la ingeniería social sobre la especie humana.
De esas ha habido muy pocas.
Sin embargo, sí han cogido ese segundo plano,
el plano de la intimidad, y ahí se ha podido hacer un hueco.
Tú decías antes que hay una frase típica:
"Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer".
Yo diría que detrás de cada gran hombre
a veces hay muchas mujeres.
Y todas intentando...
conseguir un poco de ese poder que a él se le ha otorgado
por su condición.
Las mujeres. Es posible. Bueno, Tácito decía esto:
"Que me odien con tal de que me teman".
El temor es un arma de poder.
Y de las más impresionantes que se puedan encontrar.
Entonces, ahí te doy la razón de nuevo, y me cuesta dártela.
Es posible que ese temor que inspiran las mujeres
pueda ser usado como un instrumento de control de los hombres.
Por algunas mujeres, no por todas.
Ah, bueno.
Sí, sí, sí.
Yo no creo que los hombres sean una especie en extinción.
Creo que son una especie en evolución.
Y además, creo que los hombres estáis evolucionando
mucho más que las mujeres.
Pues eso es que no han buscado en los sitios correctos.
Yo creo que no.
Creo que los hombres realmente han hecho un esfuerzo,
y lo digo sinceramente.
No, no necesariamente.
No. Es que lo viril no es contrario a lo femenino.
No tiene que ser una lucha de poder.
No tiene que ser el patriarcado contra el matriarcado.
Yo creo que la humanidad de verdad será avanzada
el día en que ocupemos espacios iguales.
Pero la metrosexualidad no es el patrón del hombre contemporáneo.
La masculinidad, digamos, es una piedra preciosa,
yo la considero así, con muchas facetas.
Quizá esa sea una.
Pero es puramente circunstancial, es una moda.
El varón occidental es el más avanzado
que ha pisado la Tierra desde hace 30 000 años.
Ha cambiado mucho.
Pero los historiadores cristianos tienen claro que el matrimonio
es cosa de dos, de una pareja,
y que no cabe la poligamia.
O sea, el matrimonio es un contrato,
y es mejor cuanto mejor trata a los contrayentes.
Quiero decir en términos de igualdad.
Y cuando más cuida el lugar de la mujer.
Esa no es el matrimonio, eso es la pareja.
Es diferente.
Pero el contrato matrimonial...
Estamos hablando en términos jurídicos.
Lo que define...
Pero lo que marca definitivamente
el lugar que ocupa el hombre o la mujer
en su tiempo histórico, sea el que sea,
es el ordenamiento jurídico.
El que decide dónde está cada uno.
Y si el ordenamiento jurídico da un espacio de dignidad a la mujer,
es un ordenamiento avanzado.
Y ese es su lugar, aunque luego no se cumpla.
La sentimentalidad es otra cosa. Es otra cosa.
Bueno, yo creo que no. Es un contrato entre partes.
Es un contrato entre particulares.
Pero los contratos no son tan malos. En alguna época...
En la oscura Edad Media que tanto...,
bueno, tan vilipendiada y tan ignorada,
se establecía una serie de contratos
que construían la vida civil.
Totalmente, para que no tuviese...
Para que no fuese casquivana.
Efectivamente, estos historiadores que has mencionado se burlaban.
Los hubieran tachado de metrosexuales a los egipcios.
Pero, como tú has dicho,
la historia no es una flecha que sigue una única dirección.
De repente, se para y vuelve para atrás.
Y aunque todo esto es verdad, y con muchos matices, por supuesto,
porque también era una sociedad esclavista,
y no es tan paradisíaca como puede suponerse,
pero había derechos que adquirió la mujer
que luego se han perdido y que han vuelto.
Y que no tenemos seguros. Nada se puede dar por hecho.
Incluso hoy día, en occidente, en Europa,
en las sociedades europeas, nada se puede dar por hecho.
Las cosas pueden ir para atrás.
Totalmente.
Ese es un ejemplo bien claro de cómo las cosas pueden cambiar.
