Sinopsis
Ángel regresa a la ciudad, ya ordenado sacerdote. Es ahora un hombre más firme y seguro. Su primer objetivo es saldar la deuda que tiene con el Marqués de Castro. Ambos hicieron un pacto, y él ha cumplido con su parte. Ahora es el Marqués el que debe cumplir con la suya y liberar a su hermano Salvador. Gonzalo, que dice ser un hombre de palabra, le promete que así lo hará. El encuentro con Salvador es desgarrador: el tiempo pasado entre rejas le ha convertido en una pálida sombra de lo que fue, acobardado y receloso. Por su parte, Victoria parece indiferente al regreso de Ángel. Aparentemente se ha convertido en una 'señorita' digna de su clase, más pendiente de organizar su fiesta de cumpleaños que de la tensa situación que se está creando en la mina. Incluso es cortejada de nuevo por Hugo de Viana, lo que parece incomodar mucho al Marqués. Don Enrique tiene ambiciosos planes de futuro para Ángel, al que pretende hacer ascender hasta el Arzobispado. Sin embargo, antes debe estar seguro de que su pupilo ha dejado atrás definitivamente sus sentimientos hacia Victoria Márquez. Así, cuando esta invita a don Enrique a su fiesta de cumpleaños, el encuentro con Ángel es frío, tenso¿ Victoria, manteniendo la compostura, le incluye en su invitación. Todo parece indicar que ninguno siente ya nada por el otro. Sin embargo, sus momentos de soledad desvelan lo contrario: ambos siguen enamorados, pero luchan por ocultar sus sentimientos.
Mientras tanto, el embarazo de Irene está ya muy avanzado. El doctor Freire le aconseja un reposo absoluto: su vida corre serio peligro. Catalina se siente desplazada, y no puede soportar ver cómo Gonzalo se acerca cada vez más a su esposa, dejándola a ella de lado. Angustiada y llena de rencor, dedica sus noches a realizar extraños ritos ancestrales, utilizando para ello una muñeca que parece representar a Irene¿ El desequilibrio de Catalina se ve agudizado por la presencia en la casa de Bianca de Rossi, que al tiempo que negocia con el Marqués, dedica su tiempo a coquetear con Pablo, cada vez más fascinado por ella. Al mismo tiempo, Pablo se entera de la difícil situación por la que atraviesa Encarna: han cerrado la escuela y está sin trabajo. Se ofrece a ayudarla mediante la apertura de un dispensario médico que ella dirigiría, pero Encarna se niega: puede valerse por sí misma.
Llega la noche de la fiesta. Todas las tensiones y conflictos confluyen en casa de los Márquez. Encarna, que no ha tenido más remedio que aceptar un trabajo como sirvienta, se ofrece a Pablo, quedando descolocada cuando este la rechaza: le ha ofrecido su ayuda sin esperar nada a cambio. Hugo de Viana, ante los desplantes de Victoria, anuncia su decisión de alistarse y partir a Marruecos. Gonzalo se ve obligado a abandonar la fiesta cuando es informado de que Irene está dando a luz. En medio de tantas tensiones, Ángel intenta defender la postura de los mineros ante Victoria y Pablo, pero la reacción de Victoria es contundente: entra en cólera y defiende al Marqués. ¿Cómo se atreve a entrar en su casa y echarles nada en cara? ¿Quién es él para sembrar la discordia? Finalmente, Victoria echa a Ángel de su casa.
Al término de la noche, en el palacete de los marqueses de Castro ha culminado la tragedia: Irene no ha logrado sobrevivir al parto¿ y tampoco el fruto de su vientre. Gonzalo contempla el cadáver de su esposa y del que iba a ser su hijo, mientras Catalina se consume entre el odio y la culpa.