Es que es la cuna de la civilización. De ahí somos herederos todos.
Y vemos cómo territorios que vivieron un gran esplendor en la antigüedad
ahora son polvo del desierto
en el que solamente hay terror y soledad,
y desolación, y desprotección.
Eso es, de alguna forma, escalofriante.
Porque es un termómetro de la evolución de la especie.
Se están adecuando a una estructura patriarcal del poder.
Ella sabía que siendo mujer lo iba a tener más difícil,
y entonces se traviste.
Se convierte en un hombre en apariencia
para gobernar sin ser discutida.
Porque las mujeres siempre somos discutidas.
En el poder que sea,
siempre está en cuestión el poder femenino.
Eso lo decís todos. Eso son fantasías.
Son fantasías, por supuesto, personales,
pero, a la hora de la verdad, lo que importa...
Para la gente que lo siente, ¿eh?
Porque hay otros, hombres o mujeres, que no tienen vocación de poder.
El poder es una vocación también. Es un ansia, es una pasión.
No es que sea reprimido...
Pero se asimila.
No, no. Probablemente, las vírgenes del cristianismo
son herederas de aquellas tradiciones paganas.
Lo que hace el cristianismo es asimilar.
Y se convierte...
Bueno, tú sabes que eso ha ocurrido,
cómo las religiones de repente hacen suyo el pasado
y lo transforman y lo reelaboran.
Y lo que eran figuras claves en el paganismo se siguen manteniendo
a lo largo de distintos tiempos históricos, de distintas culturas.
Y el cristianismo también las asimila.
En el cambio, se transforman en vírgenes.
Sí, a mí me parece una tradición repugnante
que se da en la historia durante muchos tiempos.
Se pierde en la noche de los tiempos
esa costumbre bastante repugnante,
porque es una manera de...
La iniciación pasa a través de la prostitución.
Las jóvenes, las viejas, cualquiera, tiene que cumplir siempre
con esa tradición de ir y prostituirse con un extranjero.
Además, el primero que pasa. Encima, es ofensivo,
porque las guapas enseguida cumplían con el trámite
y las que no eran agraciadas pasaban años esperando
que alguien las liberara.
Maravillosa novela.
Efectivamente.
Pero es el primer intento de religión monoteísta.
En el mundo tenemos tres únicamente.
Bueno, la religión de los judíos...
Por orden cronológico.
Ya. Las religiones politeístas...
Bueno, es cierto. Los dioses eran más humanos.
En el politeísmo...
Y tienen las mismas características que los seres humanos.
Las mismas debilidades, las mismas bajas pasiones,
cometen los mismos errores, crímenes... Hacen de todo.
Es verdad, el politeísmo es divertido.
Es un mundo divino, pero muy humanizado.
Sin embargo, el monoteísmo viene a poner un orden,
a establecer una diferencia entre los humanos y los dioses.
A pesar de que diga: "Estoy hecho a su imagen y semejanza".
Sí, pero es un orden superior. No es Apolo.
No, pero Júpiter era...
Era un ser atrabiliario que cometía muchos desmanes.
Claro.
Pero eso lo hacían los historiadores antiguos.
Pero también te digo...
Completamente.
Bueno, se casó con la hija de un rico.
Lo que no sabemos bien es cuál era su historia.
Pero lo que yo digo, y creo que no falto mucho a la verdad,
es que lo que relato es posible que fuese más menos así.
O sea que no estaría tan lejos la versión original
de la que yo cuento.
Lo que pudo ser y probablemente fue.
Además, los historiadores antiguos escribían así,
con esa concepción de la historia como narración.
De la histeria como utensilio.
Pues sí, ese es un caso muy interesante
y también muy mitológico, porque todo ahí es ficción.
No sabemos lo que es leyenda, lo que es verdad, lo que es historia.
Las fuentes son interesadas, maledicentes también.
Hay ahí un cóctel, un cacao, completo.
Y yo intento...
Me decanto por una versión de los hechos
y digo: "Probablemente pudo ser así". Y a lo mejor fue.
No lo sé.
Bueno, hay varias que son muy libres.
Madame Pompadour...
Que todos ahora confundimos...
Tampoco.
Pero son mujeres que, aunque tienen otros talentos y talantes,
la seducción no la olvidan en su formación.
Es importante ser unas seductoras.
Y ella lo era. Aspasia debió ser una mujer...
fantástica, muy interesante.
Estudió con los grandes.
Aprendió con los grandes, claro.
Bueno, Mesalina era una bestia lúbrica.
Y esto sí está bien documentado.
Las fuentes históricas no dejan duda.
Hay muchas mujeres de estas en las que quizá hay historiadores
que difieren en su versión.
Sin embargo, en Mesalina está claro.
Todos coinciden en que era una mujer de esa catadura.
De hecho, su nombre ha pasado a ser sinónimo de prostituta.
Ser una mesalina es ser una prostituta.
Grandes hitos.
Porque él tenía un enorme rencor y una gran sed de venganza.
Fíjate que él consiguió que su mujer legítima
aceptara la existencia de su amante.
Y vivían en una especie de triángulo en perfecta armonía.
Sin embargo, su padre y sus enemigos se encargan de asesinarla cruelmente.
Y el tenía las armas. Era un rey a la antigua usanza,
de los que no tenían que consultar con el Congreso
para hacer lo que le parecía.
Bueno, es un cuarteto de viento.
Sí, sí.
Lo que decía Zavala, que ha estudiado el asunto,
es que se había encontrado una carta a su confesor
en la que ella decía que ninguno de sus hijos era de Carlos IV.
Pero bueno, ya sabemos que la historia,
en las altas camas, a veces se producen hechos que...
Bueno, es verdad...
era una mujer que no tenía ningún sentido del ridículo.
Era un producto decadente de la monarquía.
Cuando la monarquía es absoluta, puede hacer lo que le dé la gana
y no tiene ningún sentido del gobierno, del pudor,
del ridículo.
Además, tenía un marido
que propiciaba que ella viviese una vida de escándalo.
De hecho, escandalizaba.
Yo cito ahí al embajador inglés,
que le parecía una señora patética.
Bueno, era una mujer lúbrica,
como ha ocurrido en muchas ocasiones entre las casas reales,
que la lubricidad ha condicionado la política
y, por lo tanto, el destino de sus países.
Lo que ocurre es que Isabel Preysler...
Lo que ocurre es que Isabel Preysler, el poder que ella ha ejercido...
Estas son amantes poderosas,
las que consiguen estar con hombres tan importantes
que tienen un papel fundamental en el destino de sus pueblos,
de sus naciones, de sus países.
E Isabel Preysler ha tenido unos matrimonios con hombres...
Poderosos, pero no hasta el punto como lo pueda ser un rey.
Incluso hoy, en una monarquía parlamentaria,
en la que el rey es un símbolo. Ella no es una mujer
de las que yo hablo aquí, me parece a mí.
Aunque es muy interesante. Es un personaje fascinante.
Pues es un homenaje a la capacidad de leer.
Cómo leer nos puede hacer amar la vida. Saber leer.
No mucho.
Muchas gracias.
Me encanta.
María Luisa de Parma sí sabía quién era.
La Jaruco pertenecía a la nobleza, de origen cubano,
y era una mujer muy afectada.
De estas que además se le suponía que decía expresiones
y utilizaba palabras que ni siquiera sabía qué significaban.
Porque había una especie de moda pedante por la época.
Entonces, ella se manifiesta antipedante,
pero a la vez se manifiesta antimujer.
Es un manifiesto antifeminista en toda regla.
Es lamentable, como el personaje.
Sí, sí. (RÍEN)
-Está traído por los pelos.
A María Luisa de Parma... -Te refieres a mi admirable trenza.
Iba a decir que le regalaron una villa preciosa,
una especie de pequeño Versalles cerca de Parma,
que después se convirtió en manicomio,
un manicomio que después cerraron en los años 70 en Italia
por conducta inapropiada para los enfermos.
Bueno, amantes poderosas.
A mí me han gustado muchas de ellas.
Además, se me ha hecho muy amena la lectura.
-Muchas gracias. -Es un libro que...
Hoy cojo un par de personajes, mañana tal...
O lo lees de corrido.
Pero a mí me gusta lo de las venganzas
y la mujer vengativa, yo creo que también
con ese revanchismo que nos da la historia,
porque es machista...
Lo dices en alguno de los capítulos. No sé, porque lo tengo tan marcado...
Rodopis, o también el caso de Teodora,
de prostituta a reina, y cómo se venga de los Verdes,
que no es el partido de los verdes, sino que eran los de aquel entonces,
que se rieron de ella y de su madre.
Ese tipo de venganzas son geniales.
Cómo van llegando a los poderes.
Que, si hubieran sido hombres,
hubieran pasado a los anales de la historia
como grandes estrategas.
Pero, por ser mujeres, se han quedado ahí.
Muchas de ellas ni las conocía.
-Bueno, Teodora de Bizancio,
que, partiendo de lo más bajo de la sociedad,
de la hez de la sociedad, y en este caso, literalmente,
porque ella vivía con su familia en el hipódromo de niña
en una situación lamentable.
En unas condiciones horribles.
Donde se hacinaba una gran masa de gente que servía
a todos los acontecimientos que tenían lugar en el hipódromo.
Y consiguió llegar a ser emperatriz de Bizancio siendo,
por el camino de en medio, prostituta.
Y es verdad que cumplió una venganza,
al ser humillada cuando era niña,
junto con su hermana y con su madre,
pero cumplió una venganza terrible, porque masacró a miles de personas.
Directamente las ejecutó.
Entonces, las venganzas, realmente...
Bueno, cuando a uno se le va la mano pasa a la categoría de matanza,
y entonces yo ya no creo que...
Ese impulso que ella tenía, esa pasión,
podía haberla desahogado de otras maneras
un poco más civilizadas.
-Ángela, yo te quería preguntar algo más genérico.
Aparte del contenido del libro,
pensaba, y leyéndolo realmente con gusto también...
-Muchas gracias.
-Que este libro forma parte ya casi de un género en sí mismo.
Porque últimamente muchos escritores, tanto varones como mujeres,
se han dedicado a relatar la historia
de las grandes mujeres en la historia.
Con una estructura u otra.
Entonces, tú, en tu prólogo,
dices que los hombres miraban a las mujeres
como un fenómeno más de la naturaleza, cosa que...
Esta frase me ha llevado inmediatamente a un libro
que aprovecho para recomendar, que es el "Diario de Adán y Eva",
de Mark Twain.
Ese relato corto y cómico sobre las relaciones,
difíciles en ocasiones, entre hombres y mujeres.
Por lo tanto, relatando esa primera pareja.
Relatando esa primera pareja, que fueron Adán y Eva,
y además que tenían la suerte de vivir en el Paraíso,
y no en esta tierra nuestra, que es más complicada.
Os quería leer un trozo de lo que escribe Mark Twain
a propósito de esto. Y este es el pensamiento de Eva,
que mira, efectivamente, a Adán como un fenómeno de la naturaleza,
y Adán mira a Eva como otro fenómeno de la naturaleza,
con esa dificultad de comprenderse.
Y dice ella: "Tiene un gusto rastrero y no es amable.
Al acercarme ayer de anochecida, se había bajado del árbol
y estaba tratando de atrapar a los pececitos veteados
que juegan en el estanque. Y tuve que tirarle tierra
para hacerla subir de nuevo al árbol y que los dejara tranquilos.
Me pregunto si sirve para eso. ¿Es que no tiene corazón?
¿No siente ninguna compasión por esas pobres criaturas?
¿Acaso ha sido concebido y diseñado para tan innoble trabajo?
Por su aspecto, se diría que sí".
Y así siguen unos y otros, Adán y Eva, en este relato,
que a mí siempre me ha parecido fascinante,
porque me parece que retrata muy bien
esas diferencias entre hombre y mujer.
Mark Twain fue un escritor de grandes frases, muy ingeniosas.
Pero yo te quería preguntar,
¿realmente las mujeres estamos de moda?
Porque a mí eso me resulta inquietante.
Porque cuando algo se pone de moda, pasa de moda.
Así son las cosas.
Y me parece que ahora se está abordando también,
no digo en tu caso, absolutamente,
pero con un poco de frivolidad.
No sé si realmente se llega al fondo de la cuestión.
-Bueno, creo que, quizás, detrás de ese interés
que hay por las mujeres de la historia,
aparte de que hay una revisión por parte de las propias mujeres,
como puedo ser yo, que me ocupo de otras mujeres,
porque me interesa, es una...
Bueno, tiene también un aire comercial,
en el sentido de que somos las mujeres las que leemos,
somos las que tenemos unos intereses por nuestro propio genero
y nuestra condición.
Entonces, también se quiere ofrecer a ese público, que además lee,
porque las mujeres somos lectoras, somos las que compramos,
somos prescriptoras en casa, en la familia...,
pues una parte de nuestra naturaleza, de nuestra condición.
Una reflexión sobre nuestro papel en la historia.
Hay un cúmulo de intereses.
De intereses para vender, también para descubrir,
y también en el sentido de que hemos sido relegadas
a un segundo plano constantemente en la historia,
y ahora es el momento de ponerlo en pie de igualdad.
Ha habido muchas mujeres que han hecho hazañas, y fechorías,
a la altura de algunas de los hombres y que no se recuerdan prácticamente.
Y merece la pena recordarlas, no solo por la lección,
sino también por la narrativa que hay detrás,
que es interesante.
Es amena, es instructiva. Lo tiene todo.
-Y porque el ciclo de la historia podría haber sido otro
por esas mujeres también.
Porque hay grandes reyes que se enamoran de esas mujeres,
y la cosa ha ido por otro...
¿Y si se hubiera casado con esta otra...?
Yo creo que ahí sí que...
Lola Montez me encanta también.
Perdonad que saque personajes a colación...
-Sí, sí, sí. -Tan tan salvaje.
Cuando digo "me encanta" es porque es muy novelero,
es muy literario, esas vidas.
Ese momento cuando se saca el pecho...
-Una falsa española. Una irlandesa de Sligo.
Un sitio maravilloso además. Se hace pasar por española
y construye todo un personaje ficticio.
-Mira, a mí tu...
Tu libro me ha gustado mucho, porque es muy inteligente,
muy bien documentado, muy bien escrito,
muy por encima de la media de lo que se publica hoy en día.
-Gracias.
-Pero hay una cosa que me ha tocado la moral.
Por no decir otras partes de la anatomía.
A ver, tú intentas tratar la pasión en clave irónica.
-Bueno, a veces sí.
-Me ha recordado a veces tu libro a las "Vidas escritas",
de Javier Marías, que es un gran libro,
pero, claro, hacer bromas sobre el seppuku de Mishima
lo veo un poco... En fin, difícilmente digerible.
Entonces, yo no sé si eres una cínica...
-Ajá.
-O eres una mujer muy pasional
que se envuelve en velos de ironía
para no admitir hasta qué punto le interesa la pasión.
Esa es la pregunta. -Probablemente.
-Para protegerme, claro. -Para sujetarme.
-Lo digo porque tú pareces...
Hay páginas en tu libro maravillosas que parecen realmente comprender...
Porque tú, inteligentemente, lo haces muy cerebral.
El amor, la pasión, el poder.
Pero el poder, la pasión... Pueden coincidir o no.
Pero ninguna de las dos cosas es muy controlable.
De hecho, cuentas historias de amor un tanto todas ellas...
raras, excesivas, turbulentas.
Que sí, que en algún caso se pueden explicar
por la ambición desaforada de él o de ella,
pero no siempre. Entonces, yo tengo...,
esto es muy personal, la persistente impresión
de que estoy leyendo el libro de una romántica irredenta
que se camufla de inteligencia e ironía...
-Con miedo a parecer cursi. -Por no parecer cursi, exacto.
Esa es mi teoría. -Sí, puede ser.
Porque yo, que me considero... -Sabes lo que es el amor fou, ¿no?
-Sí, claro. -Pues ya está.
-Yo me considero, de una manera muy arrogante, poeta.
Y precisamente esa consideración... -Eso no es nada arrogante.
-Esa consideración me hace temer constantemente caer en la cursilería.
La cursilería en un poeta es lo peor.
Es el peor pecado que puede tener un poeta.
Hablar del amor y no ser cursi es muy difícil. Es complicado.
Pero yo creo que las mujeres tenemos...
A mí también me preocupa mucho esto, tengo que reconocer.
-¿Sí, verdad?
-Y yo creo que las mujeres tenemos más miedo,
más precaución, con esto de pecar de cursilería.
-En una mujer es peyorativo. -Ahí está.
Lo ha dicho muy bien, en una mujer es peyorativo.
-En un hombre no. En un hombre es que es muy sensible.
-Ahí está.
-Entonces eso nos obliga a permanecer en un lugar de mayor frialdad.
Bueno, lo que estaba diciendo Anna. Como creadoras, me refiero.
-Perdona, un inciso. Daos cuenta de la pregunta primera que he hecho.
Me he ido a las venganzas más atroces,
quitando las que podrían haber sido historias de amor.
Creo que es esa culpa que carga la mujer de intentar ser hombre.
-Más cínica que el hombre.
-En cualquier caso, el humor siempre es una cortina,
un filtro, que la inteligencia intenta poner entre eso,
entre el ridículo, la cursilería, el sentimentalismo más...
chapucero y barato,
y un poco de racionalidad, un poco de mesura.
Y a las mujeres se nos puede atacar mucho más que a un hombre
cuando uno peca de cursilería. -Total, total.
-Pero también te diré que en mi caso...
-Lo ha dicho bien Ayanta.
Muy frágiles, muy sensibles...
Por eso, por eso te lo adjudican ya de entrada.
La cursilería es una etiqueta...
Claro, una mujer tiene que demostrar que no es cursi.
Un hombre, ya veremos si es cursi.
-No, es que tiene un alma femenina, y eso está bien visto ahora.
-Si te gusta arreglar las plantas y te gustan las flores,
es que eres muy frágil, sincero y sentido.
Pero digo que se entiende más así.
Sí.
Bueno, todo lo que es estéticamente...
Todo lo que tiene una perfección estética.
Rotopis o Rosopis... -Rodopis.
-La que se enamora de Esopo.
Y Esopo le rompe el corazón eligiendo la libertad
en lugar del amor de ella.
El corazón de ella se endurece y entonces...
-Claro. -Eso está muy bien contado.
-Hombre, es que es una gran disyuntiva.
¿Qué prefieras, la libertad o el amor?
Hay ahí una cuestión primordial en el ser humano.
-Y en esto, ¿se nos ha endurecido el corazón?
¿Se te ha endurecido el corazón? -A ella sí.
Fue un desengaño.
Tú prefieres el amor libre, es un juego de palabras.
Es un juego de palabras.
A Esopo le dejan a elegir entre el amor de la mujer que ama
o la libertad, dejar de ser esclavo, y elige dejar de ser esclavo.
Es que el amor te hace esclavo.
de la libertad amorosa, estamos hablando de...
De la libertad mayúscula. -Sí, era una esclava.
-De la libertad en capital. -En letras capitales.
Eso es lo que digo, creo que ella...
Mi impresión leyendo tu libro es que, desde una autora
muy inteligente, muy sensible, muy romántica...
-Bueno, yo no sé. -Que se esconde detrás de...
capas y capas de ironía
para no dejar ver cuan apasionado es su corazón.
-Bueno, ya me gustaría a mí ser tan apasionada
y con un corazón...
Muy cursis, ¿no? -Eso es una opinión.
A mí, lo que más me ha gustado es lo que hacían los egipcios,
que se daban un plazo para ver si funcionaba aquello
y si no, partían peras y no había matrimonio.
-Pero esto también se está haciendo ahora, ¿no?
-Eso estaba muy bien.
-Ahora se está haciendo a la brava. -Ahora se está haciendo.
-Sí, pero ahora hay divorcio,
pero ahí, antes de casarse, había un periodo de prueba.
-Te vas a convivir antes y...
Ya ves que la cosa tal, pues...
Yo os voy a recomendar un no ficción,
"De animales a dioses", de Yuval Noah Harari,
que es un ensayista, un historiador.
Es una historia de la especie humana,
pero contada desde un punto de vista, de verdad, original.
Cómo el sapiens pasa, se eleva sobre su condición
y deja de ser un simple animal y va camino de convertirse en un dios
llevándose por medio a todo lo que se cruza, ojo.
Yo soy animalista, Fernando.
Tengo mis dudas.
Pero no han ido a la Luna, por ejemplo.
-Parece ser que los humanos tampoco, ¿no? Por lo que dicen algunos.
Pues mira, no han ido a la Luna, te lo voy a decir de otra manera,
no han pensado en la Luna, yo sí.
La Luna gobierna su vida. -Hoy estás muy respondón, ¿eh?
-Eso te iba a decir.
Contra ti, no, contigo.
Es un ensayo, de verdad, maravilloso, una historia de la especie,
o sea, la historia de otra manera y con un punto de vista...
¿Los seres humanos?
Otro más.
Vladimir Bartol, es un libro ya de viejo, un libro antiguo.
Es una novela sobre la secta de los hashashins.
¡Tú!
(RÍEN)
Exactamente.
Sí, ¿no?
Es una maravilla de novela, escrita por un autor esloveno
que, en realidad, nació en el antiguo imperio austrohúngaro,
en Trieste.
Quiere un tipo de esos libres, de esos que a mí me gustan,
nada sectario y eso le costó pasar luego muy inadvertido.
El canon, para quien se lo trabaja. -Es verdad.
Voy rápido. "El libro de la belleza".
-Te vamos a lanzar un libro a la cabeza hay, padre.
Estás tremendo.
"El libro de la belleza. Reflexiones sobre un valor esquivo",
con prólogo de Antonio Muñoz Molina, María Elena Ramos.
Analiza, a propósito de la belleza
y no desde la tiranía de esos cánones,
cómo ha ido evolucionando a lo largo de la historia,
casi como algo filosófico.
La verdad puede ser bella, la bondad puede ser bella,
la tiranía, en determinadas circunstancias, puede ser bella.
Sobre todo, lo que va relacionado... Y literatura también hay.
desde "Muerte en Venecia" hasta "El banquete"...
-Y Platón dijo que debemos recordarlo, ¿no?
-Claro, desde "El banquete" de Platón.
Tírale esto. Tírale el diario de... (RÍEN)
Desde "El banquete", de Platón, hasta "La muerte en Venecia"
y que hablando de belleza,
que Camilla Parker Bowles, de la que no hemos hablado,
bella bella, lo que se dice bella, pero ahí está.
-Yo soy fan de Camilla. -Yo también.
-Conquistando al señor más feo del...
Hombre, lanzar un libro...
"Una barba para dos".
Es un libro que me ha parecido genial.
Son 99 microrrelatos eróticos.
Como sé que hay mucho interés en los lectores en literatura erótica
y suele ser toda tan mala, por qué no decirlo,
he encontrado un libro que es, efectivamente, fantástico.
Lo escribe Lawrence Schimel,
que es un escritor americano, estadounidense,
pero que vive desde hace muchos años en España
y este es su primer libro escrito en castellan